Header

El humor negro mola

Detesto los chistes. No cuento uno jamás y la gente que lo hace me aburre sobremanera. Todos hemos tenido un contador de chistes en nuestra vida, ¿verdad? De esos de los que no conoces más que su repertorio de chistes verdes, jaimitos, lepes o aquí va un español. Y seguramente a todos se nos habrá pasado por la cabeza lo divertido que hubiese sido -divertido de verdad, y no como sus chistes- que se quedase sin cuerdas vocales o algo así. Por lo menos. Cualquier cosa para ahorrarnos el suplicio de tener que aguantarlo noche y día con "seguro que no os he contado este". Dios, qué cortos se quedaron los reyes católicos con su inquisición. Cuántas piras hubiese montado yo con estos.

Sin embargo, aunque no tolero los chistes -debo tener algún tipo de intolerancia, como el de los gatos o los lácteos-, me encanta el humor negro. Disfruto desarrollando las bromas más crueles e imaginándome a la gente en las peores situaciones, sólo por placer. Si me junto con otros amantes del humor negro, entonces la cosa se convierte en un carnaval. Da igual que el objetivo tenga una enfermedad permanente en la piel que le impedirá integrarse en la sociedad por completo, como si es retrasado: si nos cae mal, lo freímos a descalificaciones e inventamos circunstancias en las que nos podemos caer de risa. Somos así de perversos.

No cuento chistes jamás (bueno, a excepción de dos que están relacionados, que son los únicos que me sé y que también son crueles), pero no me muerdo la lengua para soltar bromas sobre los más descalificados. Que si estás preparando una pizza en el horno a mí me salen analogías con el holocausto. Que si te pica la piel, no puedo evitar pensar qué estará haciendo ahora mismo el chico aquel al que se le caía a escamas. Lo mismo con las torres gemelas, o yendo más lejos, las guerras mundiales, la civil, el apartheid o cualquier cosa que pueda levantar ampollas, como el terrorismo de ETA. El humor negro tiene que ver con la provocación. Un chiste de los romanos no pica a nadie.

Estos comentarios molestan a veces. A ver, es natural, no finjo y me hago el sorprendido: sé lo que uno puede provocar con el humor negro. Pero hay dos hechos que observo en estos casos: de cara a los demás, el humor negro molesta más cuando hay proximidad con el objetivo del comentario. Casi nadie dice mú cuando te burlas de los australianos, pero las cosas se ponen más tensas si dices lo poco estético que es un cáncer. Esto lleva a pensar que a la gente no le molesta que te rías de alguien, lo que sería fantástico, sino de que te rías de alguien que conoce. Ya no lo veo tan altruista; lo otro que observo es que cuanto más se observa el mundo con humor, aunque sea negro (y decidme si hay otro humor para observar las miserias humanas, porque yo no lo conozco) mejor lo afrontar y más lo respetas. Lo tomas con naturalidad. Le pierdes el miedo. Aunque reírse de todo parezca una barbaridad, a veces es la única forma de aceptarlo entero. El humor negro, a fin de cuentas, lo que hace es matar el tabú. Por eso me lo apropio. Si otros lo utilizan con intención dañina de verdad, entonces habrá que andarse con cuidado.

12 comentarios:

Lordsylver dijo...

Ya lo dijo Rosana en su canción 'Con Viento a Favor': "Ríete de todo, hazte un favor, la risa ensancha el corazón". Y estoy de acuerdo contigo ¿Por qué hacer daño, insultar u ofender, pudiendo reírnos un rato y que no salga perdiendo (ni ganando, ojo) ninguno? Si todos hiciésemos lo mismo, el racismo, la desigualdad y la marginación desaparecería y quedaría todo reducido a cenizas.

Vera B. E. dijo...

¿Es un problema de mi vista o esta vez te pasaste con el tamaño de la letra? Tuve que pegar el texto en un documento para poder entender lo que decía.

freshwater dijo...

¿Qué le ha pasado al tamaño de la letra?

Lya dijo...

Mi padre se murió en octubre y yo de repente tuve que apañármelas para vivir sola. La semana siguiente a la incineración fui a la funeraria y me dieron la urna con las cenizas, y yo en toda mi miseria tenia que aprovechar el viaje para ir a hacer la compra, así que metí la urna en el carrito de la compra y me marché. Media hora después en el mercadona yo estaba metiendo la comida y para recolocar las cosas tuve que sacar la urna y dejarla un momento en el mostrador, y la dependienta me miró con los ojos como platos. Le dije que eran las cenizas de mi padre, que no se preocupara, y por algún motivo me eché a reír a mandíbula batiente.

Tienes razón, el humor negro naturaliza las cosas.

Pd. Por cierto, bienvenido.

Anónimo dijo...

A mí me desagrada la gente que se ríe del resto, no le encuentro la gracia para nada. Por ejemplo cuando alguien se tropieza, o cuando se burlan de los defectos de resto, cuando un tipo es un poco raro o la chica lleva puestas unas medias un tanto alusivas. De hecho me aburren las personas que se ríen de esas banalidades, sobretodo los que se ríen en exceso, cosa que llega a ser desagradable. Me molestan ese tipo de actitudes, tan pendejas, ¿Qué sentido tiene burlarse? , pero bueno eso es un tema que pasa por el como concibe una persona al otro.
Por mi parte yo no seré una amante del humor negro, pero si me fascina la ironía y el sarcasmo que son mis herramientas del diario vivir para hacer más amenas las conversaciones pero no con las personas, si no que con las situaciones que ocurren. Jamás olvidaré cuando alguien me dijo que no era una persona muy agradable (eso en vista de mi sarcasmo), sólo que se debe aprender a “llevarme”. Me supone que eso realizo yo con la gente que posee ese humor negro, si porque lamentablemente debo compartir con ese tipo de personas. Es probable que mi comentario suene un poco prejuicioso, lo mismo me podrían responder y decir que detestan a las personas sarcásticas, solo debéis saber que es mi sincera y directa opinión. A mi desagrada el humor negro básicamente porque respeto a todo ser que ande a mi alrededor, porque todos se merecen un trato digno, somos seres humanos, como bien decía Kant, no podemos indignificar al resto somos fines en si mismo no medios para un fin, por ende las personas no son un medio para que el resto se ría de ellas, no es moral, ¿Tú dirás que tiene que ver la moral?, pues bien yo me refiero en especifico a la moral social, que son las normas en las cuales tu vives en/con la sociedad eso de burlarse no se ajusta a mi concepción de respeto, ni al de la mayoría y como el respeto es parte de la moral individual pero esta a su vez es fundamento de la moral social, pues bien por ello.

Con todo como bien he dicho soy tolerante con la diversidad de personas, por ende no es que aborrezca a las personas que practican ese tipo de humor, sólo me molesta esa actitud.

Pazcual dijo...

El humor negro tiene muchas cosas buenas y pocas malas. Y las malas son las que siempre tienden a relucir. Creo que es muy dificil para alguien entender el humor negro, y más que entender, aguantarselo, pero siempre es bueno aprender de todo un poco.

Saludos.

Karla dijo...

humor negro... humor negro...
es por lo que vivimos!
si no existiera ironía, cómo podríamos haber avanzado en la historia?
eso de la confrontación dialéctica del espíritu de los tiempos no me convence sobremanera... siento que debe haber algo más que sólo un "bueno" y un "malo"; debe haber una especie de "sentido universal caótico" que conlleve darnos cuenta de nuestra patética existencia...
si sé. sueno como una existencialista amargada... pero eso no viene al caso. el punto está en que (según yo) hay que emanciparse de las razones dadas, de las convencionalidades y vivir con franqueza ( obviamente guardando el respeto a quienes se lo merecen).
en fin, lo primero que pensé con tu post fue que en realidad, tú, siendo español, tienes la escuela goyesca en tus manos... yo, por otra parte, siendo de donde soy (por el momento de chile), no tengo ni la pizca de fluidez humorística para lograr una consciencia satírica (y en realidad debo lograrlo =S)
y en base a esto, acabo de darme cuenta el por qué desde un principio me gustó tu blog, lo que escribes y disfruto con ello... y es porque en realidad, logras sacarme de vez en cuando una sonrisa burlona que deja desquitarme con el mundo... tu blog es un respiro

que estés bien =)

Estelwen Ancálimë dijo...

En estos casos, creo que cuenta más cómo se lo va a tomar la persona que escucha el comentario que la intención con la que uno lo haga. A mí el humor negro me parece bastante cruel, aunque debo reconocer que algunos comentarios que he oído me han hecho gracia. Pero creo que hay que evitarlo siempre salvo con la gente que ya conoces y que sabes que va a poder reírse del comentario, a riesgo de quedar bastante mal. Se trata de una simple cuestión de convivencia, creo yo :-)

Omega dijo...

La línea que separa el humor negro de la crueldad es muy delgada, y tu alguna vez la has traspasado.
De ciertas cosas no debería hacerse un chiste, o mejor dicho, con ciertas personas se debe tener más tacto. Yo soy una de esas personas, ya lo sabes.

papalbina dijo...

yo prefiero el humor absurdo, como el del chiste de los tomates en la nevera :)

Anónimo dijo...

Creo que mi humor negro a tu lado se queda en gris, jaja

Con humor nada es cruel!

Prigkinissa dijo...

No me convencen muchos tus observaciones con respecto al humor negro. Y como no me apetece polemizar sobre un tema serio,me limitaré a decir: ¿sufres de intolerancia a los gatos? no me esperaba algo tan típico de ti...