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Eurovisión necesita La Casa Azul

La Casa Azul está de finalista para Eurovisión, y quizá no sea quien tenga más apoyo de Buenafuente, pero sí mola y sí podría ganar. Las canciones son chulas, animadas, inyección de positivismo y no caen en la cutrería de la mayoría de sus competidores. L-Ka también tiene su chispa, pero La Casa Azul (que me lo permitan mis gafipastis andantes) se sale.

Relato sin título

Nos abrió el tío Paco, quien acababa de encender un cigarro. Se cruzó un par de palabras con mi padre y nos mandaron al comedor. Mi padre nos siguió a las dos de cerca.
— ¿Dónde están los abuelos?
Siempre que iba a su casa, mi abuela salía a recibirnos y nos coloreaba la frente con sus besos. Mi abuelo solía estar en la mecedora, esperando nuestro abrazo. Sin embargo, esa tarde no estaban ninguno de los dos. Mi padre nos encendió la televisión y nos dijo que no hiciésemos ruido. Ni siquiera se preocupó de buscar el canal de dibujos: se marchó de la sala de estar dejándonos solas, sin ninguna explicación y con el canal de documentales casi sin sonido.
Había un silencio sepulcral, en el sentido auténtico de la expresión. Intuía que pasaba algo. Lo sospechaba por mi padre, y por mi tío, pero más por la extraña ausencia de mis abuelos. Esa era su casa y no había ni rastro de ellos. Para colmo, nos abandonaban a nuestra suerte en una habitación que sin las canciones de mi abuela, nada tenía de interesante.
Alicia, que por aquel entonces tenía cinco años, encontró algo con lo que entretenerse: un periódico del día anterior, manchado de café y con las páginas desmontadas. Sin preguntarme si quería jugar se lo llevó a un sillón y empezó a romperlas una por una, olvidándome por completo.
Enfadada como estaba, observé cómo mi padre salía de una habitación y entraba en lo que yo sabía que era la cocina. Salió al instante con un vaso de agua, volvió a la habitación, y se llevó esta vez una taza. Muerta de curiosidad, me acerqué hasta ese cuarto con la puerta entreabierta, y armándome de valor, entré para ver lo que tenía tan ocupados a los mayores.
Todavía hoy, treinta años después, tengo esa imagen grabada.
Mi abuela, en una silla junto a la cama, lloraba desconsoladamente. Nunca antes la había visto llorar, y nunca más volvería a hacerlo. Pero era lo que hacía esa vez, angustiada, con la respiración entrecortada y mirando con desesperación el anciano que estaba acostado.
Me costó reconocer a mi abuelo en ese hombre famélico e inerte. Tenía la boca abierta y desdentada, los ojos cerrados, y alguien se había preocupado de afeitarle el bigote que siempre le había sido característico. Su aspecto era cadavérico y costaba creer que el cuerpo bajo las mantas fuese el de un hombre adulto, y no el de un niño de siete años. Algo a la altura del pecho subía y bajaba con tenebrosa continuidad. Nunca sabré qué era. La respiración artificial hacía sonora su despedida, para antes o después, y yo observaba con terror lo que no creía que pudiese ocurrir nunca.
Cuando mi padre me descubrió y sacó a rastras del dormitorio, todavía vi a mi abuela acariciar con la mirada el cuerpo moribundo de su marido. Sus manos, largas y frías, que yo había visto cocinar y siempre me habían impresionado por su fuerza, oteaban el aire como si pudiesen capturar la esencia del amor de su vida, antes de que fuese demasiado tarde. Supe entonces que nada volvería a ser como antes.

No hay boicot en este blog

Es alarmante la cortina de humo de los medios con UPD. Hace poco leía un artículo extenso en EL PAÍS sobre el bipartidismo español y que debería haber una tercera opción, ¡y en toda una página no se mencionaba a UPD, que viene precisamente a eso! En el canal de elecciones de YouTube de TVE no aparecía éste partido hasta muchos días después, y eso que aparecía hasta Ciudadanos. Las altas esferas no están siendo discretas con su boicot.
Hay boicot porque hay miedo. Porque UPD quiere responder a una demanda. Una demanda clara, una gente que está harta del Zapatero de los nacionalistas y terrorismo y del Rajoy homófobo y conservador. Ayer mismo Alf me sorprendió con su sinceridad: "Yo no sé quién es Rosa Díez ni UPD", prueba de la desinformación a la que nos están sometiendo los medios.
Vengo a hablar de UPD a este blog porque ya hablan otros del PSOE y el PP. Hablo de UPD porque me ilusiona, porque son transparentes e idealistas, y porque estaba harto de no sentirme identificado con la mitad del programa de ningún partido. Hablo de UPD porque quiero responder a la pregunta de Alf, real como la vida misma.
UPD es "Unión, Progreso y Democracia", y nació el año pasado. Éstas son sus primeras elecciones y su candidata es Rosa Díez (por cierto y a quien le molen las cuotas, que no es mi caso, la primera candidata mujer a la presidencia de España). Rosa era psocialista hasta hace cuatro días y hoy sigue siendo socialista, porque es algo que todos deberíamos ser. Lo que pasa es que Rosa, natural del País Vasco, estaba hasta los mismísimos de la política de Zapatero, líder de su partido. Zapatero ha hecho barbaridades varias, como lo del Estatuto catalán, negociar con ETA (y Aznar hizo la misma barbaridad, pero no es él quien se presenta el 9 de Marzo) y tonterías como lo de la Memoria Histórica. Díez entonó de nuevo su ¡basta ya! y harta de ser el último mono en sus filas, se juntó con intelectuales varios (vease el filósofo Fernando Savater o el escritor Álvaro Pombo) y creó su propio partido, del que hoy es candidata. Se define como "trasversal" cuando le preguntan por su ala, y eso es básicamente para no situarse ni en la izquierda ni en la derecha. Como no creo en estos términos, paso del trasversalismo: el caso es que coge cosas de aquí y de allá, o resumiendo, se queda con lo mejor de cada ideología. No puede ser tan malo, ¿no?
Me gusta UPD por dos motivos: primero, porque sean buenos o malos, es positivo terminar con el bipartidismo; segundo, porque creo que sí son buenos para la política. Su programa es ambicioso pero no creo que nadie en su sano juicio no pudiese estar de acuerdo. Proponen cosas muy coherentes (nada que ver con el "Registro de poseedores de billetes de 500€" del triste Llamazares) y si se piensa, seguro que la mayoría estamos de acuerdo en lo que proponen. Coinciden en muchas cosas del programa de PSOE y PP. Os sorprenderá descubrir que al compararlos, lo que no os gusta es lo otro del programa del PSOE y PP que UPD no ha incluido. Esto es básicamente porque UPD no es nada extremista.
Alfredo: UPD va a defender los derechos sociales, va a impulsar los que todavía están en el tintero y a la vez, va a luchar por el modelo de Estado y contra los chantajes de los nacionalistas. Busca una España sin desigualdades, y ya puestos, sin complejos. No estoy afiliado a UPD, pero posiblemente le vote el próximo 9 de Marzo. Básicamente, porque tiene lo que me gusta del PSOE y lo que me gusta del PP, sin Bermejo, Zaplana, Blanco ni Acebes ni todos sus demás defectos. No entiendo cómo puede haber a quien le moleste el nacimiento de UPD. Sólo se me ocurre que temen que le quite votos a su partido. Pero si UPD le quita votos a su partido, que se pregunte el porqué.
Y para no decepcionarte, le sacaré la puntilla a UPD: son demasiado vascocentristas. Alguien debería decirles que se están presentando a unas elecciones nacionales. Pero con todo, es de lo malo lo mejor. Con creces. Espero haber respondido a tu pregunta.

Una palabra enorme

No sé qué me cuesta más: oir la palabra "amigo" o pronunciarla. Es difícil.
Se me ponen los pelos de punta si alguien que no es mi amigo se refiere a mí de ese modo. No bromeo: reacciono poniéndome tieso, y cambiando radicalmente de tema. Detesto la frivolidad con la que se usa esa palabra.
Pero también he cometido un error que ahora pago. No quise reconocer como amigos a unos que lo eran y ahora que los considero como tales, me da miedo decírselo por cómo pudiesen reaccionar. Quizá les de igual y no le den ninguna importancia al asunto. Pero para mí hay un abismo entre compañero de clase y amigo, y asusta pensar que una amistad no es correspondida. Como le decía a Eme, la vida es muy complicada. Y su respuesta ha sido clara: "más que lo será".

Móviles para Mozambique

Me quedo a cuadros cuando descubro a una conocida reuniendo móviles en desuso. Intrigado, le pregunto qué hace con tanta caja. Algunos de esos móviles son más modernos que el mío (lo cuál, dicho sea de paso, tampoco es tan extraño).
— Es que mi amiga se va a Mozambique, y nos ha dicho que necesitan móviles.
Me cagüen la mar. Ni medicinas ni comida, ni ropa ni nisiquiera juguetes. Puñeteros móviles. O tienen la lista de prioridades trastornada, o es que ya han satisfecho todas las necesidades anteriores. Digo yo que los negritos de Mozambique ya tienen agua corriente, y que sus hospitales cuentan con todo lo necesario. Que los niños tienen boli y papel en el cole y nadie va por la calle con taparrabos. Ahora sólo les falta entonar el "Connecting people", o el "Hello Moto", e ir pegando sorbitos a su café moca del Starbucks. Lo dicho: hay que ir a Mozambique. Estoy intrigado con ese país después de saber qué es lo que le piden a los que vienen de fuera. Igual usan el iPhone para buscar lagos con el GoogleMaps. Ver para creer.

Cuestión de privacidad

Es cuestión de privacidad. Los hay que se la pasan por el pito del sereno y los hay que como yo, la valoran hasta el final. Qué es objeto de privacidad y qué no no es algo que se pueda marcan inequívocamente con una ley, sino que cada cuál, con sus rarezas, debe hacérselo saber al resto. Respeto y entiendo que haya a quien no le importe dar ni su DNI por Internet, pero yo soy de los que no da ni el nombre. Cuestión de privacidad. Eso es decisión de cada uno.
Más peliaguda es la privacidad cruzada. La del correo, por ejemplo: para hacer público un e-mail (o la carta ordinaria, que no decaiga) no sólo vas a necesitar el permiso del remisor, sino también del remitente. Es que no siempre se tienen en cuenta.
Y por lo mismo, y aquí vamos a algo que se ha tomado la mala costumbre de burlar, son los sms. Cortaría los dedos a quien leyese un sms recibido en mi móvil, y no me haría ni puñetera gracia que mis amigos dejasen leer a terceros (por muy amigos que sean míos también) mensajes que les he enviado a ellos. Igual que esas conversaciones en las que no se dice explicitamente "no lo digas". No te fíes jamás de quien sin tenerte conocerte siquiera, te cuenta las intimidades de otros. No hay garantía alguna de que contigo vaya a ser más discreto.
Me contaba mi abuelo hace semanas que en Hacienda le pedían la declaración de renta para hacer contrato a la chica de servicio y que por siguiente, le den los papeles. ¿Pero en qué cabeza cabe eso? ¿A santos de qué le vas a tener que entregar a la persona que tienes contratada en casa tu propia declaración de renta? ¿Qué jefe se la da a sus empleados, o viceversa? Hacienda se pasa la privacidad por donde quiere y todavía no me explico cómo es que no tienen acceso directo a la declaración de la renta de cada individuo. Si no lo tienen ellos, me dirás tú quién lo tiene. Esto perjudica al contratante y, para variar, al contratado: al que viene de fuera, al desesperado, que ve cómo la burocracia le pone trabas idiotas para que se pelee con sus jefes y el día de conseguir los papeles esté cada vez más lejos.

Kósovo

Países que apoyan la independencia de Kósovo: Estados Unidos, Francia y Reino Unido, entre otros.
Países que no apoyan la independencia: China, Rusia y España, entre otros.
Quien viese el otro día la CNN Internacional y no conozca la situación política española, creería que nos sentimos muy atraídos por el comunismo oriental, pero nada más lejos de la realidad. Si España no quiere reconocer la independencia del Kósovo no es por apoyo a la vieja Unión Soviética, ni por ninguna simpatía por Servia, si no porque tenemos nuestro propio pastel dentro del país como para permitirnos lindezas con el extranjero. Bastaría que Zapatero aceptase la declaración de independencia unilateral del Kósovo para que los independentistas vascos y catalanes le tachasen de hipócrita. ¿Que no tiene NADA que ver una situación con la otra? Estoy con vosotros: cualquier parecido es pura coincidencia, pero es que los políticos nunca se han caracterizado por su sinceridad, sino más bien por el oportunismo.
Punto y aparte, no conozco bien la situación de Servia y Kósovo. Lo único que sé es que por primera vez, una región se ha declarado independiente sin consultar al resto del país siquiera. Eso tiene su peligro, ojito, al margen de lo que se viva dentro. Después de todo, Montenegro tuvo su propio referéndum, ¿pero quién ha decidido esto? Un exguerrillero. No, no se puede aceptar una independencia en estas condiciones. Y si España tiene sus intereses personales para no querer hacerlo, Estados Unidos también tiene los suyos para apoyarle: bases militares, una vez más. Mundo miserable, que se mueve por una rueda de males.

Barack y Hillary

Me han preguntado varias veces en las últimas semanas mi opinión sobre Barack o Hillary en las primarias. No lo sé. Para ser honesto, es un asunto que no me interesa demasiado.
Tiene su porqué: ¿cómo voy a estar preocupado por unas pre-elecciones estadounidenses cuando las propias elecciones de mi país, España, son en menos de tres semanas? La cosa está al rojo vivo y no me apetece perder ni un segundo de atención. También creo que voy a ser bastante complaciente con los resultados del 9 de Marzo: no me importará si gana Zapatero, creo que va a ganar Rajoy (soy el único que lo cree, me temo) y definitivamente, apoyo al partido de Rosa Díez, UPD. Basta de bipartidismo en España. Si uno de los dos grandes tiene que pactar con alguien, que sea con alguien de quien me pueda fiar.
Vaya, ya lo he dicho.

Fascismos actuales

Es curioso lo desfasada que está la definición de "fascismo" de la RAE. Y la ligereza con la que usan algunos estas palabras. Cada vez se aprecia más cómo el que acusa, se acusa. Y en Túnez lo vi muy claramente.
La escena es esta: medianoche en una ciudad turística del centro del país, cuatro chicos merodean por la calle. Buscan una discoteca para pasar el rato, porque el resto del grupo se ha ido a dormir. En una de esas se encuentran con un grupo de catalanes, que están de viaje de fin de carrera de periodismo. Lo que podría ser un encuentro divertido ("¡Weeee, paisanos!") se convierte en un espectáculo vergonzoso de fascismo catalán. Auténtico fascismo catalán.
De entrada, te hablan en catalán. Por mí ningún problema, porque lo entiendo. Pero cuando les respondes en castellano empiezan los problemas. "Háblame en catalán", "¿Pero es que no os enseñan catalán o qué?", "No entiendo que no hables en catalán, que es el idioma de Valencia" (por supuesto, todo esto dicho en catalán). La cosa se calienta y la gente empieza a mirar al grupo con cara de asco. Algunos se van, sulfurados, rabiosos porque oyen castellano. En una de esas viene una chica y advierte: "Soy la única del grupo que se siente española además de catalana. Soy la rara. No digáis nada si no queréis problemas".
En España se le llama facha a uno que lleva una banderita española en el cuello de la camisa, o una simple pulsera. Para mí facha no es eso. Para mí ser facha es llevar esa pulsera y además patalear al que lleva una bandera de otro lugar. No es el ser, sino el no dejar ser. Y esta chusma catalanista son producto de sus políticos, que acusan de catalanofobia al ritmo de que promueven la más carca de las españofobias.
Me odiaban por ser valenciano, y eso que a nosotros nos dicen de los países catalanes sin ningún rigor histórico. Si por nosotros montaron ese pollo y sin venir a cuento, no quiero ni pensar lo que harían con un madrileño, o un gallego, o un andaluz. Si Zapatero va a ganar, ruego a Dios que lo haga con mayoría absoluta para no tener que pactar con esta escoria. Pero no va a tener la mayoría absoluta, ni de lejos, y miedo me da lo que pueda pasar. Catalanes sí, fascistas no.

Desde Túnez

Saludos. Primer día que encuentro wifi, hoy que he llegado a la capital. Todo va relativamente bien. Mañana vuelvo y os cuento.

Túnez

Mañana partiremos a Túnez en el viaje de ecuador, y en algún momento alguien dirá (y algo me hace sospechar que seré yo...) "¡¡¡ya hemos hecho la mitad de la carrera!!!".
Enseguida nos sentiremos mayores y aquellos que hemos suspendido algo nos sentiremos un poco menos desdichados, porque estaremos retrasando el final.
Al cuerno los exámenes. Las obligaciones. Los malos rollos, la campaña electoral. Es una semana en Túnez y vamos a disfrutarla. Me llevo mi iTouch para música y pelis, pero si por una de esas hay wi-fi en el Sahara, os mandaré un saludo desde el blog. Difícil lo veo, eso sí. ¡Sed buenos!

Los videos que lo explican todo

Recuerdo lo mucho que me impactó esta escena. Alfred J. Kwak, menuda forma de empezar una serie (y del final no he encontrado el video, pero era otra perlita de dramatismo). Por cierto, la jota era de Jodokus, para los curiosos.


Y de un principio fatal de patos, a un desenlace difícil de asimilar de gnomos. La escena no empezaba aquí, sino con David despidiéndose de todos y cada uno de los animales que había curado a lo largo de la serie. Del zorro no haré comentarios (gracias que no recordaba esa parte).


Creo que estos dos son los momentos televisivos que más influyeron en mi infancia.

Cuidado con Google

Los niñatos de la informática que se pasan el día echando mierdas de Microsoft y de su monopolio deberían empezar a replantearse qué es Google en cuanto a búsquedas. No hay más que ver los ahorros que tienen como para empezar a tomarlos en serio, y sus acciones no paran de subir. No será tan poca cosa cuando Bill Gates está dispuesto a pedir el primer préstamo de su historia no por ellos, sino por competir contra ellos.
Soy ferviente defensor del Gmail y la considero una empresa muy bien hecha, pero eso no quita que Internet es el futuro, si no el presente, y que antes de que nos demos cuenta podrán hacer lo que quieran, porque tendrán el dominio absoluto de la red. Y entonces los niñatos de la informática seguirán erre que erre con que Microsoft es un demonio, cuando de Gates no quedará otra cosa que un amargo destierro en la isla de Santa Helena.

Conversación ficticia

— Llevas días sin actualizar el blog.
— Ya lo sé.
— ¿Vas a cerrarlo?
— No, no pretendo. ¿Por qué iba a cerrarlo?
— No sé, tú sabrás.
— ... ¿Que yo sabré el qué?
— Por qué ibas a cerrarlo.
— Es que no voy a cerrarlo.
— Pues... nada.
— ¡Ché, dilo!
— Nada, es que parece que últimamente pases.
— ¿Yo, paso? No, en absoluto. Pero si estoy de exámenes y además no veo nada de lo que me apetezca escribir, no me voy a obligar.
— Entiendo. ¿No lo cerrarás ahora que se vienen las elecciones?
— ¡Menuda tontería! ¿Y por qué iba a cerrar el blog porque sean elecciones? ¡Ni que yo fuese a crear opinión.
— Es evidente que no vas a crear opinión.
— ¿Entonces a qué viene eso?
— Simplemente te lo digo para que no se te vea el plumero.
— ¿Qué?
— Pues eso, que se te nota un poco.
— No se me caen los anillos por defender a Zapatero o Rajoy cuando se lo merecen, así que no creo.
— Nada, nada. ¿Vas a acabarte el cerdo agridulce?
— Tómalo. Ya no me apetece.

Indulgentes

No sé si pasa en otros países, pero siempre he pensado que en España somos bastante tolerantes con las estafas a Hacienda, robos a bancos y fraudes fiscales, siempre que no haya heridos. En ocasiones lo seguimos incluso con admiración, como olé qué tío, que se ha llevado 5.000 millones sin levantar sospecha. Y qué tonto, por no volar antes. Los políticos pueden echar pestes del dinero negro y economía sumergida, que a nosotros nos parece lo más normal del mundo. ¿Os imagináis así a los nórdicos, el ejemplo de perfección europeo? Pues claro que no. Pero es que en este continente tiene que haber de todo, ¡y a mucha honra!

De por qué Bardem debe ganar el Oscar

Porque es un tío maravilloso. No se me ocurre otro comunista que se puede ir a las Bahamas pagando un trillón por noche sin perder los principios. O que defienda el cine español pegatina en pecho y luego estando en Madrid se cague en ir a los Goya. Alguien tan especial tiene que ganar el Oscar sí o sí. ¡Tú puedes, Bardi!

En el coche

Acto 1: Los dos hermanos vuelven de la Albufera, después de comer una paella horrible y un arroz negro pasable.
Yo: ¿Me dejas coger el volante?
Ella: Eh... vale.
Yo: ¡Weee! ¡Qué bien lo hago, eh!
Ella: ...
Yo: ¿Que no lo hago bien?
Ella: No lo quería decir, pero es que vamos a cincuenta por hora y por una recta. Lo preocupante es que lo hicieses mal.


Acto 2: Los dos hermanos entran en Valencia, por la calle Jacinto Benavente. Es un tramo de dos carriles.
Yo: Los coches pasan por la izquierda... y por la derecha. ¿Por qué carril se supone que vamos?
Ella: *silencio sepulcral* ... No sé.
Yo: Con razón es la segunda vez que nos insultan...

El César y su moneda

Jesús no pensaba en cualquier cosa cuando dijo aquello de "al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Me parece una frase muy inteligente. No proponía ninguna sublevación contra el sistema político, aunque luego se demostrase que eso a los romanos les importaba un rábano. Y a los judíos.
Me gusta recordar esta frase hoy, porque parece que nuestros obispos la han olvidado. Entiendo muy bien lo que quieren decir, y están en su legítimo derecho a hacerlo, legítimo derecho como ciudadanos. Apoyo que no es lo mismo hablar que negociar, aunque tampoco me queda muy claro qué hizo Aznar exactamente. Que ha habido negociaciones está más que claro, porque si no ANV no llevaría tantos meses cobrando de las arcas del Estado. Ni de Juana se pasearía de ese modo con su fan.
Sí, puedo coincidir con estas opiniones en mayor o menor medida. Y las respeto como personas que son. Como institución, la Iglesia no puede ser tan incauta. Vale que ellos, como ciudadanos, puedan expresar su opinión. Pero entonces que las ruedas de prensa las den en su casa y sin sotana, y no en la Conferencia Episcopal. Que dejen los asuntos del César en paz, y que se dediquen a los de Dios. Lo mismo digo para los curas vascos, por descontado. Algo tendría Jesús en la cabeza cuando dijo esto.

P.D.: Ya queda menos para las elecciones. ¿Se me notará por lo que escribo? ¿Estaré intentando orientar el voto? ¿A quién votaré? ¿Ganará quien yo quiero? ¿CONSEGUIRÁ UN DIPUTADO QUIEN YO QUIERO? Todas las respuestas, el 9-M.

SGAE y cultura libre

De blog a blog, he llegado hasta un manifiesto por la liberación de la cultura libre. Me viene muy bien para hablar de algo que discutía hoy, de vuelta de la mascletà (por el aniversario del Rey Don Jaime, no es que se hayan adelantado las Fallas) con los tres cucarachos. En una de esas ha salido el tema de la SGAE, tan poco querida por Polivalente y Mr. Límix.
No seré yo quien defienda a los canonistas, en el peor sentido de la palabra, de la SGAE, pero tampoco caso con eso de que la cultura tiene que ser libre. Puede ser libre si el autor así lo quiere, pero bajo ningún caso por obligación. Porque antes de todo, la música y literatura, por ceñirnos a uno de los campos de la propiedad intelectual, son el trabajo de unas personas. No se les puede tomar el trabajo y no darles un duro. No dejan de ser trabajadores, igual que un albañil o un profesor. E igual que nos parece justo pagar al albañil por construir o al profesor por enseñar, los creadores no van a ser menos.
Punto y aparte, esto no significa que vea admisible los cánones de la SGAE. Creía que nuestro ordenamiento jurídico defendía la presunción de inocencia, pero esto es una clara presunción de culpabilidad. Hay que buscar equilibrios, y la industria buscar alternativas, pero desde luego los usuarios no somos quienes para exigir esto. En el manifiesto que vinculo más arriba, se dice:

Reivindicamos,
que acorde a los tiempos, se garantice el acceso universal y la distribución masiva, de forma libre y gratuita de todos los contenidos culturales propiedad del estado en sus fondos, bibliotecas o almacenes de depósito legal.
que la sociedad, la industria y los autores busquen un nuevo modelo de relaciones económicas que, en vez de constreñir el uso de las tecnologías de la comunicación, potencie y se aproveche de su desarrollo y multiplique sus beneficios.

O lo que es lo mismo: todo derechos para mí, y todo obligaciones para el resto. Si de verdad quieren una revolución, que empiecen por ofrecer ellos mismos las alternativas. Los músicos tienen los conciertos, pero ¿cuál podría ser la otra fuente de ingresos de un escritor? Que me la digan, por favor. Y no vale meterse en Supervivientes.

Los tedoylarazonentodo

Primer punto del manual para caerle mal a Hombre con Criterio: darle la razón todo el tiempo. Y si él busca una pega a sus propios argumentos, que se suscriban. Y cuando desmonte sus propios contraargumentos, le aplaudirán. Haga lo que haga, siempre será perfecto e ideal.
Pero estos sujetos cuyo fin en la vida es caer bien no son simples aduladores de este Hombre con Criterio: harán lo mismo se crucen con quien se crucen. Alabarán a todos y luego les pondrán verdes por la espalda. Pero cuando los tengan de cara, sonrisas y ruegos. Y muchos de esos "¡justo lo que yo digo!".
Me he propuesto un experimento con Ele: un día de estos, vamos a discutir delante de uno de estos especímenes. A ver qué hace ante semejante encrucijada. No sé por qué, pero ya me huelo que se las ingeniará para darnos la razón a los dos aunque defendamos puntos opuestos. Llevan años entrenados. Son peligrosos. Tened precaución.

Ya he hablado en este blog de los Intelectualoides, de los musicoides, hoy de los tedoylarazonentodo... no os preocupéis, que mi bestiario particular no termina aquí. Anda que no queda tela por cortar...

Año Uno d.T.

Me gustan los momentos históricos. Por algo quiero estar en Cuba cuando muera Fidel, y esperar que cualquier gaceta universitaria española me pille a la desesperada como reportero de guerra. Es mi yo suicida.
El de hoy era un momento histórico de la televisión española. No creo que haya exageración alguna en esto. Aquí Hay Tomate ha emitido su último programa y seguramente habrán batido unas audiencias de aúpa. Pero el final ha sido soso, sin mala leche, muy de despedidas y sin el "ay, ay, ay, ay, ay..." característico. Como nosotros somos tan hipócritas, ahora les criticaremos (y si no, esperad a la prensa de mañana) que les haya faltado morbo en este final. ¿No nos hemos pasado cinco años criticando sus formas, y justo el día que van a buenas les criticamos precisamente por no ser malos? De ese modo no es de extrañar que las teles nos pierdan el respeto y acaben haciendo lo que les de la gana.
Pero sí, le ha faltado gracia a este último Tomate. E Isabel Pantoja ha perdido la oportunidad de despedirse como una señora, porque creo que hoy eramos muchos los que deseábamos verla salir de su casa (que he renunciado a Sé Lo Que Hicistéis por el Tomate, y eso cuenta). Salir, decir adiós e incluso echar un rabapolvo con gracia. Ni el mermelada ni Carmen Alcayde (que comparte conmigo el gusto por hacer referencias cada diez minutos a Valencia) se hubiesen atrevido a insultarla en este día. Y con ese adiós de la tonadillera, hubiésemos tenido el minuto sensacionalista más celebrado de este 2008 apenas empezado.
Ay... son muchos los que le preguntarán a la Pantoja por qué no salió en este día... pero para cuando de explicaciones, ya será demasiado tarde. El Tomate ha acabado y ya está hecho gazpacho dentro de la trituradora. Por favor: no nos olvidemos por qué este programa era tan denigrante, o acabaremos echándolo de menos. Qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte... el Tomate ya está con Rocío.