El mundo está lleno de villanos. No lo digo yo: lo dicen los políticos y periodistas, que encuentran enemigos hasta en las Antípodas (mejor en las Antípodas que haciendo frontera, seguro). Los enemigos de las Antípodas tampoco se quedan cortos y desde sus púlpitos y televisiones nos la juran en los mismos términos. A ver si os creéis que los archienemigos del Mundo Guay no nos odian en igual medida: si nuestros líderes sueltan misiles dialécticos contra el norcoreanísimo, este las suelta más gordas en el Canal Nacional. Cuando los nuestros ladran contra la opresión del régimen chino, no penséis que ellos se quedan de rositas sin echar pestes de nuestro sistema. O cuando llamamos a Chávez todas esas cosas horribles que riman con -ictador, él tampoco se queda calla... Espera, él sí que está muerto, pero tendríais que ver las perlitas del delfín Maduro: menuda boca.
La nube del pensamiento occidental tiene muy clara la lista de dictaduras del mundo (más o menos dictaduras según la deuda externa que nos compran), y la oposición de turno siempre está atizando al gobierno para ponerle los puntos sobre las íes a esos déspotas dictadorcillos que la lían parda en sus naciones. Luego llegarán al poder y se olvidarán de las proclamas libertadoras, pero ya se encargará la nueva oposición (la que antes no hacía nada) de asumir el rol antidictaduras. Es la esencia misma del bipartidismo. En este juego eterno, estamos muy acostumbrados a tratar a Venezuela como una seudodemocracia gobernada por un dictador compravotos, a Cuba como un país tercermundista donde la gente tiene que trabajar una semana para conectarse cinco minutos a Internet, y a Corea del Norte como el ejemplo más vivo del absolutismo integral. A excepción de cuatro gatos trasnochados, que todavía se creen que en La Habana se vive mejor que en Madrid (como tienen que vender un millón de pulseritas para visitar Cuba, nunca sabrán la verdad), desde la izquierda moderada hasta la derecha más radical asumen que en estos países falta libertad. No necesitamos ponernos de acuerdo en este punto. Sus líderes son un ejemplo tan perfecto de villanos que hacen bueno hasta a Rajoy. Estos hombres tranquilizan la conciencia de los occidentales; es un alivio que el mal se manifiesta con tanta claridad. Lo engorroso llega cuando juega a las ambigüedades.
¿Qué es China? ¿Quién sabe escribir bien el nombre de su presidente? ¿Y de su primer ministro? Es una dictadura, sí, desde el momento en que sólo existe un partido, pero ¿son todas las dictaduras iguales? ¿Viven igual en China que en Cuba? ¿Es mejor la vida de los chinos ahora que en la época feudal? Si preguntásemos por la educación, sanidad y el pan que se llevan a la boca, seguramente sí: el groso de la población ha progresado. El comunismo (y la dictadura que lo sostiene, a fin de cuentas) ha mejorado la vida de los chinos en muchos puntos, pero no podemos contentarnos con comparar la China comunista con la feudal, porque sería renunciar a una opción que todavía está por llegar: ¿cómo vivirían mejor los chinos, con un estado comunista como el actual o en una democracia como la nuestra? Tendrían libertad de expresión, elecciones libres y un millón de derechos derivados. A primeras suena muy apetecible, pero ¿tendrían más para comer? ¿Acaso lo tenemos nosotros? La vivienda ¿sería más cara o más barata? La pobreza ¿aumentaría o disminuiría?
Cuando escucho voces tan críticas con los sistemas comunistas, asiento en la mayoría de puntos. Con unas ausencias de libertad tan flagrantes, no hay quién los defienda. Pero a las voces críticas con los sistemas comunistas, les pediría también que reconociesen aquellos problemas que sus sistemas han superado (o superado parcialmente) y nosotros no, eso cuando los hemos agravado con la libertad de mercados. Nuestro capitalismo, con todas sus ventajas, desangra a la gente con hipotecas abusivas y los echa de sus casas cuando se queda con hambre. Nuestro capitalismo no hace nada por las personas en paro, y rebaja los derechos de los pocos que tienen trabajo. Nuestro capitalismo empuja a las personas a los comedores sociales mientras los supermercados tiran toneladas de comida al final de cada jornada. Nuestro capitalismo también es una locura, y aunque nos dé más libertad que las dictaduras a las que señalamos, provoca a su vez unas deficiencias coyunturales, en asuntos de extrema necesidad, que países como China y Singapur, con todos sus defectos, podrían darnos lecciones de solidaridad y orden de prioridades. Porque es una cuestión de prioridades: ¿qué preferimos? ¿El estómago lleno o la libertad? A la gente le importa un bledo la censura cuando no tiene un plato de arroz que llevarse a la boca. Y con esto no digo que sea más valiosa una dictadura comunista que una democracia: adonde voy es a que como no nos esforcemos por mejorar esta democracia, y subsanar los errores enormes que están arrastrándonos a la pobreza, los pobres (los desgraciadamente nuevos pobres) quizá prefieran mañana el sistema de los chinos al nuestro, con todos sus defectos. Quizá se conformen con un techo, trabajo y comida antes que con un parlamento multicolor. Los chinos y singapurenses han priorizado lo primero frente a lo segundo (o les han obligado a priorizar, pero viven con ello). Nosotros estábamos muy contentos con la libertad, porque tampoco nos faltaba lo otro. Pero como no nos esforcemos por contener a este capitalismo, y lo humanicemos un poco, el capitalismo se irá al garete y también perderemos la libertad. Por supuesto que las dictaduras comunistas han hecho cosas horribles, pero también algunas positivas. Qué nos van a decir a nosotros, que con nuestro sistema hemos visto el cielo y el infierno. Pero no demonicemos a los otros porque quizá nos puedan enseñar algo que en medio de esta situación nacional tan inhóspita hemos olvidado. Yo quiero la democracia por encima de todo, pero no a cualquier precio. Si los ciudadanos llegan a la conclusión de que el pan vale más que el voto (aunque luego se equivoquen y la alternativa sea un fraude. Pero ¡ay si se convencen de ello!), podemos pasar por unos días muy grises. Hay una alternativa: admitir qué han hecho bien los villanos, qué estaba mal en esos países para que los haya que adoren a personajes como Chávez, averiguar en qué han mejorado la vida estos liberticidas a los suyos, y asumir nuestros errores para ponerlos al lado de la libertad y crear el mejor de los sistemas. No se puede renunciar a nuestros derechos, pero el camino tampoco pasa por dejar de lado los otros derechos del pueblo, ni abandonarlos frente a un capitalismo al que no hemos puesto correa ni bozal. Si la gente llega a la conclusión de que hay dictaduras que merecen la pena, es que hemos fracasado con esta democracia.
6 comentarios:
Hace algún tiempo, no mucho, mi profesor de sociales dijo algo así: La gente prefiere la seguridad a la libertad. Aunque estas no fueron sus palabras exactas, y están sacadas de contexto, venia decir eso.
No se si realmente tiene algo que ver, pero al leer tu entrada me lo has recordado.
tienes toda la razon, lo digo como venezolana. Nunca estare de acuerdo con las politicas de Chavez. pero todo ese pueblo que antes no tenia para comer o para comprar una medicina y fallecido presidente se lo dio indudablemente para ellos claramente el fue maravilloso
lo digo como Venezolana, nunca estare de acuerdo con las politicas de Chavez, pero todas esas personas que hoy gracias a el tienen un plato en la mesa o le regalan una medicina o un libro para estudiar indudablemente para ellos Chavez fue lo mejor
Humildemente opino que meter en una misma cesta a Venezuela, Cuba, Corea del Norte y China es un error. Esa es la idea, de los medios de comunicación (que son la única vía por la que nos formamos la imagen que tenemos de esos países).
Quitándole personalidad a cada uno de esos países, identificándolos con todo lo malo del mundo y no marcando diferencia entre uno y otro.
Siempre es útil tener un enemigo, donde se deposita todo lo negativo, y todo lo que no se quiere ser como país, porque de esa forma unificas al pueblo contra un enemigo ficticio. Yo creo que Corea del Norte, Irán, Venezuela, le son muy funcionales a los gobiernos occidentales, es necesario que existan.
Y con China, sucede algo particular. Por todo el poder que tiene, no se le puede dar el mismo trato que al resto, se le tiene más respeto. China no es ni blanco, ni negro; es un país enormemente capitalista por un lado y comunista en otras cosas.
A veces me pongo a reflexionar sobre de donde viene la idea que tenemos de todos estos países. Pienso en Irán, en China, e inmediatamente uno lo identifica con una dictadura, pero creo que si tuviéramos la oportunidad de vivir en esos países, notaríamos que la realidad es muy diferente, y que al fin y al cabo, la gente no es muy diferente a nosotros.
El sistema capitalista que tenemos es bastante cruel e hipócrita. Tenemos libertad para hablar, para opinar, para decir lo que se nos cante. Pero las personas no tienen la misma libertad para estudiar, para acudir a un hospital, etc.
A mi no me consta que EE.UU sea la meca de la libertad de expresión, y mataron tantas personas inocentes como cualquier otra dictadura; pero bueno eso da para un charla más larga.
Saludos!
Invitación
Soy brasileño.
Pasei acá leendo , y visitando su blog.
También tengo un, sólo que mucho más simple.
Estoy invitando a visitarme, y si es posible seguir juntos por ellos y con ellos. Siempre me gustó escribir, exponer y compartir mis ideas con las personas, independientemente de su clase Social, Creed Religiosa, Orientación Sexual, o la Etnicidad.
A mí, lo que es nuestro interés el intercambio de ideas, y, pensamientos.
Estoy ahí en mi Simpleton espacio, esperando.
Y yo ya estoy siguiendo tu blog.
Fortaleza, la Paz, Amistad y felicidad
para ti, un abrazo desde Brasil.
www.josemariacosta.com
Estoy bastante de acuerdo con lo que se ha dicho anteriormente, pues nuestro sistema "democrático" en Europa es bastante hipócrita respecto a la decisión de que sí un país es una dictadura o no... Los gringos pueden fácilmente enviar su ejército a Siria o Irán en aras de la libertad, así como bastantes países del viejo continente, Francia en primera línea te lo digo yo como francesa. Ya has visto lo que han hecho con Kadhafi pero nunca podrían hacer algo así con Rusia o China sabiendo que en estos países no hay verdaderamente libertad.
Se explica sencillamente. Russia y China, más ésta que aquella naturalmente se involucran en la globalización económica mundial, son países muy importantes que sí tienen voz y voto.
Un presidente americano dijo una vez al hablar de Pinochet, "es un cabrón pero es nuestro cabrón". Aparte, si lees a Marx puedes ver que no hay una dicotomía tan clara entre la derecha y la izquierda, todo esto se completa.
Qué querían los rojos durante la guerra civil española, querían libertad, y paradójicamente es el liberalismo que lo ha permitido. O sea que al querer cada vez más libertades individuales todo esto es pan bendito para los capitalistas que buscan aún más consumidores, la mayoría del tiempo en el paro, que compran juguetes, ropa, zapatos made in china.
Marx decía que una fase larga de capitalismo era necesaria para llegar al verdadero comunismo.
Ojalá todo esto no nos lleve al extremo de la revolución de octubre, y que logremos hallar un compromiso entre libertad individual y bienestar de la comunidad. Esto lo veremos muy pronto, no tengo calendario maya para darte la fecha exacta pero a lo mejor logremos sacarnos de esta crisis de mierda, como lo hemos hecho en el pasado, preferentemente sin pasar por una tercera guerra mundial y acabar matándonos a todos de una vez con las armas nucleares. El hombre es un lobo... Para el hombre xD
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