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Democracias inconvenientes

Resulta irónico que lo peor que le pueda pasar a Occidente es que la democracia triunfe en países como Túnez o Egipto, donde la transparencia nunca queda demostrada en las ocasiones electorales. Los líderes de estos países, dictadores más o menos restrictivos, han sido aliados de Europa y Estados Unidos durante años, y se han encargado de silenciar cualquier movimiento ultra-islamista dentro de sus territorios. Ahora sus votantes son más votantes y sus democracias más democracias, pero a Occidente le va a costar nuevos enemigos y radicales. No hay más que ver lo que pasó en Palestina cuando se abrió un proceso democrático regional: los radicales de Hamas ganaron y el remedio fue peor que la enfermedad. Los palestinos son más radicales en democracia que en con régimen. Si nos vamos más lejos tenemos el ejemplo de Irán, que sufrió unas revueltas similares en 1979. Los iraníes son más democráticos hoy que entonces, cuando el Shah dirigía el país, pero ¿acaso son más libres? Si habéis visto la película Persépolis, quizá os hagáis una idea de lo que quiero decir. Parece incuestionable que la democracia es mejor que un régimen, pero a ninguno de nosotros occidentales nos conviene que el islamismo radical aflore en estos países hasta ahora controlados. No nos conviene, y a la vez, es nuestra obligación moral como países democráticos ayudarlos a dar el paso a la democracia real. Aunque implique un peligro para nuestros continentes. Ahí lo irónico.

2 comentarios:

Babilonia dijo...

Yo prefiero tener algo de fe en que la democracia triunfará en Túnez y en Egipto sin necesidad de gobiernos radicales. Al menos en Túnez, parece haber buena voluntad de no imponer el islamismo ultraconservador, sino de seguir una corriente moderada. Túnez está acostumbrado ya a ciertas cosas de occidente. Moda, bebida, turismo. No creo que permitan que se las arrebaten ahora.

En cuanto a Egipto... Si consiguen salir de la que están pasando y derrocar a Mubarak, ya pueden darse con un canto en los dientes. Dudo que después de lo que están pasando permitan que alguien peor les dirija.

El norte de África ha cambiado mucho. Conocen otros modos de vida, conocen otra calidad de vida y la quieren y desean para sí. Y están pagando con sangre el precio del cambio. Ahora no se conformarán con menos. Al menos, esa es mi esperanza. Un gobierno laico sería lo ideal, pero démosle tiempo al tiempo. La transición de una España conservadora a la actual no fue cosa de un día tampoco. Los cambios llevan su tiempo. Y los que se están produciendo ahora son muy importantes. Démosles esta oportunidad.

Anónimo dijo...

¿Un peligro para nuestros continentes? ¿O un peligro para los intereses y la ideología de EE.UU y Europa?

Yo pienso que nuestra "obligación moral" con ellos no es ayudarlos a dar el paso a la democracia, que bien pueden darlo solos; si no que nuestra obligación moral es impedir que los líderes de nuestros países se lo impidan.