«Esta saga de libros ¿puede leerse al azar o hay que hacerlo de principio a fin?»
La pregunta se extiende a las series de televisión, cómics y demás, y no es ninguna tontería. Aunque ninguna tienda o catálogo las distingue en su distribución de secciones, lo cierto es que hay historias que no exigen ningún conocimiento anterior cuando uno las empieza por la mitad, y otras en las que si no se empieza por el principio, uno no entiende nada y acaba aburriéndose.
No se puede empezar Perdidos por la última temporada ni Harry Potter por el libro seis. Sí, sus autores han contado una historia concreta en cada entrega, pero dependen de un hilo argumental general que carga con la principal carga emotiva de la serie. Con cada final de episodio, los protagonistas se encuentran en un punto diferente a cuando comenzaron.
Eso no es un problema para las series (sea cual sea su medio, desde libro hasta televisión) donde prima el statu quo, es decir: donde al terminar el capítulo, todo vuelve a la normalidad inicial. Esto no sólo es posible, sino también muy habitual: es lo que ocurre con Los Simpson, Mortadelo y Filemón, C.S.I. y gran cantidad de éxitos contemporáneos. El arco argumental general se sacrifica por una trama diferente en cada capítulo, ya sean treinta minutos de televisión o un número de tebeo. Puede que los Simpson viajen muy lejos, pero volverán al 742 de Evergreen Terrace antes de que aparezcan los créditos. Da igual si Homer cambia de trabajo, Bart se mete en problema o Marge se desmadra: todo vuelve a la normalidad, al statu quo, antes del próximo episodio. Lo mismo sucede en muchas otras producciones de éxito.
Sin embargo, hasta los más tradicionales pueden romper la normalidad alguna vez, y que su statu quo se rompa en vistas a los próximos episodios. No siempre logran recuperar el estado normal, aunque los guionistas recurran muy pocas veces a ello. Hasta los Simpson han sufrido experiencias que han afectado a temporadas posteriores, y son unas cuantas: la muerte de la mujer de Ned Flanders, Maude, es un ejemplo de ello. También el romance entre el director Skinner y la señorita Krabappel o la conversión de Lisa al budismo, por citar unos ejemplos. ¿Se te ocurren más ejemplos?
También C.S.I. (en todas sus versiones) rompe en ocasiones la escala de crímenes para introducir romances entre los personajes que cambian la impresión «aleatoria» de la serie, y lo mismo ocurre con casi todas las historias que hacen del statu quo su bandera, un remedio para contrarrestar unos personajes que a veces resultan demasiado planos a fuerza de regresar siempre al estado anterior y fidelizar al público que las sigue desde el comienzo. Algunos siempre preferiremos las historias donde nada permanece, pero ¿no tiene su encanto volver siempre al principio y, más aún, romperlo en alguna ocasión especial? Mi mala memoria me impide recordar otras rupturas del statu quo de Los Simpson y otras series, pero seguro que se te ocurren a ti. Recojamos entre todos esos momentos en que los guionistas rompieron su propia norma. Esta vez sí te toca comentar.
11 comentarios:
Yo conocí una persona que empezó Lost en mitad de la 2ª temporada, y luego era él el que hacía honor al nombre de la serie porque no se enteraba de nada...
Otros casos de ruptura de status quo en Los Simpson: Barney se deja el alcohol y en temporadas siguientes (las más nuevas, así que no lo habrás visto) es un hombre respetable... hasta que vuelve a caer en el alcohol.
Pero sin embargo en Los Simpson sí que hacen mención a acontecimientos pasados de episodios sueltos, por ejemplo, los diferentes trabajos de Homer (astronauta, ganador de un Grammy, escalador en el monte Springfield...). Más de una vez han recordado que Homer fue astronauta...
Por cierto, buen post :-)
Ah, y otro ejemplo: cuando una de las hermanas de Marge sale del armario y se confiesa lesbiana, en las siguientes temporadas sigue siendo lesbiana.
Ok este es mas una historia sobre alguien q entro a una saga sin saber q pasa.
Hahahaha creo q esto es una de las metidas de pata mas grandes q he visto, pero una amiga hace unos años la llevo su novio a ver el Episodio lll de Star Wars al cine, para prepararla le rento en video el Episodio l y ll y las vieron el mismo dia antes de la premiere.
Ella nunka habia tenido idea de la Guerra de las Galaxias etc etc.
Asi q al final de ver el Episodio lll lloro y lloro y lloro y minutos depsues seguia llorando, al enterarse q Anakin Skywalker se convierte en, como ella lo describio, "un feo robo negro con voz horrible"......sip en efecto, ella es una de las pokas personas en el mundo q no sabia lo q todo mundo se entero 30 años antes y la gran razon de las precuelas, como llego a ser Darth Vader.
Me encanta el tema de este post, muy bien pensado sí señor :)
A ver, ejemplos en los Simpsons: cuando Lisa se hizo vegetariana, cuando los padres de Milhouse se divorciaron (me encantan los capítulos con Milhouse y sus padres por cierto), cuando Apu se casó con Manjula y luego también cuando tuvieron a los ocho niños... Seguro que hay más.
También hay ejemplos muy buenos de "desesperadamente querer volver al status quo" como el episodio en el que revelan que Skinner no es Skinner, y al final decretan por ley que nadie volverá a mencionar que Skinner no es Skinner XDD
En la mayoría de los cómics de Ibáñez pasa también. Ahora mismo recuerdo que en el número 13 de la Rue del Percebe, algunos vecinos se mudan y vuelven otros nuevos.
Y el ejemplo más memorable de (cito) "desesperadamente querer volver al status quo" en los Simpsons es ese capítulo en donde Homero al fin deja de odiar a Flanders [Homer Loves Flanders, T5x16], y los chicos se dan cuenta del quiebre en el status quo, pero al día siguiente todo había vuelto a la normalidad :D
Los Simpsons también es lo primero en lo que yo pienso.
En los cómics también es más o menos frecuente, pero en sagas de libros... quizás de libros para niños, como Kika Superbruja o Manolito Gafotas.
En series, Modern Family. Y creo que sólo rompen el status quo cuando Dylan rompe con Haley.
Esto ocurre por una razón muy sencilla. Si se sigue con la fórmula del status quo, llega un momento en que las tramas individuales de los episodios se repiten, o al menos no enganchan de la misma manera. Por eso se introducen estos cambios, habitualmente tenues, que dan cierta perspectiva, y la sensación de que la serie tiene un destino.
En ocasiones no se introducen estos cambios hasta que la serie está agotada, y en lugar de hacerse sutilmente, se hace a lo bestia. Es por eso que hay miles de ejemplos de series que se vuelven cada vez más marcianas, hasta el punto de que no guardan relación alguna con lo que empezó siendo.
Un ejemplo que se me viene es en los padrinos mágicos cuando Cosmo y Wanda tienen su hijo.
Cuando muere la madre de Homero, y claro cuando aparece.
Ahora mismo se me ocurre un caso intermedio: The Big Bang Theory.
En esta serie el status quo se rompe con relativa frecuencia (Leonard y Penny están y dejan de estar juntos alternativamente, Howard se echa novia, aparece Amy...), pero siempre hay unas bases que permanecen inalterables desde el principio y, por otro lado, los cambios no son tan grandes como para que te pierdas. De manera que si te saltas dos temporadas, a lo mejor te cuesta treinta segundos decir "¡Ah! ¿Que ahora este está con esta? Pues venga, pues vale", y seguir el hilo sin más problemas; y si empiezas a verla por la mitad, tampoco te pierdes porque no hay grandes sagas a las que seguirles el hilo.
Creo que hay bastantes series así, en el termino medio. House, por ejemplo, podría incluirse entre ellas, aunque en las últimas temporadas se enrevesa un poco y acaba cayendo más en el saco de Lost y HP que en el de Los Simpsons.
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