Estoy entusiasmado con lo que pueda ocurrir mañana. Para los extranjeros, se celebran elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco (detesto llamarle "País Vasco", pero también Euskadi, y ni se me pasa decirle las vascongadas. ¿Cómo le digo?) y de ahí saldrán sus próximos presidentes regionales. País Vasco es el eterno feudo nacionalista y Galicia lo es desde los último cuatro años, cuando el PSOE se ayudó del BNG para gobernar, echando a un Partido Popular que había quedado a pocos votos de la mayoría absoluta. En España se permiten los pactos, cosa que a veces sorprende fuera de nuestras fronteras. No siempre gobierna el candidato más votado: a menudo, de hecho, es repudiado a la más deshonrosa oposición.
Elecciones y porra
sábado, 28 de febrero de 2009
Ché, el fracaso
El otro día me dirigía a clase cuando vi de reojo un cartel de la película del Ché. Lo veía de lejos, pero no tenía la pinta del clásico cartel de DVD, no, parecía el del estreno en los cines. ¿Cómo, si se estrenó hace meses? Lo primero que se me ocurrió es que era un cartel que no habían quitado en todo este tiempo. A veces pasa. Poco probable, pero lo más probable.
El origen de las historias
jueves, 26 de febrero de 2009
Hoy he tenido un sueño. Bueno, todos los días sueño y los recuerdo la mayoría de las veces, pero el de hoy era una idea genial para una subtrama de novela. Nada más despertarme he corrido a apuntarla a la Moleskine de ideas, que un día hice a bien de dejarla en la mesita de noche. El 90% de ideas se me ocurren mientras intento dormir, de madrugada. Lo que no es tan frecuente es que se aparezcan en sueños.
Denuncia y retracto
Si alguien del PP ha sido corrupto que le juzguen.
Relato: El náufrago
lunes, 23 de febrero de 2009
Taller de Escritura narrativa, segunda clase. Llevo preparado mi relato a encargo, que es la peor forma de escribir. El profesor había dado estas pautas: un náufrago que vuelve a la civilización y se reencuentra con su amada. Después de comprobar que soy el único de la clase que ha seguido las pautas, leo mi participación con la voz temblorosa, termino y el profesor dice: "¿Eso es todo?". No, señor, podría ser más, pero usted me ha cortado cualquier libertad de creación. Esta es la estupidez de relato que he preparado para clase, siguiendo las órdenes que auguro ya que no volveré a respetar. Me irá mejor, visto lo visto.
No es que la isla fuese enorme, es que él era la nada.
En medio de un enorme océano de pensamientos, sujeto a una superficie de soledad, estaba él en su ensimismamiento. Él era nada, pero nada no significa minúsculo, ni ligero. Nada tampoco quiere decir andrajosa, siquiera apátrida. Nada quiere decir que él no estaba ahí, en la isla. De modo que la isla era todo lo que no era él.
—Ten fe. Me gustaría poder ver tus ojos.
Si alguna vez has estado perdido en el mar, y no me refiero a sobrevivir al naufragio de un transatlántico o caer con paracaídas de un avión, no, sino simplemente cuando la corriente te arrastra de la orilla y lo adviertes demasiado tarde, a ese “perdido” me refiero, si lo has vivido quizá sepas lo que se siente. Todo es agua tibia y salada, el cielo se confunde con la superficie y no hay ni rastro de los delfines salvadores que viste en las películas. Por haber no hay ni tiburones, lo cuál todavía te reportaría algún titular en los periódicos cuando encontrasen tus huesos, y tu máxima incertidumbre es saber si morirás ahogado, por el sol o de sed. Morir de sed en el océano siempre le da un sentido irónico a la vida, pero un sentido a fin de cuentas. Algunos mueren sin saber para qué han nacido.
Nuestro hombre tuvo la fortuna de encontrar una isla. La llamó Cayo Penélope Cruz.
—No te rindas. Muy pronto estarás aquí.
Su isla era bastante decepcionante. Cuando uno le hace promesas a Dios jura conformarse con nada, pero ya hemos dicho que nada era precisamente lo que era él. Por eso no le produjo impresión ese montículo de arena, de dos por dos, ensombrecido por un humilde cocotero. No pudo dejar de preguntarse dónde estaban los monos mayordomos de la familia Robinson, pero acabó acostumbrándose. Era su único remedio.
Día a día, semana a semana, pasó el tiempo en Cayo Penélope Cruz. Le cogió el gusto al coco, luego lo aborreció, más tarde volvió a disfrutarlo y acabó por vomitarlo sólo con acercárselo a la nariz. De vez en cuando recibía la visita de un pulpo, que se acercaba al amanecer y lograba huir sin ser cogido. Nuestro náufrago le llamó “Comida”, eso por si alguna vez se cumplían sus deseos. Nunca ocurrió.
—Debes esforzarte por salir. Escuchar las voces de fuera. No te abandones, por favor. Eso sería tu fin.
Pero por muy desgraciada que fuese su vida, por muy sólo que se sintiese, por mucha hambre que tuviese al caer el sol, jamás se planteó el suicidio. Aquello le escandalizaba. Podrían pensar que tenía que ver con unos principios cristianos, pero eso es absurdo: el hombre no creía en nada. Si rehuía el suicidio era por miedo a ser devorado por el pulpo, y aquello sí le provocaba arcadas. No sería el plato de ningún cefalópodo, se prometió. Estaba dispuesto a todo menos a que segregasen tinta con su carne, quizá una muerte digna de escritor, pero no la suya.
—No puedes seguir así por más tiempo. Tienes toda una vida por delante.
Esa voz de mujer, tan desconocida y a la vez familiar. Él le ha puesto rostro, y la imagina morena, esbelta, una anoréxica en potencia. No hay ni un gramo de mediocridad en su cuerpo. Le visita de vez en cuando, aunque no hace acto de presencia. Simplemente le susurra palabras de apoyo, como una ráfaga de viento en la isla, y él espera salir un día para conocerla. No tiene ni idea de quién puede ser. Pero la ama con toda su alma.
Fue entonces cuando abrió los ojos.
Un techo blanco. Una ventana cerrada, luz fuera, quién sabe, quizá es un patio interior. Basta levantar la cabeza para ver las paredes blancas, el armario blanco, la sábana blanca. No es el Cielo, es peor.
—Por fin despiertas.
El hombre mira a la mujer de la puerta. Es bajita y gorda, y por su rostro parece jovial. Se disponía a salir de la habitación cuando el paciente ha abierto los ojos.
—Esto es el hospital —dice él, consternado.
—Trabajo aquí, pero gracias por recordármelo. Llevas tres semanas en coma: ahora mismo llamo al doctor.
De repente las imágenes se agolpan en su cabeza. Valencia. Dodie Smith. Blasco Ibáñez, con ese imponente Rectorado. Klaus and Kinski en el radiocassette. Sol. Pájaros. Coches. Uno más cerca que el resto. Y más. Cambia la canción. El coche ya está encima. La última pregunta es: “¿Habré cerrado el gas?”. Luego sólo hay oscuridad y después la isla.
—Necesito verla —el hombre acaba de recordar, y le urge conocer a la mujer sirena. Está enamorado de ella.
—No sé a quién se refiere. ¿Quiere que llame a alguien en especial?
Cuando la enfermera se acerca, él advierte su hábito. Una cruz de madera baila al son de los pasos, chocando contra los dos senos. Aprieta a un botón de asistencia.
—Me refiero a la mujer que venía a verme todos los días. ¿Sabe a quién me refiero?
Pero la monja ríe divertida, e incluso el náufrago reconoce aterrado esa voz.
—No hay recibido ninguna visita. Sólo espero que no hayas idealizado mi voz.
De por qué me alegro por Pe
Un año después de escribir Por qué Bardem merece ganar el Oscar, premio con el que al final se hizo, vuelvo a la Academia porque de verdad me alegré ayer, o en la madrugada de hoy, cuando la Swinton pronunció su nombre.
El problema de los "novios" y las "novias"
domingo, 22 de febrero de 2009
Me repito más que el ajo, o que Los Simpson, o que los amaneceres. Por eso es posible que ya me hayas oído elucubrar sobre este enigma de nuestra lengua castellana, o quizá no, porque la verdad es que no me conoces. Me refiero al problema de los "novios" y las "novias". Dice así:
Una canción deprimente para una semana estrellada
sábado, 21 de febrero de 2009
Tan feliz estaba yo con mi carta de convalidaciones, llegada el mismo día de mi cumpleaños, tantos planes tenía, tanto tenía que darte, tanto tanto tanto y todo a la puta calle por un maldito funcionario que seguramente quería irse a almorzar por tercera vez esa mañana y para eso tenía que perderme de vista.
El regalo terminal
Estaba leyendo unos artículos en inglés cuando he leído "Isobel Given The Ultimate Christmas Gift", en un contexto de noticias de hospital. Me ha parecido treméndamente siniestro el titular, imaginándome al momento a una enferma terminal a la que le regalaban un disco firmado de los Beatles, pero la historia era mucho mejor que eso. He tenido que entrar para leerlo.
Yo soy revisionista
viernes, 20 de febrero de 2009
Dónde viviría y un trío de posdatas
miércoles, 18 de febrero de 2009
No me apetece aburriros con política, aunque supongo que si venís a este blog ya sabéis lo que os vais a encontrar. Tampoco quería poneros música, por más que lleve varios días cantando una de Klaus & Kinski. Con mi cabeza puesta en un futurible Erasmus, del que no me quiero ilusionar porque puede fallar cualquier cosa de mi cadena de milagros, me he dedicado a pensar en cosas que me distraigan. Listo soy yo que me voy a los lugares del mundo donde me encantaría vivir.
Que no se diga: un agradecimiento, un poco de vida (lo justo y necesario, qué se creen), un video y un videoclip
martes, 17 de febrero de 2009
Sois unos majos con vuestros comentarios. El problema es que luego me crece el ego y soy inaguantable, pero vosotros sabréis, porque lo pagaréis con entradas pedantes y subnormales. Se siente.
Sucede que yo soy más de Padre de familia, pero bueno, lo llevo con dignidad.
Camino
lunes, 16 de febrero de 2009
De ser creyente, la última orden que seguiría sería la del Opus Dei. Lo dice alguien que ha ido a colegio de Legionarios, cuyo líder fundador está acusado de pederastia, a un tris de la excomunión y hace semanas descubrieron, para colmo, que tenía amante e hijos secretos. Me quedo antes con los Legionarios que con el Opus, palabrita de Niño Jesús. No porque relativice los actos de pederastia (me parecen monstruosos y abominables, de lo más repulsivo que pueda hacer un ser humano), sino porque creo que los curas que pertenecen a la orden no tienen ninguna culpa de lo que hizo su fundador. Si tenía una amante e hijos secretos, hechos confirmados póstumamente, me es igual: estoy a favor de que los curas se casen, así que sólo me hubiese gustado que la orden aprovechase ésto para presionar en el Vaticano. Claro que lo de la pederastia pesaba más, claro.Digo que no sería del Opus Dei porque por lo poco que conozco, me da escalofríos. Continuamente se compara al Opus con los Legionarios, pero creo que su único punto en común es que buscan familias poderosas y con dinero, de modo que las dos órdenes están muy bien posicionadas. ¿Cuál es la diferencia? Que los seguidores de los Legionarios pueden pensar como quieran, con tal de que paguen sus cuotas, mientras que los del Opus buscan comer la cabeza a todo el que tiene a su alcance. Al menos yo lo veo así, a riesgo de equivocarme.
La contradicción de los vegetarianos
domingo, 15 de febrero de 2009
Vivimos en un planeta antropocentriste, con una sociedad antropocentriste y un país más antropocentriste si cabe. Y no me refiero a que llevemos automóviles, que usemos teléfono móvil o que peguemos post-its en la puerta del congelador, sino a que nos creemos que todo el mundo gira alrededor de nuestra especie. Jodidos egocentristas que somos.
Anabel Botella
viernes, 13 de febrero de 2009
El semáforo de Primado Reig (o los tres semáforos, mejor dicho) dan para leerse El Quijote, y como uno no lo tiene a mano, pues se pone a leer los carteles pegados en los postes. Normalmente son de albañiles, cuidadoras o profesores particulares (me encanta esa de "Sé catorce idiomas. Enseño tres". ¿Entonces para qué los otros once?), pero lo que nunca me había encontrado era un cartelito, con flecos arrancables incluidos, para anunciar un blog.
Los que siempre cumplen
jueves, 12 de febrero de 2009
No querría ser Mickey Mouse. Ni Barbie. Ni Carrefour. Sólo hay que enchufar la tele para comprobar que todos los días son su cumpleaños. Se pasan la vida de aniversarios redondos, con exposiciones y descuentos. Tengo la sensación de que los medios nos cuelan cada dos por tres sus efemérides, quizá porque ellos no tienen memoria o porque piensan que nosotros no la tenemos, pero qué maldita desgracia que servidor, un Hombre con Criterio que agita a las masas, sólo tiene memoria para las noticias. Para eso soy un lince, qué le vamos a hacer. Un elefante.
Putas y maría hoy
miércoles, 11 de febrero de 2009
Me desconciertan las prohibiciones injustificadas, y hay unas cuantas en nuestro día a día. Pero si hay algo que me desconcierta más todavía, es que el Estado consienta algo que al mismo tiempo prohibe. Eso es el no va más de la hipocresía. Y eso es lo que pasa con la prostitución.
Justice y un mensaje institucional a las mujeres
martes, 10 de febrero de 2009
Ay, mis queridos lectores, Crónicas Salemitas vuelve con la bonita tradición de los videoclips recurrentes. Mis recomendaciones, que en muchos casos son reflejo de vuestras propias recomendaciones, vuelven a iluminar las noches de insomnio (o las mañanas, según se lea). Aquí van dos de Justice, que para hacer justicia (jo-jo-jo) son las dos únicas canciones que me gustan de ellos, hasta donde sé. Y un mensaje institucional a las mujeres: ya valéis mucho, tanto como los hombres. No os dejéis humillar con leyes de cuotas.
En contra del libro electrónico
Estoy en contra. Radicalmente en contra. Y es que por primera vez en algo así como un trillón de años, parece que el libro electrónico (o e-Book) empieza a despegar.
Carta Abierta a mi Admirador/a Secreto/a
lunes, 9 de febrero de 2009
El paquete viene de Estados Unidos, directo de la tienda. Dentro tiene una de esas notas escritas a distancia, con un "Felices 22 (...) por adelantado (...) a ver si adivinas quién soy". Estaba segurísimo de que era Eme, porque ella me pasó el enlace de la tienda y estuvimos a punto de hacer un pedido conjunto, y yo quería esta camiseta. Pero ella lo niega tajántemente y al final tengo que creerla.
De cómo dar vuelta a la tortilla sin que salpique el aceite
Franco hizo daño, oprimió. Y también hizo grandes cosas. Aquí estoy diciéndolo, con todos los riesgos, porque soy agnóstico y tachán, no creo en los demonios del Infierno. Una de tantas cosas horribles que hizo el dictador fue ahogar las lenguas regionales, quitarles cualquier tipo de estatus público, para que el castellano fuese la única e insustituible. Lo que se dice un fill de puta, vamos.
Unas cuantas recomendaciones y una pregunta al aire
domingo, 8 de febrero de 2009
Para que no se diga que este blog sólo disuade de ver, leer o escuchar, también hago propuestas. La última, el disco Colours are brighter, de un pupurrí de artistas anglosajones. La canción de los Franz Ferdinand (concierto gratis en Valencia a final de mes, mola) está chula, pero la de los Rasputina, los Four Tet o The Barcelona Pavilion también tienen su gancho (por cierto: que no recuerdo quién recomendó Os Mutantes en este blog, pero que sepa que me he enganchado. Gracias).