Supongo que has llegado aquí porque he compartido este artículo en Facebook. O quizá lo haya hecho un amigo, en cuyo caso es lo mismo. Supongo que has pinchado por la curiosidad que provoca una carta abierta, y qué querrá decir alguien a sus contactos. Algo que sirva para todos, cuando todos son muchos y de lugares tan distintos. Supongo que tu primera reacción es pensar que esto no va contigo. Con tantos contactos, ¿quién va a pensar en todos y cada uno de ellos?
En verdad, esta carta abierta es para ti tanto como por los demás. Es una carta dirigida a quien me agregó una vez a Facebook, o a quien agregué yo una vez (o quien sea que haya compartido esto contigo), porque Facebook se ha convertido en una red maravillosa de vínculos interpersonales. Ahora puedes saludar a amigos de la infancia o primos que viven a miles de kilómetros de distancia. Ver sus fotos, compartir sus vídeos y pinchar al Me gusta cada vez que actualizan su estado. Es una suerte de comunicación, ¿no? Pero tanto avance también provoca que perdamos un trocito de nuestra privacidad, y que sin darnos cuenta, mostremos de nosotros más de lo que queremos a contactos con el que con el tiempo, ni siquiera mantenemos comunicación por Facebook. Cada vez que entro a la red social compruebo cómo antiguos conocidos comentan y comparten todo tipo de cosas con terceros que ni siquiera conozco, y me siento incómodo porque aunque no querría verlo, Facebook no me permite ocultar los movimientos de mis contactos en la página principal. Me siento como un testigo involuntario de su vida privada (de tu vida privada), cuando seguramente tú no quieras que lea todo sobre ti ni has publicado aquello con el propósito de que yo lo vea. Pero está en Facebook, eres mi contacto, y tengo acceso hasta a lo que no quiero.
Reconozco que después de tanto tiempo en Facebook, he perdido el contacto de facto con muchos de mis contactos propiamente dichos. Quizá tú seas uno de ellos, si has leído este artículo a través de mí. Es natural: a veces agregamos a personas por una circunstancia o acontecimiento concreto, y aunque por un tiempo mantenemos contacto, lo natural es que poco después olvidemos lo que nos llevó a agregarnos y perdamos la comunicación. Lo máximo que hacemos es felicitarnos los cumpleaños. A veces ni eso.
No quiero que tomes esta carta abierta como una invitación a eliminarme de tu Facebook, sino simplemente a valorar si te merece la pena o no que tenga acceso a un pedazo de tu privacidad, si crees que hoy me volverías a agregar si se diese el caso. He compartido esta carta abierta contigo para meditarlo entre los dos, y que si decides que sí, que quieres seguir compartiendo tu Facebook conmigo, me lo digas de cualquier forma (en un mensaje privado, con un tuit o frente a la máquina del café) para que me dé por enterado (y quién sabe: retomar la relación). Si la respuesta es no, puedes borrarme de tus contactos que no me molestará en absoluto. Lo mismo si compruebas que te he borrado un tiempo después de leer esto. No es que esté enfadado: es sólo que no quiero ser un voyeur de tu Facebook. Esto también sirve para Twitter, Tuenti o donde sea que somos contactos.
Muchas gracias por tu comprensión. Procuremos entre los dos que Facebook siga teniendo sentido para que no se convierta en un colección de contactos con la que no mantenemos comunicación. Si quieres retomar el trato conmigo, serás bienvenido. Si por el contrario crees que es un poco tarde, no tengas miedo de borrarme. Los dos nos lo agradeceremos con la educación y el respeto por nuestra privacidad.
Si quieres que tus contactos lean este artículo, puedes pinchar en los botones de redes sociales a continuación del texto en cronicassalemitas.com.
5 comentarios:
Facebook si te permite ocultar los movimientos de tus contactos en la página principal: vas a la publicación en la esquina superior derecha hay una flecha, la pinchas y pones "Unscribe" (supongo que en español es "desinscribirse") y listo. En la página principal tendrás la información sólo de los que te importan.
No conocía eso de Lucía Table; yo lo que utilizo es la herramientas de las listas y, en concreto, la de acceso restringido. De momento tengo pocos contactos en esta lista pero creo que ya va siendo hora de aumentarlo un poquito más.
No tengo facebook pero sí tuenti, aunque diré que no me lo hice para ver fotos ni colgarlas, simplemente para poder hablar con mis amigos...pero aun así sigo manteniendo mi msn, no me gusta nada tuenti, no entiendo para qué sirve ver fotos y fotos.
Al final acabas con una lista de cientos de amigos y hablas con cuatro, nada, que no le veo sentido.
Saludos^^
Si insistes, te eliminaré del Facebook... jejejeje.
Ah, la intimidad. Dentro de veinte años seremos unos carcas por plantearnos estas cosas.
Precisamente me pasé a Twitter porque en Facebook no sé cómo controlar esto. Aunque, si te digo la verdad, del poder de las redes sociales lo que realmente me preocupa es el matonaje.
Saludos, Cro.
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