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Zafón, 6º intento

Como sospecho que habrá quien me lo pregunte, El Juego del Ángel no me ha gustado. Aparte de ser igual que los cinco libros publicados de Zafón (y es absolutamente mentira que todos los escritores repitan siempre la misma historia, eso es una falacia) acaba cuando crees que va a empezar y te quedas con una sensación de pérdida de tiempo. El libro no termina, o termina cuando a él le da la gana. No se lo recomendaré a nadie. Hay muy poco destacable del libro, y nada lo suficientemente interesante como para leer sus 667 páginas. Si queréis a Zafón probad con Marina. Alguien tendría que explicarle que porque escriba libros más largos, no se convierte en un escritor de adultos. O que antes fuese juvenil por escribir menos. Es un impresentable, a la vista está cómo ha tratado a la editorial Edebé. Me creería que fuesen tan malos como él dice si hubiese publicado sólo un libro, pero cuando publicas el 4º en la misma editorial pierdes toda la credibilidad. Es un vendido a Planeta. Y encima poco original. Escribe muy bien, eso no se lo negaré a nadie. Pero quiero dejar por escrito en este blog que no volveré a leer un libro suyo. Ya le he dado seis oportunidades, que se dice pronto. De alguien que siempre escribe la misma historia sólo te puede gustar la primera. Y si os vais a iniciar, que no sea con El Juego del Ángel. Un escritor no sólo debe ser narrador, sino también creador. Zafón olvidó la segunda parte cuando publicó El Príncipe de la Niebla en 1993.

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Para que no se diga que no leo las peticiones de los comentarios: Me gustó Juego de Tronos, está muy bien, pero no tanto como para irme corriendo a por la segunda parte. Si sigo con la saga lo haré con calma.
No sé porqué otro libro me preguntastéis. Tengo pésima memoria.

Editado: Crepúsculo. Muy rosa para mi gusto. Aguanté el primero pero no seguiré con el resto.

Vetusta Morla en Valencia

El 7 de Junio en FNAC y Wah-Wah. ¿Quién viene conmigo? :-)

A costa del Pocero

Me entero por la prensa de Internet que el Pocero, sobrenombre del último multimillonario a base del ladrillo y asfixia de la gente, cargará con las costas del traslado Dallas-Valencia de la chica burbuja, de la que ni el Gobierno de España ni el Reino de Valencia quieren encargarse.
De entrada, el Gobierno de España no pinta nada aquí. No son igual de culpables que el gobierno valenciano porque las competencias de sanidad son del segundo y no del primero. Dicho esto, vergonzoso lo nuestro. Muy pioneros en el Hospital de la Fe, totalmente cierto que seremos un referente en operaciones de corazón, oncología y fertilidad (y si no que se lo digan a la princesa Letizia, de quien es vox populis en la ciudad que vino a desligarse las trompas entre mascletà y mascletà). Pero nos falta para traer a una mujer que ya ha tenido que irse a Estados Unidos porque aquí no había quien la tratase hace un año.
Ahora sí, ahora decimos que la cuidaremos, pero del viaje hasta España que se apañe ella. Y encima viene el especulador urbanístico a colgarse medallas, como si su fortuna fuese digna de admiración. Muy bonito su gesto, pero no es al Pocero a quien le corresponde el viaje de la chica burbuja, a la que cualquier aroma, desde el ketchup hasta un perfume de Chanel, podría matarla.
Por dignidad no deberíamos consentir que el Pocero lo pagase. Se trata de sanidad. De una vida humana, de alguien que con toda seguridad no lo estará pasando bien. No volvamos al caciquismo, que bastante nos costó salir de allí.

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¿Qué sucede con las competiciones acuáticas cuando la sede de unos Juegos Olímpicos no tiene mar? Pues se busca una sub-sede, y eso es lo que será Valencia si Madrid surge como sede olímpica. No sé si será en 2016, demasiado cercano a los juegos de Londres que son también en Europa, pero lo será tarde o temprano. Y yo, que soy escéptico, no sé si nos conviene tener estos juegos en Valencia... estoy hasta las pelotas de tanta actividad deportiva en la ciudad. Hay vida más allá del MARCA.

El grupo más famoso de todos los tiempos

El mundo todavía no ha dado ninguno a la altura de los Beatles. Pueden gustar más, pueden gustar menos, pero han dejado una huella que nadie puede negar. Siguen siendo auténticas referencias musicales y lo serán por mucho más tiempo. Han llegado al estatus de leyendas.
Siempre me ha resultado curioso lo desconocido que es Soda Stereo en España, absolutamente anónimo. No sé qué dirán los argentinos, que me corrijan inmediatamente si me equivoco, pero la impresión que me dio es que Soda Stereo es la leyenda nacional musical por excelencia. Supongo que en España nuestra leyenda es Mecano, que quizá sí tuvo más suerte que los argentinos cruzando el charco, y del trío madrileño todavía se hacen musicales de gran éxito. Del grupo español no tengo mas que vagos recuerdos de la infancia, que el resto lo hacen las reposiciones. Todos conocemos sus canciones, igual que la de los Beatles. Da igual los años que pasen.
El otro día me preguntaba si Pizzicato Five serían lo mismo a la japonesa. Lees la historia y te suena a lo mismo de siempre, la del grupo que se disuelve en su máximo esplendor.
No sé si España volverá a dar un grupo capaz de calar tan hondo como Mecano. Supongo que son fenómenos de muy de vez en cuando, y todavía tiene que pasar más tiempo. Amaral y La Oreja son lo más potente de los últimos años, pero no lograrán llegar tan alto. ¿Y en el resto de países? ¿Sabéis quienes han sido los Beatles particulares de cada nación?

El ventilador

Con cierta sensación de retraso, quizá consecuencia de este mes de Mayo que nos ha vuelto locos a los valencianos, he montado el ventilador de mi habitación, tan tranquilito él durante el invierno descansando encima del armario. Doy por inaugurado el verano. En mi familia tenemos la costumbre de inaugurar cada estación.

De idea a realidad

Ayer leía una frase en El Juego del Ángel que daba en el clavo con lo que estoy sintiendo yo:

"Las horas de encierro en el estudio cristalizaron rápidamente en páginas y páginas en las que, no sin cierta inquietud, empecé a reconocer que el trabajo había alcanzado ese punto de consistencia en que deja de ser una idea y se transforma en una realidad"

Con S.F.I. he llegado a ese punto, que es una sensación que no se mide ni con páginas ni con número de palabras. Es cuando tienes la seguridad de que vas por el camino que te llevará a terminar la historia. La acostumbrada inquietud de dejar el relato en un cajón, por unos años o para siempre, desaparece casi por completo. Incluso vuelves a la primera página de la historia y aumentas el tamaño del título. Después escribes la dedicatoria, que has reservado para ese momento. Una vez dedico una historia, no cambio el destinatario bajo ninguna circunstancia, ninguna. Es que cada novela tiene su dedicado o dedicados idóneos, por sus características y aproximación (generalmente ignorada) con la obra. No se puede cambiar así por así.
Si todo sale bien, S.F.I. será mi cuarta novela terminada y con casi total seguridad, la más corta. Es la que tiene más humor (negro, mayoritariamente), la más adulta, la más fantástica y la más documentada, si es que la ficción como documentación se da por válida. Si se frustra en algún momento y la tengo que dejar no hay drama, estoy más que acostumbrado. Es curioso, pero cuando peor se siente uno más ganas tiene de escribir. La de escritor es una profesión para infelices.
Os mantendré informados. Se acercan exámenes, así que eso significa inspiración por partida doble.

Ahora que podemos

Os voy a contar un secreto, un secreto que se sabe a voces: la democracia es el mejor de los sistemas, por mala que sea. Lleva la tirolina de años en el mundo y cuando no funciona no es porque sea mala, sino porque los que deberían hacer que funcione se ocupan de que no lo haga, tomando por democráticas decisiones que no lo son. En esto del sufragio universal nos llevan mucha delantera los países vecinos (bueno, no todos) y pese a nuestros treinta añitos de demócratas (lo fuimos antes, pero hace mucho tiempo de aquello) nos movemos bastante bien en el agua.
Muy bonito hasta aquí. Pero ya está dicho que la democracia tiene sus notorios fallos. El país no se dirige entre todos los españoles, sino que los espaoles sólo eligen a los que dirigen el país. Y está visto que en ocasiones ni eso, con los pactos malabaristas y discriminatorios, que muchas veces dejan en la oposición al partido más votado. Eso, en España, pasa. Ahora bien: una vez emitido el voto, olvídate de intervenir nunca más en los próximos cuatro años. Un aplauso. Viva la democracia.
Entiendo que esto funcionase así antes, pero no ahora. En la actualidad existen los medios para que los ciudadanos se pronuncien sobre todas u cada una de las decisiones que se presentan al Congreso, con inventos como Internet y el DNI digital. Deberíamos atrevernos con una revolución democrática en la que los ciudadanos sean los activos de los asuntos que más nos afectan.
Imaginémoslo, porque no hay nada parecido: cada barrio, o cada distrito, tiene su pequeña oficina electoral. En la oficina hay cacharros donde cada uno puede votar. Digamos que cada propuesta de ley tiene su periodo para votos. Quien no quiere no vota, o vota sólo lo que le importa. Tú vas con tu DNI y en cinco minutos te pronuncias sobre lo que te proponen por delante, y lo que te proponen es lo que han consensuado los políticos, que para eso están. Tampoco vamos a matarlos. Cada cuatro años eliges a esos políticos, los que te irán proponiendo las leyes para que las votes.
Imaginad el gasto que eso significaría. La tecnología. No sería lo más caro de España, pero nos costaría un pellizco. Ahora bien: es por la democracia. Tambien sería más barata una dictadura y oye, no apuesto por ella. No podemos reparar en gastos cuando se trata de hacer un país entre todos. No olvidemos que la democracia no la inventamos nosotros, sino que nos llegó ya hecha. ¿Acaso es el sistema definitivo? ¿De verdad creéis que no se podría mejorar? Alguien tendrá que hacerlo. Y con consenso, esos podemos ser los españoles.
No puedo cerrar mi entrada soñadora por un país mejor sin preguntar en voz alta qué hubiese sucedido de proponerse a decisión popular algunas de las decisiones más controvertidas de los últimos años... el matrimonio homosexual con adopción se habría tirado por los suelos, España jamás hubiese entrado en Irak y un largo etcétera de cambios que por ejemplo, nos hubiesen librado de un 11-M. Podemos reparar en gastos cuando se trata de otros asuntos, pero en lo más puro de nuestro sistema debemos apostar por lo más justo y lo más sano para los ciudadanos. El votar cada cuatro años no es lógico en una sociedad tan comunicada e informatizada como la actual.

"Es que no tengo tiempo"

Quien no lee no necesita excusas, que no es una actividad obligada. Los hay francos, que reconocen desde el primer momento que la lectura no es lo suyo. Se alarman ante lecturas de doscientas páginas y no tienen ningún remordimiento de conciencia por no leer un libro desde que en el colegio les obligaron a leer Neu i gossos, ¡quin embolic!, que ya estuvo el Rincón del Vago para salvarnos a todos (lectores y desleídos) de tostones como El Lazarillo de Tormes, La Celestina y Tirant Lo Blanch. A mí la gente que es franca me merece todos mis respetos. Cada cuál con sus gustos.
Ahora bien: me río de los de "no leo porque no tengo tiempo". Tío. No. No me digas que no tienes tiempo porque todos lo tenemos. Tienes tiempo para ver la tele, y hasta te sabes al dedillo todos los cotilleos de Operación Triunfo. Tienes tiempo para tragarte dos episodios de House seguidos, y apurar con uno de Anatomía de Grey. Tienes tiempo para ir a la biblioteca y pasarte tres cuartos de hora de charreta en la puerta, con un café de excusa que alargas tanto como puedes. Tienes tiempo para escribir en tu blog, subir fotos al Tuenti y hacer de vigía en el Messenger, para ver quién se conecta a cada rato y reírte de su nick con tu amiga igual de viperina. Tienes tiempo para todo lo que quieres. Todo lo tenemos. Se trata de priorizar. No me digas que no tienes tiempo: reconoce que no tienes ganas, no hay más. No entiendo la necesidad de mentir que tiene al mundo. Ni que uno fuese más inculto por no leer, o que los listos devoran novelas en el sillón de su casa. Desmitifiquemos la lectura. Tengo amigos de buenísimas notas que jamás se acercan a un libro (que no sea de estudio, se entiende) y son muy inteligentes, mientras que yo, que me encanta leer, siempre he sido lo más malo entre lo peor de clase. Y ninguno tenemos problema de tiempo: sólamente prioridades, en la escala que cada uno le ha dado. Adéu eufemismos. Excusas de apagaconciencias.

Trámites frecuentes

Estoy buscando información de pasaportes en la web del Ministerio de Interior cuando encuentro la lista de los cuatro trámites más frecuentes, con enlace rápido:

  • Cómo obtener el DNI.
  • Cómo obtener el pasaporte.
  • Procesos selectivos.
  • Víctimas del terrorismo.

No soporto que se haga una normalidad de esto. Ni que haya escoria que los apoye.

Quien la sigue...

... la consigue. Tendremos que hacer dos trasbordos, pasando por Madrid y Filadelfia, y en la temporada más baja de todas, pero el precio merece la pena. Ya es seguro. Ya es oficial. Los Cucarachos del Espacio (mas fleshwater) conquistan Nueva York. No por nada me dediqué en cuerpo y alma a servir mesas en el Open.
Si tenéis alguna novela ambientada en Nueva York que recomendarme, estaré encantado. Lo mismo con las películas. Quiero ir muy mentalizado. Y antes, quizá, si Dios quiere... el País Vasco... si Dios quiere, quizá.

Lo peor vendido de Valencia

Dicen que los argentinos se venden como nadie. Para haber heredado nuestro ché, cualquiera entiende lo mal que nos vendemos los valencianos.
Ahora mismo estaba leyendo una lista de las Cien Obras Más Importantes de la Literatura, entre las que figura Tirant Lo Blanch (o Tirante el Blanco, para quien lo prefiera) escrita a finales del siglo XV por un valenciano y en valenciano (dicho por él mismo, que no muerdan los catalanistas). Cualquiera diría que tenemos una obra tan importante aquí, porque la ignoramos a conciencia. Ya querría estar en notoriedad a la altura del Quijote en España, y por cierto, para ser una novela de caballerías es de las pocas que Cervantes salvó del fuego. ¡Si es que hasta El Quijote le hace publicidad, y sin embargo pasa completamente desapercibida! Fíjate si a algunos les duele que los catalanistas se han preocupado de que figure como obra catalana, que ya ni en catalán. Ahora diré yo que Cien años de soledad es española y me quedaré más ancho que un ocho. No, no soy tan miserable. ¿Pero por qué nuestro gobierno no se preocupa por poner a Tirant a la altura que se merece? ¿Por qué dedicarle tan triste indiferencia, cuando es algo de lo que podemos presumir?
El segundo en este ránkin improvisado es el Santo Grial. Créete tú que es el verdadero, pero las mismas pruebas tienen el resto y el de Valencia, entre lo inverosímil, es de los cálices más creíbles para el de la Última Cena. Si vas a la Wikipedia en inglés, el primero es el de Valencia. Sin embargo aquí no le hacemos ni puñetero caso. ¿Qué pensará nuestro cardenal de esto? ¿Será que está seguro de que es un falso Santo Grial? Está en su derecho a ello, pero entonces que lo diga bien clarito, él y todos los demás. No podemos presumir de tener el Santo Cáliz por la boca pequeña. ¡Que hasta te cobran por verlo, cojones, y está dentro de la catedral! Menudo cabreo se hubiese pillado Jesús de enterarse a tiempo. Seguramente hubiese tirado la copa al mar, y que se encargasen los peces de conservarlo.
Lo último de lo peor vendido de Valencia es el museo San Pio V, "la segunda pinacoteca de España" con competencias como la del Thyssen o Reina Sofía. Sin embargo rara vez oyes hablar del museo. Mucha Ciudad de las Artes, pero al San Pio V que le den por culo. Mira, el IVAM. Nota mental: quiero ir a la exposición de Botero.
Ahí estamos los valencianos como embajadores, muy alicaídos después de la vergüenza de los Borgia. La paella será uno de los platos más famosos del mundo y las fallas causan sensación, pero somos mucho más que eso. Calatrava ha impulsado la ciudad, pero al precio de asfixiar todo aquello con lo que se cruzaba. No solo de Hemisfèrics vive el hombre.
¡Valencianos, alzad la voz! ¿Cuál de nuestras grandezas sufre más injusticias? Vosotros diréis. Y los que no sois de aquí, también estáis invitados, porque situaciones así se viven en todas partes...

Indiana Jones IV

No soy indianólogo pero tenía ganas de verla. Me gustó. Es ese tipo de películas de aventuras de antes, de los de sepulcros milenarios con trampas de poleas y pinchos letales. Así son los primeros 3/4 de la película.
El último cuarto es para olvidar. E.T., I.A. y demases dejaron su poso en Steven Spielberg. El daño es irreparable.

La mujer del presidente

Lo de Obama y Hillary no me apasiona tanto porque no son las elecciones definitivas, sino unas primarias para elegir al representante de los demócratas. No tengo preferencia por ninguno de los dos, porque a diferencia del resto de parlanchines que tienen que hablar de todo no conozco el programa de ninguno de los dos y me es indiferente quién resulte ganador. Por la misma regla de tres, en lo que a política internacional se refiere demócratas y republicanos pecan de la misma soberbia, así que la misma indiferencia dirijo a McCain. El fin del Imperio no está en Estados Unidos ni su futuro presidente, sino en China. Quizá la única culpa de Estados Unidos será no haber saltado a tiempo.
Lo que sí pienso es que a nadie se le puede obligar a abandonar una carrera de primarias, menos cuando las diferencias son tan mínimas y se ha ganado en tantos Estados. Si no tuviesen miedo a Hillary la animarían a seguir, no le aconsejarían que se marche, porque no hay muerte política más irreparable que el suicidio electoral. Si yo fuese ella me convencería cada vez más de que tengo que seguir con esto. Ladran, luego cabalgamos. ¿No se decía así?
Entre tantos pitos y flautas he escuchado una reflexión muy interesante que explica que por más que gane Barack Obama entre los demócratas, no tiene nada que hacer contra McCain. Él no podría robar votos republicanos como sí podría hacerlo Hillary Clinton. Él puede ganar primarias, pero ella puede ganar elecciones por la presidencia. Ahora es cuando los votantes estadounidenses tienen que buscar el máximo provecho a su voto. Unas elecciones donde sólo se habla de "gracias a los votos afroamericanos" o "le debe la victoria a las mujeres de clase media" me dan repelús.

LaSexta, tan progresistoide ella, lanzó el otro día en su mismo informativo y de boca de su presentadora una reflexión propia del franquismo más rancio. Cuando Ana Botella mostraba su apoyo a María San Gil, la tendenciosa periodista lanzaba al aire la pregunta de si serían reflexiones propias o más bien las de su marido (que para quien no lo sepa, es el expresidente Jose María Aznar). Lo mismo da que Botella tenga su propia carrera y, que guste más o guste menos, haya demostrado criterio propio: su marido le escribe sus pensamientos por las noches, para que al día siguiente no se quede en blanco, o al menos eso sugieren en la cadena de Emilio Aragón. Indignante. ¿Dirían lo mismo si se tratase del marido de y no de la mujer de? El otro día no me creían, pero en ese telediario han llegado a desear la muerte de George W. Bush, cuando después de hablar de una película que simulaba su asesinato lamentaron que no fuesen hechos reales. Visto con mis propios ojos, y no soy ningún mentiroso. Lo cojonudo es que sigue siendo mi telediario del mediodía, maldiciones del horario. Menudo tufo a ideario sectario. A ellos sí que les dictan, pero desde el PSOE. Y si es Pepiño Blanco quien te dicta, el puesto más incomprensible del partido, agarra y vámonos.

Tengo miedo, un temor creciente a cometer un error irreparable. Pienso que todo puede salir mal, y que lamentaré el día en que di el paso. Que debería haberlo dejado estar, que lo que no tiene solución tampoco es tan grave, que debería aceptar las cosas como vienen. Me siento más nervioso que nunca, el sueño lo tengo alterado hasta límites extremos, no creo que el corazón me lata a una velocidad normal hasta que pasen unos meses. Me pregunto qué será de mí, si me arrepentiré, o si haré lo correcto. A veces me gustaría olvidar todo este asunto y seguir pa'lante, como si nada, como esperarían de mí. Ni yo mismo sé lo que espero de mí a estas alturas. No existe la opción de ser valiente, sólo la del cobarde. No habrán laureles si gano. Sí habrá una profunda decepción si pierdo.
Me pregunto si hay posibilidad de que salga bien. En un caso y en otro, casi todo juega en mi contra, cuando no todo. Es empezar de cero, y sé por experiencia que eso no siempre me sale bien. La última vez que lo hice fue el cambio más importante de mi vida, y todavía lo pienso así. Entonces no fue decisión mía, por lo que aunque saliese mal no había de qué arrepentirse. Ahora sí que seré yo el primer y último responsable.
Me agobia vivir así. Me agobio porque para mí es un asunto de vital importancia, es mi vida, con todas sus letras. Esto me afecta en el carácter, en mi personalidad, en mis planes de futuro y los mismos valores que siempre defiendo. Sería capaz de destruirme hasta el final si no decidiese algo, ya, urgente. No puedo consentir que algo que debería ser invisible se convierta en una sombra que sin verla, me oculta todo lo demás en las tinieblas.
No creo que tenga respuestas a corto plazo. Es posible que nunca las conozca, ni que el mejor de mis sentimientos llegue a satisfacerme. Puedo cometer un grave error que me hunda todavía más hondo, donde ya no existan planes que puedan rescatarme. La mejor opción sigue siendo deprimente. Con semejantes cartas, ningún loco se atrevería a voltear sus cartas.
Es la desesperación de que nadie entiende mi problema, pero precisamente esa ignorancia tan evidente, ese deje indiscriminado es lo que me desespera más y más. No podemos ser tan distintos. Y lo somos, y tardaría una eternidad en darme cuenta. No quiero cambiar el mundo. Sé que no puedo. Por eso seré yo quien cambie.
He tenido demasiada paciencia. Tres años. Suficientes como para darme cuenta. Suficientes como para dar una, dos y mil oportunidades. Suficientes como para pensar que nada puede ir peor. Por eso doy el paso. No sé si dentro de dos semanas seré la mitad de valiente que esta mañana.
— Buenos días. ¿En qué puedo ayudarle?
— Buenas —respondo—. Vengo a solicitar el traslado de expediente. Quiero cambiarme de universidad.

Soy un chico obsoleto

Me conformo con un blog, ¿qué pasa? No estoy a la última pero sobrevivo como mejor puedo. Primero pasé de hacerme un Fotolog.
— Es superguay —me decía alguien que entonces era una amiga, y nota al margen, es la única amiga que he querido perder a conciencia. Para que yo llegue a esto...—. Cada día puedes colgar una foto y pones un comentario.
Saltaba a la legua porqué quería ella un Fotolog. Porque por más que criticase a las otras, soñaba desesperadamente con ser una de ellas. Supongo que si quisiese hacer crecer mi ego me crearía un Flog y publicaría cada día una foto mía mirándome al espejo, de esas de cuerpos semidesnudos y marcando músculo. Me temo que sería un tanto deprimente. No cometáis el error de pedírmelo, sed listos.
Luego el Twitter. Si hay una pregunta que me repatea por Messenger, y que por mis huevos nunca voy a responder, es esa de "¿qué haces?", cuando alguien te abre ventanita en el Messenger, aburrido hasta los cuernos, y pretende que le entretengas el rato contándole tus quehaceres. No es un qué tal. Ni un cómo te ha ido eso que te preocupaba. Es un qué haces, y un qué haces para entretener a otro. Por eso entenderéis que pase de Twitter, que se describe en su misma web como una herramienta para decir en cada momento lo que estás haciendo. Nada más contra-servidor por el planeta.
Lo último de la red es el Tuenti ("el Tuti", según una chunga racista que nos dedicó una conversación apasionante a todos los viajeros del tranvía, inmigrantes incluídos que miraban hacia otro lago ante sus comentarios xenófobos). Parece ser que para ser cul hay que hacerse una cuenta en esta web, y oye, al menos me alegro por los creadores españoles, pero es que tampoco va conmigo. Es para gente demasiado expuesta. Alguno dirá que yo cuento mucho de mí en este blog, pero cuento exáctamente lo que quiero. Crearme una cuenta en Tuenti (y conste que me creé una por curiosidad, usando el nombre de un conocido conquistador) para colgarme fotos en las que nunca salgo decente y agregar de amigos gente que sólo tengo como compañeros, paso. Para que lo que hiciste el viernes pasado en aquella fiesta corra como la pólvora entre personas ociosas, criticando hasta el color de los globos, creo que podré sobrevivir sin Tuenti. Sin Tuenti, Twitter y Fotolog.

Actualización neurótica: Al ratito de publicar esto, Alf me asalta para preguntarme "¿qué haces?". Cinco minutos después, Ana me dice que entre a Tuenti para buscar a un viejo compañero de clase que puede ayudarme con unas convalidaciones. "Hombre con Criterio, ¡no te persigas!".

Pólvora

Se abre el telón. Un matrimonio está viendo la tele en el salón de su casa.
Presentadora de telediario: La policía ha incautado cien kilos de pólvora a un comando de Eta en Vitoria. Estaban a punto de blablabla...
Marido: ¡Serán cabrones! Seguro que iban a poner una bomba por eso de que han capturado a su número uno.
Mujer: Qué va, qué va... lo que pasa es que los etarras querían celebrar con fuegos artificiales la ida de San Gil. Ya pueden estar contentos.

Crónicas Salemitas, Año 1

No sé qué fue lo que me arrojó el 21 de Mayo de 2007 a abrir Crónicas Salemitas y extender mis tonteras por el planeta Tierra, pero es que hoy hace un año desde aquel crimen. Me hace muchísima ilusión haber llegado al primer aniversario y tengo fuerzas para seguir durante muchísimo más tiempo.
— ¡Pero si no te lee nadie, Hombre con Criterio!
Oye, no me marees. Que tengo más de doscientas visitas diarias (!!!) y a mucha honra.
— ¿Tantas veces entras al día?
Mira, te voy a dejar aquí, por mentecato. No te burles de mis anónimos lectores y concienciados comentaristas.
A todos ellos les estoy muy agradecido. No sé cuándo llegasteis. No sé qué opináis de este sitio. No sé cada cuanto entráis. No sé qué os ha gustado más, qué os ha gustado menos. No sé nada de vosotros, así que esta es la entrada de Crónicas Salemitas llegado el día, la de sugerencias, críticas y lapidaciones. Diría "retroalimentación", pero nunca me ha parecido una buena traducción de "feedback". Crónicas Salemitas cumple años y no quería dejar pasarlo.

La lluvia de las religiones

Unos quieren serlo y no les dejan. A otros les meten en el saco sin preguntarles primero. Nunca llueve al gusto de todos.
Podría hacer una defensa apasionada del budismo, pero para mí no es ninguna religión. Ellos no la consideran como tal, así que no seré yo quien les contradiga. De lo que he leído del budismo en internet sólo llego a la conclusión que es una filosofía de vida. Es tan poca religión que no veo problema en ser cristiano y budista. En absoluto. Como quien es cristiano y del Real Madrid: conflicto cero.
Los que lo tienen peor son los Testigos de Jehová. Pueden ser raritos, pero como los hay en todas partes. Lo que me cuesta mucho es considerarles secta. Me parece un poco injusto con la tradición que tienen. Hay cosas surrealistas como lo de negarse a transfusiones de sangre, pero la Iglesia de Roma tampoco tiene derecho a criticar con tonteras (me encanta esta palabra, ¡Dios!) como el uso del preservativo, el ayuno y el hace poco existente Limbo, que empeoraba las depresiones de los papás que ya tenían suficiente con perder al crío.
No me fijo en lo malo, sino en lo bueno: tienen una idea muy clara con la evangelización, principio que los laicos católicos han relegado a los curas (cuando no debería ser así), son cuáqueros y lo que más me gusta, porque estoy totalmente de acuerdo: no aprueban los bautizos de niños, por considerarlo contrario a las Sagradas Escrituras. No podría estar más de acuerdo con ellos, aunque esto ya lo dije una vez. Confirmación y Bautismo no pueden coexistir. ¿Acaso las Bodas de Plata son un sacramento, siquiera las de Diamante? Es una repetición en toda regla. Querría saber a quién se le ocurrió el invento - capaz que al mismo del Limbo, porque eso tendría sentido, pero Limbo muerto, qué menos que el Bautismo.
Tranquilos, gente mía: no soy Testigo de Jehová ni tengo planes de convertirme. Sí quise ir a una sede, por curiosidad periódistica, pero nadie quiso acompañarme. Tampoco soy budista. Si lo fuese, seguramente las gentes singentes me tildarían de esnob. Esnob yo. Qué cosas suenan por el mundo.

Relato perdido: Cluedo

Estaba revisando entradas que han quedado sin publicar en el archivo de mi blog cuando he encontrado esto. Entiendo que prefiriese no publicarlo, pero me ha divertido la casualidad con Diez Negritos. Lo escribí en Diciembre y ni me acordaba de que existía. Lo dejo para los curiosos insaciables. No me siento orgulloso de la tontería que escribí. Por algo quedó en "borrador".

C L U E D O

Marta D. L. es alicantina, pero lleva viviendo doce años en Londres. "Desde que fui en un viaje con mis amigas me enamoré y dos meses después ya estaba de vuelta para quedarme". Es bajita y regordeta, un ejemplo claro de los males de cambiar la dieta Meditarránea por los desayunos en McDonalds. Vuelve porque es la boda de una prima, la cejijunta, la que de niñas le rompía todo. No lleva mas que equipaje de mano porque piensa regresar a Londres en menos de cuarenta y ocho horas.

Rodrigo J. del R. es ejecutivo. No puede decir dónde vive porque ni él mismo lo sabe. Un poco en Madrid, otro poco en Londres, alguna semana en Valencia y dos meses al año en Pekín. Tiene el portatil en su regazo y teclea como un desesperado, como si aquello fuese a cambiar las cosas.

Mirándole con curiosidad está Doña Enriqueta M. S., viuda. Ha viajado a Londres por un asunto cuanto menos extraño: su marido, uno de los pocos anglicanos en la ciudad (el apellido Cunnins lo dice todo), le rogó antes de morir que esparciese sus cenizas por Canterbury. Y ella, que nunca había cogido un avión ni salido de España, se armó de valor para cumplir con el último deseo de su difunto esposo. Ahora ha cumplido y está deseando volver a casa, al barrio. Bien sabe que no es una chica de mundo.

A su lado y sin pestañear está Fabiana R. U., y sí, es latinoamericana. Lo dice su físico y su acento, claro que nadie la ha oído hablar. Es hija de un embajador jubilado, una niña rica racista que no consiente que la mezclen con "sudacas". De su bolso saca el pintalabios y se retoca: puro aburrimiento el suyo. Fabiana había ido a Londres con su marido, pero ella ha quedado fuera por cosas del over-booking.

Marcos Q. V. tiene veinte años, ojos oscuros y tez clara. Todos le ponen menos edad, claro que nadie saldrá de dudas esta noche. Viene de conocer su residencia en Oxford, la que será su casa en unos pocos meses. No sabe a qué santos el viaje. Su madre le había insistido.

No se conocen de nada. No tienen nada que ver entre sí. Pero la señora de la limpieza va a cambiar sus vidas. En cualquier momento encontrará el cadáver en el baño. Ellos serán los sospechosos. El próximo fin de semana será un Cluedo en el que nadie se puede permitir ser ganador.

Que comparezca Chacón

Me la suda que haya parido esta tarde. Precisamente por eso: si ha sido tan estúpida de hacer de su embarazo una bandera, que la ondeé hasta los últimos términos. Esperaba ser una heroína por ir al Líbano y a Afganistán preñada de ocho meses, como si fuese digno de alabanza. Nadie le pidió que lo hiciese, pero ella llegó a decir que lo hacía como símbolo contra la discriminación de las embarazadas. Se cagó la perra, qué tonterías pueden caber en una sóla cabeza. Se ha esforzado en que su bombo sea el protagonista del Ministerio que lo más noble por su parte sería que fuese mañana al Congreso para la comparecencia que tenía prevista. Si lo está deseando. Antes luchó por las embarazadas, hoy lo hará por las parturientas. En España queremos héroes como ella. Tan estúpidos que no saben ni en favor de quién están haciendo en gilipollas.
Si la primera Ministra de Defensa tiene que recordarnos cada cinco minutos que es mujer, mal vamos. A mí me importa un pepino su sexo. ¿Sabéis? Querría saber cuantos ministros son zurdos. Eso sí me provoca curiosidad.

Camps, voy a por ti. No con armas, tranquilo, si no a tiro de blog. Has caído en desgracia para mí. Eres el primero en dejar en evidencia los nuevos planes de Rajoy. Y yo que le pedía pruebas a San Gil, y tú me las pones en bandeja. No me gustan nada. La solidaridad con los pobres, y no con los ricos. A nosotros nos va bien, no dramatices. ¿Unión valenciano-catalana? Menudo tufillo. No sé qué reuniones habéis tenido los niños de Rajoy últimamente, pero apestan. Si Andalucía, Extremadura y otras chicas del montón tienen que salir adelante con su dinero, agárrate. Eso sí es insolidario. Nosotros hemos engañado ENGAÑADO a la Unión Europea durante años, haciéndoles ver que éramos una región de alerta roja. Quien venga no se cree que nos pusiesen a la altura de los peores lugares de Europa, a cambio de recibir las ayudas económicas más jugosas. Sé que debemos mucho a Europa para estar donde estamos (según Raúl del Pozo en su columna del viernes, "la región más próspera de Europa"), por eso mismo no podemos ser tan indecentes de olvidarnos los que sí merecen ayudas. Camps, ojalá dimitas. Tu cambio de discurso sí es alarmante. Y el de aliados, mayor. Ojalá te guste el Eukanuba, porque tienes para rato.

Los generadores de paro

La de hoy va  a ser una entrada impopular, lo sé muy bien. Sé que voy a decir cosas incómodas y que no gusta oír, pero oye, para eso es mi blog y no el de otros. Uno es dueño de su silencio y esclavo de sus palabras. Está visto que yo soy un convicto verbal, qué le vamos a hacer.

Dado que aquí somos muchos los que estudiamos carreras universitarias, sé que voy a buscarle las cosquillas a más de uno. Mi idea no es provocar, no hoy. Lo que yo pretendo es expresar mi desconformidad con un sistema público que es un lastre para nuestra España, la que nos ha tocado vivir. Allá voy:
Creo que sobran carreras universitarias. Hay algunas que no sabemos ni porqué están. Espera, sí lo sabemos: es porque hay gente que quiere estudiarlas. Eso lo explica todo. Pero no lo justifica.
A ver. Conozco gente de Periodismo que se arrepiente intensamente de haberla estudiado, de haber dedicado cinco años de su vida para eso. Para ir directos al paro. O de cualquier variante de Filología. Incluso Derecho. Supongo que cuando tienes dieciocho años los pájaros vuelan en tu cabeza, pero cinco años después de ellos no queda ni el esqueleto. Ningún joven es culpable.
¿Os hacéis a la idea del gasto público que suponen carreras como Bellas Artes? Instalaciones de edificios, materiales, profesorado y toda clase de personal, incluso viajecitos aquí y allá pagados por todos los contribuyentes. Una carrera de ensueño de no ser porque al terminarla, la inmensa mayoría se estrella de cara contra el paro. Y de ahí a hacer cabriolas en la cola del INEM hay un paso. Una carrera como estas no solo significará gasto en la carrera en sí, sino que seguirá cuando todas estas personas estén cobrando del paro. Todo por la maldita gracia de que el Estado les dio la opción de cursar unos estudios con los que tenían sólo unas remotas posibilidades de encontrar trabajo.
No digo que haya que quitar estar carreras, pero sí reducir sus plazas a poco más de la demanda que se requiere en el mercado laboral. Si en 2005 contrataron sólo al 5% de tus matriculados no seas tan memo de seguir aceptan 100, 200 o 500 alumnos por curso: empieza a asimilar que con 20 ya estás más que servido. Cada carrera con un número de plazas de acuerdo a la oferta de trabajo. Cuanto gasto público nos ahorraríamos, cuantos agujeros judiciales y sanitarios podríamos resolver con ellos.
A los que peguen el grito en el cielo y me vayan a decir: ¿quién eres tú para evitar que yo estudie lo que me sale de los huevos? Les respondo: ¿quién es el estado para pagarte cinco años de ocio, si él es muy consciente de que no vas a poder dedicarte después a eso? No nos hacen ningún favor ofertando carreras generadoras de paro. Estoy a favor de que oferten las carreras que quieran, pero no de las plazas que ofrecen. Es un gasto para los ciudadanos y un suicidio, aunque sea muy pronto para que lo acepten, para los estudiantes. Ellos deberían ser los primeros en levantarse y protestar por la tomadura de pelo que les han hecho. Cuantos más sean, menos oportunidades tendrán de encontrar trabajo. Es cuestión de economía, libertad y sobre todo, de vidas humanas. No traigáis más pastel de calabaza, que nadie va a comérselo.

Exámenes

Lo que odio de exámenes no es tener que estudiar

sino que los demás estudien.
Son unas fechas aburridísimas con los amigos. Al cuerno los estudios. Lo primero siempre tendrián que ser los amigos. Que no hacemos ninguna tesis doctoral, cojones, ni opositamos a notarías.
A veces pienso que le dais demasiada importancia a los estudios.
O yo demasiado poca.

La tormenta

Truena en Valencia. Llevamos unos cuantos días de lluvia. A mediodía, cuando volvía de Requena en tren, granizaba. No estoy acostumbrado a este tiempo, ni mucho menos a llevar paraguas. Pero no me disgusta.

Cuando estaba en Requena me acordé de algo común cuando era pequeño. Salíamos a cenar a un restaurante del pueblo y mi madre no me dejaba pedir pescado porque según decía, el de allí llegaba pasado. Será que los 69km de distancia con Valencia (y por lo tanto, del mar) los hacían en burro o qué sé yo. Pero mi madre, requenense para más inri, lo veía una locura incluso en los avanzados noventa. El menú del viernes se hacía el doble de complicado cuando tampoco nos dejaba comer carne, estigmas cristianos. Todavía me pregunto de qué me alimenté durante todos esos años.

Thelma o el afán de contraprotagonismo (lo cuál es el doble de protagonismo, dicho sea de paso)

Thelma Ortíz es la hermana de la princesa de España, la última después del suicidio de Erika (¿por qué nadie tenía los cojones de decir lo que había sido?). La chica creía que tenía un buen cuñado hasta que la pareja entró en crisis. Luego Letizia se divorció y Thelma se preguntó si su hermana sería una eterna divorciada. Vaya si se equivocó.
Hoy Thelma es carne de prensa rosa por más que, según ella, se esfuerza por pasar desapercibida. Da igual si concede entrevistas o va a actos sociales de la más alta burguesía, que ella jura y perjura que no le van nada las bambalinas. Thelma es más de acción social, de voluntariado en países remotos, un alma peregrina que sin quererlo ni beberlo se ha metido en un mundo que no va con ella.
Lo último ha sido intentar prohibir por lo judicial que los periodistas puedan sacarle fotos. Así, con un par, da igual que nadie lo haya hecho antes. No se refiere a prohibir fotos comprometedoras, no: lo que pretende es prohibir cualquier foto, de ella y su pareja (no sé si están casados, no estoy tan puesto) a excepción de las que le hagan en eventos sociales. Osea, una Presley de vida oculta, cuyo mundo más allá de los bombones nos sería desconocido a todos.
La hermanísima vive una vida de princesa más allá que la propia Letizia: pretende cobrar todo lo bueno de la realiza, pero sin las desventajas que se traga su hermana. Querría saber cómo se pudo pagar con su sueldo de voluntariada (já) el vestido de novia de la boda. Que nos lo cuenten a todos. Lo más divertido de todo esto es que Thelma Ortiz no ha perdido el juicio contra la prensa, no. Porque aunque la jueza le haya enviado a freír espárragos con sus pretensiones (es que es surrealista), a la Infanta Couché le saldrá gratis todo este periplo judicial. ¿40.000 €? En mala hora. Si total, no los va a pagar ella sino nosotros, los contribuyentes. Así cualquiera demanda. Porque cualquier persona tiene derecho a su intimidad, pero no se puede llevar un doble juego. O lo tomas o lo dejas. Pero no eres hermana sólo para lo bueno y para lo demás, pídele cuentas al rey.

Dichosas sinopsis (ii)

Cuando me quejé el otro día, lo hice pensando en Al Este del Edén. Ahora que he terminado el libro voy a ser mucho más duro, porque me parece de juzgado de guardia lo que ha hecho la editorial Tusquets con la descripción de la contraportada. Su resumen no es de los acontecimientos de la página 500 al final, no: su resumen es de la película del mismo título, y se nota a la legua. Para la película sólo tiene importancia la cuarta parte del libro (por las descripciones que he leído después por Internet; yo no la he visto) y para la editorial que publica el libro parece que lo anterior no importa.
Ahí no termina lo más indignante para mí. El autor del libro, John Steinbeck, es un merecidísimo Premio Nobel de Literatura (no diría esto sin leer al menos dos libros de él). Eso le importa un pepino a la editorial Tusquets y ni le menciona (ni a él ni al premio). Para quien sí tiene elogios es para el actor James Dean, y me dirás tú qué me importa el tío (con todos los respetos) si estoy leyendo el libro. Sale hasta en la portada. Los libros con imágenes de películas me parecen para darles de comer aparte. Sólo los perdono si son arte conceptual (como en la reedición de El Castillo Viajero, que queda muy bien) o libros inspirados en películas, evidentemente. Pero Steinbeck no merece ese desprecio. James Dean no puede ser más importante que él, ni la película más que el libro.

La nueva ideología de Rajoy

Me parece estupendo que San Gil (una valiente donde los haya, y lo mismo digo de Patxi López) se haya desmarcado de Rajoy, igual que Aguirre, Rato o Cascos. Incluso como bloque unido, los cuatros serían imparables. Lo que no me gusta es la falta de sinceridad, porque a vista de todos Rajoy es el mismo de siempre, el mismo producto que presentaron en Marzo. El problema es que ese producto ya ha caducado.
Pudo ser bueno pero todos tenemos nuestra fecha de expiración (salvo en Argentina, donde todavía me acuerdo de los productos "no perecederos", allá donde la sombra de la Unión no alcanza). Estos peperos de ahora deberían ser honestos con sus movimientos y si no quieren a Rajoy en 2012 que digan los verdaderos motivos, pero que no acusen a una ideología que es la misma que apoyaron con fervor hasta hace sólo tres meses. Supongo que decir esa verdad es muy impopular.

¿Para cuando Rita2012.com? El otro día nació la idea en la fuente de la Plaza de la Virgen y eso que nadie había bebido (vaya, olvidaba la cerveza). No. Rita es nuestra. Si Rita tiene tentación de irse a Madrid no volverá. Los valencianos le odiaremos tanto como odiamos a Zaplana. Iremos a prender fuego a su casa y perseguiremos a sus amantes como carroñeros. Rita es nuestra, para siempre. Tanta adoración por nuestra alcaldesa nos nubla la vista e ignoramos aberraciones como la de la Tabacalera. Pero es que Rita es nuestra diosa y si comete errores, ¿quién nos lo va a contar? ¿La prensa nacional para la que no existimos o la valenciana, que a excepción del tendencioso LEVANTE vive para la reina?

Recomiéndame

La música de mi iPod me aburre. Lo último que descargué, a excepción de Pizzicato Five (que no estoy muy seguro cómo lo conocí) no me atrae nada. Bueno, Lori Meyers tiene su puntillo lejano y los Archies, Spinto Band y White Stripes tienen temas chulos. Pero no me llenan. Quiero un poco de iniciativa bloguera y que me recomiendes música que me pueda gustar. No géneros: canciones y/o artistas. Lo dejo en tu mano. Tú llenarás mi Ipod, criatura.
Y ya puestos, recomiéndame un libro y un cuadro. Y una película. No se trata de lo que te gusta a tí, sino de lo que, si me has seguido un poco, crees que pueda gustarme a mí. Nunca sabrás qué clase de persona soy por este blog, pero podrás intuir la dirección de la diana. ¡Confío en ti!

Fernando Alonso

Me parece estupendo que Fernando Alonso tenga su séquito fiel y desinteresado, pero no entiendo que los medios estén tan volcados con él. La Fórmula 1 no es noticia a menos que él lo sea, y da igual quién gane que sólo nos importa su posición. A veces lees gilipolleces como "Massa gana la carrera de F1, Alonso consigue un buen 6º puesto". Consuelo de tontos.
Entendería este seguimiento a la vida y milagros de Fernando Alonso si fuese un mundial y él representara a España, pero no es el caso. Fernando Alonso sólo se representa a sí mismo y a nadie más, e igual podría competir y compite contra otros españoles que eso no es problema. Entendería este seguimiento a la vida y milagros de Fernando Alonso si fuese un tipo amable, humilde, simpático y buen deportista, pero no es el caso. Echa pestes de los demás y ni siquiera tiene palabras para la prensa mas que para el calvo y quien le pague.
Todo esto viene sobre todo por la guerra del año pasado de Alonso contra Hamilton, o lo que también fue España contra Reino Unido. Menuda tontería mediática. Los dos son para darles de comer aparte y no merecen que ningún periódico o tele se deje en ridículo por defenderles. Da pena ver tanto borreguismo concentrado.

P.D.: Abriría la etiqueta "deporte", pero me temo que iba a estar tan vacía que lo dejaré en Prensa.

Dichosas sinopsis

Es algo que me toca las narices. No leo las sinopsis antes de empezar un libro, porque en el 100% de casos destripan. Algunas te adelantan acontecimientos que no ocurren hasta la página 15 (en el mejor de los casos) pero en general van mucho más lejos. Ando mosca desde que pasada la página 400 se me ocurrió ojear la descripción de la contraportada y maldita la gracia, porque me cuenta cosas que todavía no han pasado y ni siquiera podría imaginar. De hecho, la sinopsis apenas dice nada de la primera mitad del libro, como si no importara. Va a joder, al último tercio.
Nunca se está a salvo con las sinopsis. Coged cualquier libro de vuestra estantería y lo comprobaréis. A los editores les encanta destripar cosas que el lector preferiría conocer por sí sólo, y que una vez se entera ya no cabe sorpresa en la novela. Ojalá fuesen detalles sin importancia, pero nunca es así. A veces, por culpa de la sinopsis, te enteras de que ese personaje tan discreto de los cuatro primeros capítulos será luego importantísimo, y sin embargo la voluntad del escritor era que pasase desapercibido al principio. O que viajarán a tal lugar, o que les surgirá nosequé problema. Estas sinopsis fastidian la lectura y perjudican el trabajo del escritor, que se preocupó mucho de que se mantuviese la sorpresa en el hilo de la historia.
Supongo que habrá a quien le gusten las sinopsis y aún peor, quien lea el final. Si fuese editor no pondría sinopsis que destripasen más de la primera página ni portadas con escenas de la historia. Preferiría fotos elegidas para el caso o imágenes más abstractas. Claro que entonces es posible que nadie salvo yo comprase esos libros, me temo. Maldita curiosidad que me arrastra a leer la contraportada una vez cruzo el ecuador.

El culpable

Pongo por delante que lamento muchísimo el accidente de metro de Valencia de hace dos años. Ese día y los siguientes viví con un nudo en la garganta, y todavía me sobrepone el recordarlo. Era la línea que cogemos para volver a casa y ese día, como terminamos exámenes, preferimos quedarnos a comer en la facultad para celebrarlo. Por la hora, hay un 90% de posibilidad de que mi prima viajase en esos vagones, pero se bajó paradas antes. Suerte que el trasbordo de Ángel Guimerá evitó un desastre mayor.
Pero no puedo defender esa petición de sangre de los familiares, que necesitan un culpable caiga quien caiga. Entiendo su drama, imagino su sufrimiento, pero no puedo apoyar sus pretensiones. La justicia ha vuelto a decir que el accidente fue inesperado y su culpable fue única y exclusivamente el maquinista, pero muerto él, la culpa vuela en el aire. Debe ser frustrante que se te muera alguien a quien quieres y no poder pedir explicaciones a nadie, pero a veces ocurre. No querría estar en la piel de ninguno de ellos, pero mientras más necesiten un culpable, más lejos lo tendrán y nunca cerrarán sus heridas.

60 años

Son pobres, traicioneros, pendencieros, sucios, incultos, violentos, extremistas, sanguinarios, fanáticos y vengativos. Pero que eso no nos confundan: Palestina defiende una justicia y sesenta años de opresión y genocidio no cambian nada. Israel nunca debió existir y no deberíamos condecerles ni un metro cuadrado de casa, porque estaremos cediendo antes el terrorismo de los ricos. Quien quiera que los judíos tengan un país para ellos sólos que les regale su casa, pero yo no les doy la mía y mucho menos la de los palestinos, que nadie les ha preguntado. Si los judios se creen tan distintos como para merecer una nación exclusiva para los de su raza, son tan repugnantemente racistas que me pregunto si alguna vez han sido distintos a los nazis. ¿De verdad lo son? Sesenta años de injusticia, Palestina libre. Free Palestina.

Fugaz

— Qué pesado está Rajoy, y qué cojoneros Losantos y Pedro Jota para que se vaya.
— Es lo que hay. Por mí que se quede, que no le iba a votar.
— ¿Y lo del tío de Austria? Menudo cabronazo. A ésta historia sólo le faltaba que apareciese Madeleine en el congelador del sótano.
— Pues sí. A ese que le capen.
— Sí que ha pegado fuerte el ciclón de Myanmar.
— ¿Myanmar? ¿Dónde está es?
— Pues... espera, que busque. Aquí está: en Birmania.
— No fastidies. ¿Y dónde está Birmania?
— En Asia, cazurro. Si es un ciclón es Asia. Los africanos venderían su alma por un tsunami si eso llenase sus pozos.
— Ah, pues me acabo de enterar. No sabía nada. Qué fuerte lo del Barça.
— ¿Qué pasa con el Barça?
— Pues que les van a hacer el pasillo a los del Madrid.
— Bah, yo paso del fútbol. Si quieres hablar de noticias, pregúntame por política. De lo demás, nanay.

SFI

Dejé LGdP porque definitivamente, no puedo escribir nada sin planificación. Necesito una lista de capítulos, y qué va a suceder en cada capítulo. Jugué a la improvisación con LGdP y no pasé de las veinte páginas. Quedan bien guardadas, eso sí. Es una novela ambiciosa, quizá para más adelante. Ahora no soy capaz.
Probé con otras viejas historias. Planifiqué en una tarde ELdlT y no escribí más. Luego, hasta hace unos días, he trabajando en una saga que me vino a la cabeza hace seis años y cuya columna vertebral todavía necesitaba detallar cada vértebra por separado. Ahora lo tengo todo encajado, por fin, y un plan detallado por capítulos de lo que sucede en el primer libro. Estoy orgulloso, pero no he empezado a escribirlo. Después de tantos años tengo unos cuantos capítulos sueltos escritos, que usaré casi sin retocar, y me hizo gracia leer lo que yo opinaba en 2004 sobre ser delegado. Por aquel entonces no lo era, ni teníamos representante parecido en clase. Pero ahora, en la universidad, me tranquiliza saber que mantengo esos principios. ¿He sido siempre tan reivindicativo?
Pero hace dos noches me sucedió algo especial. Mientras intentaba desesperadamente conciliar el sueño (mal modo de intentar conciliar el sueño, pero es lo que tiene el insomnio), me asaltó una idea para una historia.
Me debatí sobre si levantarme o no. Estaba cansado, acostado. Quizá me acordase al día siguiente.
¿Yo? Imposible. Me levanté para apuntar la idea antes de que se me olvidase. Siete palabras de descripción. Suficientes para acordarme. Ya lo he hecho antes.
Escribo esta entrada por mi entusiasmo de los dos últimos días. Me encanta la idea, creo que es muy original y da mucho juego. Me gusta porque es muy política, es una historia de sindicalistas y también cargada de mucho humor. Nunca he escrito nada humorístico para mí, siempre han sido fanfictions o los diarios íntimos de profesores de Caminos. Ya tenía ganas. Y esta es la oportunidad. El título provisional es SFI. No juego a las iniciales. Ese es su título.

Bestiario Moderno: Juan José Cortés

Primero una de antecedentes, que aquí hay unos cuantos extranjeros y más de un desinforma'o local: hace unos meses desapareció en Andalucía (esa gran extensión de tierra que nos reclaman los moros como suya, y digo moros porque me refiero a un pueblo común de África, sin ninguna connotación xenófoba) una niña gitana (¿qué digo ahora? ¿anti-paya? es que los hay tan políticamente correctos que me da la risa...) y no aparecía por ninguna parte. Era lo suficientemente pequeña como para descartar un abandono del nido familiar y lo bastante desprotegida como para pensar mal. Su padre, Juan José Cortés, se hizo todos los platós de España pidiendo pistas sobre el paradero de la niña. Diría que Mariluz es la Madeleine española, pero ya nos hemos olvidado todos del tal Jeremí.

Ya sabéis de qué va la historia: niña desaparecida, padre mediático. Lo vi una vez en El Diario de Patricia y paré el mando a ver qué decía. Me impresionó su modo de hablar, calmado y esperanzador. No es que fuese un hombre con esperanzas de encontrar a su hija, no: es que llegaba a transmitir esa esperanza a quien le veía, y parecía imposible que un hombre pudiese mantener semejante entereza.


Aquí es donde pensé mal. Reconozco mi pecado: pensé, no en un 50% pero si en un 30%, que el propio padre era el asesino de la niña. Me resultaba extraña semejante profundidad, como si un gitano no pudiese explicarse con propiedad (ellos no tienen la culpa de no haber tenido educación pero sí de impedir que sus hijos la tengan, para qué engañarnos) y además de qué modo. Me parecía imposible que un padre con la hija en paradero desconocido, y a bien seguro violada, degollada y tirada a un rio, pudiese ser capaz de mantenerse tan entero. No podía ser posible a menos que fuese el culpable, no había otra.


El de Mariluz podría haber sido un caso de esos de los que nunca se conoce el culpable, y en el que los padres no sólo cargan con la pérdida sino que además se une la sombra de la duda. Juan José Cortés tuvo la maldita desgracia de librarse de la sombra de la duda, aunque al precio de más dolor. El asesino de la cría fue descubierto y hoy está en prisión.

Juan José Cortés entra en mi Bestiario Moderno por el antes y el después. El antes, por su entereza. Se necesita mucha firmeza para aguantar el tipo y hablar con semejante voz. Pero más se necesita mantener la firmeza cuando encuentran al asesino de tu niña y pides a los tuyos, gitanos que se mean en la ley, que no se tomen la justicia por su mano y que dejen el asunto en manos del juez. Él tampoco se queda con las manos vacías: ahora mismo recorre España recogiendo firmas para que monstruos como el de Mariluz no salgan nunca de prisión. Sin molestar a nadie, protegiendo a todos.

Acebes y Zaplana

Los progresistoides de horda itinerante y psocialistas de pensamiento vacio tendrán que buscarse unos nuevos enemigos, porque en el PP hemos perdido a los más valiosos de la casa. Mi querido Acebes y mi todavía más querido Zaplana, o no, más Acebes que Zaplana, qué coño, los quiero a los dos a lo bruto y por igual, pues que se han ido. Así, a portazo limpio como diría EL (NUEVO) MUNDO y sin echar la vista atrás, que seguro que se les empañan los ojos de lágrimas.
Y yo, ppopular de pro, pues me siento en un sinvivir que espero que alguien salve pronto. No sé, capaz que Zapalana y Acebes se pasan a Democracia Nacional y ahí tengo mi salvación, pero me temo que contratos con Telefónica y las maquetas de tanques tienen más tirón para mis ídolos.
Lo siento, pero no entiendo que se vayan. Rajoy se ha procurado muymucho de que Acebes y Zaplana hayan sido la esencia del Partido Popular en los últimos cuatro años y que con él, formen el Triángulo de las Bermudas en el que todo vive y vuela y sale a las mil maravillas. Sin ellos, tendré que preguntarme qué es el PP de hoy. Sí, se habrán ido por voluntad propia, pero con una presión que a mí me suena a fraticidio.
Mis queridos dioses, sufro por vosotros. A mí me gusta el tufillo a corrupción y manipulación y siento que sin vosotros Génova volverá a oler a rosas. La tripe S ya se hizo con la voz en el Congreso, ¿quién sustituirá al angelical Acebes? Gonzalez-Pons, te odiaré si intentas estar a su altura. Tanto, tanto, que olvidaré las declaraciones de Paco Camps de hace sólo una semana, cuando elogiaba a Eduardo Zaplana. Todos sabemos que se llevan a muerte. Claro que tendré cuidado de no usar el "todos" como nuestro presi valenciano, no sea que Rato se enfade y venga a por mí. Me gusta el PP carca y perdedor. No quiero Gallardones, Esperanzas ni Gonzalez-Pons.

Arte, sí

Vengo en defensa del grafiti. La gente se harta a debatir entre arte o vandalismo y yo no veo inconveniente en que sea las dos cosas. Arte y vandalismo, por partes iguales, que la una no está reñida con la otra. Hay grafitis y grafitis, igual que hay cuadros y cuadros, pero desde el momento en que el artista intenta hacer arte eso es precisamente lo que le sale. Otra cosa muy distinta es que a nosotros nos guste, pero eso es cuestión de gustos: escribir Cristian por la Jessi en el muro de un colegio no es arte, porque no tiene esas pretensiones. Pero hay muchas otras cosas que sí lo son.
No voy a entrar en el debate de qué es arte y qué no, sino que vengo a reivindicar el arte urbano que más me gusta. Hay dos que me gustan especialmente: El primero es Banksy es un grafitero británico cuyas imitaciones (¿o él en persona?) se ven alguna vez por la ciudad. Me gusta primero por el estilo, ese blanco y negro tan perfeccionado y realista. Lo segundo, me gusta porque sus grafitis tienen una alta carga política y no dejan indiferente a nadie. Pasad por su web y me decís. A mí me encanta y no, no me molestaría nada que grafitease los muros vacios de mi calle, incluso los de mi edificio.
El otro arte urbano que me hace gracia es el de los space attacks. Son esos marcianitos pixelados recreados a base de teselas que aparecen en algún rincón donde no molesta a nadie. En Valencia tengo uno situado, en la esquina de Colón con Conde Salvatierra, y me encanta fijarme cada vez que paso. Es sencillo, discreto y no molesta a nadie. Doy fe de que gente que pasa varias veces al día por ahí, y que vive muy muy cerca, no se había dado cuenta hasta que se lo comenté.
Como todo, hay que tener respeto. Ellos con los "lienzos" que emplean (porque no vale cualquiera) y nosotros con no destruirlos. Pero que no se quejen: el día que el grafiti esté socialmente aceptado, dejará de ser grafiti. En la persecución está su salvación.

El día de la nación

Con tanto refresco histórico por eso del 2 de Mayo, acabaremos por creer que la nación (o el sentimiento nacional siquiera) nació hace dos siglos. Nada, como si fuésemos un país creado a dedo, extraordinariamente más jóvenes que los países del Nuevo Continente. ¿Vosotros os lo creéis? Perdonadme, pero yo no. España es una nación antiquísima y lo de 1808 fue una prueba de nuestro sentimiento patriótico, pero ni mucho menos la creación. Lo que pasa es que ese sentimiento viene de muy de vez en cuando y nos tienen que poner en extremos para demostrarlo, pero que no nos quiten lo baila'o. Tampoco creo yo que los franceses nos hubiesen llevado a la ruina, pero bueno... reconozco que la figura de Napoleón Bonaparte me fascina, así que bien planta'o, no nos podía ir peor que con la monarquía. O sí, no sé, pero desde luego no fuimos españoles desde entonces. Fue mucho, mucho antes. Es que me parece ridículo que se discuta esto e incluso que la gente lo repita como loros, como si una mentira repetida mil veces pudiese llegar a ser verdad.
Lo único seguro es que nos la metieron doblada. Les dejamos pasar por España para conquistar Portugal y nos conquistaron a nosotros. Si es que nos merecíamos eso y mucho más, por mediocres.

La trampa

Sabía que la gente tiene una visión muy pesimista de los abogados, pero no podía imaginar que mis mismos compañeros fuesen capaces de ser eso que nos acusan de ser. El otro día, en una ponencia, una importante abogada preguntó a los presentes quién debía escribir un contrato, si nosotros a nuestros clientes, o por el contrario, la otra parte.
— Nosotros mejor —responde uno, orgulloso—. Porque así podremos meter trampas contra los otros.
Nadie se alarma. Yo me siento indignado y por suerte la abogada tampoco se queda indiferente.
— A ver... un abogado no puede decir que mete trampas en un contrato.
¿Se trata de no meter o no decir que mete?
Luego la abogada sigue contando sus experiencias laborales y surge algo de compradores y vendedores. Gente decente y promotoras, en resumen.
— Haréis una cosa cuando defendáis a los compradores y tendréis que hacer esa otra cuando defendáis a los promotores de la inmobiliaria.
No. Lo que yo quiero no es buscar el truco —o la trampa— para apoyar a cualquiera, sino que quiero justicia. Sólo eso, o todo eso. Pero si la abogacía consiste en triquiñuelas a cualquier precio, y sálvese quien pueda, se me ha caído un mito. O he abierto los ojos, o qué se yo, pero ya no me gusta. No puede faltar tanta moral en el mundo. Ya no sé ni qué estudio. No sé si es lo que quiero siquiera, no sé nada.