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Tres motivos por los que prefiero a Benedicto XVI antes que al papa viajero

Que a Benedicto XVI lo han tildado de extrema derecha desde el primer día, y ya es hora de que abramos los ojos. No digo que el actual pontífice sea la fiesta de santo padre, pero no caigamos en el error de creer que Juan Pablo II era mejor sólo porque tuviese más carisma o le encantase besar el suelo, porque entonces estaremos pecando de borregos (y el pecado, en estas esferas, gusta bien poco). Al anterior papa se le atribuye el gran mérito de contribuir a la caída de la Unión Soviética (mérito tan cuestionable como el papel del Rey en la Transición. Suena muy bien de entradilla en un biopic aunque los argumentos son etéreos), pero ¿qué reformas progresistas hizo el polaquísimo en el seno de la Iglesia? Dios y Virgen santísima, vuestro silencio me corta las ganas de rezar.
Benedicto XVI, muy lejos de estar en la ola de las reformas, cuenta con tres grandes avances que ya querría Juan Pablo II para sí:

  1. el uso condicionado del condón (condicionado, pero lo más lejos que ha llegado un papa al respecto).
  2. la admisión de curas anglicanos casados (que obliga a abrir el debate en el Vaticano. No puedes dejar que unos curas católicos tengan mujer y otros no. Hay que rediscutirlo).
  3. la persecución (muy relativa, pero radicalmente opuesta a la de su predecesor) de pederastas como el fundador de cierta orden. Juan Pablo II le hacía la ola cada vez que ese lo visitaba en la Ciudad eterna. Benedicto XVI, aunque se le cuelgue el sambenito (también justo, pero no tanto) de no perseguir lo suficiente a los curas pederastas, fue quien inició como cardenal el proceso contra este crápula mexicano.
Benedicto XVI sigue siendo un carca de tomo y lomo, pero ha dado tres pasos importantes que Juan Pablo II no dio ni cuando le funcionaban las piernas. No sería mi compañero ideal de parchís, pero si hay que elegir un papa progresista entre los dos, tengo claro que me quedo con Benedicto. El otro fue el papa del márketing, y de líderes así ya sabemos mucho en España. En su día me caía muy bien, pero ahora comparo los progresos de uno en treinta años y los del otro en cinco, y las diferencias son de echarse las manos a la cabeza.


Posdata: más de uno habrá advertido que no sigo las pautas de la nueva ortografía de la RAE en según qué mayúsculas. Tranquilos que lo he hecho a conciencia.

8 comentarios:

Alejandro G. Cabrera dijo...

Yo no prefiero a ninguno. No me gustan los Papas.

Alejandro G. Cabrera dijo...

Por cierto, creo que no se trata de lo que hace con respecto a otros. Creo que lo que vale es que haga lo que tiene que hacer. ¿De qué sirve que haya sido el que más lejos ha legado con el condón? De nada. Todo sigue igual.

Anónimo dijo...

¿Parchis? ¿que es eso? Pregunta tonta lo se.

T dijo...

Sólo hay que mirar todo esto de la pederastia, que el Papa anterior lo tapaba todo y al menos con este sale algo, aunque a mi tampoco me gustan los Papas...

Keldor dijo...

"el uso condicionado del condón" ¿es un juego de palabras?

Partamos de la base de que un Papa progresista es una utopía, y que el mayor grado de progresismo que puede alcanzar una institución como la Iglesia Católica apestará siempre al conservadurismo más rancio.

Dicho lo cual, más le vale al Papa como máximo exponente del catolicismo, abrir la mano en la permisividad de la Iglesia en determinados aspectos, como puede ser el uso del condón. Porque sino se gana a las nuevas generaciones, pierde fieles a espuertas (máxime cuando se les instruye desde pequeñitos hacia el laicismo, como es el caso español con la educación para la ciudadanía). Porque todo eso de la fe cristiana, los dogmas católicos, la salvación del alma y el perdón de los pecados está muy bien y tal, pero la Iglesia Católica es una institución terrenal, y una fuerza política, o de influencia política. Y sin fieles, se les cierra el chiringuito.

Anónimo dijo...

No tiene mucha lógica tu argumentación... lo raro sería que el nuevo Papa no estuviera más avanzado que el anterior.
Te olvidas de cómo estaba la Iglesia antes de Juan Pablo II y cómo se la ha encontrado Ratzinger. Hablas de 3 razones en las que Ratzinger ha sido superior, pero si de evoluciones se trata ¿en cuántos ámbitos Juan Pablo II dio pasos adelantes que no los dio Pablo VI?
Si nos fijamos en eso dentro de un contexto (que es lo que no has hecho, Cronista), Juan Pablo avanzó más que Ratzinger, me temo.

Rosa Burgos Ruiz dijo...

Yo no estoy muy al tanto de las reformas de unos papas y otros. Sencillamente comparto opinión con Alehop, directamente no me gustan los papas. Soy atea, aunque me duela reconoces que estoy estudiando en un colegio católico, y oye, quieras que no, por muchas progresos que hagan, siguen teniendo una máscara de hipocresía importante. Me desvío un poco del tema, pero me apetece decirlo, ademas tiene algo de relación con lo que dice Anónimo. La Iglesia necesita seguidores porque si no tiene le cierran el chiringuito, porque son una institución terrenal y aquí viene la hipocresía. Ellos sostienen que son de poder religioso y que no deberían meterse en sociedad, ni economía ni política pero que es inevitable por ser terrenales. ¿Entonces en qué quedamos? ¿Dios quiere que se metan en la vida de todo el mundo y estuvieran todo el tiempo o quiere que se dediquen solo a sus asuntos? Nunca me ha gustado la filosofía de la Iglesia ni su forma de llevar las cosas, aunque eso sí, hay cosas buenas que salen de ahí, como algunas misiones, etc. pero nada más.

Anónimo dijo...

pues para mi que Juan Pablo II haya aceptado la teoria de la Evolución basta y sobra para ganarle a Benedicto XVI , tambien que haya negado la existencia del cielo y del infierno...