Cuando el escritor y guionista René Goscinny murió en el setenta y siete, muchos creyeron que Astérix el galo, su creación más popular (con permiso del pequeño Nicolás), no viviría más aventuras junto a Obélix y compañía. Se equivocaron. Albert Uderzo, hasta entonces dibujante de la serie, asumió todo el trabajo y se encargó también de los guiones, asegurando la continuación del principal cómic francés por unas décadas más.
Pero Uderzo tampoco es inmortal, y a sus ochenta y cuatro años sospecha que hasta él puede abandonar a Astérix. Lo que debería ser el final del personaje galo por antonomasia (y cuando digo «galo» no me refiero sólo a su tribu. Hablo de toda Francia) y un icono imprescindible de su cultura, podría convertirse en su tránsito en la inmortalidad. Y es que Uderzo se ha propuesto encontrar sustituto a sus manos y cerebro. Astérix vivirá nuevas aventuras incluso cuando Uderzo y Goscinny se reencuentren en el Parnaso de los historietistas.
La pregunta se formula hasta en los coloquios literarios más elitistas: ¿Puede continuar la historia sin su último creador? Con Astérix, el debate viene de antiguo, porque muchos acusaron a Uderzo de no respetar al personaje cuando siguió la obra sin Goscinny. A nadie debe extrañarle que ahora busque un sucesor incluso para él mismo, con tal de que el cómic (y la franquicia) continúen por mucho tiempo.
En la historia del cómic tenemos dos ejemplos muy próximos que tuvieron desenlaces diferentes. El primero Tintín, que nunca vivió más aventuras después de la muerte de su creador Hergé. Los tintinólogos conocen bien lo que es dejar una creación a medias. La pasión por el joven reportero y su amigo capitán es tal que El arte alfa, un volumen que su autor dejó con unos pocos bocetos, se vende a pesar de todo.
El caso de Spirou es radicalmente opuesto. Fue iniciado por Rob-Vel y popularizado por Franquin, uno de los grandes del cómic del siglo XX (quien, a pensar de convertirlo en una celebridad, no fue el legítimo creador de la serie, aunque sí quien le imprimió más personalidad y tramas). Como los derechos de Spirou y Fantasio pertenecen a una editorial, esta ha encontrado guionistas y dibujantes para cada época, de modo que el botones convertido en investigador nunca se iba del todo. Los volúmenes de Franquin son los más venerados, pero los del tándem Tome y Janry merecen consideración. Ahora es imposible imaginar la serie sin sus múltiples padres. Si Rob-Vel no hubiese soltado a Spirou, Spirou sería hoy en día un auténtico desconocido en la historia del cómic. Sus infinitas adopciones tampoco han puesto en peligro los números de Franquin. Son distintas visiones para un mismo personaje. Que cada uno se quede con la que más le guste.
Uderzo, que conoce bien todos los casos, apuesta por esta última opción. Si él pudo «usurpar» el puesto de guionista, no ve por qué otro no iba a poder hacer lo mismo con el de dibujante. Muchos pusieron el grito en el cielo cuando él se puso a escribir, pero yo prefiero La odisea de Astérix, su primer volumen en solitario, a otros goscinnyanos como Astérix y los juegos olímpicos. No es que sea partidario de que los autores cesionen sus derechos para que unos recién llegados perpetúen la línea «oficial», pero en el caso de Uderzo, que ya abrió el pastel cuando sustituyó a Goscinny, no creo que haya mucha diferencia. Quién sabe si los mejores astérix no están por llegar.
La pregunta se formula hasta en los coloquios literarios más elitistas: ¿Puede continuar la historia sin su último creador? Con Astérix, el debate viene de antiguo, porque muchos acusaron a Uderzo de no respetar al personaje cuando siguió la obra sin Goscinny. A nadie debe extrañarle que ahora busque un sucesor incluso para él mismo, con tal de que el cómic (y la franquicia) continúen por mucho tiempo.
En la historia del cómic tenemos dos ejemplos muy próximos que tuvieron desenlaces diferentes. El primero Tintín, que nunca vivió más aventuras después de la muerte de su creador Hergé. Los tintinólogos conocen bien lo que es dejar una creación a medias. La pasión por el joven reportero y su amigo capitán es tal que El arte alfa, un volumen que su autor dejó con unos pocos bocetos, se vende a pesar de todo.
El caso de Spirou es radicalmente opuesto. Fue iniciado por Rob-Vel y popularizado por Franquin, uno de los grandes del cómic del siglo XX (quien, a pensar de convertirlo en una celebridad, no fue el legítimo creador de la serie, aunque sí quien le imprimió más personalidad y tramas). Como los derechos de Spirou y Fantasio pertenecen a una editorial, esta ha encontrado guionistas y dibujantes para cada época, de modo que el botones convertido en investigador nunca se iba del todo. Los volúmenes de Franquin son los más venerados, pero los del tándem Tome y Janry merecen consideración. Ahora es imposible imaginar la serie sin sus múltiples padres. Si Rob-Vel no hubiese soltado a Spirou, Spirou sería hoy en día un auténtico desconocido en la historia del cómic. Sus infinitas adopciones tampoco han puesto en peligro los números de Franquin. Son distintas visiones para un mismo personaje. Que cada uno se quede con la que más le guste.
Uderzo, que conoce bien todos los casos, apuesta por esta última opción. Si él pudo «usurpar» el puesto de guionista, no ve por qué otro no iba a poder hacer lo mismo con el de dibujante. Muchos pusieron el grito en el cielo cuando él se puso a escribir, pero yo prefiero La odisea de Astérix, su primer volumen en solitario, a otros goscinnyanos como Astérix y los juegos olímpicos. No es que sea partidario de que los autores cesionen sus derechos para que unos recién llegados perpetúen la línea «oficial», pero en el caso de Uderzo, que ya abrió el pastel cuando sustituyó a Goscinny, no creo que haya mucha diferencia. Quién sabe si los mejores astérix no están por llegar.
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7 comentarios:
No veo el motivo para alargarlo. Cuando tenga que terminar, bien estará, es lo que le da valor a todo. A mí no me gustan ni los de Uderzo a solas.
No veo la necesidad de alargarlo. Cuando tenga que terminar, bien estará, eso es lo que le da valor a todo. A mí ya no me gustan ni los de Uderzo a solas.
No sé yo... No había escuchado (o leído) esta noticia hasta ahora, pero opino que, si bien Uderzo es libre de tomar sus decisiones, Astérix se acabó con Goscinny. Bueno, no del todo, pero siempre he notado que a los cómics D.G. (Después de Goscinny) les faltaba un "algo" característico, y lo noté incluso antes de saber que el guionista había cambiado.
A lo mejor el nuevo sucesor resulta ser brillante... Pero qué se le va a hacer, yo soy de los clásicos.
¿Y no sería mejor que alguien tuviese la osadía de inventarse una nueva historia o unos personaje radicalmente distintos? No sé; nos hubiéramos perdido un montón de obras maestras si los escritores se dedicasen a continuar escribiendo las aventuras de los personajes que iniciaron otros escritores. Uderzo, aunque sólo fuera la mitad del dueto, era uno de los padres de Ásterix al fin y al cabo.
Es que Uderzo debería haberlo dejado con la muerte de Goscinny, pero una vez se saltó eso, de perdidos al río. Para mí, un desconocido no está menos legitimado a hacer los guiones que Uderzo, porque el autor es Goscinny. Pero treinta años después, cualquiera cambia las cosas. A ver si por lo menos hacen cómics buenos...
Siempre me han gustado las historietas de Asterix seria una pena que quedara inconcluso pero a veces no hay mas remedio que dejar ir algunas cosas y guardar el recuerdo
Ya había leído esta noticia hace unos días, y la verdad que tengo sentimientos encontrados. Por un lado, no me gustaría que todo terminase, por lo menos no en el corto plazo, porque la historieta me encanta; por otro, siempre es un riesgo que una historia sea seguida por otro autor porque no se sabe que podria llegar a hacer con ella. Pero por lo menos creo que algo consuela (por lo menos a mi) el hecho de que el sucesor sea elegido por el mismo Uderzo, que creo que es el que sabe mas como es la historieta y el personaje y todo eso (esa polemica que mencionas sobre la continuacion de los comics luego de la muerte de Goscinny no me parece tal, yo creo que Uderzo tuvo todo el derecho del mundo a continuar las historias, despues de todo, el tambien fue creador de Asterix, aunque mas no sean de los dibujos y no los guiones).
Por cierto, no se si habre leido mal o malinterprete lo que decia, pero donde lei originalmente la noticia daba a entender como que ya habia elegido a los sucesores, o que habia dos personas con las mas altas probabilidades de ser elegidos (no me acuerdo los nombres, solo que trabajaron durante muchos años con Uderzo en las historietas).
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