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Yo viví en el noventa y dos de Ortega y Gasset, Madrid (y el mensaje para el nuevo inquilino)

Hoy he cogido mis últimas cosas de la casa vieja, la que siempre conocí como "Ortega y Gasset". Bé y yo nos mudamos a una nueva casa, un nuevo hogar, en el que ya estamos instalados desde primeros de mes. Todavía quedaban pertenencias básicas en la antigua, que si el nórdico o la caja del macbook (que no sé por qué no tiro. De hecho, ocasiones como éstas son las que invitan a reciclar cartón), pero ya hemos acabado. La casa está vacía. Lo que allí pasó, pasó. Me guardo en la maleta uno de los mejores años de mi vida, incluyendo lo que vivimos entre esas cuatro paredes. Y además he hecho un buen puñado de fotos, para que nunca se me olvide cómo era (o lo pésimamente decorada que estaba, aunque los fotogramas de Amélie por el pasillo eran una idea fantástica, y los hemos rescatado para la casa nueva). Ahora que lo pienso: se me ha olvidado la foto que tenía pegada en la puerta de mi habitación, la foto de mi habitación. Me explico: en la puerta de mi cuarto había colgada una foto de cómo se veía la habitación si se habría la puerta, a modo de ventana. Era mi plan maquiavélico para no tener que enseñar la habitación a los invitados. "La habitación es lo que se ve en la foto, no hay más". Solo que en la foto estaba más ordenada.
Cuando llegué a la casa de Ortega y Gasset, o ahora en la nueva, metí la mano en todos los cajones y huecos de los muebles en busca de un mensaje secreto. Me llevé un chafón terrible, porque no encontré nada. ¿Es que la gente no deja mensajes a los nuevos inquilinos? ¿A nadie le hace ilusión leer unas palabras de alguien que vivió en la misma casa cinco, quince, cincuenta años atrás?
Es evidente que yo no iba a dejar las cosas así. Por eso me he encargado de dejar bien guardado un mensaje en la antigua casa, a la espera de que un nuevo inquilino, si acaso la mitad de listo y guapo que yo, lo encuentre. Dice así:

Querido/a nuevo/a inquilino/a:
Debes saber que en esta casa (suponiendo que el mueble sigue en el 92 de Ortega y Gasset) ocurrieron cosas muy buenas. También malas, pero fueron las menos.
Una casa es mágica por su gente.
Esperamos que tú la disfrutes también.
Un saludo desde julio de 2010.

B. y C.
Me hubiese encantado encontrar algo así al llegar a Madrid. Ortega y Gasset, te echaremos de menos.

7 comentarios:

Nazaret dijo...

Allí me colé (en tu habitación) y en tu fiesta me planté.

Itchii dijo...

Soon jirafaas? laas qee estaan en el mueblee a la izquierda. xD

Anónimo dijo...

Es curios que ninguna silla o sillon este volteando hacia la tele. Debio ser muy incomodo ver la tele.

ana ryder dijo...

Me parece un detalle absolutamente maravilloso.

Rubén Mato dijo...

Uala! Qué buena idea... Ahora que también me mudo de piso creo que haré lo mismo.

Aunque quizá también le deje un par de advertencias al nuevo inquilino de los residentes que se quedan... xD

Sibila dijo...

jajaja, voy a dejar una nota en cada habitación por la que pase, que creo que son muchas, desde que me he hecho nómada (he dormido en 6 habitaciones distintas en un año, durmiendo al menos en cada una de ellas un mes y medio) jajaj. Me ha encantado.

Y lo de la foto en la puerta, mola cacho! Lo voy a tener que poner en práctica también, porque la mayoría de mis amigos tienen prohibida la entrada a mi habitación debido al desorden! (y como está prohibido, todos quieren conocerla, jaja)

Un saludo. Sigue siendo agradable leerte!

Ellishp9 dijo...

Que genial idea, cuando me mude hare lo mismo por lo mismo que tu dices, quien habra vivido en esta casa hace 20 años, como fueron, cuales habran sido sus aficiones... va...