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Brain Training

Claudio, cincuenta y cinco años, cuarto de estar de su casa. Nintento DS entre las manos:
— Cierre los ojos fuertemente —dice una voz femenina desde el interior del aparatito.
Claudio cierra fuertemente los ojos.
— Ábralos poco a poco.
Claudio los abre poco a poco.
— Mire a su izquierda.
Claudio mira a su izquierda. Ve a su esposa barriendo la cocina, mientras tatararea Mantón de manila.
— Mire la pantalla y marque los puntos negros.
Claudio mira la pantalla y marca tan rápido como puede los puntos negros.
— ¡Felicidades! Su edad mental es de...
Claudio coge aire.
— ... de treinta y cinco años.
Claudio se aplaude a sí mismo. Dentro de nada será todo un campeón en el Gilipollin Training.

Vergüenza ajena

Es una escena lamentable, un ejemplo triste de éxtasis de vergüenza ajena. Te sitúo:

Chi-Yen, la novia tailandesa de mi primo Erasmus, ha venido a España por Navidad. Es que allí no la celebran, y es una buena oportunidad para conocer Valencia y sus nuevos parientes. El caso es que el primo la trae a la cena familiar y en eso, la chica se convierte en el centro de todas las miradas. No es sólo su físico exótico, si no también que no habla ni papa de español.
En eso se pasa con el vino.
Deja de ser la Chi-Yen tímida para reclamar la atención de los otros primos.
Lo hace en inglés, claro. Ya he dicho que no sabe español.
Dice que va a imitar a Jennifer Aniston. Silencio total.
Y se pone a soltar frases en inglés, muerta de risa y fingiendo nosequé acento que a mí igual me suena al suyo de antes, con las que se cree que borda a la actriz norteamericana.
Repite el espectáculo, para quien no lo haya visto.
Su novio, qué triste, ríe con ella. ¿Dónde quedaron los príncipes, que salvaban a las doncellas de su perdición? ¡Que la salve ahora, antes de caer al abismo de la vergüenza infinita!
Chi-Yen sigue chapurreando el inglés y poniendo caras raras, moviendo la melena, y donde ella cree que vemos a la chica de Friends, el resto vemos a una tailandesa poniendo cara de mono y haciendo el ridículo de su vida.
En la vida he sentido más pena ni vergüenza ajena. Qué suerte ella, que se moría de risa.

Nochevieja

Querría saber cuantas parejas han empezado en nochevieja y cuantas han terminado. Creo que la cosa está en cincuenta cincuenta, porque vaya con la nochecita. No hay año que no siembre problemas y discusiones por cómo y dónde. Siempre le damos tremenda importancia, nos gastamos mucho dinero y al final, ¿qué pasa al final? que es una noche más. O la noche en la que te has peleado con todos tus amigos.
Feliz Nochevieja, locos.

Un cómic

Tenía muchas ganas de dibujar un cómic. Muchísimas, porque hacía años que no lo hacía. Cuando hace un par de semanas dibujé en clase La verdadera historia de La Conchi Laputa, me reencontré con el noveno arte que tantos años llevaba dejado. Por eso, hace unos días decidí hacer algo por pura diversión.
Había terminado el octavo capítulo de la historia que me tiene ocupado ahora y no tenía todavía ganas de pasar al noveno, así que me decidí por hacer un cómic de una página con la historia de uno de los personajes de la novela. Un personaje que sólo aparece mencionado, pero que en mis apuntes tenía muchos detalles. Empezó con una página y ya voy por la cuarta, lo que son más de cien viñetas (son muy comprimidas). Qué relajante es dibujar :) por más sencillos que sean los dibujos... lo echaba en falta, de verdad.

Bhutto, asesinada

Y así muere una persona en el mundo. En la era online, en un minuto te dicen que la han herido que en el siguiente ya la dan por muerta.

El mensaje del Rey

Cada Nochebuena, el rey de los impuestos nos deleita con un mensaje institucional que se ve en todas partes. Un mensaje vacío, de autobombo, de palabras huecas que no dicen nada y sueños que lo mismo da que propongo él que la cajera del Opencor. Pura palabrería que no lleva a nada.
Voto porque el mensaje de navidad lo de Letizia el año que viene, ala. Si este año, con El Jueves, los duques separa'os y el rifirafe de Chávez, el mensaje ha sido tan aburrido como los demás, nada cambiará para que por un año la cosa se vuelva más interesante. Ojalá terminemos 2008 sin corona. Si lo único que tiene que hacer en garantizar la unidad del país, no sé por qué diantres le pagamos si no ha movido un dedo con los estatutos ni referendos. Este tipo sólo sabe de impuestos e imposiciones, los que les pagamos y la vez que le colocó el Caudillo.

Eye of Tiger

Después de pasarme días tarareándola desde que ví Persépolis, no he podido evitar descargarla. El video, eso sí, es denigrante si eres uno de los cuatro protagonistas.

Desalmados

No entiendo, por más que lo intento, cómo pueden poner una mierda de multa de 600€ al hijoputa que arranca la piel a tiras a un pobre perro. Lo hace por gusto y por puro desquicie, porque sí, tiene que estar loco. O eso, o pierdo ya la fe en el ser humano.
Las penas al maltrato de animales están de broma. Y anda que no habrán reventado gatos con petardazos cuando llegan las Fallas, no pocos. A veces lees sucesos que te ponen los pelos de punta y cuando descubres qué le han hecho a los culpables, tu enfado se multiplica por dos. No me temblaría el pulso para enviar a la cárcel unos cuantos años al cabronazo que quema vivos a los caballos de su vecino por una riña con mojones. O al que se va de vacaciones y deja al perro encerrado la casa dos semanas, sin comida ni agua. A ver si la gente se empieza a concienciar. No puede ser que uno maltrate y torture animales en este país, y en cualquier otro, impúnemente. Mucho se habla últimamente de proteger el medio ambiente. ¿Pero qué sucede con los animales, lo más cercano a la naturaleza que tenemos?

Calendarios

Una vez, a unos se les ocurrió hacerse fotos desnudos para un calendario benéfico. La idea arrasó porque era original.
¿Cuantos miles de copias se han hecho desde entonces? Ya no es original, es simplón y aburrido. Ya no te impresiona, simplemente sientes vergüenza ajena. Y además, ya no usan fotógrafos profesionales, sino que con la nueva era de la tecnología cualquiera que tenga una cámara en casa puede ser Febrero 2008 saliendo de la ducha.
Es cutre, admitmámoslo. ¿Alguien ha comprado alguno de estos calendarios? Y no hablo de los Pirelli, cabecitas mías.

Primer capítulo

"Ya les he enseñado el primer capítulo y me han dicho que les ha gustado".
Ojalá pudiese hacer algo parecido. Ojalá pudiese permitirme el lujo de enseñar un adelanto para no tener que esperar un año, que se dice pronto, para escuchar la primera opinión. Un año cuanto menos, porque desde que se me ocurre una idea hasta que la doy por terminada, en los dos únicos casos en los que he terminado un relato largo, ha pasado un tanto más. Ahora mismo estoy en el séptimo/octavo capítulo de HdOP (digo séptimo/octavo porque para ser uno es excesivamente largo, error de planificación, y voy a tener que dividirlo en dos) y me queda poco menos de la mitad para terminar con el primer borrador.
El problema es que con mi modo de escribir, no me atrevo a enseñar nada hasta que siento que he terminado. Básicamente, porque reescribo mucho y por más que planeo, también improviso. Eso provoca que aunque diese por terminado el primer capítulo hace tiempo, cuando pase al segundo borrador le haré suficientes retoques como para que parezca distinto.
Pensándolo bien, esto es un poco desgraciado. Vivir en una historia que nadie va a conocer. Y con todo, insistes en vivirla. ¿Cómo decir que no existe, cuando tú la sientes más cerca y más viva que los países lejanos?

Regina Otaola

El reportero que va a Lizarza casi se puede considerar reportero de guerra. No sé cuál es la verdadera situación, pero no me pillarán allí para comprobarlo. Desde luego, el caso de este municipio vasco es cuanto menos cuestionable.
Regina Otaola es el personaje del día. Casi me atrevería a decir que es el personaje del año. Una mujer menuda y nada atractiva, pero valiente e idealista. Es la alcaldesa de Lizarza.
Partamos del hecho de que Regina (¿de dónde viene la mala costumbre de referirse a las políticas por nombre y apellido?) sólo consiguió 27 votos. Así, ni uno más. 186 votos fueron declarados nulos (a plataformas ilegalizadas, consideradas afines a ETA) y otros 142 votos fueron en blanco. En resumen, el apoyo de los lizarzarras a su alcaldesa brilló por su ausencia. Simplemente ganó gracias a que unos partidos habían sido ilegalizados y otros decidieron no presentarse.
Desde Marzo, Lizarza es noticia por amenazas de muerte, banderas de España quemadas, insultos reiterados. Hace poco, Regina anunció que quitaría el nombre de una plaza que homenajea a un etarra asesino para llamarla "Libertad". De un modo u otro, este municipio ha adquirido un protagonismo no proporcional a su población, ni de lejos.
Que Regina es valiente es innegable. Que sea justa su elección... es más debatible. No estoy a favor de que partidos políticos afines a ETA puedan presentarse, porque cobran dinero del Estado que de un modo u otro acaba financiando atentados mortales. Es de cajón. Pero también es poco democrático que una mujer con 7'6% de los votos se convierta en alcaldesa. La cosa está en que hay políticos cobardes que no tienen narices a presentarse y los hay también enfermos y envenenados por ideologías retorcidas.
No sé. Quería dedicar una entrada a Regina desde hacía tiempo. No sé si es justo que esté donde está, pero desde luego se trata de una política de una valentía envidiable. Gobernar un pueblo donde te odian a muerte, y en un sentido demasiado literal. Yo por lo menos no podría. Ahora bien, y sólo para sacar la puntilla: no veo bien que anteponga el castellano al vasco si en Lizarza el vasco es la lengua más hablada (o eso dicen). Pero eso era sólo por sacar la puntilla, nada más...

La Conchi Laputa

Estas cosas ocurren cuando conoces gente nueva: que te pueden decir lo que quieran, que te lo crees. Y si es una broma inocente, puede costar una auténtica historia con canon incluído que te perseguirá los cursos posteriores.
La de A.S.C. empezó así, un día en la cafetería, cuando apenas nos conocíamos y sin venir a cuento:
— Pues yo dejé a mi exnovia embarazada.
Miradas heladas, silencio sepulcral.
— ¡Que es coña!
— Ahhhhhhh...
Pero el tiempo entre clase y clase da para mucho. No tardamos en ponerle nombre a la exnovia, La Conchi (el "la" es obligatorio, lo siento) y hasta al crío, Frufrú. Sin saber cómo, varios profesores se enteraron del asunto (quizá tuvo que ver con que cada vez que escribían en la pizarra estaban los nombres de esos parientes lejanos escritos) y la mentira fue creciendo.
En segundo curso, Frufrú ya era un chavalín más crecidito y tuvo una hermanita, Frafrá. Nos enteramos que La Conchi tuvo un pasado de puta, y jó, pobre A.S.C., que sin comerlo ni beberlo tenía su vida escrita.
Este año nos hemos ocupado de ir más allá: dibujé el cómic de La historia de La Conchi Laputa, con todo el pasado de la trágica cerdita (creo que en homenaje a Eme, La Conchi tiene aspecto de cerdo) donde aparecen hasta sus abuelos. Puro canon. Se explicaron muchas intrigas.
Más adelante, escribí sobre el nuevo amor de A.S.C., La Deme, o María de las Demetrias Feorra. Y después, ella también tuvo su propio spin-off y hoy cuenta con canon propio. ¡Es Duquesa de Paiporta, y trabaja en el Vertedero de Massarrotjos en un experimento secreto!
La historia crece. Hay planes de seguir con la trama y es vital explicar por qué La Conchi y sus dos hijos (bueno, y el tercero que es negro) son cerdos, cuando todos los demás son humanos. Pero esto es lo que tiene la universidad: tiempo para crear. Y ya habrá para los siguientes episodios. Cuando terminemos la carrera habrá que compilar todas estas historias que parten de una inocente broma de cafetería. La Conchi Laputa, la Duquesa de Paiporta, Frafrá, Frufrú, Frofró, Cósima, Genaro y todos los demás, especialmente A.S.C., merecen conocer la verdad. Seguiremos buscándola.

Persépolis y Fase6.com

Primero quería recomendaros una web. Es Fase6.com, recomendada en clase, y donde podéis ver películas nuevas sin necesidad de descargarlas, algunas en calidad excelente. Entras y en menos de un minuto ya puedes estar disfrutando del último estreno. Flipante a dónde está llegando Internet.

No quería comentar la web (que apenas conocí hace unos días) hasta ver una película completa. Lo intenté con Diario de una niñera, pero me aburrió pasada la mitad (en cualquier caso, está con calidad perfecto, para los interesados). Ayer sí terminé una, Persépolis, una genial obra de animación con asunto político que no puede dejar indiferente a nadie. Cuando vi que la estrenaban en el cine, supe que no había amigo que se prestase a verla. Por eso ayer pude disfrutarla a gusto desde mi casa. Si podéis, echadle un vistazo.

Eso sí: que sea rápido, porque van eliminando las películas a medida que les pillan (por lo visto, muy legal no es la web...). Por eso hay que visitarla a diario y confiar en que cuelguen la última cinta que estamos deseando ver.

El rumano y el BMW

A algunos les impresiona ver rumanos conduciendo BMWs. No es que lo hayan robado (habrá de todo, como con los españoles) sino que desde que llegan a España, su obsesión es comprarse un cochazo. Y ese cochazo tiene que ser un BMW.
Malviven, ahorrando, para comprarse un sueño. Cuando por fin tienen el dinero, se van a Alemania y lo compran de segunda mano. Se vuelven y se sienten reyes, dioses del Olimpo.
Muchos lo critican.
Pero oye, todo es cuestionable. Si estos rumanos tienen por mayor aspiración en la vida conducir un BMW, no seré yo quien lo critique. Si eso les hace felices, ¿quién soy yo para decir lo contrario? Nuestra vida es una continua búsqueda por la felicidad. Si la de uno es tener un cochazo, feliz él, porque la conseguirá antes que el resto.

Relato: La Incógnita de Polifemo

— Se trata de la grandeza. De la gloria. No se puede dejar de sentir ambición en esta vida. Ser recordado por alguien más que tus hijos.
El discurso era tan hermoso, tan sincero, que los invitados no pudieron sino elogiarle y sonreír, al tiempo que volvía a sentarse en su silla presidencial.
— Estoy seguro de que lo logrará, doctor.
— El mundo entero conocerá su nombre.
— Sus palabras son muy sinceras, doctor Herrera.
El anciano, que se había vestido con sus mejores galas para el banquete, respondía a todos con cumplidos y agradecimientos. El comedor de su casa había sido especialmente decorado para la ocasión y los doce comensales que le acompañaban podían considerarse las personas más influyentes y poderosas de la ciencia en el país. Una semana atrás todos ellos habían recibido una tarjeta de invitación para conocer el mayor descubrimiento de las matemáticas del último siglo. El ambiente era feliz y festivo, salvo por la otra persona que presidía la mesa, su esposa Penélope. Sólo él advirtió su semblante serio.
El servicio retiró los platos del postre, un sabroso coulant de chocolate, y se empezó a respirar la tensión del inminente hallazgo. El doctor Herrera no podía esperar ni un segundo más y pidió a su mayordomo que le trajese su pizarra.
— Estaremos más cómodos en la habitación contigua, donde podrán seguir la explicación desde los sillones.
Hombres y mujeres se levantaron con curiosidad y se dirigieron a la otra sala, donde esperaron impacientes. La vieja Penélope se quedó de pie, detrás de todos los demás, desde donde sólo podía verle su marido. Éste se arregló el nudo de la garganta, visiblemente nervioso. Tenía setenta y cinco años y sin embargo, aquella era la noche de su vida. Había tardado mucho en llegar y no iba a dejar pasar la ocasión por nada del mundo.
— ¿Y la tiza? La tenía hace un momento en la mano.
Todos rieron, divertidos. Penélope fue a ayudarle, encontrándola en el hueco de la pared y la pizarra.
— Si no fuese por mi esposa, no sé qué haría. Soy un auténtico despistado y ella está siempre sacándome de los apuros. Pero no han venido a conocer mis defectos sino mi mayor gloria, el descubrimiento que revolucionará la ciencia.
Se produjo una exclamación muda entre los presentes. La expectación era evidente.
— Desde que los matemáticos del siglo diecinueve se enfrentaron a la Incógnita de Polifemo, nos ha sido imposible avanzar en la compensación de los dos grados que hasta ahora considerábamos imposibles. Hemos padecido un retraso considerable por no encontrar la solución, y todos ustedes habrán sufrido en alguna ocasión de sus vidas el problema de esta laguna.
Muchos asintieron, sabiendo de lo que se hablaba. La Incógnita de Polifemo, como se le llamaba, era una traba numérica para que decenas de estudios vitales no pudiesen seguir su curso.
— Pero olvídense de los retrocesos, de las investigaciones inconclusas. Muchos años de trabajo me han llevado a descubrir el Teorema de Ulises: la respuesta exacta al dichoso Polifemo. Y están ustedes aquí, en mi casa, para presenciar la demostración.
— Doctor Herrera… ¿sabe usted lo que eso significa? La Incógnita de Polifemo no ha sido resuelta por nadie desde que se planteó hace más de dos siglos. Estaría cometiendo usted una imprudencia salvaje si se equivocase en su afirmación.
— No me equivoco, caballero. Y se lo voy a demostrar.
— Hágalo si puede —le dijo el profesor Pastelli—. De ser cierta su afirmación, pasará automáticamente a la historia de los matemáticos. Su triunfo será para siempre. Si no se equivoca… hasta el Nobel podría ser suyo.
La emoción crecía por segundos. El doctor Herrera intentaba disimular sus nervios, pero llevaba toda la vida esperando ese momento. Su esposa, sin embargo, le miraba con profunda tristeza.

Durante más de cuatro horas, el matemático escribió incansablemente en las pizarras que le iban trayendo sus criados, ante la atónita y nada perecedera mirada de los invitados. Consultaba furtivamente sus papeles, auténtico tesoro, para no olvidar ningún signo o número. Olía a humo de puro y las mujeres habían salido a hablar al salón, donde no molestaban. Todas salvo Penélope, que seguía clavada en la puerta, imperturbable.
Entonces alguien interrumpió al doctor:
— Me temo que ese cálculo no es correcto. Ha hecho una conclusión errónea, doctor Herrera.
— ¿Dónde? —preguntó preocupado el profesor.
El rector de la universidad se levantó y le señaló la última operación que había resuelto. No encajaba.
— Esto no puede ser un ocho —le dijo—. Es un seis. Y si es un seis, el resultado no puede ser trescientos ocho, me temo.
El anciano consultó en sus páginas, donde había escrito el Teorema de Ulises al completo. Sus números coincidían con los de la pizarra.
— No dicen lo mismo mis apuntes.
— Calcúlelo usted mismo si cree que me equivoco, doctor.
Extrañado, el doctor Herrera repitió la operación. Se desesperó al comprobar que efectivamente, había un error. Era un error de primaria y sin embargo, un error que echaba al traste el resto de la fórmula.
— ¡Pero es imposible! —lamentó—. ¡Habré comprobado el Teorema al menos cien veces antes de hacerles venir a mi casa!
Intentó corregir el error, pero cuanto más avanzaba más equivocaciones cometía. Era una escena desesperante, al ver cómo todo se venía abajo. Las eminencias invitadas se levantaron y salieron de la habitación.
— Vuelva a llamarnos si llega a resolver la Incógnita de Polifemo. Mientras tanto, esta sociedad tiene otros asuntos que requieren atención.
— ¡Escúchenme! —imploró como un niño de cuatro años—. ¡Les aseguro que el Teorema es real, funciona!
Pero no le escuchaban. Rápidamente, todos los científicos y sus parejas salieron de la casa y subieron a sus coches, alejándose a toda prisa por la calle. El servicio, que sospechaba la tormenta que se avecinaba, corrió a esconderse a la cocina. Penélope se quedó a solas con él.
— Mi vida… mi triunfo… vuelve a irse…
— No te tortures, querido. Si Dios lo ha querido así, será por algo.
— ¿Pero qué es la vida, sino un camino tortuoso al éxito?
— La vida también puede ser amor —le dijo al oído.
— Pero yo no quiero amor. Yo quiero la gloria.
El doctor Herrera se separó de los brazos de su mujer y corrió al despacho. Ordenó que nadie le molestase. Durante dos días, trabajó a marchas forzadas para resolver la incógnita. Cuando ya estaba cerca, una vez más, se fue a dormir. Estaba satisfecho de nuevo: sólo necesitaba llamar a la sociedad y podría demostrarles que efectivamente, su Teorema de Ulises estaba en lo cierto.
Pero cuando el doctor Herrera se acostó, sin dar las buenas noches siquiera, su esposa Penélope se levantó de la cama y fue hasta el estudio. Allí, como ya había hecho otras veces, buscó las últimas páginas de los apuntes de su marido. Y con borrador y lápiz reescribió los números, sin que pudiese advertirse la manipulación, para que el doctor creyese que el descuido había sido suyo.
Una vez completada la misión, Penélope volvió sigilosamente a la cama. La vida es éxito, es gloria. Pero antes de todo, la vida es amor. Y por nada del mundo iba a renunciar a ello.

Un pueblo llamado Requena

Entro al kebab y espero a que sea mi turno. Quiero un durum para llevar. Empiezo a mirar con curiosidad a todos los sujetos del local.
Es distinta la gente de pueblo. No visten igual que los de ciudad, no hablan igual, ni siquiera parece que les preocupen las mismas cosas. Se puede salir a la calle en chándal, se puede hablar sin vocalizar ni una letra y hasta tienen un cartel en valenciano a pesar de que nadie en el pueblo lo hable. Mientras aguardaba el momento de pedir, pensaba en lo extraña que es Requena: sólo ella puede ser Ciudad de la Cultura, a pesar de no tener una mísera librería en todo el municipio. Ni cine. Sólo en Requena el horno de toda la vida, el Iranzo, se permite el lujo de tener un Telepizza en su interior: el pequeño que devora al grande. Requena, con sus subidas y bajadas, con la gente jorobada que siempre se queja del frío.
Entran al kebab nuevos clientes. Un par de chulillos, uno de ahí y otro de sudamérica, que aspiran a ser pijos y se quedan en cutres horterillas. A mi lado hay un chaval con pelo cenicero y los dientes salidos, que parece recién salido del Proyecto Hombre. Una pareja joven, que seguro han vivido toda la vida ahí, se preguntan qué van a pedir. Hay una chica de mi edad, cuyo mayor sueño sería una tarde en el Zara. Una señora mayor que grita por el móvil: "Es ese kebab no, ¡en el otro!". Un auténtico circo pueblerino, me digo, en mi arrogancia de ciudad. Todo lo veo distinto y todo me resulta peor. Mi madre es de ahí y no puedo ni imaginar cómo hubiese sido mi vida de no haberse ido. Un paleto es lo que hubiese sido. Qué aires de superioridad los míos.
Pero cuando por fin me dan mi durum de carne y salsas, digo adiós al dependiente y cuando me giro y salgo a la calle, uno a uno, todos, con una cortesía que sólo queda en los pueblos, me dicen adiós. Y se me cae el alma al suelo. Hay que vivirlo para entenderlo.

Las condiciones para que haya vida

Siempre me ha impresionado la búsqueda de planetas donde se reunan las condiciones para que exista vida. No hablo de un planeta para mudarnos cuando el nuestro habla chof, sino uno donde igual que en la Tierra, se ha podido desarrollar algo más que una piedra alisada. Sin embargo, ¿lo extraordinariamente raro no sería el hecho de que la vida se desarrollase del mismo modo en dos planetas distintos? Quiero decir: aquí hemos necesitado el aire y el agua, pero si las condiciones de vida son totalmente distintas en Manchester que a tres mil kilómetros bajo el agua en nosequé grieta del Pacífico, no sé porqué no ha podido surgir vida espontánea en un astro donde sólo hay gas y lentejas flotando. No todos los seres vivos bebemos igual. ¿Por qué nos obcecamos con que los marcianitos necesitarán una botella de Lanjarón al día? Si los hay, con toda seguridad que serán tan distintos a nosotros que no podrán sobrevivir en nuestro planeta. Podría haber vida en Venus y nosotros sin saberlo. O incluso en el Sol. ¿Que las condiciones para vivir allí son imposibles? Si te llamas humano, supongo que sí. Pero es que no estamos buscando humanos por el universo. ¿O sí?

Mis maldiciones inconscientes

Son terribles. Creo que una vez los conté todos y eran cinco. Estos son los que tengo en la cabeza:

  1. Cuando saludo a un vecino de mi edificio por mi calle, siempre me sale una sonrisa traviesa después de decir "hola". Es muy incómoda, porque parece que te ríes de esa persona cuando no es así. No hay explicación. Ocurre en el 100% de las ocasiones. No hay modo de evitarlo, ni apretando los dientes.
  2. Cuando alguien se cae, se golpea o tira algo dijo inmediatamente después "¡cuidado!". Aunque sea demasiado tarde. Me sale espontáneo.
  3. Cuando me preguntan qué tal el día, el examen, el verano, la vida o cualquier cosa, rarísima vez respondo con la pregunta educada de "¿y tú?". Cuento mi rollo y fin. Nunca me acuerdo de devolver la pregunta. El otro se queda esperando.
  4. En el momento del flash, siempre tengo la peor expresión para la foto. Y eso que una milésima antes y después parezco el hombre más atractivo del mundo (que sí, lalá).
  5. Siempre digo "buenos días" o "bon día", aunque sean las siete de la tarde. El "buenas tardes" o "bona vesprada" no entra en mi vocabulario. Jamás pienso en la hora al saludar.

Son cosas que no hago a conciencia, sino que son inevitables en mí. Como el otro día me dijo una chica maravillosa que tengo un blog de tonterías, hoy me había propuesto cubrirme de gloria :-) jejé.

"Para siempre"

Voy a parafrasear porque no tengo la cita exacta a mano. El caso es que cuando murió el primero de los dos guardias civiles hace una semana, Zapatero dijo algo así como "y el peso de la ley les caerá para siempre".
La clave está en el "para siempre".
No fueron casualidad esas dos palabras. Dijo "para siempre" no porque quedase muy imponente y serio, sino porque los etarras cometieron el asesinato en Francia. Oséase, que se les aplicará la cadena perpetua. Lo dicho: "para siempre". Y a Zapatero se le llena la boca diciéndolo.
A mí me parece fantástico que a un terrorista se le aplique la cadena perpetua; lo que me parece mal es que salgan a los cuatro días de pegar el tiro. Pero lo que me parece todavía peor es que Zapatero y compañía se llenen la boca de "principio de resociabilización", primer culpable de que esta chusma dure un santiamén en la cárcel, y luego están encantados de que Francia sí sepa imponer autoridad. ¿Qué opina exactamente el presidente sobre la cadena perpetua? ¿Por qué ni se plantea ponerla aquí -con reforma constitucional de por medio- pero en cambio parece fantástico que sí esté en el país vecino? Qué mal queda hacer este tipo de propuestas, aunque haya quedado demostrado que los etarras se dejan imponer por la ley francesa. Pero qué fácil es dejar que otros hagan lo que a tí te gustaría, pero en cambio no tienes los cojones de decirlo en voz alta.
"Para siempre". Yo me quedo con eso.

Conformismo

Hace dos semanas tuve una situación incómoda: había que hacer un trabajo para una práctica de Derecho, y me tocó un grupo con uno de mi clase y dos chicas de otro grupo que además estudia ADE. Cuando hablamos de repartirnos el trabajo, ellas hicieron una propuesta que rayaba el absurdo: su parte serían cuatro preguntas del cuestionario; nosotros dos tendríamos que hacer las otras tres y además exponer. Algo bastante injusto cuando además el cuestionario era personal, por lo que ibamos a tener que hacerlo de todas formas. En resumen: que pretendían colárnosla.
— Pero no es nada proporcional —les dije—. Esas preguntas son personales: lo único del grupo es la exposición.
— Pues nosotras no pensamos hacerla —respondió una de muy malas maneras—. Bastante trabajo tenemos con la doble licenciatura.
Ese es tu problema, no el mío, debí decirle. Si estudias dos carreras, no pretendas que haya unos pringa'os que hagan los trabajos por tí. Sin embargo me fui antes de armar escándalo. El otro chico de mi clase se quedó mediando con ellas.
Y cuando vino, nos habían engatusado la exposición.
— ¡Pero es injusto! ¡Nos han tomado por idiotas! ¿Qué derecho tienen para ponerse de ese modo?
— A mí me da igual... aunque no tengan razón, ¿qué vamos a hacer?
Conformismo contra inconformismo.
— Te aseguro que yo no voy a hacer la exposición si no me toca. Si lo tiene que hacer una persona, lo justo es hacerlo a sorteo y que le toque a uno de los cuatro.
— Ellas no van a acceder. Venga... —me decía para convencerme— lo hacemos nosotros y punto.
Pero yo no podía hacerlo así. No podía bajarme los pantalones de semejante forma. Otro compañero de clase que me conoce más decía:
— Él es así... inconformista. Yo soy conformista y haría lo mismo, tragar. ¿Qué si no?
Al final y ante la negativa de las dos listas al sorteo y del mismo de mi clase a enfrentarse, expuso mi compañero. A mí se me quedó una cara de idiota al ver cómo se habían salido con la suya, gracias a que los hay que no quieren discutir, por más justo que sea lo que proponen. Hay mil anécdotas más como estás de inconformismo, en el día a día, y al final lo único que logramos es usar distintas varas de medir para cada uno. Ninguna revolución se hubiese llevado a cabo si todos se quedasen en casa con los brazos cruzados. Qué doloroso es ser conformista... y qué problemático no serlo.

Demasiados horrores ortográficos

Hoy me ha salido en el Word una ventanita que no había visto antes, ni sabía que existía. Decía algo así como que "hay demasiados errores ortográficos para seguir corrigiéndolos. Si quiere, puede...". Resumiendo, que el Word me ha dado por perdido. Bill Gates estaba desesperado, pobre, con mis palabras extrañas y tan poco amigas del diccionario. Lo que se dice tirar la toalla, en definitiva.
No es que haya lapidado el castellano. En realidad el asunto es que el Word cuenta como error ortográfico cada nombre inventado que escribo, y como la historia ya lleva 80 páginas y más de 43.000 palabras, ha acabado por rendirse. Justo hoy he roto unos días de desesperación, porque desde el sábado no escribía nada. Ese día escribí un capítulo completo, de principio a fin, y con eso agoté la inspiración hasta hoy. Por lo menos vuelvo a cruzarme con la musa y esto sigue creciendo. Ojalá termine el primer borrador para antes de mi cumpleaños. Estoy cerca de alcanzar la mitad del plan. ¡Allá vamos! :-)

Motivación cero

Ha salido un estudio de educación que deja a España en muy mal lugar. Ahora bien: sorpresa ninguna. Entre todo lo malo, la lectura es de lo peor y aquí tampoco hay sorpresas. Teniendo en cuenta los libros que nos enviaba mi profesor de Lengua y Literatura, no es de extrañar: desde El Lazarillo de Tormes hasta La Celestina, pasando por El Quijote o Tirant Lo Blach. Nada, en resumen, que despierte la vocación del lector entre los jóvenes. Siempre veía con sana envidia las lecturas obligatorias del colegio de mi prima, el Hispano-Americano, al cuál se acusa en muchas veces de bajo nivel pero por lo menos en lectura estaban muy por encima del resto. De hecho, muchos de los libros que les enviaban me los leía yo después y me encantaban. No se trata de que aquí no tengamos literatura decente para los jóvenes. Es simplemente que nos aferramos a los clásicos y eso resulta infumable cuando tienes quince años. Actualmente reparo el daño de esos años de no aprender nada y estudio Literatura en la universidad como extra al derecho. En un día aprendo más de lo que me enseñó aquel profesor en tantos años. He leído autores de los que he buscado más bibliografía. Y por supuesto, otros que no recomendaré.
Con todo, es falso que los jóvenes no leen. Queda muy bien decirlo, pero echad un vistazo a las firmas de las Ferias del Libro... ¿quién reúne más lectores? Si es que lo incómodo es reconocer que los adultos no leen tanto como dicen.

Por la aceptación del "Nosequé"

La RAE no acepta una palabra que yo uso igual que mucha gente, "nosequé", utilizada para definir algo desconocido. "Ha dicho nosequé del gas" o "siento un nosequé en el estómago", por ejemplo. Me parece que ya ha adquirido una personalidad propia frente al "no sé qué" separado y merece su espacio en el diccionario.
Con todo, hay discusión con otras. Por ejemplo, muchos usamos "secuela" para definir la segunda parte (y las que vengan) de una película y en cambio la RAE no opina igual. O decimos acento cuando en realidad nos referimos a la tilde. Por suerte, acabo de comprobar que esta ya está aceptada.

El escritor y el que escribe

Una vez hablaba con una escritora a la que publican y por sus palabras entendí que ella no se sintió como tal hasta que le publicaron su primer libro.
— ¿Cómo que no? ¿Y qué eras hasta entonces? ¿Alguien que escribe?
Evidentemente el cúlmen es que tus historias lleguen a una librería, pero tu definición de escritor no puede ir vinculado exclusivamente a ese precepto. Porque por esa regla de tres, ¿el famoso de turno al que editan un libro es más escritor que yo? Quitando a los casposos de turno, un escritor ya es escritor desde el mismo momento en que tiene una novela lista para presentarla a una editorial. ¿Cómo va a depender de una empresa, lo que es una editorial a fin de cuentas, el que alguien sea un "escritor"? No critico su trabajo: sencillamente compran derechos de lo que consideran vendible, al margen de la calidad. Hace poco escuché la historia de uno que cogió una novela de Jane Austen, cambió los nombres de todos los personajes, y ninguna editorial se interesó en el libro. "No se ajusta a nuestro programa actual". Yo entiendo que las cosas funcionen así y ni lo desprecio ni lo critico. Pero reivindico el derecho a usar la palabra de "escritor" a cualquiera que escriba, independientemente de lo bien que lo haga. No digo que se lo ponga en su tarjeta de presentación ni de nick del messenger. Simplemente que no se deprima pensando que nunca llegará a ser escritor: desde el primer momento en que mancha el papel con tinta ya lo es. Y por lo tanto, merece todos los respetos.

Minuto de silencio

A riesgo de decir algo impopular, los minutos de silencio me parecen una tontería. Prefiero un aplauso a los héroes que un silencio por los asesinos. En cualquier caso no soy alguien de gestos, sino de hechos, y visto que cualquier hipócrita puede sumarse a estas concentraciones prefiero modos en los que reivindicar signifique actuar.

Por la misma regla de tres, no me gusta cuando se le pide a alguien que condene nosequé. Si quieres, puedes decir que lo lamentas pero con una sonrisa de oreja a oreja. Tampoco sirve para ilegalizar a nadie, ¡faltaría menos! ¿Por qué no ilegalizan de una vez a ANV, en vez de ponerse quisquillosos exigiendo la condena de algo que bien es sabido por todos que apoyan? A mí me duele que esta chusma política gane dinero de nuestros impuestos, porque con nuestros impuestos cargamos la pistola que mató a dos guardias civiles el otro día. Es estúpido Bermejo cuando juega al pilla pilla que te ilegaliza, o Rubalcaba cuando dice que "cada vez están más cerca". ¡Coño! Si de verdad están cerca será porque sabes que están haciendo algo. ¡Pues procede, narices! No te esperes a pillar con las manos en la masa porque mientras tanto lucras a una gente que mata, extorsiona, amenaza y hace la vida imposible a miles de personas. Pero ojo: no seré yo quien pida que condenen nada.
Ni al Papa que condene el franquismo. Ni a la canciller alemana por los crímenes cometidos por los nazis. Ni a España por las atrocidades de la Conquista. Que cada uno cargue con sus pecados, que los de los antepasados ya se los llevan ellos al infierno.

Daft Hands

La canción me gusta. El videoclip también (qué de juego pueden dar dos simples manos, ché). Daft hands, de Daft Punk.

De buena mañana

No son ni las ocho, me voy ya a clase y entro rápidamente a las noticias de internet para sufrir viendo cómo el SÍ se ha impuesto.
Pero ha ganado el NO. Y eso que los primeros sondeos de ayer eran pesimistas (si no te llamas Chávez, claro) y ya me temía lo peor. Dos puntualizaciones:

  1. Si lo han rechazado, significa que no ha habido fraude electoral, o al menos no tan descarado.
  2. No seré yo quien defienda al señor Chávez (huy, ¡si me parezco a Zapatero!) pero los medios informativos españoles han dado un dato para desagreditarle muy hipócrita: que con esta Constitución, el fascista quería convertirse en un mandatario perpetuo, solo porque se permite la reelección. ¿Desde cuando eso le convierte a uno en mandatario perpetuo? Porque en España tenemos precisamente relección infinita y no nos lo criticamos (que se lo digan a la alcaldesa de mi ciudad, que cualquier día de estos se pone a construir una pirámide para cuando muera). En ese punto le han desacredita con falsedad y no me ha gustado: el problema estaba en el mandato de siete años, ligeramente alargado, pero no en la reelección que es idéntico a como lo hacemos a nosotros. ¡No será por artículos para criticar, que los hay a montones, que tenían que decir precisamente eso! Me gusta la información veraz y estos medios han conseguido que algunos crean que Chávez quería un puesto vitalicio, cuando aunque posiblemente fuese cierto, lo que le ofrecia la reforma no era exactamente eso. Hay que puntualizarlo. Si le criticamos, hagámoslo bien.
  3. Estoy MUY muy contento. Ojalá el fascista reconozca su derrota y Venezuela empiece a vivir hacia la democracia y libertad. Ni socialismo del siglo veintiuno ni gaitas: pura opresión.

200

Gracias a todos: a los que entraron una vez y nunca más lo hicieron; a los que se pasan por aquí una vez por semana, a curiosear; a los que tienen el blog en favoritos y no dejan una entrada sin comentar; a los que me odiaron por algo que dije y disfrutan llevándome la contraria; a los que un día me llaman por teléfono o en una fiesta me dicen: "Oye, me gustó eso que escribiste"; a los que repentinamente recuerdan que yo publiqué nosequé y por eso ya saben lo que opino, aunque no haya salido de mis labios; a los que pensáis que escribir un blog es una pérdida de tiempo y preferís esperar horas a que es@ que os gusta se conecte al Messenger; a los que no lo consideráis un desperdicio y cuando vais por la calle y veis algo que os impacta, os decís: "Hoy publicaré una entrada sobre esto".
A todos vosotros os doy las gracias por hacer Crónicas Salemitas posible :) Ya son 200 entradas y con ganas de muchas más.

Mirándonos el ombligo

¡Terror! Chávez sigue en su papel de chulo de América y los últimos amenazados han sido los bancos españoles en el país, que dice que no le cuesta nada nacionalizarlos. Ahí queda eso. Las petroleras ya habían recibido su ultimátum y supongo que ésta no será la última perlita que suelte el líder fascista.
Pero Dios, ¡al cuerno los bancos y petroleras españolas! Son los últimos que me preocupan ahora mismo, porque no se van a morir de hambre por este energúmeno. Quienes de verdad me tienen angustiado son los venezolanos, que o bien no saben lo que votan o sufren en sus carnes como sus vecinos son definitivamente unos vendidos. Su reforma constitucional, para quien le haya echado un vistazo, es dictatorial y de un retroceso vendido como "avance" que da miedo, un recorte de libertades y abanico de imposiciones que mucho me recuerdan al fascismo del siglo XX. ¿Por qué no se hizo más ruido en España cuando el líder quitó la señal a esa televisión que tan poco le gustaba? ¿Por qué los progresistoides de turno se sienten tan identificados con el monstruo, cuando en poco se distingue del Generalísimo Franco? ¿En qué piensan los venezolanos que le votan? ¿Hay fraude electorial, o de verdad este tipo es el Salvador que esperábamos y no nos hemos dado cuenta?
Por favor, que salga el No. Que salga el No y Chávez se vaya a casa para no volver a salir. Lo suyo no es política: es totalitarismo y agresividad. Si sale el Sí, Venezuela sufrirá las consecuencias. Venezuela decide. Que escoja lo correcto.

La empresa que no me enfadaría en el caso de que me la regalasen

Ayer estábamos recogiendo la cocina cuando le pregunté a mi madre: "Si te regalasen cualquier empresa del mundo, sin importar el país ni lo que cuesta, ¿cuál querrías?". Es la clase de preguntas a las que mi madre dice "No sé" y fin de la discusión, que no le apetece echarle imaginación. Sin embargo, y que no sirva de precedente, esta vez sí dio una respuesta: "Sotheby's, la casa de subastas". Me gustó su elección.
Yo todavía no me había hecho la pregunta, pero me la hago ahora... Haré una lista rápida de empresas que no me enfadaría nada nada si me regalasen:

  • Una editorial solvente. Como se trata de ser exactos, diré... Alfaguara. Aunque no me importarían otras, me viene esta a la cabeza. Pues Alfaguara.
  • Una cadena hotelera. Ya puestos, el Ritz jujuju. Nunca he ido, pero si fuese el dueño no me podrían negar la entrada, ¿verdad? :P
  • Un medio de comunicación, o un grupo. Visto el panorama actual, difícil elección, pero honestamente me quedaría como dueño de EL MUNDO. Creo que es más fácil des-pepelizar ese diario que des-pesolizar EL PAÍS. Aunque qué retos los dos (que Polanco no se enfade por mi elección, que ya he cogido Alfaguara y eso es suyo XD).
  • En tecnologías, Google sería muy interesante.
  • No haría ascos a quien me regalase Disney. Esta opción también está guay.

Después de repaso mental, creo que la empresa que no me enfadaría en el caso de que me la regalasen sería *redoble de tambores* Disney. Y volver a las películas de animación, y poder campar a mis anchas por todos sus archivos, ir a rodajes un día sí un día también... sí, Disney. Definitivamente. ¿Qué empresa no te enfadarías en el caso de que te la regalasen a tí? Échale imaginación.

Sistemas y sistemas

No entiendo por qué llaman tránsfugas a los que siendo del PP, han votado a favor de la reprobación de la ministra Álvarez. Entiendo que algunos no estén a favor, pero me entristece que nuestro sistema obligue al pensamiento único en los partidos. Que si el rey de los psocialistas dice que el miércoles todos tienen que votar a favor del matrimonio homosexual, todos tienen que hacerlo. Que si el rey de los populares dice que el lunes todos tienen que votar en contra del Estatuto, todos lo hacen. ¿Por qué se convierte en cadáver político a aquel que opina distinto a los demás, aunque sólo sea una vez? A lo largo de una legislatura, son muchas las votaciones que se hacen en el parlamento: ir siempre con el partido no es lo más fácil cuando tienes ideas propias. Claro que este sistema y el de todo el mundo democrático es tan absurdo que no defiende las ideas propias, sino las corporativas y al cuerno lo que opine cada uno. Uno dicta el guión y los demás a pulsar a la tecla verde. ¿No sería más bonito que la gente pudiese ser diputada sin tener que afiliarse a ningún partido político? El sistema de opinar por sistema, valga la redundancia, deja mucho que desear. Aunque también, como dicen, la democracia es el menos malo de los sistemas...

De cómo cualquiera puede ser diputado (o Isabel Teruel existe y está aturdida)

Hoy en el almuerzo me han dicho que buscado "Isabel Teruel existe" en Youtube. Esto es lo que he encontrado:

Blu-Ray

Perdonad que no me entusiame porque al DVD le haya salido competidor, el Blu-Ray. Es que yo era tan idiota por creer que al DVD todavía le faltaban unos cuantos años, porque ya sabéis: no nos van a cambiar de formato tan rápido, cuando todos nosotros todavía andamos con VHS por casa. Pero vaya que si nos lo cambian, pues claro. Es la sociedad del consumismo. Cuando el último de nosotros se pase al Blu-Ray sabremos que ha llegado la hora de ir un paso más lejos. Que suba el precio de los huevos y el pollo es lo de menos.

Las 20 frases más famosas de la historia reciente de España

Es una lista divertida y lo cierto es que estoy bastante de acuerdo con la selección. Hay algunas que honestamente no recuerdo, pero tampoco se me ocurren otras a bote pronto que merezcan estar ahí. La creme de la creme:

  1. ¿Por qué no te callas? - Juan Carlos I.
  2. Manda huevos - Trillo (anda que yo también lo digo...).
  3. Siempre negativo, nunca positivo - Era el entrenador del Barça. El nombre me es igual.
  4. Quién me pone la pierna encima para que no levante cabeza - Primera edición de Gran Hermano.
  5. ¡Que te calles, Karmele! - Qué mal llevamos en este país que nos interrumpan, Deu. Y si no que se lo digan a Mariñas.
  6. España va bien - Aznar, constantemente.
  7. Peeeeeeeeedro - Una Penélope Cruz desfogada.
  8. Te lo diré en dos palabras: im-presionante - Je-sulín.
  9. ¡A la mierda! - D.E.P.

Donde manda Mortadelo

El máximo referente del cómic español (perdonadme que no use el esnobismo de "novela gráfica") es Mortadelo. Y Filemón, no le olvidemos a él. Una pareja de la T.I.A. que me aburre soberanamente. Salvo el número de la conquista de América que se publicó en el 92, creo que ningún otro me ha interesado entre todos los que he leído: no todos, por supuesto. Pero sí hay un cómic español que me encanta, y que siempre he sentido muy olvidado.

Se trata de Superlópez, Super López o SuperLópez, como queráis decirlo. Empezó como la parodia espanish de Supermán, pero hace años que adquirió personalidad propia e independiente. No me he perdido ni un sólo número y también he seguido otros trabajos del mismo autor, Jan, al que considero un genio en el dibujo y el guión.
En sus aventuras hay de todo. Hay algunos números que me han gustado especialmente: El Señor de los Chupetes, La Caja de Pandora, Hotel Pánico, El Infierno, los Cybernautas... también hay otros que no hubiese habido drama si Jan no los hubiese publicado, pero es que con cincuenta entregas, es natural que los haya mejores y peores. Con todo, es interesante ver la progresión de la trama y comprobar que después de tantos años, a Superlópez le salen canas, hay personajes que tienen hijos y decisiones que afectan a los años posteriores. De España, creo que este sería mi cómic favorito. Lo que no entiendo es por qué Mortadelo siempre ha tenido tanta fama, a mi juicio, injustificada.
P.D.: Ya os hablaré otro día de BONE. Ese cómic tiene que leerse, sin excusa.

Yo, al margen

— Qué barbaridad —dice doña Jacinta, mientras se fija en un artículo del ¡HOLA!—. Más de 80.000 mujeres consintieron el asesinato de sus hijos el año pasado. ¿Cómo se atreven...?
La señora está conmocionada. Encarni, que le está haciendo las mechas, lee por encima del hombro y replica:
— Doña Jacinta, no se confunda. Eso que lee son abortos.

Qué raro que haya un asunto de la calle en el que no tenga opinión formada, a mí, que me gusta discutirlo todo. Sin embargo, y ahora que se reabre uno de esos debates que están siempre en el aire, descubro que no puedo posicionarme con el aborto. Me parece una barbaridad dejar a decisión de unos diputados el tiempo a partir del cuál una persona se considera persona. Honestamente, creo que son vidas, y no hay ley que sepa capaz de medir la vida.
Pero también veo a chicas de mi edad que tendrían que renunciar al futuro que han planeado de quedarse embarazadas, y puedo llegar a entender que se nieguen a relacionar "aborto" con "asesinato", aunque sólo sea por limpiar sus conciencias.
Si dejase embarazada a una chica, no sé qué haría. Soy realista y no apuesto por ninguna opción, porque esa sería una situación extrema y es muy difícil imaginar nuestras reacciones cuando estamos al límite. Y como yo no he estado al límite, no me atrevo a juzgar a quien sí lo ha estado.
Es un debate peliagudo y definitivamente, estoy al margen. Me es imposible posicionarme sin separarme de la honestidad.

Malos humos

Es la misma discusión en cada comida en la facultad: los fumadores se ven en su legítimo derecho a fumar en la mesa y los no fumadores también creen que es su derecho respirar aire puro. Empieza el debate.
— Debes entender que necesito fumar. Es muy egoísta por tu parte quejarte.
— Antes todavía preguntabas si nos molestaba el humo. Ahora te lo enciendes sin miramientos, y cuidémonos de quejarnos. Lo egoísta es fumar sin importante la gente.
— ¿Me meto yo con lo que haces?
— Yo no te convierto en perjudicado pasivo de nada.
Siempre hay excusa para encenderlo. El estrés de un examen, el relajo de la comida, ya sea tapas, bocata que café, el descanso del recreo, el momento de antes de subir al coche.
— Es que me jode tener que tragarme el humo, porque además lo siento a la legua, aunque no lo vea. Es una falta de respeto para los que no fumamos.
Y mi prima, tan diplomática ella, me dice:
— No digas más: si ellos fuman, es su problema.
Pero yo no soy un conformista, qué pena, y menos cuando el problema de otros se convierte en el mío. Admiro a la gente que se atreve a decirle al de la mesa de al lado que eche el humo hacia la otra parte: yo me resigno a protestar a los que están conmigo. Pero bueno, han pasado tres años: saben perfectamente lo que opino al respecto. Pero por desgracia, los fumadores pasivos no somos ninguna motivación para que los demás dejen de fumar. Hay fumadores respetuosos, a los cuales les sigo recomendando que lo dejen, pero jode con las cuatro letras el fumador a quien le importa un comino lo que respiren los demás. Él calada tras calada, a cada cuál más egoísta, mientras te tira su humo igual que un perrito mea para marcar su territorio. Qué agradecido estoy de que ninguno de mis amigos del colegio esté enganchado al vicio: no supe de este problema hasta llegar a la universidad.

Pensar demasiado

Supongo que si me cuestiono si se puede pensar demasiado, saldrá alguno diciendo que ya lo estoy haciendo. Pero visto la facilidad con la que dicen a algunos que le damos demasiado al coco, me pregunto si eso es posible. "Demasiado". Para mí, es como si te dicen que respiras demasiado. Pensar es algo natural y no se puede parar las ideas al antojo de uno, y mucho menos al de los otros.
Todo esto viene porque escucho el comentario con demasiada frecuencia. No soy el único que se hace preguntas o que se las hace a los demás, pero eso a veces molesta. Es incómodo cuando todo lo que te interesa es el transexual de Gran Hermano o qué desgraciados somos todos, que nos han puesto un examen el Lunes. Pero aquello que va más lejos del diálogo fácil del cigarro del descanso, a algunos se les hace inadmisible. No creo que se pueda pensar mucho. Sencillamente no se deja de pensar. Lo lamentable es cuando uno apaga su cerebro y se deja arrastrar por la corriente. El peligro está en pensar demasiado poco.

Grábalo todo

Ayer vi [·REC], la española de miedo que ha salido esta semana. A mí que no me gusta pasar miedo gratuito, no me llamaba demasiado verla, pero qué cosas que acabé yendo. No es que pensase que fuese a ser mala: es que, ¿para qué quería pasar un mal rato?

Pero me moló. Ahora que se habla tanto de El Orfanato, esta otra también es española y también de miedo y no tiene nada que envidiar. Ah, sí, el presupuesto. Pero con su presupuesto, creo que le saca mucho más partido. Está bien, de verdad. Si a mí me gustó, que no soy nada forofo de este género (¿a quién le hace gracia la palabra "forofo"?) es posible que a quien le gusten los sustos la disfrute más que yo. Que oye: si había que taparse los ojos yo me los tapaba, que ya sabía lo que pasaba oyendo los gritos de la gente.
Con la nueva ley del cine, tenemos que subvencionar las películas españolas. ¿Por qué subvencionarlas? Pues porque no va nadie a verlas. ¿Por qué no va nadie? Porque son malas de solemnidad. Pues eso está genial: subvencionar el cine malo de solemnidad, malo a conciencia.
No sé dónde se ha visto que el Estado tenga que pagar las películas que se filman. Peor aún: que obligue a las televisiones privadas a subvencionarlas, o a los cines a proyectarlas, aunque nadie entre a verlas. Todas pierden dinero. ¡Pero ché! Nada de esto pasaría si hiciesen cine que interese a la gente. No son pocas las españolas que han arrasado en taquilla, y ninguna de ellas ha necesitado subvención. Todavía peor es que los españoles tengamos que pagar películas en idiomas que ni siquiera son el castellano, porque se podrá subvencionar cine en gallego, vasco y catalán. Seguro que para el valenciano hay mil inconvenientes. Y luego estos cineastas que cobran del Estado español también pretenderán que sus comunidades autónomas les den pasta, con la excusa de que graban en su idioma. Cosas que solo pasan en España.
¿Por qué poner a los españoles y las empresas privadas a pagar el cine español y mil tonterías más vía SGAE? Ay, mal nos pese, el PSOE le debe mucho muchísimo a los autodenominados artistas, y si no véase el No a la guerra del 2003. Semejante favor sólo se puede devolver con dinero.

No habrá tiempo

Ando meditando... ¿no es un tanto frustrante tener la convicción de que nunca leeremos nuestro libro favorito? Si tuviésemos tiempo para leer todos los libros escritos hasta hoy, es casi seguro que nuestra lista de libros preferidos cambiaría por completo, hasta el punto de que ninguno de los que antes nos gustaban más entraría en los cien primeros. Hay millones de libros.
Más frustrante es saber que el mejor libro del mundo jamás se escribió. O no se publicó. Que su autor murió en la gillotina, o en un borbardeo, o de un accidente de coche o de lo que sea. Que el libro se quedó en un cajón y que más tarde fue destruido sin miramientos, porque la labor del escritor es silenciosa y anónima y nunca le habló a nadie de lo que hacía. Nunca lo sabremos.
La de cosas que admiramos... y cómo cambiarían las cosas si conociésemos más. Visto así, la vida es muy corta e injusta. ¿Por qué me han asaltado estos pensamientos?

The yeah yeah yeah song

Conste que el videoclip no me gusta, pero sí la canción. De The Flaming Lips.

Encaprichado

Me tengo que tragar mis palabras. Porque yo, que tengo un iPod desde hace más de año y medio, decía que no era el mejor mp3. Mi queja estaba -y está- en que Apple no te permite sacar canciones una vez las metes en el iPod, por lo que si yo quiero grabar un cedé a mi prima con canciones de mi iPod, tengo que volver a buscarlas y descargarlas. Dije que lo próximo que me compraría sería un Creative, como el anterior que tuve, y entonces veo el iPod Touch.

Jo.

Para lo poco que uso yo el movil y lo encariñado que estoy con el mío anti-golpes, no me voy a comprar un iPod Phone, pero el iPod Touch sencillamente me encanta. Porque tiene todas las mariconadas del otro y quitando mil chorradas que nunca usaré (véase agenda, por ejemplo) lo de videos me tienta especialmente pero todavía más su Wifi. Así que me he imaginado leyendo el Gmail en mitad de clase de Financiero sin que el profesor se de cuenta y ya me han entrado ganas de comprármelo. Aunque lo de siempre: cuesta un pastón que no tengo. Suerte que está eBay con sus ofertas sospechosas y arriesgadas (pero me compré mi portatil por eBay y no me falló, así que...) y a ver si conezco a mi señor padre para que me eche una ayudita. ¡eBay, dame buenas ofertas!

De verdad: es un capricho. ¡Pero cómo marean los caprichos!

Túnez

Ojalá se haga, aunque no me hago ilusiones: el viaje de ecuador, ese de mitad de carrera (¡jopé cómo pasa el tiempo!) a Túnez. Primero cayó el desánimo, porque las chicas decían que no les iban dejar ir a un "país moro". Luego algunos chicos dijimos que iríamos sí o sí si no había otra oferta y al final han acabado por sumarse ellas también, aunque tímidamente. Así que a lo mejor estaré en África a mediados de Febrero y hasta cumpliré allí mis veintiún años.
Teniendo en cuenta que mi pasaporte caducará en Marzo, todavía puedo apurar más... y lo bueno es que va a ser un viaje muy barato. Para estudiantes, vamos XD

Algo se está haciendo bien

No deja de ser esperanzador que se haya reducido la cifra de enfermos de SIDA: entre tantas noticias perecedoras de supuestas vacunas contra tan maldita enfermedad, al fin una que es un hecho y realidad. Seis millones menos, nada menos.
Es extraño que tan repentinamente surja el SIDA y desde entonces no nos lo hayamos quitado de encima. ¿Se sabrá algún día cuál fue su origen? Unos culpan al ejército estadounidense, otros a los homosexuales (quienes, aunque no sea políticamente correcto decirlo, fueron los primeros en padecerlo en un porcentaje nada representativo) y hasta se habla de los monos. Pero más vale que inviertan sus fuerzas en erradicarla y una vez el virus haya pasado a mejor vida, estudiemos de dónde vino y si hubo algún culpable.

Ofelia

Uno de mis cuadros favoritos. En Londres, no recuerdo qué museo era, nadie se fijaba en él.

Si no conoces a Sir John Everett Millais, pásate por esta galería. Es uno de mis artistas favoritos :)

Peligrosas preferencias

Una conocida gruñe al ver la imagen de Zapatero.
— Es que va a hundir España; es lo peor que podría habernos pasado.
Le miro un tanto incrédulo. Formulo una pregunta de la que temo la respuesta.
— ¿Preferirías volver a Franco que tener a Zapatero?
Ahora la que no se lo cree es ella. Me mira sorprendida, y como si fuese lo más obvio del mundo, me dice:
— POR SUPUESTO.

Mira que ZP ha hecho cosas graves (nacionalismos y ETA) pero, ¿tanto como para querer volver al régimen franquista? Porque que eso lo diga un mentecato de mi generación que no lo ha vivido (que no lo hemos vivido), pase que mal nos pese, pero que lo diga alguien que sí sabe lo que es la falta de libertades, preocupa. Aunque claro: mientras sean otros los oprimidos, miro hacia el otro lado. Gracias que tenemos un sistema democrático, y que si no te gusta uno, no le votas y santas pascuas, que ya habrá otra oportunidad dentro de cuatro años. Con Franco tuvieron que esperar a su muerte. Zapatero no pide tanto. Tic tac tic tac. En Marzo hay elecciones. Llegan los meses de las promesas locas y hay que estar atentos a ver quien dice la barbaridad más gorda.

Días convulsos

Justo hoy he recibido parte de las fotos del viaje a Amsterdam de hace casi dos meses. Hay fotos muy chulas, fotos en las que queda en evidencia dónde perdí la dignidad y lo peor de todo: un video que nunca jamás hubiese imaginado que existía. Tengo que encontrar el modo de destruir el ordenador de las dos personas que lo tienen. Lo que sucedió en Amsterdam en Amsterdam quedó. Y no hay de qué arrepentirse. Punto final.

Frío

Hace frío. Un frío de narices. Voy con bufanda por casa. Y si aquí nos quejamos de frío, no sé lo que deben estar sufriendo en otras partes de España, en otras partes del mundo. ¡Qué frío!

Relato corto: El anillo

Escrito en lo que los demás duermen la siesta...

EL ANILLO
Creo firmemente que con nuestras acciones, condicionamos nuestro futuro. Yo nunca había ido a un funeral, me compré una corbata negra porque nunca sabes cuando puedes necesitarla y sólo doce horas después la tenía que estrenar por la muerte de mi hermana Carol. Por eso siempre digo que aunque su vida no tenía precio, morir sí le costó un pellizco: precisamente ciento diez euros de seda, importada de Italia.
Mi teoría se confirmó dos años después, cuando me contrataron a dos calles de casa nada más vender mi coche (el cual, para ser honesto, apenas había sacado del garaje). De haber conseguido primero el trabajo, seguro que no hubiese logrado deshacerme del trasto hasta que me saliesen canas.
Aquel día pensaba precisamente en estas coincidencias cuando la vi venir hacia mí. Llevaba ese abrigo largo gris que le alcanza las rodillas y a excepción de las dos pequeñas perlas que decoraban sus orejas, podía estar desnuda que no me hubiese dado cuenta, ni yo ni nadie. La simple idea me excitaba. Cruzó la acera parando con la mano al taxi que tenía preferencia, pero el hombre no se atrevido a protestar: sí lo hizo su clienta, indignada, pero sus palabras sólo se podían adivinar por el movimiento de sus labios. En cambio ella no se inmutó y vino hasta mí, plantándome un sonoro beso como el que no me daba desde la última vez, allá en Montevideo.
— Podrías haberme dicho que llegabas hoy: hubiese ido a buscarte.
— No tienes que excusarte, Jonás. No me gusta hacer esperar y eso ya deberías saberlo.
Que si lo sé. Podría haber escrito una novela de dos mil páginas con todo el tiempo que he pasado en la calle esperándola, y eso que sólo nos conocemos desde hace tres Inviernos. No sé en qué momento se dio cuenta de lo impuntual que era: quizá cuando tuvo que llevarme al hospital, la vez que cogí una pulmonía.
Me miraba con ternura y repasaba con el dedo índice mi prominente nariz, divertida. No sé qué le hacía gracia. Sus ojos brillaban como nunca.
— Hoy he visto un anillo —me dice, sin rodeos. Y eso que nunca hemos hablado de casarnos, porque ya sabe el miedo que le tengo—. No seas tonto, cariño: no es para nosotros. Es simplemente un anillo de brillantes, no de compromiso. He preguntado el precio y me han dicho que está de oferta.
— Ajá… —le sigo, no sin cierta precaución.
— Y ¡por el amor de Dios! ¿Desde cuando están de oferta los anillos? Hablo de los buenos: jamás. Le he dicho que no me interesaba y me he ido, haciéndome la ofendida.
Pero sé a dónde quiere ir a parar. Porque hemos compartido mucho en este tiempo como para no saber que no toma desayuno, que desconfía de las escritoras cristianas y que por más pasionales que sean sus arrebatos, siempre tengo que ir detrás para reparar lo que ha hecho.
— Quieres ese anillo; y quieres que yo vaya a comprarlo.
Asiente con naturalidad. No me dirá que es una misión de alto riesgo, no sea que luego le pida el favor de vuelta. Sólo ella puede hacer chantaje emocional.
— Te he traído el dinero, cielo. Está aquí —dice, sacando la billetera que le compré en Mataderos. Cuenta rápidamente el dinero. Son billetes nuevos, todos de cien y planchados. Es evidente que ha pasado por el banco—. Yo te acompaño hasta la puerta de la joyería y te espero fuera.
No es casualidad que haya quedado conmigo en Colón. A dónde me lleva no está muy lejos. En el camino me da instrucciones mientras me agarra la mano con fuerza, para que no me escape. En el fondo sabe lo poco que me gusta moverme en ambientes femeninos, sea Yanes o Dior. Sitios que no irán con mi sexo, pero tampoco con sus posibilidades.
— Sabrás qué anillo es porque está en la vitrina de la izquierda, cerca de donde se sienta la encargada. Y lo diferenciarás del resto porque entre los pocos que tienen una etiqueta con el precio, es el único cuyo precio acaba en cero. No tiene pérdida. Vitrina izquierda, etiqueta, precio redondo. ¿Te acordarás? Eres un cielo —y abrazándose a mi brazo, posa su cabeza en mi hombro. No me gusta que haga esos alardes de amor cuando la calle está a parir de gente. De repente llegamos a una esquina y me señala la tienda—. Es esa. Anda, ve. Te sobrará dinero de lo que te he dado, con el que me invitarás a cenar por lo mucho que me quieres y porque justo hoy hacemos dos años.
Lo suelta así, como una bomba atómica arrojada desde el cielo que cae en lo que parecen a la vez segundos, a la vez milenios, de toda la existencia. Y yo, que por supuesto me he olvidado, sonrío como si ya lo supiera. Una cosa es no dar importancia a los aniversarios y otra muy distinta, ignorarlos. Ella sabe muy bien que ha dado en el blanco, y que me podrá pedir lo que quiera por mi descuido.
La beso en la frente y sin decir adiós, me dirijo a la joyería. Ella se queda al pie de la farola, expectante. Espero que nadie se fije en nosotros o daremos la impresión de ir a robar.
En la tienda estás tú. Ahí todavía no me he fijado en ti.
— Bon dia —te digo al entrar.
— Bona vesprada —me respondes, consultando el reloj de pared.
No sé disimular, así que voy directo a la vitrina. Efectivamente hay pocos anillos con precio, y sólo uno que no termina ni en cinco ni noventa y cinco.
— ¿Es para compromiso? —me dices, y entonces es la primera vez que reparo en ti. Eres preciosa. Y tú, sin embargo, me miras como a cualquier cliente.
— No, es para un regalo. Querría ver ese —y te señalo el que ella quiere.
Coges las llaves y abres la vitrina para sacarlo. Lo pones sobre la mesa. Junto al que he pedido pones otros distintos, pero no son los que me interesan. Todavía.
— Éste es bonito pero hay que saber llevarlo —lo sacas de la cajita y te lo pones. Queda precioso en tus delicadas manos de joyera— pero no sienta bien a todas las mujeres. Por la mañana, hoy mismo, una chica ha preguntado por él. Se ha ofendido al ver que estaba de oferta y se ha ido, pero si se lo hubiese probado hubiese descubierto que le sentaba fatal. Hay que tener dedos para llevar anillos. Solo algo sencillo como el de compromiso no queda mal a nadie.
Ahora entiendo porqué has puesto otros anillos sobre el mostrador. Son alianzas. Me miras como adivinando quién soy y a qué he venido. Con solo echarme un vistazo, ya lo sabes todo de mí. No se por qué, pero la sensación me hechiza.
— La chica de esta mañana ha mirado con especial interés este otro anillo. Se lo ha probado y era la perfecta medida. Por desgracia, lo ha dejado porque según ella nunca se va a casar.
Empiezo a pensar que todo ha sido un plan de ella. Una trampa. Pero yo ya he caído y cuanto más intento escapar, más atrapado estoy. Pero eres tú quien me cautiva, no ella. En algo ha fallado.
— ¿Y cuanto cuesta?
— No tiene etiqueta; espera que te busque el precio en la carpeta.
Pero cuento rápidamente el dinero que me ha dado.
— Mil euros —adivino. Tú, naturalmente, te sorprendes al comprobar que he dado en el clavo.
Esta noche querrá ir a un sitio caro, y no sobra ni un euro para pagarlo.
— Entonces, ¿se lo quiere llevar?
— Dímelo tú: ¿te gusta?
Si ella nunca me hubiese engañado para comprarle el anillo de compromiso, jamás me hubiese casado contigo.

Responsabilidad periodística

Noticia breve, vista en elmundo.es:

Gallardón acepta una comisión sobre la trama de licencias
16 funcionarios municipales acusados de cobrar comisiones por agilizar licencias de apertura

Según la RAE, "comisión":

4. f. Conjunto de personas encargadas por la ley, o por una corporación o autoridad, de ejercer unas determinadas competencias permanentes o entender en algún asunto específico.
5. f. Porcentaje que percibe un agente sobre el producto de una venta o negocio. Recibe una comisión. Trabaja a comisión.

Por eso, hay que ser un periodista irresponsable para poner en la misma noticia de que funcionarios de Madrid han sido acusados por cobrar una comisión, que el alcalde de la ciudad, Gallardón, también ha aceptado una comisión. Aunque sean distintas. Deberían saber redactar los titulares de modo que no causen confusión.

Mi último experimento (o de cómo se cumple eso de Pedro y el Lobo)

No sé cómo se me ocurrió la semana pasada semejante gilipollez. Puedo sospecharlo: generalmente, cuando llamo a alguien por teléfono por cualquier motivo (nota informativa: no soy de los que llama para hablar de nada en concreto) suelo empezar gastando una broma, incluso si eso incluye hacerme pasar por secretario del Infierno S.A. o el hijo secreto que no sabías que tenías. Por desgracia, mis amigos tienen mi número memorizado en el móvil y básicamente lo mío es perder el tiempo. En fin. Un poco de ilusión no le hace daño a nadie.
El otro día tenía que llamar a I.S.G. por nosequé quedada de esa noche y la conversación inicial fue más o menos así:
Ella: ¿Sí?
Yo: ¿¡DÓNDE ESTÁS!?
Ella: En Viveros...
Yo: ¿¡PERO QUÉ HACES QUE TODAVÍA NO ESTÁS EN CASA!?
Ella: ¿Pero qué pasa?
Yo: ¿Hay mucho lío por la calle? ¡CORRE! ¡Vuelve a casa YA! *enfadado*
Ella: *empieza a asustarse* ¿Pero por qué? ¿Qué es lo que pasa?
Yo: ¿Con quién estás? ¿¡CORRE!?
Ella: Con P. ¡Dime lo que pasa!
Yo: ¿Es que no te has enterado, idiota? ¡HA HABIDO UN GOLPE DE ESTADO! Han declarado el Estado de Excepción. ¡COÑO, VETE A TU CASA YA, JODER!
Ella: ¿Qué? *y ahora sí está asustada, jujujujujajajajajaj*
Yo: Nada, es broma. Por cierto, esta noche quedamos a las 9 en Sports. ¿Puedes venir?

A veces me planteo cómo es que mis amigos me siguen hablando. No recuerdo (por más que lo intento) a quién le hice la misma broma días después que también se asustó. El tercero ya no picó. Pero el caso es que hace unos pocos días soñé que sí que había un golpe de Estado. Por idiota que gasta bromas idiotas. Era curioso porque no sé con quién estaba en el sueño, pero recuerdo que íbamos a un sitio donde había muchos paneles de televisión juntos (¿era una habitación en los subterráneos de la ciudad?) y los tres que las estaban siguiendo (tampoco recuerdo sus caras, ni si eran conocidos o gente inventada por mi imaginación) comentaban cosas como "No van a reconocer que hay un golpe de Estado" o "Ellos no van a consentir que la noticia salga a los medios" (no preguntéis quienes eran ellos, pero doy por hecho que los golpistas). No recuerdo más del sueño. Solo eso de que los medios, por algún motivo (¿miedo? ¿amenazas?) seguían la programación como si no pasase nada. Eso me pasa por andar gastando bromas: como en Pedro y el Lobo.
Me acuerdo ahora de una comida en Agosto en casa de mis tíos, tomando cocido (sí, has leído cocido y Agosto en la misma frase: no preguntes). Mi tía contaba cómo vivió el 23-F, cuando todos iban a comprar víveres ante el temor de lo que se pudiese avecinar. Aquello no pasó de un susto, pero ¿cómo nos tomaríamos nosotros un golpe de Estado? ¿Cómo sería un 23-F en nuestra generación?

Ahora sí: a consultas

Chávez ya se ha pasado de castaño oscuro y de muchos más colores de la paleta. No es nadie como para que encima esté ninguneano a los españoles, ni a los venezolanos ni a nadie. Ahora sí, España debería llamar a consultar a su embajador. Lo que no puede ser es que siempre estemos con la sonrisa de la casa de la pradera mientras los líderes impresentables de países que no los merecen ladran, muerden y defecan en España. Muy bien por la diplomacia apaciguadora de Moratinos hasta ahora. Pero visto que no ha funcionado y que Chávez va a mayores, hay que dar un paso más allá. Esto no deberían ni planteárselo.

Luces de Invierno

Por más laica que pretenda ser nuestra sociedad, no puede negar hasta el absurdo la influencia que tiene y ha tenido el cristianismo en nuestras vidas y costumbres. La última es colgar "luces de Invierno" en sustitución de las luces navideñas en la ciudad de Sevilla, que para laicos ellos. ¿Por qué entonces no hay luces de Otoño, o de Primavera, o de Verano? Una excusa sería decir que anochece antes en Invierno, y que por ese motivo tiene más sentido. Pero la verdad es que a la gente, creyente o no, le gustan estas cosas. Igual que nos gustan los días festivos por motivos religiosos, o la paga extra de Navidad que puso Franco, y no hay político, por más de izquierdas que se crea, que tenga los cojones de quitar todo eso. Por muy estado laico que sea España. Los votos son los votos, y nadie se la juega contra Dios y los santos de cara a unas elecciones.

La Comunidad

No todas las películas españolas son malas, ni tratan de homosexuales, drogas o prostitución. Si rascas encuentras alguna que se sale del tópico reusado. Hay una que me gusta especialmente, La Comunidad, de Álex de la Iglesia, y aún hay mucha gente que no la ha visto. ¿Qué le pasa al cine español que siempre tiene que hablar de lo mismo? Por no mencionar lo politizado que está y lo más vergonzoso de todo: la ley del cine, con la que ahora hay que financiar estas cintas politizadas como si se tratasen de vacunas contra el cáncer de útero. Habría que ver quién toma estas decisiones tan estúpidas.

Si tenéis ocasión de verla, no os la perdáis. Hay otras películas españolas que también me gustan, pero ya hablaré sobre ellas. Por ahora os recomiendo esta en particular :) imperdible.

Hitleres de tanto huírle

Soy de los que se alegra porque hayan considerado inconstuticional la ley aznariana del holocausto, esa que lleva a la cárcel a quien cuestione que el holocausto judio fue a pies juntillas como dicta Israel. Una ley que era absolutamente ridícula y que por suerte, el tiempo ha acabado desbancando. Tan obsesionados estamos por proteger la verdad que acabamos convirtiéndonos en auténticos ciudadanos autoritarios, que no permitimos que se diga nada contrario a lo que pensamos. ¿Y qué si un visionario de la vida dice que los judíos se lo merecieron? Pues allá él con su conciencia, pero no podemos enviar a nadie a la cárcel por hacer uso de la libertad de expresión. Los hay que niegan impúnemente los fusilados del bando franquista o republicano, según le interese, y no hay ley que lo evite. Nadie se escandaliza y eso que es una historia que tenemos mucho más cerca.
La locura empezaba cuando algunos estudiosos repasaban el número de víctimas del holocausto. Los hay a los que no les salen las cuentas y dicen que no fueron seis millones, si no menos. Aunque sean cuatro: son una barbaridad de vidas humanas. Pero ¿en qué cabeza cabe que constituya delito el ir más allá que la versión oficial? Es importante que seas seis millones. Es importante si te llamas Israel. Es sumamente importante la cifra, lamentablemente, porque a fecha de hoy este país inventado financia su ocupación y palestinocidio en gran medida gracias al impuesto que obligan a pagar a Alemania. Una Alemania que vive un arrepentimiento injusto por una barbarie que no hicieron los líderes de hoy, sino los monstruos del pasado, pero qué más le da a Israel si quienes lo pagan son los alemanes de ahora. ¿Llegará el día en que se prohiba cuestionar la sentencia del 11M? Mundo de locos.

El año del rey

Deu meu qué año lleva el Rey. Un verano con caricaturas secuestradas que trajo de nuevo el debate de monarquía sí monarquía no. Hace unos días visita Ceuta y Melilla, en un viaje que no hay excusa para que hayan esperado treinta años (y dicen que la culpa es de la Moncloa, así que cosa de ellos), un viaje que además de poner tensos a unos marroquíes que reclaman unas tierras que nunca han sido suyas, hacen que todo un pueblo se vuelque ante sus majestades, dando un ejemplo de respeto a la corona que yo no seguiré y amor a España que algunos deberían aplicarse. Todos flipamos con el recibimiento del rey y seguro que el primer sorprendido fue él, disfrutando de un baño de masas que no se debía dar desde vete tú a saber.
Y ahora, el que sin duda será uno de los videos que acompañarán todos los reportajes del rey del futuro, el del "¿Por qué no te callas?". Sabéis que no soy monárquico, ni ganas de que un don nadie me pise, pero sin duda apoyo totalmente lo que dijo. Y no menos impresionado me dejó ZP, o Z de Zapatero, con su discurso sobre el respeto. Aznar hizo bien en llamarle para dar las gracias (sinceramente, no hubiese esperado eso de él) pero el PP ya está criticando todo. Mecagüen. No tendremos una semana sin polémica.
Qué bien que manden callar a Chávez... y que ahora no se haga el "torero" diciendo que no hay rey que le calle, que las videotecas están ahí para recordarle que sí hubo uno que lo hizo, el de España. Por muy bravo que se vea ahora de vuelta a casa.

La última página

No lo hagáis nunca, por favor: leer la última página, ni siquiera la última frase o palabra, de un libro. Porque esa no es la voluntad del escritor, y si le ha dedicado tanto tiempo a escribir una novela con un orden establecido, será por algo. A veces hay finales que te estropean el libro. Otros que te dejan igual. Pero en cualquier caso, no hay sentido para hacerlo. Es más bonito llegar al final cuando ya has leído todo lo anterior, pero nunca antes. Por respeto al escritor y al libro.

Caza de brujas

Avergonzado de lo bueno

Me sorprende la gente. Cuando le pregunto a alguien qué tal esa película, y dice: "es mala pero te ríes". Lo mismo da que sea una serie, que todos hemos oído esas cinco palabras. Pero demonios, ¿qué esperas, si se trata de una comedia? Si te ha hecho reir, ¡no será tan mala!
Parece que todos nos avergonzamos de ver, oir y leer determinadas cosas. Luego nos justificamos, claro, alegando que es malo. Pero insinuamos que nos ha hecho reir, llorar, emocionar, pensar o lo que sea que se proponía la obra. Como idiotas, estamos reconociendo entre líneas que nos ha llegado. Y con todo, insistimos en eso de que "es mala", como si así el interlocutor se fuese a quedar más tranquilo.
Para gustos los colores, y que nadie se avergüence si le gusta el suyo favorito es el salmón. Qué mundo.

Botero vive

¡Y yo al pobre lo daba por muerto, qué cosas! Esto me recuerda a la vez que creí que un vecino mío de Dénia había muerto y a los tres años me lo vi en el cuarto de estar viendo el fútbol con mi padre. Menudo susto, caray.

NYC

Cada vez que ponen este anuncio en la FOX (porque no lo he visto en otro canal, no sé vosotros) me quedo a cuadros. Es una pasada, y aunque lo podéis encontrar en YouTube, nada como verlo en la tele.


No me veo yendo a Nueva York en un plazo ni corto ni medio ni tampoco largo, pero oye, el anuncio es guay.

Entre papeles

No me atreveré a decir que llevo bien encauzada la historia hasta que no escriba unos cuantos capítulos, pero lo cierto es que estoy disfrutando muchísimo de esta etapa, la de los papeles. Hago bien en no tirar ninguno, porque los rescato años después: tengo aquí el folio donde se me ocurrió la historia, del 12 de Junio de 2006, y otro de sólo tres días después en el que escribo el epílogo. No pierdo de vista el plan de capítulos de Marzo de 2007, el cuál voy a poder respetar bastante, ni otro papel donde me monto una guía detallada con todo lo que sucede en el primer capítulo. En la moleskine tengo dibujos de personajes con información adicional, y un mapa al que voy agregando referencias. De vital importancia para no perderme es la hoja en la que tengo dibujada el plano del edificio, y otro donde llevo una lista con cada personaje nuevo que menciono, para no perderles la pista. Más avanzo y más me gusta cómo encaja todo, y cada día se me ocurre un nuevo detalle que por pequeño que sea, da mucho más realismo. No sé si terminaré HdOP, pero lo que es innegable es que me pongo como un crío cada vez que escribo algo, revisando apuntes de aquí y tomando notas allá. Mientras tanto, el .doc crece. Tengo la ilusión de que un día alguien lea la historia y ojalá el final que le tengo reservado no le defraude. Pero ni puedo ni quiero obsesionarme con eso: lo primero y último para el que escribe es disfrutar con lo que hace, y hacerlo para uno mísmo.

Si hoy tuviésemos a Trillo

¡Ay, si hoy tuviésemos a Trillo entre nosotros! Hubiese ido hasta Génova, parando el tráfico, y a pleno pulmón gritaría eso de "¡MANDA HUEVOS QUE SARKOZY TENGA QUE IR AL CHADD A POR LAS AZAFATAS ESPAÑOLAS!".
Y en eso, pasaría un grupo de jubilados petanca en mano y le dirían que cuanta razón tiene. Y un par de gaviotas cruzarían el cielo de Madrid, y habría un fogonazo naranja, y todo sería tan tan tan...
Pero Trillo no es el que era, y hoy el manda huevos lo hemos entonado los ciudadanos de a pie, de cualquier color los militantes y de cualquier desteñido los demás. Es vergonzoso que el presidente de Francia tenga que traer en su propio avión a las españolas liberadas, como si fuesen de su propio país. Podría ser una simple anécdota en la impecable política internacional del Ministro Moratinos, claro que no podemos olvidar que importantes políticos de Marruecos ladran y muerden por la visita de tus reyes a Ceuta y Melilla y aquí nadie dice nada. Vistos Ana Palacio y Miguen Ángel Moratinos, no puedo dejar de preguntarme en qué garito de mala muerte y pocas luces escogen a nuestros representantes del exterior. Ahora sí: manda huevos.

No más colas para el DNI

Según EL PAÍS, que viene a ser la voz impresa del Gobierno, se va a empezar a implantar a partir de Diciembre un plan para tramitar el DNI por teléfono o Internet, acabando así con las eternas colas de la comisaría. Una muy buena idea que para colmo, no pide votos. Muy bien hecho.
Y es que a mí me viene especialmente bien porque tengo el DNI caducado desde Marzo... y el pasaporte a un tris. ¡Todo por no hacer la cola!

Dados

Ocurre alguna vez que tus amigos se obsesionan con algo en concreto. Algo que te aburre soberanamente, y que hace tus momentos con ellos un tedio. Les encanta, no quieren parar de jugarlos, y tú mientras aguantas el rato como puedes, pensando, esperanzado, que esa moda pasajera se vaya con tanta prisa como ha llegado.

Huelgas

"Si las costumbres son leyes
y las leyes respetamos,
el día 8 nos vamos
hasta que pasen los Reyes".

Mi abuelo me ha cantado esta estrofa hoy, durante la comida. Lo hacía riéndose, recordando que cuando era universitario, del 8 de Diciembre al 8 de Enero se lo tomaban festivo. "¡Eso lo decía hasta mi padre!", dice refiriéndose a mi bisabuelo, "¿es que no lo hacéis ahora?".
Por supuesto que no. Quizá me tome festivo personal el día antes de darnos las vacaciones de Navidad, pero no el 8 de Diciembre, desde luego. Aunque lo cierto es que me encantaría. Un mes sin clases, ahí queda eso, y por propuesta (e imposición) estudiantil. ¡Y luego dicen que los jóvenes hacemos lo que queremos, y mirad lo que no nos cuentan que hacían abuelos y bisabuelos! Me apena porque en mi clase somos pocos y es imposible ponernos de acuerdo para una huelga. Salvo en primero, y por unas circunstancias muy especiales (adorada Carta Glaucón, qué recuerdos) nunca más se ha dado el caso. ¿Dónde ha quedado el espíritu revolucionario de nuestros mayores? Vergüenza de generación la nuestra.

Primeros y segundos nombres

Soy muy curioso con los nombres: me fijo en las listas, pregunto por los apellidos de las novias y siempre ando a la caza del más cautivador. Muchos los apunto para futuras historias: me sorprendió Bo (que encontré en los resultados de Selectividad, y luego coincidí con ella en Literatura Universal), me gusta Bauxauli, Ródenas... aunque claro, mis hijos tendrán mis apellidos y los de mi mujer y ahí no hay otra. También me gusta mi apellido. Sin embargo, sí queda a mi juicio elegir el nombre que tendrán y teniendo en cuenta que yo tengo primer y segundo nombre, haré lo propio con mis vástagos.
Lo tengo todo pensado: dado que me gustan los nombres raros (a fin de cuentas mi segundo nombre es totalmente atípico... al menos desde tiempos de Julio César) y mi mujer no estará por la labor, se los pondré de segundo nombre, dejándole a ella la elección del primero y a fin de cuentas, el importante. Estos son mis favoritos para segundo nombre:

Hombre: Wenceslao.

Mujer: Ofelia, Ginebra y Matilde.

Pero como soy muy cabrito, trataré inducir a mi mujer para la elección de los primeros nombres (risa siniestra) y estos son los que más me gustan:

Hombre: Guillermo, Hugo, Santiago, Julio, Arturo.

Mujer: Carmen, Alicia, Leonor.

En realidad hay más nombres, pero no los recuerdo ahora. Eso sí: no me gusta cuando los hijos tienen los nombres de los padres (y en mi casa pasa, dicho sea de paso). ¡Con la de nombres que hay en el mundo, y tener que repetir! ¿Y tú? ¿Qué nombres pondrías a tus hijos?

Ceuta y Melilla

Soy contrario al movimiento de Gibraltar español porque me parece hipócrita: exigimos que nos devuelvan el peñón, a sabiendas de que fue un regalo de España a Reino Unido, y con todo, ni se nos pasa por la cabeza entregar Ceuta y Melilla a Marruecos, a pesar de que son geográficamente dos casos muy parecidos: ciudades pequeñas dentro de un país distinto. Y como no haría la canallada del canje, me parece que esta discusión no puede seguir. Hasta que no estemos dispuestos a prescindir de Ceuta y Melilla (y Dios quiera que nunca lo hagamos) nada de tonterías con Gibraltar. Además: ¿cómo pretendemos que los gibraltareños quieran ser españoles, si nos la hemos pasado haciéndoles putadas en los últimos siglos? Muy español, sí. Si en el fondo me hace gracia.
Ceuta y Melilla son noticia porque los reyes se dignan por primera vez en sus vidas a hacer una visita oficial. Vergonzoso. Como si no hubiesen tenido tiempo. Como si Ceuta y Melilla estuviese en el quinto pino, o como si se pagasen ellos el avión. Y Marruecos muestra un cabreo descafeinado por esta "provocación", pero oye, están en su derecho, que el Gobierno de España hizo lo mismo cuando vino a Gibraltar una hija de la Reino de Inglaterra. También ridículo.
En fin. El mapa está como está, y no empezamos a tocarlo. A menos que venga una ETA a retocarlo, claro, pero para eso siempre hay tiempo.

P.D.: Decimos Ceuta y Melilla, pero ¿Melilla y Ceuta? La primera tiene 2.170.00 entradas en Google. La segunda, solo 35.700. Mera curiosidad.

Ciento tres

Les engañaron. Pensaban que esos niños eran huérfanos e iban al encuentro de sus familias de adopción, o que sufrían enfermedades graves que sólo podían ser tratadas en Europa. Algo tuvieron que pensar. Algo, por favor, algo que no les convierta en culpables.
Una falsa ONG francesa fue a la República de Chad a por niños. En el avión iba tripulación gala y española y no sabemos cómo, se hicieron con ciento tres niños africanos, negritos y descalzos, pobres de solemnidad. Se los iban a llevar de vuelta a Francia cuando las autoridades les pararon. "No os los lleváis: estos niños ni están enfermos ni son huérfanos". Desde entonces están detenidos en Chad, a la espera de que la justicia se pronuncie sobre lo que parece un fraude y secuestro a gran escala. Pero lo tienen crudo, y cada vez más. Incluso pusieron vendas falsas a los críos para que su engaño fuese un éxito. Ahora, todo eso va en su contra. Si es que son culpables, claro.
No lo sé. Es una historia rara. Rara o terriblemente siniestra. Malvada. Si han hecho eso, son de verdad malvados, en el sentido más puro de la palabra. Si lo han hecho, espero que no salga ningún Garzón con ánimo de protagonismo que los extradite: no habrá pena en nuestro país que les haga justicia. Que se queden en Chad. Si son culpables.

Esto me recuerda a ETA y la afición suicida por solicitar la extradición de los países donde les han cogido. ¡Que se queden en Canadá, México, Francia! ¿Para qué traerlos, cuando nuestra justicia es un hazmerreír?

Experimento en el metro

Yo se lo propongo a los científicos, porque este experimento me resulta un pelín más interesante que el crear gusanos homosexuales o los hábitos de fumador del mono de culo rojo. El asunto está en saber qué opina la gente de otras personas, cómo las juzga en cuestión de milésimas de segundo, y cuanto interviene su subconsciente.
Esto empieza así: una mujer entra al vagón del metro. El asiento más próximo es un espacio entre un negro y un sudamericano. El siguiente, entre un anciano y una fondona cajera de supermercado uniformada. Y más allá, un par de asientos vacíos donde podría estar más ancha. ¿Dónde se sentará? ¿Dónde te sentarías tú?
Todo esto viene porque me quedo mosqueado algunas mañanas cuando la señora de turno pasa de largo y prefiere ir un poco más lejos para sentarse al lado de otras personas. En el caso de hoy, el hueco estaba entre servidor y un latinoamericano. ¿Será él? ¿Seré yo? ¿Será que llevo la música muy alta o que tengo pintas de ir a abalanzarme encima del primero que pase? Sea lo que sea, algunas personas prefieren otros asientos. Otras, en cambio, no se lo piensan tanto. O me prefieren a mí al inmigrante de turno, no importa que se vea que viene de trabajar en la obra y que es el más vulnerable de todo el vagón. O no. Es igual: todos, al entrar al vagón, tomamos rápidas decisiones. El porqué, se lo dejo a los científicos. O a los sociólogos. A quien quiera encargarse, en fin.

La Hillary argentina

Hoy se habla en los medios de la Hillary argentina, como llaman a Cristina de Kirchner. Las comparaciones son obvias pero existe una sutil diferencia: una ya ha llegado a la Casa Rosada, mientras que a la otra le queda mucho por andar si quiere regresar al despacho oval. ¿Por qué la Hillary argentina, cuando en realidad quieren decir la Kirchner estadounidense?

Reminiscencias argentinas

En un día como hoy me encantaría ver Crónica TV. Qué recuerdos.

Suerte a los argentinos con lo suyo.

La decepción de Woody

No me ha gustado El Sueño de Cassandra, la última de Woody Allen. Nada. Me ha aburrido, como también lo hizo Match Point en la mitad de la película, pero la diferencia entre una y otra es que Match Point tenía un giro de tuerca genial e inesperado y sin embargo, en El Sueño, no hay nada de eso.
Quitando que ayer tuve una tarde surrealista en el centro, la película me dejó totalmente despaga'o. Y volví oir a mis amigos de Cumbres decir aquello de "¡Eso nos pasa por dejarle elegir!". Aunque duela reconocerlo, esta vez tienen razón...
Así que si esperas encontrarte un peliculón, baja las espectativas y quizá incluso te guste. Yo no es que tuviese muchas esperanzas, pero desde luego no contaba con llevarme semejante decepción. En fin. Woody Allen saca una película al año: supongo que es natural que unas veces acierte y otras naufrague. Eso no cambia que sea un gran guionista y director.

Posdata: Se viene temporada de estrenos y hay unas cuantas que me apetecen. Aunque ya me han dicho que Invasión no merece la pena. Pero bueno: para ver a Kidman ya tengo otra en mente: La brújula dorada.

Las tentaciones

Todos hemos tenido quince años y sabemos la de tonterías que se cometen. Por un tiempo nos sentimos el centro del universo y creemos saber más que nadie. Pensamos que es nuestro derecho hacer y probar todo. Menuda tontería. Pero eso fue a los quince.
Con veinte años no tendrás toda la cabeza amueblada y sigue quedándote mucho camino por andar, pero hay sutiles diferencias. Creo que somos más inteligentes y conocemos más las consecuencias de caer en determinadas tentaciones. Sí, puedes hacerlo, pero sabes a lo que te expones. Con quince años, ni te lo planteas. Así que no puedo culpar a un quinceañero que empieza a fumar: pues sí, es tonto, pero oye, todos hemos sido adolescentes. Ya se dará cuenta él solito con el tiempo.
Sin embargo, que un veinteañero se enganche ahora al tabaco es basicamente irracional. ¿Qué te puede llamar a esta edad? O vives una segunda adolescencia, o eres básicamente idiota.
Aunque mi enfado no viene por los nuevos fumadores. La cosa es mucho más grave. Bastante más. Ocurrió meses atrás y todavía le doy vueltas. Un amigo, en una discoteca, decidió que había llegado el día de probar el cristal. No hablo de drogas blandas. Y sigo preguntándome, como le pregunté a él, qué le llevó a ese extremo. Qué se le pasó por la cabeza. Qué no ha aprendido de la vida. Cómo se puede ser tan idiota.
Él le quitaba peso al asunto, diciendo que no lo había vuelto a probar. Me es igual. El caso es que por una vez, has caído en la tentación y no tenías ningún motivo. No es alguien a quien imaginaría yo en Proyecto Hombre. Y no pongo en duda que no tenga interés en repetir, pero el simple hecho de que le reste importancia, y que otros amigos me dijesen que no era para tanto, me aterra. Tenemos una edad y unas circunstancias que no invitan a la droga. Ya no se trataba de un debate de salud: mi preocupación iba más allá, en el peligro de lo vulnerables que somos a las tentaciones. Hay cosas con las que no se puede jugar. Y probar el cristal es una de ellas.