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2008, el año cualquiera

Acabo de leer mi repaso de 2007 en este mismo blog, cuando dije que no era un año más. Qué remedio: 2008 tendrá que ser el año cualquiera, o un año cualquiera.

Cosas buenas, cosas malas. Más cosas buenas que malas, por lo que salgo ganando con las vueltas, pero aun así me quedo con la sensación de que han quedado muchos asuntos en el tintero. Será mi espíritu pesimista, que me persigue últimamente igual que la mosca tsé-tsé.
En cualquier caso, 2008 me ha servido para conocer gente nueva. Nunca viene mal agregar números en la agenda, lo que se dice cuando todavía no tienes Tuenti ni Facebook. Agrego a mi vida nuevas personitas a las que mortificar con mi amistad y creo, si no me equivoco, que no ha habido bajas respecto a las de siempre. Ni con Erasmus de por medio: la distancia no siempre hace el olvido. Otro punto a favor.
Fue el año en que me cambié de universidad y ya dije que no esperaba maravillas, sólamente un poco de estabilidad. Algo se ha conseguido, porque a fecha de hoy todavía no me arrepiento. En el caso contrario, de haberme quedado allí... ese no sería yo. Ese sería mi alter ego cobarde. Me alegro de haber dado el paso, al margen de todo. Otro punto a favor.
He viajado. Nueva York, grandiosa y acogedora Nueva York. Incluso ahora, al escribir su nombre, me suena demasiado grande. Nueva York. De Túnez no quiero ni hablar: pasarme el día de mi cumpleaños siguiendo la independencia del Kosovo en la CNN desde una habitación de hotel suena a planazo. Oler Madrid, que fue lo único para lo que tuve tiempo en la capital de España, también es algo digno de recordar. Merece retorno. 2009 lo verá.
Proyectos. Bullir ideas. Apostar. Arriesgar. Mi nueva web sigue en desarrollo (ejem, ejem, señor programador) y espero contar con la versión beta próximamente. ¿Que es un fracaso? Pues tiene todas las papeletas de que lo sea. Pero en esta vida hay que probarlo todo, y el verdadero fracaso está en no intentar nada.
Crear. Escribir. En 2008 terminé HdOP, que me encanta, y también imaginé, planifiqué, escribí y finalicé S.F.I., cuyo rojo corrector se detiene a mitad manuscrito. No fue por capricho: la inspiración me reclamaba para otra historia, JWG#1, que ya ha pasado esa frontera que te garantiza que llegarás al final. Y si termino JWG#1 no sé qué haré, porque es una de esas dos sagas en las que llevo muchos años trabajando y que sin embargo nunca llegaba a escribir de verdad. Esta vez sí, estoy seguro. Y la lista de Tareas de GMail tacha poco a poco, pero sin pausa, los capítulos que me faltan para el decimotercero y final. También empecé y abandoné otras historias, como LGdP, que esperan pacientemente su momento. Todo llega.
2008, un año más. O no tanto. No. No tanto.

Feliz navidad

¿Quién es peor? ¿El tonto del que se ríen todos, o todos los que se ríen del tonto?


Algunas Navidades se celebran en la cocina, cuando los seres queridos recogen los platos y dejan a la invitada insoportable en el comedor. Luego ella se pregunta porqué se ha quedado sola en la larga mesa, y entonces escucha algo que se parece a un brindis en la otra punta de la casa. Han brindado con vasos sucios, pero han brindado felices. La invitada insoportable, pese a estar en el centro del comedor, no forma parte de la auténtica fiesta.

La Navidad es tiempo de reflexiones. ¿Cómo no vas a reflexionar, si te sumergen en un microcosmos de banquete donde cada uno te sorprende más que el anterior?

La mejor campaña de publicidad viral de este año la he visto en el barrio de Exposición. Decenas de ventanas de vecinos con un manto rojo, y en el manto rojo un bebé. Todas idénticas, todas visibles. Una te pasa desapercibida, pero cuando ves diez, veinte y hasta cincuenta, te preguntas quién es ese Niño Jesús y qué te intentarán vender con esto. Es lo que ocurre en Navidad, después de todo. Vender y vender.

Mi canción


No sé si es mi canción favorita, pero desde luego ocupa uno de los primeros puestos. Me trae recuerdos de muchos sitios, sobre todo del patio del colegio (donde la canté demasiadas veces, y la cantaba toda, sobre todo el suajili; especialmente el suajili). El video es increíble: es un inicio de película ESPECTACULAR. El otro día la cantaba con mi hermana en ese SingStar de Disney y me salió que era un Artista. No es para menos: es mi canción.

Una despedida anunciada

Cierro el blog, pese a que me ha traído muchas alegrías. Gracias por estos casi dos años de seguimiento, como si han sido menos. Todo tiene un ciclo y el reloj de Crónicas Salemitas se para justo aquí.


...

Déu.

Por supuesto que no iba en serio. Esperaba algún suicidio por el cierre del blog, o algo por lo que sentirme querido. Menudo chafón. Ahí os quedáis.

Por favor

Hoy publican que el PSE podría gobernar en Euskadi si pactase con el PP, gracias a su ascenso de votos. El PNV, por primera vez en la historia de la democracia (con todo lo democrático que pueda ser el miedo), quedaría fuera de la casa de gobierno.

Y los españoles daríamos gracias al cielo si PSE y PP gobernasen juntos, el PSE con apoyo del PP, porque es lo que necesitan los vascos... hay asuntos que trascienden las diferencias ideológicas. Y gobernar en Euskadi debería ser uno de ellos, practicamente un asunto de Estado. Ojalá gane Patxi López, por el bien de todos.

Gitanos no, gracias

A veces olvido que vivimos en un mundo políticamente correcto, donde mentir merece la pena si quedamos bien con el resto. Somos capaces de engañarnos a nosotros mismos con tal de negar la evidencia. Al cuerno las cifras del Estado, y las mismas manifestaciones de los perjudicados. Somos burros que sólo miran hacia donde van a poner el pie, y no tienen más horizontes.

-Podríamos ir a la feria. Lo malo es que está lleno de gitanos.
Esta frase la pronuncia un chico que no es racista, que no ve superioridades en el mapa de los genes y que podría hacer amistad igual con un negro que con un oriental japonés. Esta frase la pronuncio yo.
Existen tres tipos de reacciones ante una frase como la mía:
  1. "Qué tío más grande. Los gitanos dan asco. Son escoria": la de un racista.
  2. "Qué tío más racista. Los gitanos son Dios. No le harían daño ni a una mosca": la de un Iluminado.
  3. "Qué tío más bocazas. Acaba de decir lo que pensamos todos": un cabal.
Ocurre en Valencia desde que soy un crío: las ferias de navidad son un imán de gitanos, que no dudan en atracar a chavalines y amargar la atracción a los mayores. "¡Oh, pero si hay gitanos buenos!", pues por supuesto que los hay. Pero que en la feria son más los peligrosos que los colaboradores, es un hecho comprobado en las comisarías de la policia. Y pretender negarlo es de gilipollas, y os aseguro que el gilipollismo es un brebaje que no me gusta beber. Que si en la Casa del Terror tengo que entrar con unos payos que no conozco de nada o la compañía de gitanos, prefiero los payos. Y quien quiera una vida de riesgo, que escoja lo segundo. Como en todo, los payos pueden ser más peligrosos que los gitanos, y yo equivocarme. Pero esto no es una ruleta de rojas o negras: la probabilidad demuestra que si ha habido un robo en la feria (e insisto: mi entrada es sobre la feria, no la saco a otros contextos) es muy posible que el causante haya sido gitano.
No tiene nada que ver con que su piel sea más oscura, o con que le peguen patadas al diccionario. No tiene nada que ver con las razas, o no debería. Digo no debería porque son los gitanos los que han hecho de su raza su cultura, y no hay nada más racista que eso. Son los gitanos, muchos gitanos y afortunadamente no todos, pero muchos gitanos, los que no creen en el Estado de derecho y prefieren tomarse la justicia por su mano. Son muchos gitanos los que se creen libres de hacer lo que quieran, y que se autoexcluyen del resto de la sociedad porque son eso: gitanos.
Igual que con los judíos, son muchos los gitanos a los que yo no consideraría como tales si no fuese porque ellos insisten en que lo son. Su separación no sólo es racial, asunto debatible, sino cultural: pero es una separación cultural establecida sobre una raza, de modo que tú nunca podrás acceder a ella porque no eres de su raza. Suena racista. Es peor que eso. Yo no tengo problemas con alguien que es de una raza distinta a la mía: todos son bienvenidos. Tengo problema con alguien que hace de su raza una distinción, y por lo tanto establece el resto de su mundo sobre ella. Todo acaba siendo una cuestión de cultura, y cuando falta tolerancia, el gato saca las uñas. ¿Racismo? Yo no soy el que se autoexcluye. Yo no soy el que crea fronteras. Yo quiero ir a la feria sin sentirme amenazado por nadie. Esa amenaza viene por un problema cultural, de educación, no tiene nada que ver con el color de piel. Pero es que han hecho de ese color de piel su cultura y educación. Ahí lo racista. Seré políticamente incorrecto, pero donde no voy a caer es en la hipocresía. Puertas abiertas para quien se quiera integrar. Pero para quien no quiera, sencillamente puertas.

Mi ranking de cuadros favoritos

Después de que redactores y becario sacásemos los diez mejores de literatura juvenil de 2008, en ese Templo que vuelve a abrir por Navidad, pensaba ayer que tengo que hacer mi ranking de cuadros. Es una lista un tanto improvisada, que seguramente modificaré tras vuestras sugerentes recomendaciones, pero esta es la de hoy en el ahora mismo. He tenido que dejar fuera uno de los grandes lienzos de Sorolla (no el cuadro de Valencia, tranquilos, que no me gusta), La primavera de Botticelli y algún otro de Van Gogh. La lista, que podría cambiar en cualquier momento, queda así:


3. La noche estrellada (Van Gogh)
2. Ofelia (Sir John Everett Millais)
1. El fusilamiento de Torrijos (Antonio Gisbert)

¡Aerjgidhfd! Me acabo de enterar por la Wikipedia que Antonio Gisbert es valenciano. Dios, ¿cómo no lo imaginé antes? Lo que sí es obvio es que tanto el primero como el segundo representan de alguna manera la muerte, o de forma muy directa. Tendría que comentárselo a mi psicólogo, si lo tuviera.
Esta entrada del blog queda, mientras tanto, abierta a vuestras listas, sugerencias y críticas. Yo no soy ningún experto de arte, que se sepa. Pero llevo semanas mirando el cuadro de Torrijos, inspirador en cierto modo de la historia que estoy escribiendo ahora, y como Ofelia también tuvo mucho que ver con la primera que terminé no veía mejor momento de tirar de rankings.

Sangre patrocinada

Atentos al sms que recibí el otro día de la consellería de salud valenciana:

MARATON DONACION SANGRE. CADENA SER. HOY 18-DICIEMBRE. ATENEO MERCANTIL VALENCIA PL.AYUNTAMIENTO DE 9 A 21 HORAS. COLABORA BANCAJA.
Es un mensajito para donantes y no se conforman con meterte publicidad de un banco, sino que también de una cadena de radio. No lo entiendo. No lo veo apropiado.

El postobamismo

Ahora que empezamos a calmarnos (momentáneamente, hasta que tome posesión) del éxito de Barack Obama, escucho una reflexión terriblemente certera, dolorosa, y que sin embargo la mayoría creemos que se hará realidad: Obama será el presidente más decepcionante de la Historia.
Eso es lo que pasa por querer rozar el cielo. No puedes prometer las estrellas.

El otro día charlábamos Polivalente, Chumino, Fry y servidor (juro que no nos llamamos por estos nombres, pero sirven de apodos recurrentes) sobre el futuro de Rajoy. Ninguno dábamos un duro porque llegue a candidato de 2012, y coincidíamos en que está ahí "de momento". ¿Quién será entonces? Hablando de apuestas, y no deseos, nos decantábamos por Esperanza Aguirre. Y yo, que soy cero aguirrista desde aquel video (que no sé si tienen razón o no: lo que a mí me avergüenza es la chulería de ella), pues prefiero que no. Gallardón será el eterno olvidado y me decían que Rita Barbera, alcaldesísima de Valencia, había sido propuesta para encabezar la lista del PP en las europeas. ¿Tan poco quiere Rajoy a nuestra ciudad, que es capaz que quitárnosla por unas elecciones que ellos no se toman en serio? No, ella no quiso. Menos mal. Rita morirá siendo alcaldesa. Es el drama que vemos venir.

Los cuatro empleos que nunca haría yo, de acuerdo a mi carácter

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Yo contra todos

Adopto el papel de imbécil con demasiada frecuencia, lo cuál provoca que gente todavía más estúpida que yo se crea más lista (es un grave error, pero es divertido verlo). Una cosa es dejar pasar estas cosas, que en el fondo soy un pacifista nato, y otra es tragarme cuentos chinos. Y con el asunto de la cultura libre, que me tiene hasta la rabadilla, pasa precisamente eso. Por un lado el Ministerio de Cultura y la SGAE y por otro los comunistas de la cultura, que es lo que son en verdad. Estoy harto de todos ellos: la mitad de sus argumentos son falsos, tremendamente falsos. Y dado que unos y otros han estrenado web para desmontar las mentiras del otro, voy a desmontar solito la mentira de los dos, a la vez, así, a lo grande. Que no digan que me quedo corto.

El Ministerio de la Incultura ha creado Siereslegalereslegal.com, con un despropósito de afirmaciones. Los otros, los comunistas sin ideas, han parodiado la plataforma con otra perla, Siereslegalcomparte.com. Y en medio de todo esto la gente de buena fe, que o cree a unos o cree a los otros, cuando no se da cuenta que tanto los primeros como los segundos manipulan que da miedo.

Por un lado, los de Siereslegalereslegal.com sueltan mentiras como que descargar música es ilegal, lo cuál es falso. Te puede parecer más justo, te puede parecer más injusto, pero que una web del gobierno suelte semejante mentira es un insulto. Sobre todo porque ellos pueden convertir esa mentira en verdad, pero no lo hacen. Tienen los elementos para ilegalizar la práctica y sin embargo insisten en mantenerla legal, pero vendiéndola como ilegal. Alucinantes nuestros políticos. La plataforma suelta más mentiras, pero dado que los de la parodia se han ocupado de desmentirlas, pasaré a descubrir las mentiras de Siereslegalcomparte.com, que se creen mucho más guays y sin embargo pecan del mismo pecado, la mentira.

La plataforma anti-plataforma publica varias perlas dignas de mención, imperdonables para quien presume de abanderar la honestidad. Quitando la razón que tienen al criticar la legalidad de las descargas o la barbaridad del canon (el primer delito en España que se paga antes de cometerlo, o sin cometerlo, a lo Minority Report), tildan de falso que las descargas gratuitas y no consentidas por el titular perjudiquen al creador. Según ellos, almas generosas del no hacer, las descargas del P2P no sólo no le son perjudiciales, sino que incluso les ayudan. Casi le tienen que dar las gracias. Y no negaré que he comprado música después de descargar canciones, pero ¿cuantos hacen lo que yo y cuantos se quedan con la versión descargada? Si las descargas benefician al creador debería ser decisión del creador, y nunca de otro. Si alguien cree que trabajar gratis le beneficiará en su futura carrera que lo decida él, pero que no le obliguen a ello y menos bajo pretextos de que le es provechoso, cuando ni siquiera le han preguntado.
Dicen también que las descargas no perjudican a la cultura. Verdad a medias, o mentira, como prefieran: porque el creador de verdad seguirá creando, le paguen o no, pero de esta falta de ingresos se verá mermada su capacidad de difusión. Si un creador no vende no firma con una discográfica o editorial, pero es que es gracias a que estas discográficas y editoriales distribuyen por lo que nosotros tenemos archivos disponibles para descargar. El porcentaje de creadores que cuelgan directamente sus creaciones en internet es ínfimo: y por favor, que dejen los ejemplos de Neil Gaiman o Radiohead, que sacaron sus trabajos gratis. Son personas que no tienen que pagar una hipoteca, y se pueden permitir el lujo de experimentos (por no mencionar la publicidad). El creador de tu barrio no se las puede dar de esnob, y si publicase sus trabajos en la red posiblemente ni te enterases.
Dios mío, esto está llegando demasiado lejos. Por no dar la razón a la SGAE, que es de darle de comer aparte, se la estamos dando a unos comunistas de la incultura que son el extremo opuesto. Unos que nos quieren cobrar de más, y otros que no quieren pagar nada (o preguntaros, en todo esto, qué proponen que hagan los mismos escritores para ganarse los garbanzos). Por favor, un poco de sentido común. Los extremos no son buenos, pero en esto de la cultura libre no veo a nadie en el centro.

El peor final de una serie

Puede que ya quedase traumado con el final de Alfred J. Kwak, y que el piso vacío de FRIENDS quede guardado en mi retina, pero ver hoy el de El castigo, la miniserie-película de Antena 3, me ha dejado marcado y estoy dispuesto hasta hacerme un tag, porque esto tiene que haber dejado secuelas.

Por los anuncios tenía buena pinta. Ayer se me olvidó ver la primera parte y me lo he tragado esta tarde por la web de Antena 3, para reengancharme esta tarde. Primero, que tenía la sensación de que las tres horas se podían resumir en media. Segundo, que al guión le faltaba mucha canela (que el chico saliese del túnel con las manos ensagrentadas, y te pasases los dos capítulos preguntándote a quién había matado; por no mencionar que pensaba que al cornudo lo habían metido ahí por ser gay, ya que no quería rollo con la otra, y al final era todo mucho más soso que eso). Pero el final. El final. El final. Creo que todos los que habrán visto esta noche el desenlace, y a tenor del 25% de audiencia de ayer no serán pocos, no tendrán una opinión mejor que yo.
Dios. Ha ganado por goleada el premio al peor final de serie de la historia, en España, en castellano, y en el universo entero. No necesito ver otras series para comprobarlo. Ha sido vomitivo, imposible de creer si te lo cuentan. Que nadie le busque el sentido a eso: no lo tiene. Lo menos que pueden hacer son dimitir los directivos de Antena 3, y el guionista y director que devuelva el dinero. Dios mío. Díos mío. Y lo peor es que estoy seguro de que el mismo "Díos mío" lo entonan ahora mismo millones de españoles. Díos mío.

Mi desmotivante generación (o de cómo logramos desequilibrar a la universidad privada)

Bolonia, ese gran desconocido, está metido hasta el fondo en mi universidad. Es la Universidad Pública, politizada entre los politizados. Yo, pobre de mí, apenas sé de qué trata ese nuevo plan que nos quieren meter con calzador, y por eso ni apoyo ni ataco. Veo pintadas, pancartas, sentadas y sacos de dormir. Uno de los eslóganes dice: "¿No te parece sospechoso que no te hayan dado explicaciones?", en relación a la falta de información. Pues lo mismo digo yo a los manifestantes, que tienen un cero en comunicación. El mismo cero que los mandamases.

Decían en una tertulia de televisión que los estudiantes españoles no saben de qué manifestarse, y que sólo nos viene a la cabeza el asunto del botellón. Es verdad, en parte, y siento lástima por una generación que reconozco falta de ideales. Pero los analistas políticos son también muy proclives a compararnos con los venerados franceses, tan perfectos ellos, y no dudan en deslegitimar la cutrería de Bolonia con la gloria de Mayo del 68, o Mayo Francés.
Yo, que soy un inculto redomado, he tenido que buscar a fondo qué reclamaban exactamente esos franceses. Sus pintadas, aparte de creativas, demuestran la auténtica ausencia de mensaje. Son como los discursos de Obama: cuanto más rimbombantes, más vacíos. Y no dudo que esos jóvenes disfrutasen de lo lindo con las protestas, como seguramente yo también lo hubiese hecho, pero hay que hacer un poco de retrospectiva para asumir que en verdad no reclamaban nada tangible. Sí, lograron que el conservador De Gaulle adelantase las elecciones. Pero olvidamos que De Gaulle ganó con amplia mayoría sólo un mes después. La historia siempre olvida los capítulos más divertidos.
Cuando entré a la universidad CEU hace cuatro años el rector nos felicitó por ser la promoción que estrenaba el Plan Platón, que venía a ser un proyecto piloto del inminente Bolonia. Había novedades tales como asistencia obligatoria, exámenes sorpresas y actividades cuando al profesor le entrase en gana, todo esto anunciado con una sonrisa en los labios para dejarnos como gilipollas. No sólo éramos los de Derecho, no, sino todas las carreras de la universidad. Qué cosas, que nosotros fuimos los peor parados (quizá porque éramos menos de una veintena, y eso incitaba a los profesores a cumplir con más insistencia el famoso "plan").
Platón fue, de hecho, un fracaso. Buscaban genios y muy pocos estaban dispuestos a serlo. Yo desde luego que no, y harto de exámenes que se solapaban, exámenes que no avisaban o simplemente exámenes por doquier, escribí en la biblioteca el borrador de nuestra protesta. Es de lo que más orgulloso me siento de mis tres años en el CEU. Pensé que si queríamos dar a nuestra protesta un peso suficiente, la protesta tenía que tener nombre. Todos los grandes documentos lo tienen, y el mío no iba a ser menos. Rememorando las clases de Filosofía, con ese hermano bobo de Platón que yo siempre creí el listo, titulé al texto "Carta Glaucón". Y así comenzó nuestra revuelta.
Mientras repartíamos copias de la carta (que señalaba los fallos de Platón, y proponía correcciones) nos plantábamos en exámenes y faltábamos a clases. Sorpresivamente, varios profesores nos apoyaron (y eso, en una empresa privada, es jugarse el tipo). La Carta Glaucón se hizo tan popular que hablaban en ella en otras licenciaturas, y los profesores comentaban extrañados lo rebeldes que les había salido nuestra promoción de Derecho, siempre más modosita que el resto. Ese año llevamos la voz cantante, por encima de todos los demás.
Y en la cúspide de todo esto, cuando faltamos a una clase de Penal para repartir la carta por los despachos, alguien nos avisó que teníamos que acudir inmediatamente al aula. No estábamos dispuestos, lo nuestro era una huelga seria. "Pero es que ha venido el rector". Apaga.
Perplejos, fuimos hasta nuestra clase. En el sitio del profesor se sentaba un hombre al que apenas habíamos visto en fotos, y que posiblemente nunca descienda de los cielos para tratar con estudiantes. Nosotros, lo logramos. Recuerdo cómo leyó la carta, de principio a fin, con un tono jactante. Pero ahí, mientras se reía en abierto de nuestra protesta, reconocía implícitamente lo lejos que habíamos llevado para traerlo desde su edificio hasta nuestra clase. Eso no hubiese podido negarlo ni con carcajadas.
Después, hubo cambios. Desaparecieron los exámenes sorpresa. Se relajó la asistencia. Ya no volvió a haber exámenes solapados. El rector no tuvo valor para darnos la razón a la cara, pero no le quedó más remedio que hacer ajustes a su Platón si no quería que la bomba le estallase en las manos. Fue una victoria.
Esta es la historia de la Carta Glaucón. Hay más, como mi plan para que nunca se descubriese la identidad del autor del texto o la oposición del delegado, que nunca volvió a serlo, pero lo reservaré para otro día. Hasta aquí el capítulo de hoy.

Uno de música, otro aberrante

No recuerdo quién me recomendó MGMT en este blog, pero le doy las gracias. Como YouTube no me deja pegar aquí ningún videoclip, os enlazo a dos, Time to pretend y Electric feel. Me encantan estas canciones. El concurso de recomendaciones sigue abierto. No sé cuál será el premio, pero el/la de MGMT lleva unos cuantos puntos.

Y como no todo puede ser tan bueno, aquí os traigo la aberración del día, el video de felicitación navideña de la Casa Blanca. Ojalá fuese una parodia, pero es totalmente auténtico. Desconfiaré de cualquier ser humano al que le guste algo como esto.

Google Maps

Ya he hablado del peligro del monopolio Google, y del miedo que me da la privacidad. Comentaba los riesgos de que nuestro información llegue a las peores manos, pero olvidaba que ya hay datos que están al alcance de todos: esa vista de águila de Google Maps.

No me gusta que cualquiera pueda ver el jardín de la casa de mis padres. No me gusta que una cámara pueda sobrevolar el muro de mi casa y meter el ojo allá hasta donde alcance. Es una completa violación de nuestra privacidad, puesta al alcance de todos. Hay avances tecnológicos que no sólo no me gustan, sino que los prohibiría. Adelante si alguien quiere tomar fotos por satélite, nosotros no tenemos medios para evitarlo. Pero los Estados sí deberían cuidarse de que esas imágenes nunca se publiquen. No vale todo en el progreso. No cuando nos acercamos al Gran Hermano.

Mi lengua

Quieren que lo digamos. Quieren hacernos creer que el castellano es la lengua opresora. Quieren, porque les conviene.

Los datos cambian según la fuente, y a uno nunca le queda claro qué se habla más: si el castellano o el valenciano. Pero desde el momento en que cabe la duda, queda claro que el bilingüísmo está patente en el Reino de Valencia. Nosotros, los valencianos, aceptamos esto con naturalidad, sin sectarismo, nada más que lo que le entre en gana a la Universidad de Valencia. Los catalanes, vascos, gallegos y demases se llenan la boca acusando a la capital de su falta de sensibilidad con el bilingüísmo, tratándoles de idiotas por no entender la dolencia de su lengua patria, pero mi tierra es esa piedrecilla en el zapato que deja bien claro que dos lenguas pueden convivir pacíficamente cuando hay voluntad de partes. A algunos políticos les duele que tengamos tanta legitimidad para hablar como ellos.
Y es que estoy harto: estoy harto de que los fascistas de la cuatribarrada griten a los cuatro vientos que el castellano es una opresión, que es un residuo del franquismo y que hay que fomentar la lengua propia. Hasta los huevos estoy de oírlo: ¿a qué santos el castellano, o cualquier otra lengua, es menos propia que la autóctona? Por más que insistan, tengo muy claro que el castellano es tan de Valencia como de Madrid, Ceuta y San Sebastián. ¿Quién quiere renunciar a ello? Si les dejamos, no tardarán en quitar las comunidades bilingües de los mapas de extensión del castellano. Si les dejamos, harán eso y mucho más, porque odian nuestra lengua. La odian con todo su alma, ya vivan en el corazón de Valencia, en Barcelona o Bilbao.
Y todavía hay algo que les jode más: que defendamos el bilingüísmo. Me siento muy orgulloso de que mi tierra tenga su propio idioma, con nombre propio, y que eso imprique un legado cultural que ojalá conservemos por muchos siglos más. Que yo no hable valenciano no significa que no lo defienda. Mi lengua es el castellano, y eso no me convierte en un foráneo. No por más que quieran.
Pero ni el PP podrá estarse quieto... y sigue retirando el castellano de las calles en favor del valenciano. No entienden de bilingüísmo, sólo de papeleta y de circo. La realidad social les importa un pito, como si no fuese obvio que la ciudad habla mayoritariamente castellano. Siguen cambiando nombres de calles, el papeleo de la universidad siempre estará primero en valenciano (cuando no exclusivamente) y dejaremos el terreno llano para que cuando ganen los nacionalistas, sea cuando sea, estrenen su máquina de talar. Así empezó Fraga en Galicia. Así podemos acabar nosotros.

Televisión por la mañana

Uno de los recuerdos que tengo de cuando era niño era levantarme los sábados y domingos por la mañana y correr a encender la televisión, con ese Club Disney que todo lo podía. Recuerdo vagamente su paso por La Primera, y más intensamente su temporada en TeleCinco, y era sólo ver el decorado del plató y empezar a disfrutar. Pasando por alto el hecho de que los dos presentadores estrella de esa época no envejecen (capaz pactaron con el diablo como con Mickey Mouse, no lo sé) sus reportajes eran los mejores y sus series tó fetén. Que sí Gargoyles, que si Pepper Ann, que si Douge, que si la genialísima Banda del Patio... era el matinal infantil por excelencia, y si te fijabas durante un minuto en la competencia no podías menos que llorar. Megatrix, del que han salido tantos niños perturbados (era como preferir el Cola-Cao teniendo el Nesquik: inexplicable, pero algunos lo prefieren) o aquel infumable Conciertazo de la televisión pública, que a mis diez años ya me hacía plantearme que los políticos tenían que gastar nuestros impuestos con una bazofia "cultural". Dios mío, hoy he visto que ese programa sigue existiendo y me pregunto si lo verá alguien más que las madres de los niños que están en el anfiteatro.

Hace cosa de un año, quizá menos, la señal de FlyMusic de la TDT (un buen canal, dígase) fue otorgada a Disney Channel, que por primera vez emite en abierto y de gratis. Supongo que esa noticia me hubiese entusiasmado de niño (¡todavía recuerdo el día que mi padre contrató Disney Channel en el digital, qué grande!) pero viendo lo que emiten ahora en el canal, casi que mejor de lejos. Atrás quedaron las series de mi generación, tan buenas. Ahora ven las telenovelas argentinas, que todavía me pregunto qué pintan en Disney Channel, o series tan insulsas que me hacen pensar que yo mismo habría preferido el mortificador Conciertazo. Uno se siente viejo diciendo estas cosas...

Qué cosas

Nuestro hostal de Madrid estaba en la calle Fuencarral, cerca del famoso mercado. Hubiésemos ido a cotillear, pero nos faltó tiempo. Qué curioso descubrir ahora que el mercado Fuencarral ha abierto una sucursal idéntica en Valencia, que dicen que aquí van a hacer todo lo que no les dejan en la capital y que nuestra ciudad tiene potencial y tal. No sé, pero la gente no me cree cuando digo que Valencia mola. Atrás quedaron los tiempos en los que se nos ponía por detrás de Bilbao o Sevilla. Poco a poco, se va haciendo justicia. En cinco años nos pedirán de rodillas ser la capital de España y ya puestos, de la nueva Europa. ¡Tiempo al tiempo, señores! Tiempo al tiempo.

El Árbol de la Ciencia

Llevaba años detrás de él, después de verlo como lectura obligatoria en nosequé asignatura de Periodismo. Uno tiene curiosidades, qué le vamos a hacer. El caso es que lo empecé hace poco, sin saber nada ni del argumento y con escasas nociones sobre Pío Baroja. Ahora lo digo sin ningún pudor: es una de las peores lecturas que ha llegado a mis manos en mucho tiempo. No digo que el libro no encaje con mis gustos: es que lo encuentro de poco interés y escrito con los pies. Es un juntaletras, y me da igual la fama que tenga. Como escritor me parece abominable. Mira que hay clásicos que no te gustan, pero reconoces una calidad. En esta brilla por su ausencia. De verdad: hay que estar loco para recomendar este libro. Menuda porquería. Porquería de verdad.

Posdata: para que no se diga, recomendaré una lectura reciente: Los renglones torcidos de Dios, de Torcuato Luca de Tena. La historia está a la altura del título, que me perseguía desde que en cuarto de E.S.O. la profesora del sector femenino de mi colegio se lo recomendó a las chicas (algún día tengo que hablar de mi colegio: merece una entrada y más). Hay cosas del estilo que no me acaban, pero tampoco hay que ponerse quisquilloso. Como novela me encantó.

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El Increíble Mundo de los Perros

El otro día murió Sisuji, o Usike, o como quiera Dios que se llame el gato de Dragó. Por lo visto, el tipo estaba muy encariñado con el minino, y sus reacciones fueron casi de funeral de Estado. Luego hubo otros medios que se cebaron con él, ridiculizándolo por su amor expreso al gato, y como estoy seguro que Dragó no hablaba en broma cuando decía lo mucho que lamentaba la pérdida (aunque lo pareciese, reconozcámoslo) siento lástima sólo de pensar que pudo ver o leer todas esas bromas dirigidas a su "luto gatuno". Simplemente porque al margen de que fuese un animal, era un animal que él bien quería.

Lo noto mucho en mis amigos que tienen mascota y los que no, que sólo los que hemos tenido (y perdido) podemos imaginarnos lo que significa la pérdida, por más que los otros lo consideren algo anecdótico e irrelevante. Tengo amigos que en ocasiones se burlan del perro de otra amiga, que se murió por cáncer de testículo. Y se burlan delante de ella, sin imaginar que de verdad duele. Porque ellos no lo hacen con maldad: sencillamente no consideran que la muerte de un perro sea para armar drama. Sencillamente, porque nunca han tenido un perro.
La gente dicen que sólo son animales, y por supuesto que lo son. Pero es que nosotros también lo somos, no podemos olvidarlo, y nuestros perros siempre son más cercanos que la mayoría de gente de nuestro alrededor. No por nada viven con nosotros, y les dedicamos más tiempo que a nuestros vecinos. Por supuesto que un perro no es una persona, pero aunque algunos no lo entiendan, uno siente más empatía por su perro que por el indio que murió en los atentados de hace unas semanas. Un perro no es un simple ser vivo que come y caga. Un perro da compañía. Un perro empatiza mucho más con su dueño de lo que la mayoría piensa. Un perro es una vida, y ponerla a la altura de una hormiga es una frivolidad.
Recuerdo lo mal que me sentí cuando se murió Marco. Cuando mi tío me llamó después para preguntarme las circunstancias del atropello, con total naturalidad, le respondí enfadado que tuviese más cuidado. Era, hasta entonces, la muerte más cercana de mi vida. Y por supuesto que sentí muchísima pena, y me molestaba que las personas de mi alrededor lo contemplasen como una cosa cualquiera, con el mismo dramatismo que si esa tarde llovía.
Por eso, cuando hoy leo que un experimento demuestra que los perros sienten envidia, pienso lo poco que se conoce a los perros. ¿Cuantos científicos vivirán de esta estúpida investigación? Cuando tienes dos perros y acaricias a uno, el otro le gruñe y hasta le saltará a morder. Uno no dejará que el otro se acerce al dueño a robarle cariño. Me asombra que haya idiotas que se vean en la necesidad de demostrar algo tan obvio. Los perros guardan muchísimos sentimientos. Privarles de razón deja peor al humano que al propio perro.

La imperfecta Constitución

Lo siento, lo siento. Hubiese escrito esta entrada ayer, pero la efeméride me pilló en Madrid. Cero turismo en una ciudad que ya me pide retorno, pero eso es otro asunto. La Constitución Española, la del 78, me llama ahora.


Que todos pitos y flautas con lo bien que está la Constitución, y como a mí me aburre soberanamente repetir lo que ya dicen los demás (nota mental: si un día soy presidente del gobierno, Dios no lo quiera, suprimiré los minutos de silencio y demás ejercicios de pérdida de tiempo), pues diré lo que no me gusta de la Carta Magna, lo malo malísimo, lo que nos trae de cabeza y por el camino de la amargura. Bueno, no sé si tanto, pero en un santiamén he sacado las cinco peores cosas de la Constitución. Quizá no son las peores, pero es lo que he podido en eso que me preparaba la cena. No hay nada que no haya comentado antes en este blog. De hecho, es un pupurrí de mí mismo. De mal a peor.

PRIMERO. España de las autonomías. Me parece bien que haya autonomías, aunque os aseguro que para mí no sería un drama que no existiesen, y se controlase todo desde el propio Estado. Pero bueno, están ahí y hay que sacarlas adelante de la mejor de las formas. De ahí a los excesos que hay, no. Devolvería varias competencias al Estado, empezando por la educación. Una educación de consensos, eso sí. Democracia siempre.

SEGUNDO. España laica. El laicismo (entre laico y no confesional no existe diferencia alguna, pese a que más de uno se enfrasce en características genuinas) es algo constitucional y no debemos extrañarnos cuando alguien pide que se retiren los símbolos religiosos. Que no pregunten a los ciudadanos si están a favor de las sentencias pro-laicismo: ellas sólo cumplen la ley. La pregunta, si acaso, es si estamos de acuerdo con que España sea laica. Lo es, en la teoría, que en la práctica dista mucho. Algunos ponen el grito en el cielo por un crucifijo en las aulas cuando los altos mandatarios juran (o prometen) con la Biblia delante, cuando los funales de Estado son de la Iglesia (y con Rouco, ¡añap!) y celebramos la Navidad y la Pascua como si nada, por no mencionar todas las calles dedicadas a santos o papas. ¿Donde termina el laicismo y comienza la tradición religiosa? Yo no lo sé. Pero estoy a favor de las dos: laicismo y tradición. Eso sí: si fuese por la Constitución, nada de lo que he mencionado se haría. Los políticos han sido "inconstitucionales" desde el primer día, en lo que a Iglesia y Estado se refiere. Psocialistas y Ppopulares por igual.

TERCERO. España de la resociabilización. Como me parece una temeridad presuponer la resociabilización de todos los presos, estoy a favor de la cadena perpetua (o cadena de muerte, si el reo la prefiere. Tranquilos, que lo justifico) en tres casos muy concretos: pederastas, violadores y terroristas. Quitémonos ese complejo de decir que todos se hacen buenos al pasar por la cárcel, que a los que tienen sentido común les entra la risa. Hay casos muy evidentes de personas que quieren reincidir nada más salir de prisión, y lo reconocen sin tapujos. Esos no deberían salir mientras fuesen un peligro. Gracias a nuestra Constitución, no podemos evitarlo. Pues a cambiarlo, hombre.

CUARTO. España monárquica. No es de recibo que una Constitución que prometía ser moderna, nos colase un Jefe de Estado que responde igual a rey que a figura de Belén, por lo poco que hace. Es una institución machista, en un machismo no justificado ni para 1978; es una institución hereditaria, por lo que sólo puede llegar a ella un heredero; y entre un sinfín de injusticias, es abominable que el rey sea inviolable - que no puede ser juzgado por el derecho penal, en resumen. Que si le apetece matar a ocho vedettes tocayas, nadie le podrá poner la mano encima. En fin. Desconfío de cualquier persona monárquica. Para mí es igual que si me dicen que se dejan pisotear. Tampoco me creo el cuento del "Campechano de la Transición", y aunque fuese cierto, no veo razón lógica para agradecerle su trabajo de entonces con un "premio" eterno, para él y para todos sus descendientes. Qué estupidez.

QUINTO. España y la vivienda digna. Se supone que tenemos derecho a una vivienda digna, pero es más bien un brindis al sol. Supongo que en la España del ladrillo, anteponemos la vivienda a la vida: de ahí que no importe vivir miserablemente con tal de tener un piso a nuestro nombre. Como no veo forma humana de lograr que todos tengamos una vivienda por la jeta, prefiero que quiten ese chiste de derecho de la Constitución. Por dignidad. Para no tener la impresión de que se están riendo de mí, cuando por un lado leo "derecho a vivienda digna" y por otro veo a todo el mundo ahogado a final de mes.

La frase más friki del día

Inglés, ocho y media de la noche. Somos un grupo de siete personas, a cada cuál más variopinto. Hoy hay nueva, una treintañera rollo Bridget Jones que nos hace sentir vergüenza a todos por nuestra pronunciación (especialmente a mí, que es nula. Y como dije que mi pronunciación era mala, ahora todos lo piensan. "Diles cuál es tu defecto y entonces lo verán", decía uno).

Pues bien: el ejercicio consistía en una lista de quince personas, de las cuales había que salvar siete de un desastre natural. Estaba el científico chino, el músico alemán, el cocino iraquí... y la discapacitada japonesa, de siete años. Juana y yo, de 72 y 21 años, venimos a ser los graciosetes de la clase, mal nos pese, porque hablamos por todos los demás. Y los dos, por una vez, estábamos de acuerdo en que no había que salvar a la japonesa, porque nunca iba a poder reproducirse libremente debido a su deficiencia mental. Por eso no la queríamos en la isla, para que no la violasen. Estaba yo explicando este inteligentísimo dilema cuando todos se han empezado a reir, supongo que por eso de que no debía sonar muy políticamente correcto. Ya ves. En eso la nueva, la Bridget Jones, la pronunciación perfecta, me suelta: "Ya me dirás tu dirección de Facebook para saber qué clase de contactos tienes". Qué clase de contactos esperaba no lo sé, porque por tener no tengo ni Facebook. Pero creo que se ha ganado a pulso la frase más friki del día, y supongo que ni la mitad de la clase sabía a qué se refería.
Luego ha seguido riéndose, diciendo que yo había dicho que la violarían porque "como no puede correr...". Y ahí ya no: si quieren hacer mofa de lo que digo estupendo, porque yo mismo hago muchas veces la broma, pero que sea de lo que yo digo. Nunca a base de mentiras. Juana y yo nos referíamos a una discapacidad mental, no que fuese coja, y decir lo otro es ser demagogo. Pues sí, me ha caído muy mal la nueva. Y de verdad querría entrar a su Facebook, para saber qué clase de contactos tendrá ella. Digo yo que deben ser unos perlas. Con semejante frase, ya pueden serlo.

Pekín Expréss

Lo veo y me da una envidia de narices. Pienso: "¡Ahí podría estar yo con Julián!". Qué envidia cochina me da ese viaje. Ni me pregunto cuál será el premio, la ruta ya es un trofeo en sí. Pero claro, están las cámaras. A Julián le dan igual, pero yo no soporto la sensación de ser observado, mucho menos por gente que me conoce. Quizá tendría que irme a América Latina a participar, capaz ahí sí. ¿Te apuntas, Juli? Porque ganábamos fijo. A lo mejor no nos volvíamos a dirigir la palabra en siglos. Pero que ganábamos, estate seguro.

Citas - Quién es quién

"Vives en un país durante toda tu vida, hasta que un día unos sinvergüenzas toman el poder de ese país y te encuentras sólo en un sitio extraño, sin nada"


"Vives en un país durante toda tu vida, hasta que un día unos sinvergüenzas toman el poder de ese país y te encuentras sólo en un sitio extraño, sin nada"

Si es más legítimo robar la casa a un pobre que a un rico, nos hemos vuelto locos. La primera cita  es de un judío ficticio en Cuando Hitler robó el conejo rosa. La segunda frase podría estar pronunciándola cualquiera de los millones de palestinos que sufren la tiranía de Israel. Da repelús cómo la historia se ha repetido en tan poco tiempo, y todavía peor: cómo se ha repetido en un juego de protagonistas, que los que antes eran víctimas hoy son los verdugos. Si Palestina fuese cristiana, Europa la apoyaría. Si Palestina tuviese dinero, nos escandalizaríamos al ver a gente bien vestida abandonando su hogar. Pero Palestina es musulmana y miserable. Eso merece nuestra repulsa, supongo. Mundo de hipócritas.

El maltratador es inferior; la maltratada, también

Hay que decir las cosas por su nombre: si una persona es capaz de levantar la mano una y otra vez demuestra una bajeza psicológica digna de un animal. El creerse dueño de su pareja, amo y señor.

Pero el perfil psicológico del maltratado, o más frecuente, la maltratada, no es alentador: mujeres dependientes, incapaces de reconocer los golpes. Él un animal, ella practicamente. Un maltratador no se hace sólo: necesita de la maltratada, que recibirá sus golpes estoicamente. No podemos meter a todas las mujeres en el mismo saco: se me ocurren muchas que no permitirían que les pusiesen un dedo encima, y que a la primera paliza no sé si le partirían la cara, pero desde luego no se quedarían de brazos cruzados. Siempre se habla de los hombres retrógrados que no viven en los tiempos modernos, que se creen que pueden dominar a su mujer. Yo creo que también habría que echar un vistazo a esas mujeres, que tampoco hacen el menor intento de vivir a corriente con la época y son dominadas porque se dejan dominar: sí, porque son débiles psicológicamente, porque son inferiores. Tan inferiores como ellos, y por lo tanto se complementan. Si un hombre pegase a mi hija no sólo querría tomarme la justicia por mi mano, y estaría con ella hasta el final. Pero en el fondo, sabría que en algo he fallado. No darle una educación a esa niña para que sea suficientemente fuerte, para que plante cara. La mujer que se siente inferior a su marido es definitivamente inferior, aunque no sea políticamente correcto decirlo. No es una batalla de fuerza física ni la mitad del tiempo: cuando una mujer se queda sola, y puede ir a denunciar, si no lo hace es por su debilidad mental. Porque si estas mujeres fuesen fuertes (psicológicamente, no física) habrían puesto el punto y final mucho antes. El maltratador falla en cuanto encuentra una presa más poderosa que él. Las que no, son sus débiles criaturas. Porque pregunto a las mujeres que leen este blog, ¿creéis que podriáis soportar un maltrato sin dejar la casa a los tres minutos? Quiero pensar que no. Y estaré en lo cierto.

La reina

He visto -y me ha encantado- la película de La reina. Por casualidad, cuando terminaba de cenar, acababa de empezar en la Uno. Ya me ocurrió una vez, que también por casualidad vi que la estaban echando en el mismo canal, pero cómo ya estaba empezada preferí dejarla para el futuro. El futuro es hoy. Y es muy buena.

Es una película relativamente histórica. Digo relativamente porque el telón de fondo es real, e incluso podemos recordarlo con un poco de memoria, pero inventa y recrea las relaciones puramente personales de la reina con el recién elegido Tony Blair, o con su marido, o con la reina madre. No pretende decir cómo fue la historia, o al menos yo no lo entiendo así. Simplemente imagina cómo podría haber sido, de acuerdo con los hechos objetivos de aquella semana. Muestra una reina que quiere mantener su dignidad, y cuando le piden humildad se trata en verdad de humillación. De cómo una figura tan mediática como Lady Di pudo trastocar tanto su vida, más muerta que vida, y tirar abajo un protocolo que ni siquiera se había alterado con la muerte del anterior rey. La película no vende una reina miserable, ni tampoco una santa, y juega con los grises en todos los personajes. Porque ves la película y de verdad te das cuenta que todos los personajes estaban contra las cuerdas, y sólo porque el pueblo, algo tan abstracto como el pueblo, quería algo de ellos que ellos no estaban dispuestos a dar, pero por conservar la institución no les quedaba más remedio que arrodillarse ante los tabloides, los programas del corazón y un laborista que ni siquiera se había mudado todavía a Downing Street. A la reina no había nada que le apeteciese menor que rendir tributo a la exmujer de su hijo, y sin embargo no le quedó más remedio que hacerlo. Genial el papel de la reina, el de Cheryl, Tony Blair y hasta la reina madre. Una película muy recomendable.

Y para que no se diga que este blog pierde su línea de mordiscos, una que no podéis ver: Red de mentiras. Y ya puestos, tampoco veais Quemar después de leer. Por el tráiler puede parecer una de esas películas corales tan geniales, pero os llevará al engaño. Estáis advertidos.

Sr. Chinarro

Un poco de música, que hoy no me apetece escribir.

Me encanta eso de "pudo ser un amor del montón, pero todo el montón era mío". No es su canción que más me gusta, y el videoclip es de juzgado de guardia, pero Los Carteles, Morado y G.G. Penningstone me encantan, por poner tres ejemplos.
P.D.: Cuando he entrado a YouTube en busca de videos del tal Señor Chinarro, me he encontrado con este de Valencia. El reportaje está bien, sin más, Valencia es mi ciudad y punto. Lo que me ha hecho gracia es eso de "es como un pueblo grande". Pues caray con el pueblo. Valencia tiene casi 800.000 habitantes. No serán los de México D.F., pero yo ni siquiera conozco a todos mis vecinos de bloque, como para conocer el resto de 799.999 ciudadanos.
En fin: que cuando hablo de Valencia no soy objetivo. Esta ciudad me tiene enamorado, qué le vamos a hacer. A mí, que me encanta viajar, y veo toda mi vida en Valencia.

Ediciones infantiles

Hace hace meses, creía que Mi familia y otros animales era un libro de veinte páginas. Lo recordaba de los libros de mi hermano, de esos finos que te mandan en clase de Inglés, y jamás me había planteado que se tratase de una versión resumida. Ni siquiera diría que infantil, porque el libro completo puede ser leído por cualquier niño. No: era un resumen y prou, un recorte de narices. Sólo para que los niños que aprenden inglés no tengan que leerse el libro entero de unos pocos cientos de páginas. Que existen libritos cortos de verdad es algo que no se plantean estas editoriales: lo de la tijera siempre es más divertido.

Como el problema existe también con libros en castellano, para los propios castellanoparlantes, es para tomárselo en serio. Que si El Tirant de cuarenta páginas, El Quijote en quince, El Lazarillo en nueve y así sucesivamente. Uno se pregunta si será porque no tenemos suficientes libros infantiles para nuestros niños, que tenemos que tirar de los largos y destrozarlos. Porque no sólo se destrozan los clásicos, sino también libros contemporáneos cuyos derechos de autor siguen perteneciendo a alguien. Jamás consentiría una versión así de un libro mío, y si se le pasase por la cabeza a uno de mis herederos (esos que vivirán en yates, gracias a mi bienlograda fortuna, claro) les seguiré hasta el abismo como si se tratase del cuento de Dickens. No entiendo cómo un autor puede consentir algo así: no sólo es una violación de su trabajo, relativizándolo hasta la miseria (quien resume tu novela en tan pocas páginas te está diciendo que el resto eras prescindibles) sino que está perdiendo un lector futuro, un verdadero lector de su historia, y además ese pequeño lector pierde la oportunidad de leer la historia como de verdad toca, cuando toca, sea cinco o veinte años después. Vergüenza de editores los que publican estas ediciones; vergüenza los escritores que las consienten. Fin del rabapolvo por hoy.

P.D.: A Esperanza Aguirre se le ha ido el asunto de las manos. Por el modo en que está manejando el asunto, al final creerá que el atentado iba contra ella. Pobre infeliz...

Hasta los huevos (de las campañas) de la violencia machista

Voy por el metro y me encuentro uno de esos carteles sensibleros de "¡Mamá! ¡No quiero que papá te pegue!" que hacen que me ponga de mal humor. Yo seguiré estando en contra de esa violencia (de esa y de todas) y el maltratador seguirá maltratando: todo empieza y termina con la maltratada, que es la que puede poner punto y final con una simple llamada. Creo que todos, sin excepción, queremos que un maltrato termine.

De ahí al continuo atropello mental que sufrimos día a día con esa "concienciación", hay un abismo. Quizá sea que la Ministra de Igualdad tenga que justificar su sueldo, a base de gastar nuestros impuestos, pero me abuuuuuuuuuurre ver dos asesinatos en cada telediario, dos anuncios en cada descanso y dos carteles en cada paseo. Más que en publicidad, que ya hace tiempo que se pasó de vuelta, el dinero debería irse a los juzgados para que las que ya se han atrevido a denunciar, salgan ilesas. Ahí debe ir el dinero, y no quedarse en anuncios de la tele.
Esto de la violencia machista (o de género, que todos nos entendemos: que no me salgan los pedantes a decirme que está mal dicho, que ya ha pasado un tiempo) no sólo golpea todos los derechos de la mujer, sino que la parafernalia que envuelve todo su entorno se ha intoxicado de sus miserias. De modo que el novio de la mujer que dice ser maltratada es automáticamente un maltratador, y al cuerno la presunción de inocencia de nuestra Constitución, y más de una víbora se ha aprovechado de ésto. Haberlas haylas, sólo hay que encontrarlas.
Hace meses salió un proyecto de ley (o ya era ley, no recuerdo) por el que todas las inmigrantes ilegales que denunciasen un maltrato, se beneficiarían automáticamente de la suspensión de repatriación hasta que se celebrase el juicio. En mi mente calenturienta se me ocurrió enseguida la de extranjeras que fingirán maltrato (y peor aún: señalarán a un hombre totalmente inocente) para poder retrasar su extradición, y finalmente, quedarse en España. Es horrible, pero la ley invita a ello. Cuando tu situación es desesperada (y hablamos de personas que se han jugado la vida para venir aquí) denunciar un maltrato es lo de menos. Quien caiga por delante, cosa suya.
Hay dos tipos de maltrato: el físico y el psicológico. El psicológico es totalmente paritario, y sin embargo nadie habla de los maltratados. ¿Qué pasa, que ellas no tienen boca? Considerarlas inútiles para maltratar psicológicamente es bastante machista, pero las feministas de pancarte nunca fueron muy listas. E igual esa ley de violencia de género, que ya he criticado por activa y por pasiva en este blog, porque sólo apoya a la mujer atacada por un hombre, y que los gilipollas de turno siguen defendiendo porque "es que hay muy pocas mujeres que peguen a sus maridos".
Espero que esa gente no sea la misma que defiende el matrimonio de homosexuales, "porque aunque sean menos tienen los mismos derechos" (eso decían, cuando la derecha aseguraba que sólo se iban a casar cuatro gatos; que son una minoría). Pues qué lástima que sólo entiendan de unas minorías y no de todas. Qué lástima que todo acabe siendo fachada. Violencia machista no. Populismo, aprovechándose de la violencia machista, mucho menos.

Chávez

Leyendo las noticias de los detractores españoles, que vienen a ser todos, me da la impresión que no saben cómo reconocer que Chávez ha ganado, y escriben titulares y notas que o te conoces la situación del país a la perfección, o te queda un empastre mental de aúpa. Todo por no admitir que le ha ido bien, aunque no perfecto. Le ha ido bien. Si los enemigos son así de ambiguos, no quiero saber cómo lo estarán disfrutando los defensores. Mal vamos si Chávez triunfa. Pero es la democracia, qué le vamos a hacer. Dejaré su fracaso constitucional como uno de los diez momentos de mayor satisfacción del año. Disfruté mucho ese día, la verdad. Muchísimo.

Vida universitaria (cuatro años después)

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Este año Franco no ha muerto

Será que estoy en la parra, pero esta semana ha sido el aniversario de la muerte de Franco y no me he enterado, salvo por una pequeña mención de Zapatero en la que decía algo así como que era un buen dato que el franquismo caiga en el olvido: pues ha sido el único tipo que me lo ha recordado esta semana, oiga. Menuda contradicción.

He visto este video y me ha dado un repelús de caramba. Lo bien que estamos en la democracia, caray... y hoy, que le preguntaba a mi madre por el franquismo (soy un niño muy interesado cuando me pongo, lo juro; no hay nada más divertido que escuchar versiones de la historia) me contaba que ella, mujer soltera, ya pudo votar en un referéndum casi al final del franquismo, pero durante el franquismo (el de la sucesión real, ese). Que no se pasen con la memoria histórica: estos atisbos de igualdad, aunque escasos, siguen siendo historia.

Digo

¿Y a mí qué más me da quién es el jefe de prensa del nuevo gobierno de Obama? ¿De verdad puede ser eso portada en España? Basta preguntarse si conocíamos algo del jefe de prensa de Bush. Pues así de simple.

¿Y a mí qué más me da que el responsable de justicia sea el primer negro de la historia? Pensaba que ya habíamos terminado con esos títulares, después de que Obama alcanzase el puesto más alto de todos.
Ay, prensa pueril...

Gilipollas y rarito

Si fuese un esnob, diría que mis viñetas son existencialistas. Cómo no lo soy, son viñetas sin gracia y punto.



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No sabes nada de mí

Una amiga mía tiene un blog que conocemos cuatro gatos. De carne y hueso, nos limitamos a dos. Lo guarda como un secreto y no entiendo la razón. Ayer (¿o anteayer? llevo unos días que no sé dónde vivo) hablamos de ello y me dijo que no lo decía para que no le juzgasen de friki, y hablamos de amigos suyos que le conocen desde hace años, y seguramente no pensarían nada de eso. Cosas suyas, supongo, pero cada cuál tenemos nuestras cosas. Ella no dice que tiene un blog, yo no firmo con mi nombre en el mío. Somos un circo.

La otra razón que me daba es que no quería que le catalogasen políticamente, que la gente es muy rápida para poner etiquetas. Cierto que sí, pero creo que a mí me importa un pito si me consideran de izquierdas que de derechas. Más bien, me divierte saber dónde me catalogan. O mejor: por qué, porque ahí comienzan los titubeos. Me trae sin igual dónde me encasillen, y todavía más: me trae sin igual si alguien considera que tener un blog es una frikada, una rareza, una pérdida de tiempo. Hay personas que presumen de no perder tiempo en Internet en cosas de éstas, pero miro sus vidas y contemplo una existencia dedicada al estudio y prou. Casi podrían ser monjes de clausura. Hay que divertirse un poco, de mil formas, y no tener tiempo para el ocio más que digno de admiración es merecedor de lástima. Pero lo dicen como si el resto fuésemos gilipollas, y nosotros, calladitos que más guapos, miramos al otro lado porque no vamos a comenzar una batalla dialéctica en la que Troya será lo de menos. Si es que en el fondo soy un conciliador, digan lo que digan: me gusta la polémica, pero no que la gente se enfade. La gente enfadada es desagradable, y que lo digan.
Otro me decía que mi blog era algo así como mi intimidad. En realidad creo que si en algo he sido escueto, es en mi vida privada. Lo que para mí es privado es privado y punto, ahora y hace un año. Lo que sabéis de mí es nada, en realidad. Será mejor así.
En fin: que cada uno se quede con su copla, que yo me quedaré con la mía. No digo de qué blog se trata, o ésta me cortará los huevos. Qué 

Txe, Txe, Txeroki

Hoy he pasado de largo por una comisaría de la policía local. He visto de reojo uno de esos carteles de los etarras más buscados, y qué gustirritín al ver una equis de permanente sobre el careto del gran Txeroki. Ala, uno menos. Lástima que eso significa uno más, pero bueno. Por hoy un brindis, ya fregaremos los vasos mañana.


Los de Pachá Valencia se han copiado esa idea de discoteca argentina de sortear un aumento de pecho entre los asistentes a la fiesta. A ver cuanto tardan las asociaciones de la mujer en abrir la boca: en lo que a mí respecta pueden estar bien calladas, todas. Hasta que no lleven a juicio a cualquier discoteca por dejarles entrar gratis (a diferencia de a los hombres), para mí no tienen credibilidad alguna en lo que al mundo de la noche se refiere. Así que valgan todos los implantes de silicona que quieran. Quien quiera acusar de machismo que primero denuncie por las diferencias de sexos en las entradas de discoteca, que hasta entonces no tendrá derecho a levantar la voz. Es inexplicable que exista semejante desigualdad, y todavía no he visto a Bibíana Aído ni nadie pronunciarse al respecto.

Qué mal sienta abandonar un libro

Da pena abandonar un libro cuando no es malo. Pero es que a veces no necesita ser malo, simplemente es que no te atrapa, que pasas páginas con indiferencia. Me sabe mal porque tenía curiosidad con Bolaño y voy a tener que abandonar Los detectives salvajes bien avanzada la historia, que por otra parte parece que no avanzará nunca. Tendría que apuntar todos los libros que abandono. Este año recuerdo Trampa 22 o Los pilares de la Tierra, por poner dos ejemplos. Pero también hay libros que me apasionan, oye, que no se trata de poner siempre a caldo los libros.

Así que para esos que dicen que sólo menciono los que no me gustan, aquí va una recomendación reciente: Opiniones de un payaso. Porque por el título me parecía un libro horrendo, pero tuve que tomarlo en un momento en que se habían agotado las provisiones. Posiblemente la mayor sorpresa de los últimos meses, porque de ese libro que no esperaba absolutamente nada bueno.
Adéu, Bolaño. Quizá te doy otra oportunidad con 2666, y juro por todos los santos que Oprah no tiene nada que ver.

Asiduos

Recuerdo una chica, no diré de dónde, que cada lunes nos contaba lo borracha que se había puesto el fin de semana. Era sistemático, semana tras semana. Fingía una vergüenza que ninguno nos creíamos, pero no le llevábamos la contraria porque a fin de cuentas lo mucho que bebiese o dejase de beber no era asunto nuestro. Nos importaba un pito.

Luego, cuando te la encontrabas en las verbenas de Fallas, te la encontrabas naturalmente borracha. O lo fingía, me es igual. Y a la vuelta de las vacaciones, y me ocurrió varios años (y me seguirá ocurriendo, no cabe duda) me preguntaba dónde había estado en Fallas, que no me había visto (como si Valencia fuese un metro cuadrado, y como si Valencia no estuviese superpoblada esos días). Entonces le decías que sí le habías visto, y ella te decía que iba tan borracha que ni se acordaba. Nota mental: a la próxima le digo que no la vi, y punto.
No es la única. Conozco otras personas a las que me da vergüenza ver de fiesta, porque siempre están borrachas. Es lamentable. Que una cosa es beber y otra cosa es emborracharse por inercia. Y peor aún: regodearse de ello, como si una noche sin borrachera no fuese una noche aprovechada. Hace poco me presentaban a un chaval como el alma de la fiesta, la simpatía andante. Después de un rato comprobando que era un auténtico muermo, pedí explicaciones: "no, es que todavía no ha bebido. Espérate a que lo haga, es la leche". Ahí es cuando yo cierro la persiana.
No necesito emborracharme para pasármelo bien. Ni siquiera necesito beber para pasármelo bien, y por eso, si bebo, sólo pido algo que me vaya a gustar. Todavía me acuerdo eso en Ámsterdam, cuando yo quería comprar algo que nos gustase y Limix algo que subiese. Cada cuál con sus preferencias. Debo tener un subidón diario, porque no tengo necesidad biológica de ponerme caldo. La gente que no me conoce me apunta como el primero que se ha puesto borracho, cuando es posible que no haya probado ni una gota. Eso sí que es grave. Sólo que si me conociesen a las doce de la mañana, con la misma conducta, no pensarían lo mismo. Mientras tanto a venerar a los borrachos asiduos. Después de todo, ellos son los que traen la alegría a la fiesta. ¿No era así?

En estos tiempos de crisis, cuando el inmobilismo coagula cualquier proyecto nuevo, lo único que nos queda es ser más listos que la adversidad.

Lanzamiento previsto para mediados de Diciembre. La idea es buena. Siempre es una aventura empezar de cero en internet, pero nada es imposible cuando cuentas con experiencia y voluntad. Ya tengo el primer fichaje para este proyecto, el que más me importaba. Ahora a pensar y pensar, crear y crear. Estaba claro que tarde o temprano iba a acabar volviendo a estos ruedos. La cosa está en no parar. Iniciativa, que no falte.

Mecaguenlaputaunadetrásdeotra

En eso que intentaba instalarme el firmware 2.0 del iPod Touch (sin pagar, obviamente) algo hice mal que se me borraron todas las canciones. Más de 2.000. ODIO ESTE MUNDO.

El otro día, en Viena, Eme estuvo a punto de descargarse toda mi música a su ordenador. En ese momento no había internet para bajarse el SharePod, y luego lo olvidamos. Ahora tendría una copia de seguridad. Lo único que tengo es la música del iPod de hace un año, la del Nano. Claro que es la de hace un año... ¿y todo lo que he conocido este año? ¿Todos los grupos, las canciones, que nunca recordaré y no volveré a escuchar?
ODIO ESTE MUNDO creado por Steve Jobbs, con sus malditas actualizaciones siempre lucrativas. No os imagináis el cabreo que llevo ahora mismo. Y menos mal que era sólo música.

P.D.: Si alguien me averigua cómo actualizar al 2.0 (que lo triste es que todavía no lo he logrado) que me lo diga, por favor, porque con versiones anteriores no funciona el Safari en la Universidad.

De porqué mi voto SÍ fue útil

Me encanta que mi padre diga que UPyD le quitó votos al PP, cuando todavía no hay estudio que haya demostrado a quién hizo más daño: si a Zapatero o Rajoy. Sirve de prueba que quitó muchos votos de los dos sitios, que hubo mucho votante descontento entre ppopulares y psocialistas.

Y todavía me gusta más cuando mi padre me dice que tiré mi voto. Sí, voté a UPyD con su Rosa Díez. Y voté no para que fuera presidenta del gobierno (no creo que hubiese nadie tan disparatado) sino para tener representación en el Congreso. De modo que quien votó a Rajoy para que fuese presidente fracasó más que yo, que voté para que tuviese escaño.
Un inciso: realmente mi voto no sirvió para el Congreso. El escaño de la provincia de Valencia no se cubrió, culpa de una fórmula electoral demoniaca que todavía espero que de la Vega cumpla su compromiso de revisar (dijo eso, que no se me olvida). Pero para mí UPyD no tiene un escaño, no. Tiene más de 300.000 votos, más que PNV, y apenas acababa de nacer. Eso es lo que importa. Y ese voto, si no para escaño, sirve para hacer ruido. Cierro el inciso.
Dado que el Partido Popular de Rajoy ha perdido el norte, y ya lo había perdido antes de las elecciones, me hubiese sentido frustrado de votarles. Gracias a Dios que lo que llevamos de legislatura Zapatero está cumpliendo su compromiso de pactos, y no lo de antes cuando los nacionalistas con cuatro votos decidieron mucho más que el PP. Igualmente no quise votar al PSOE porque desapruebo muchas de sus decisiones, más las ad hoc que las de programa, y no sé qué tiene que ver el PSC con ellos a fecha de hoy. Para mí son dos partidos independientes, que no hablan claro sobre nacionalismo.
Voté a Rosa Díez porque era lo menos malo; no lo menos malo, sino porque me parecía bueno: y no estoy de acuerdo con muchas de sus opiniones, pero creo que el votante de UPyD (el de Marzo de 2008, no ha habido otra) tiene que ser crítico por naturaleza, ya que con ellos no cabe ser del partido por tradición. Se la tilda de traidora, cuando yo habría hecho lo mismo que ella (y cualquier persona con principios firmes) o de socialista, cosa que no tiene nada de malo. Creo que en su caso, sus apodos la definen estupendamente. De hecho, creo que PSOE y PP debería replantearse cómo insultarla, porque sólo la están subiendo a las alturas. Por eso que cada vez tiene más apoyos, y no será por falta de censuras.
No sé a quién votaré en las próximas elecciones, que serán las del parlamento europeo. De partida son unas elecciones que no me gustan: yo quiero un partido europeo, no un partido español con presencia europea, pero supongo que podré sobrevivir a ello. Es imposible decidir qué votaré cuando ningún partido ha presentado sus programas, y sólo UPyD su candidato (Sosa Wagner, de toda la vida). Pero como las europeas, por desgracia, no son sino una extensión de las políticas de cada partido para su nación, hoy por hoy mi voto sería para los mismos. Ninguno ha conseguido hacerme cambiar el voto, y mira que no soy nada sectario ni me importaría votar a Zapatero que a Rajoy. Quién sabe en el futuro. A quien me negaría a votar, por razones obvias, sería a Gallardón (del que ahora se dice, y yo no me había enterado, que podría ir de candidato del PP por las europeas de 2009). No le votaré porque eso sería alejarlo de España. Y el PP necesita un candidato como él. Que sus seguidores no se emocionen: enviarlo a Bruselas puede ser el peor favor de su vida.
Y ahora, el motivo de esta entrada. El video me ha hecho gracia (más en su primera mitad que en su segunda, pero bueno). Es del aniversario de UPyD, pero más que reportaje es una historieta de guión. Ahí va.


Tres hechos, mezclados

Hecho Primero: Hace cuatro años y medio, cuando Zapatero no esperaba ganar las elecciones ni en sus mejores sueños, prometió en una de esas propuestas a la desesperada que un tercio de las asignaturas se impartirían en inglés.

Hecho Segundo: El gobierno de Zapatero creó hace un año la asignatura de Educación para la Ciudadanía, pese a las críticas de la oposición.
Hecho Tercero: La Generalitat Valenciana imparte la asignatura, sí, pero lo hace en inglés.

Cualquier persona no partidista que leyese los tres enunciados pensaría que Zapatero y los suyos estarán dando palmas. "Ya que nosotros no cumplimos nuestras promesas electorales, siempre estará la oposición para hacer lo que nosotros prometimos". Pues no. Están que trinan. No sé en qué mundo vivimos que vemos estas cosas con naturalidad: el PSOE quería dar un tercio de las asignaturas en inglés y nunca lo hizo, pese a ganar las elecciones. Y ahora que el PP del Reino de Valencia imparte UNA asignatura (ni seis ni diez) en inglés, se echan las manos a la cabeza. Son todos un atajo de impresentables.

De la asignatura ya hablé. A mí no me parece mal, el problema está en la libertad que se toman algunas editoriales. ¿Pero acaso no se leían burradas en los libros de Historia, y nadie decía nada? Igualmente extendería sus contenidos: no sólo cosas de la discriminación, que están muy bien, sino también de lo que necesita saber cualquier ciudadano de a pie: desde cómo hacer un huevo frito hasta rellenar la declaración de renta, pasando por educación sexual. Luego ves en la tele a la Vanessa que se cree que si lo hace haciendo el pino no se va a preñar, y te suena todo a chiste de telecomedia. Pero cuando subes al metro, y escuchas cada conversación, te preguntas porqué no ponen Barrio Sésamo en el prime time. Más de un Jonathan se quedaba hasta la medianoche tomando apuntes.

Hannah no quiere vivir

Mirad. Lo que es de sentido común es de sentido común. Se nota cuando un país es de república bananera cuando una noticia, una simple noticia de un caso en concreto, puede cambiar la conciencia sobre un asunto mucho más trascendente. Ocurrió hace un mes cuando nació el primer niño "a pedido" de su hermano enfermo, donde sólo la Iglesia tuvo los santos cojones de decir lo que era una verdad a voces: que se habían matado otras vidas para salvar la del primero. Puedes estar más a favor, puedes estar más en contra: pero ver un bebé de ocho días con su hermano enfermo terminal al lado no puede hacer templar tus principios. A mí, por lo menos, no me los cambia. Que el hermano mayor merece vivir en una obviedad indiscutible, y todos queremos que así sea. Pero que no intenten callar la voz de los que somos críticos con ciertas técnicas. No porque al bebecito se le caiga la baba, y la foto familiar sea lo más tierno de la pantalla. No.

Y hoy, con Hannah Jones. La niña, con leucemia, posa en su camita rosa mientras pide una muerte digna. A sus doce años, cuidado. Y los médicos, que tienen un corazón de oro (por lo valioso, no por lo duro) no pueden resistir la lagrimita y admiten su petición. Tan tierno que estoy a punto de ponerme a repartir hostias, porque siento vergüenza por sus padres y por sus doctores (la niña, como niña, no tiene más culpa que el de ser niña; bastante tiene la pobre). No es concebible que un niño de doce años que mata, que incluso es capaz de violar, no sea responsable de lo que hace; y que sin embargo, admitamos que una niña de doce años pueda ser responsable de su propia vida, hasta el punto de ser una autoridad incluso frente a sus padres. No podemos quitar toda responsabilidad a un menor que hace daño a los demás, y quedarnos de brazos cruzados con un menor que quiere morir en vez de aceptar un transplante. Aquí hay dos debates de fondo, o sólo uno en realidad: o los menores son auténticamente responsables, o no lo son, pero no sólo podemos hacernos eco de las historias sensibleras e ignorar una realidad social que es la de jóvenes de hasta diecisiete años que son capaces de todo sin pagar nada. Si admitimos la autoridad de un niño para decidir sobre su propia vida, significa que también tiene criterio y razocinio cuando se trata de la vida de los demás (¡qué menos! ¿no?).
No siempre. La vida de Hannah no puede depender de Hannah, eso sólo en una república bananera. Y hay que tener narices para decirlo, porque en días así todos están con la lagrimita a punto después de verla padecer en la televisión. Lo que es de sentido común es de sentido común, en el presente y dentro de dos meses, cuando se olviden las imágenes. Su vida la decidirán sus padres y sus médicos, o así debería ocurrir en un país decente. Y en cuanto a las almas que delinquen desde su menor edad, que no me pillen a mí de Ministro de Justicia. Ibamos a terminar con más de una juerga. Con semejantes leyes, que permiten que cualquier menor haga lo que le sale del pirrolo, ¿cómo no íbamos a tener satisfechas a las mafias, que saben que no tienen que ir más lejos que a la puerta de un colegio para encontrar sus peones?

Estadísticas de Crónicas Salemitas

Tras "instalar" Google Analytics en este blog puedo sacar las primeras estadísticas, del 11 de Octubre al 10 de Noviembre (lo dicho: estadísticas de UN MES). La primera referencia que tengo de la gente que se pasa por aquí, a leer y responder paparruchadas:


El blog ha tenido 5.519 visitas, con 2.001 visitantes únicos y un promedio de unos 130 visitantes únicos al día.

España es el país que más visita en blog, con 3.441 visitas (siempre hablando del periodo entre el 11 de Octubre y el 10 de Noviembre, insisto). Después México con 718, Argentina 275, Chile 237 y así hasta treinta y nueve países. De los que sólo hay una visita no digo nada, que suena a que eran usuarios perdidos por la red (Portugal, Jordania, Marruecos...), pero hay países de los que se me visita con un poco de asuididad, señal de que tengo algún lector por esos lares: Finlandia, Italia, Francia, Austria y Reino Unido suena a bastión de becados ERASMUS (en Reino Unido, de hecho, me siguen con inusitada frecuencia desde distintos puntos del país); también desde América Latina (Guatemala, El Salvador, Paraguay, Nicaragua, Puerto Rico, Bolivia, República Dominicana, un Brasil que entiende mi castellano, Panamá, Costa Rica, Uruguay, Ecuador, Perú, Venezuela y Colombia, de menos a más). También hay que tener en cuenta los cada vez más hispanos Estados Unidos, con visitas desde treces Estados distintos (y saludos a California y Florida, donde son más fieles a este blog). Luego están los países que me han cogido por sorpresa, de los que nunca hubiese esperado lectores (y que repiten), como es el caso de Japón.

Por ciudades, la cosa no es menos curiosa. Me siguen muchos más madrileños que valencianos (y eso que yo me miro el ombligo de una forma descomunal), más valencianos que barceloneses y más barceloneses que sevillanos. San Cristobal de la Laguna está en el puesto 38 de ciudades. Para quien sea tan burro de ignorarlo, San Cristobal de la Laguna es conocida popularmente como La Laguna, es una ciudad y un municipio canario perteneciente a la provincia de Santa Cruz de Tenerife (España). Esta ciudad fue capital de la isla en tiempos anteriores; actualmente la capital es Santa Cruz de Tenerife. ¡ESO LO SABE TODO EL MUNDO! Qué lectores tan multiculturales. Saludos a todos. Aprovechad esta entrada para decir desde donde escribís, a ver si salen las cuentas.

Mapamundi aparte, son interesantes los orígenes de las visitas: la mayoría entra directamente, escribiendo la url en el explorador, y los segundos por Google. Luego hay un torrente que llega desde una web llamada HarryLatino.com, a la que he entrado y mola cantidubi, luego de LauraGallego.com (una que escribe juvenil, nada importante) y en cuarto lugar un gran número de blogs.

Entre los que llegan a mi blog usando buscadores como Google o Yahoo!, son curiosas sus búsquedas: 581 llegaron por "cronicas salemitas", 128 por "crónicas salemitas" (benditos gramáticos) y 64 por "cronicassalemitas". Luego los hay que buscaron "Hombre con criterio", "significado de bonzo", "gilipolleces" y hasta "belen esteban". Nada que no me haya ganado a pulso.

Hablando de contenidos, el artículo de El grupo más famoso de la historia es el que más éxito ha tenido (¡qué decepción!). Luego el de Aleluya. El hecho de que llamasen a comentar contribuyó al elevado número de visitas. Entre las secciones que más os animan, primero está Relatos, luego Literatura y en tercer lugar Música (me han dicho varias personas que sólo hablo de los libros que no me gustan. Voy a tener que mirarme eso).

Y eso. Muchos numeritos y más estadísticas, pero nada interesante. ¿Cada cuanto entras al blog? ¿Qué tipo de artículos son los que más te interesan? ¿Desde que país y ciudad entras? ¿Por qué ibas a responder a esta entrada, si nunca antes has comentado? ¿Por qué Zapatero quiere ir a una cumbre internacional, si no sabe más que cuatro palabras en inglés ¿Por qué, por qué?

Sinsentidos de un lugar pantanoso

La Santísima Trinidad es un invento funesto que hace perder credibilidad a la Iglesia, que se ha sacado de la manga demasiadas cosas que no se mencionan en la Biblia (véase el sacramento de la confirmación, al que me opongo radicalmente). El del tres en uno, cual oferta del Carrefour, me sorprende especialmente. ¿A quién se le ocurrió eso, y quién tenía detrás para aplaudirle? Los curas de mi colegio no podían explicarlo, y siempre recurrían a la fe. Hubiese sido más sencillo reconocer que la Iglesia metió la gamba al respecto y que Jesús puede ser perfectamente Hijo de Dios, sin necesidad de que sea Él mismo. ¿Y por qué iba a serlo? Si Jesús era Dios, lo hubiese dicho y punto. Pero no lo dijo, que lo sepan. Menudas tonterías para rellenar concilios.

Ala, hasta aquí mi crítica religiosa del día. Los cristianos se quitarían un peso de encima si no tuviesen que explicar el misterio de la Santísima Trinidad. El misterio se lo han inventado ellos mismos, que la religión puede seguir funcionando sin meterse en semejante berenjenal. Sólo servirá para que los ateos se burlen de ellos.

La Revolución Cultural

Ocurrirá, tarde o temprano.

La Revolución Cultural está por llegar. No sé ni cómo ni cuándo, pero estaremos todos aquí para presenciarla. Y es una revolución urgente, necesitada, que tiene la tarea de demostrar al mundo que la cultura se crea sola, y no cuando un artista se propone crearla. La cultura es vida, más que nunca. No es la conversación de café de una secta de culturetas.
Me apena la forma con la que algunos abanderan la cultura. Por eso quiero que las cosas cambien. Personas que se creen cultas, que a veces lo son, pero que cometen el error de creerse dueños y señores de todo cuanto es importante. Ellos ponen los requisitos, y han creado un sistema que ¡JÁ!, presumen de anti-sistemas. Odian la crítica hasta que la crítica están con ellos. Entonces la veneran. Son perritos falderos que citan a Proust y repudian a Rowling. Ignoran las libertades individuales y posiblemente no hayan leído a ninguno. No entienden de gustos menos limitados que los suyos. Son sectarios, y de qué manera, y se juntan en comunas donde ponen de patas arriba todo lo que ya estaba de patas arriba antes de que ellos llegasen. En realidad, y aunque no lo sepan, la última generación de culturetas no ha aportado absolutamente nada a la cultura. Son ceros a la izquierda, y si por ellos fuera no existiría nada más que ellos mismos.
Por eso merecemos una Revolución Cultural, que ponga los puntos sobre las íes a todos estos cantamañanas viperinos que se creían líderes de un movimiento que no pasará a la historia. Son las sombras de la oscuridad, que en efectos prácticos es igual a nada. Y creo firmemente en que la nueva generación cultural estará libre de cadenas, que amará todo y respetará todo, y no entenderá de los prejuicios de los anteriores. La próxima generación cultural creará cultura sin saberlo, y defenderá lo viejo sin menospreciar lo nuevo. Será una generación sin pretensiones, humilde y variopinta, y llevarán la voz cantante por un tiempo.
Hasta que llegue la nueva generación de culturetas, burdos inútiles, que se las ingeniará para destruir su trabajo y devolvernos a la cultura llana. Desconfiad SIEMPRE de los intelectuales asociados. Y quién habla más de lo que sabe no sabe cuando debe dejar de hablar. Tampoco creáis en asociaciones de creadores; miedo me dan esas conversaciones en cafés históricos. Quien conciba la literatura sin entretenimiento, y sólo como retórica, ha perdido completamente el rumbo. Admiradlos y perderéis.

Ahora sí: la entrada sobre Barack Obama, o de cómo un negro (que no lo es tanto) llega a la Casa Blanca

Muy hasta el final, creí que Hillary sería la candidata demócrata. Supongo que lo creía yo, ella y millones de personas. Después de todo, era la apuesta segura. Y no, menudo es el destino, que un desconocido (para nosotros, y para la mayoría del electorado estadounidense) se coló en su carrera y acabó con el puesto deseado.

Luego fue la lucha contra McCain. Su victoria parecía cada vez más segura, aunque siempre estaba la incertidumbre de las encuentas. Hasta el día de las elecciones, nada.
Luego estuve yo en Viena, en un apartamento Erasmus, leyendo las noticias en el iPod y desencajándome al leer que algunos Estados ya habían empezado las votaciones. "¿Cómo? ¿Que no es el domingo?". Era ese día, pero yo ni me acordaba. Líos de los viajes. Casualmente, ese día llevaba mi camiseta cool-cantamañanas de Obama: no es una camiseta de apoyo, sino de diseño. Igual que quien lleva al Ché Guevara.
Por último, Obama ganó las elecciones. El resto, es literalmente Historia.

No me gusta hablar de lo que no sé. La gente se llena la boca con la ultraderecha republicana y el socialismo demócrata, pero las cosas no tienen nada que ver con eso. En realidad, y aunque cueste reconocerlo, son unos partidos extremadamente parecidos. Todavía lo son más a nivel internacional, por lo que en lo que respecta a España, poco notaremos el cambio. Sí, lo habrá, pero que nadie espere revoluciones. Los demócratas y republicanos son mucho más parecidos al Partido Popular que al PSOE, por más que Zapatero insista en convertirlo en socialista. Esa es la prueba: ni un demócrata consiente que le llamen socialista. Más claro, agua.
No espero grandes cosas de Obama, quizá por eso estoy tranquilo. Creo, de verdad, que puede ser un buen presidente. El hecho de no tener tanta experiencia no importa tanto, cuando hay inteligencia y ganas de hacer. Menos preparado estaba Zapatero cuando llegó a presidente, y algo ha mejorado en estos más de cuatro años. Lo que me preocupa es que la gente le exija demasiado, cuando Obama es humano y no va a poder darles el paraíso terrenal. Obama ya no es un presidente, es un símbolo. Y los símbolos son armas de doble filo, y cuanto más confías en ellos más hondas son las decepciones. Sospecho que estaremos todos muy cerca de lo que ocurra con este hombre. Estados Unidos sigue abanderando el capitalismo, y no entiende de socialismo. La crisis necesitará intervencionismo, y espero que no se lo pongan difícil. Lo que haga él nos afecta a todos.
Inevitablemente, su color de piel es noticia. Es noticia porque a fecha de hoy, eso lo que hace su logro algo verdaderamente histórico: después de todo iba a haber un nuevo presidente esta semana, eso no iba a ser noticia. Pero que un mulato, aparentemente negro, sea capaz que lograr El Puesto es digno de mención en las enciclopedias de los próximos siglos. Me alegra por su comunidad, que ha sido tan discriminada en el "país de las libertades", y por otros sectores discriminados, que verán esto como una oportunidad de progreso. De verdad me alegro. La discriminación que sufrieron y sufren los negros estadounidenses logra enervarme. Si hubiese vivido allí, no hubiese podido consentirlo. En Creencias erróneas podría dedicar la entrada a contar que Obama no sólo tiene sangre blanca en las venas, sino que su propia madre era blanca. Sin embargo supongo que eso ya será bien sabido por todos (no por mí, que no he podido tragarme todos los reportajes televisivos intensivos como hubiese ocurrido en otras circunstancias, de estar en casa). Sin embargo, la próxima entrada de Creencias erróneas también irá de presidentes de Estados Unidos. Próximamente.

P.D.: Por Viena bien, que ya sé que si no lo digo alguien preguntará. Hay M&Ms Crispy en cada kiosko. Luego la gente no me cree cuando cuento que en una tienda de tres pisos dedicada a los M&Ms, la M&Ms World de Nueva York, no había esta variedad entre todos sus productos. Pero es cierto, qué le vamos a hacer. Nunca invento nada. Puedo bromear, pero no invento. ¿Para qué iba a hacerlo?

Obama ganó

Y ya os daré mi opinión cuando vuelva a España.

Huele a que Obama gana, pero desde que creí que Rajoy y Pla ganaban ya no doy nada por seguro. En Viena uno se pierde el circo mediático. Ah, eso, que estoy en Austria. Soy el amigo cumplidor de una Erasmus.

Divorcios

El divorcio me parece un invento estupendo, sobre todo cuando no hay hijos. Pero si los hay, y los padres no se quieren (si sólo uno de ellos no quiere al otro) no le veo el problema. Lo malo está en cuanto surgen las confrontaciones, y los picapleitos, y la mala sangre para hacer de algo humano algo desagradable. Pero el divorcio, el divorcio en sí, es un invento imprescindible.

Partiendo del hecho que creo que el matrimonio es tremendamente complicado, y que eso del "para siempre" me suena a premonoción, el derecho a poder concluirlo cuando creas conveniente me parece lógico y natural. No entiendo porqué ibas a seguir con alguien a quien no quieres. Y todavía entiendo menos porqué algunos prohibirían los divorcios, o que directamente no los reconozcan. El año pasado estudié Derecho Canónico, que biene a ser el derecho de la Iglesia de Roma (una asignatura muy interesante, de verdad), y nuestro profesor era además uno de los "protectores del vínculo" en la diócesis de Valencia. En otras palabras: que si tú quieres la anulación sacramental (esto en términos religiosos, que nada tienen que ver con los estatales) él sería el que pondría todo su empeño en evitarlo. Porque es su papel, Defensor del Vínculo. Da igual que tu mujer te ponga los cuernos, que se niegue a tener hijos o que no te dirija la palabra desde hace ocho años. El defensor del vínculo buscará cualquier cosa para evitar vuestra anulación sacramental, por muy obvio que sea que lo merezcas. Y eso, lo siento por mi profesor (que era una excelente persona, pero en esto me resultaba gravemente equivocado) es repugnante. Gracias a Dios que el Estado no comprende la figura del Fiscal-defensor-del-vínculo, o mal nos iría.
Todo esto viene porque ayer me contaban el caso de un divorcio, en el que la madre provoca que la niña tenga aversión a su padre. Supongo que estos casos son mucho más escasos de lo que nosotros conocemos, y por mi experiencia personal mis amigos con padres divorciados mantienen buena relación con todos. Justo me viene ahora a la cabeza el caso de un chico, en Primaria, que nos contaba entre sollozos (tengo la imagen clavada en la retina: era el patio aporticado de Escolapios, y él estaba apoyado en una columna) que su padre se había ido "con una pelirroja". Seguramente su madre tenía mucho que ver con ese descorazón.
Pero lo que me parece absolutamente repulsivo es que los divorcios en los que no hay hijos se exijan dinero entre sí, ya sea el Beatle que Madonna. ¿Qué se ha creído esa gente, que reclaman millonadas a sus exparejas? ¿Cómo se pueden mirar en el espejo sin sentir asco? Es algo indigno, y a una persona trabajadora jamás se le debería ocurrir pedir un duro. No tengo especial preferencia por los gananciales o la separación de bienes, pero imagino que los tribunales de Valencia van a ahorrarse muchos pleitos desde que la Generalitad impusiese por defecto el sistema de separación, hace sólo un año. La gente, cuando se rompe su pareja, se vuelve especialmente psicópata. Si alguien a quien quiero se fuese a divorciar, le trataría de disuadir de que exigiese nada. Se puede entender en madres que dejaron su trabajo por cuidar a sus hijos. Pero no cuando una vez sus hijos se hicieron mayores, siguieron dedicando las mañanas a jugar al bridge.

Benimaclet

A medio minuto de mi casa (o cinco, porque los semáforos de Primado Reig son eteeeeeernos) se encuentra Benimaclet, un barrio de la ciudad que hasta ayer, como quien dice, era un pueblo independiente. Y han pasado ya unos cuantos años desde su integración a la ciudad, décadas, y pese a todo sigue teniendo eso tan especial que lo convierte en un sitio exclusivo - o, definitivamente, en un barrio de los de siempre.

Siempre he tenido Benimaclet a mano, y sin embargo he vivido a espaldas de él. Viviendo en el extremo de mi propio barrio, podría haber convertido Benimaclet en el mío. Practicamente vivo en la frontera. Y sin embargo, mi vida, mi todo, está en Pla del Real (que es en realidad un distrito, pero dejémoslo así: nadie llama a Pla del Real por Pla del Real. Nadie le llama de ninguna forma, de hecho). Benimaclet siempre ha estado al lado, pero como al acecho. Benimaclet, del mismo modo, no es el mismo hoy que ayer. Ha sufrido una transformación gloriosa de la que mucho tiene que ver la alcaldesa. Benimaclet es hoy día un barrio en el que me gustaría vivir, yo, que estoy tan feliz en el mío. En realidad no me movería ni dos calles, aunque fuesen dos barrios distintos (y a la vez, tan diferenciados: Primado Reig, para quien conozca Valencia o mi zona, es una avenida que separa drásticamente dos partes de la ciudad. Lo mismo ocurre en otros tantos sitios).
Supongo que empecé a sentir curiosidad por Benimaclet cuando pasé a la universidad. Tenía que usar su parada de metro, igualmente, y me introducía en el barrio aunque fuese sólo por una manzana. Luego, con el tiempo, conocí tal restaurante. Más tarde, Eme me llevó a aquella horrible representación poética que sin embargo me descubrió la comunidad artística que existe en el lugar; y lo mismo con la comercial, que está tan organizada y autoprotegida. No sé cómo ha ocurrido, pero los tres últimos fines de semana acabé la noche en Benimaclet, y las tres veces fueron con tres grupos distintos de amigos. Es un barrio desconocido y por conocer. Me encanta ir andando a la universidad por sus calles, y conocer nuevos sitios. Hoy también vuelvo a Benimaclet, pero será, cómo no, a probar un sitio nuevo. Son infinitas las opciones. ¿Por qué nos ocurre que no vemos lo que tenemos más cerca? Benimaclet rules. Y esperad, porque lo mejor está por venir: por fin he encontrado una biblioteca pública cerca de mi casa, y fue buscando en Google "biblioteca pública de Benimaclet". He alucinado y disfrutado revisando los libros de su archivo. Ya me imagino cuales son los primeros que voy a sacar, en cuanto me haga el carné. Qué bien viene en tiempos de crisis, cuando ya ni te planteas comprar un tapa dura. Ni loco.

P.D.: Tiembla, Alboraya. El pueblo de la horchata sólo se separa de Valencia por una rotonda. Qué poco le quedará por integrarse en la ciudad como un día lo hizo Benimaclet, que los de Google Street View les han incluido en la ruta. Antes ellos que Londres o Berlín, no está nada mal. En fin. Un homenaje a un barrio de Valencia. En una ciudad en la que se habla tan poco de barrios, con excepción de El Carmen. De zonas sí, pero no de barrios.