En cualquier caso, lo que está claro es que Cataluña vira hoy a la derecha. Sube CiU y sube el PP, con unos resultados históricos que seguro que cuentan con desvío (por sorprendente que parezca, pero si no no salen las cuentas) del PSC. El partido nacionalista es el primero que derroca un gobierno desde el comienzo de la crisis, y tiene el papel de demostrar si la superación de la misma depende de una buena gestión (como lleva diciendo cada partido de la oposición desde 2008) o es un mal inevitable (como dicen los ejecutivos de turno). Mas se propone, además, conseguir un mejor concierto económico para Cataluña, algo en lo que le tengo que dar la razón. Y no porque me guste, claro: el federalismo y el socialismo me parecen incompatibles, y yo barro para casa. Ahora bien: comprendo que un partido de derechas y nacional se proponga este objetivo, y veo justo que se le conceda una situación económica tan ventajosa como la del mejor, en este caso País vasco y Navarra. España no será justa mientras existan esas diferencias de privilegios. O pringamos todos, o no pringa nadie, pero no hay justificación legítima para negar a los catalanes lo que ya tienen navarros y vascos. ¿Solidario? En absoluto. Pero objetivamente justo.
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Para quien acabe de despertarse, Wikileaks (que ya ha pasado a las páginas del periodismo del siglo XXI, ahí es nada) le ha filtrado a ciertos medios de comunicación internacionales (entre ellos, EL PAÍS) documentos secretos de las embajadas de Estados Unidos de todo el mundo. Documentos confidenciales, redactados en un lenguaje claro y sin doble interpretación, que ponen a algunos mandatarios de primer orden a caer de un burro. Estados Unidos no duda en mandar a sus embajadores a espiar a miembros de la ONU, recabar los trapos sucios de los primeros ministros y arrinconar hasta la asfixia a quien se le pone entre ceja y ceja. Estos documentos secretos tildan a la canciller alemana de "poco imaginativa" (no es tan grave), a Zapatero de "socialista romántico y trasnochado" (bueno, podría ser peor) y a Berlusconi de mujeriego empedernido, a lo que agregan que normal que se lleve tan bien con el ruso Putin porque él a fin de cuentas es de la misma calaña. Tremendo. También tienen para Sarkozy, Gadafi y cierto miembro de la realeza británica del que todavía no ha trascendido el nombre, pero que ahora mismo debe estar temblando en un rinconcito del Buckingham Palace. Estados Unidos lo va a tener muy difícil para maquillar lo que es una monstruosa filtración de su repugnante política internacional.
No me atrevo a juzgar a WikiLeaks por estas filtraciones. Los estadounidenses piden que se los considere terroristas, pero me cuesta comparar una cosa con la otra. Es periodismo de alta escala, y punto. No se han filtrado conversaciones privadas de teléfonos, sino comunicaciones del servicio de inteligencia estadounidense con embajadas de todo el mundo. El tono de muchos de los documentos no es nada profesional, pero eso no significa que no sean escritos profesionales. Sería ridículo que alguien tratase de defender que son comunicaciones personales, por muy coloquiales que sean algunas expresiones. Todo lo que está escrito es por un motivo, y es fortalecer la presencia de Estados Unidos alrededor del mundo y debilitar el resto de naciones. Seguramente todos los países compartan estas prácticas tan cuestionables, pero ni tienen el mismo poder que Estados Unidos, ni se les ha pillado. Ah, la filtración. Eso es lo que más duele.