Ya he contado alguna vez que todos los años escribo la carta a los Reyes Magos por imperativo familiar. Bueno, en realidad es una norma de casa que me encanta, así que no me pienso quejar. Y no es porque tenga ningún pequeño en casa: yo soy el benjamín con veintitrés. Mi hermana mayor, de treinta y pocos, hace lo mismo.
A la gente le llama mucho la atención esta costumbre, pero es que los hay a los que les tienes que explicar todo: si un foráneo nunca entenderá las fallas, tampoco voy a poder convencerlo yo de esta otra tradición. Las costumbres no son racionales, son sólo cosas bonitas que hacemos porque sí. Y la carta a los Reyes Magos viene a ser igual: no la escribo con ánimo de lista de bodas, sino porque sirve para mantener una ilusión que a todos nos gusta, es una excusa para escribir (que me encanta) y encima, saca a flote todo mi yo nostálgico, porque es algo que sólo se hace una vez al año y cuando juntas todas las cartas de toda la vida (y espero hacerlo algún día, aunque sólo las escriba para mí) podrás ver mejor que en muchos experimentos o fotos tomadas en nochebuena tu evolución de caligrafía e incluso personalidad. No es lo mismo una carta a los Reyes Magos con siete años que con diecisiete ni veintisiete, pero verlas todas juntas es algo que todavía no he hecho y que pienso retrasar al máximo porque sé que cuanto más lo haga, más me emocionará. No se me ocurren otros archivos igual de nostálgicos de mi vida. Si a alguien le parece infantil, quizá no tenga muy claro lo que hago yo: es un mero repaso del año, con las cosas que te afectan y las que te ilusionan, como quien escribe un diario anual. Nostalgia a tutiplén.
Mi carta de este año es un cómic. Todo sea por que Melchor, Gaspar y Baltasar me presten más atención, yo, que les he sido un chico tan fiel que no me he vendido al rojo de Coca-Cola. Esta es la primera página. Las demás, of course, son asunto personal.
Carta a los Reyes Magos
domingo, 7 de noviembre de 2010
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4 comentarios:
Qué suerte tienes de conservar la ilusión.
Mis cartas, como se perdieron por correos, nunca les llegaron a ninguno de los pajes, ni a mí de vuelta tampoco.
Pero bueno, para nostalgia y caligrafía tengo otras cosas... como mis deberes de preescolar xDDD
Aquí en Perú, no hay carta a los reyes magos ni al gordito de Coca cola. La gente no ilusiona a los niños, ellos saben la verdad desde siempre...
Una idea creativa, la tendré presente, ya se me esta ocurriendo que hacer con ella.
Tu coleccionas "Cartas", yo mis memorias, ya van a cumplir 1 década, y como bien dices es impresionante admirar el cambio. Desde el pensamiento hasta la caligrafía.
En fin.
Sigue escribiendo cartas haber si algún día te responden :)
Buenas Noches.
Muy bonita tradición, seguro que será bonito releerlas dentro de unos cuantos años :)
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