Ocurre alguna vez que tus amigos se obsesionan con algo en concreto. Algo que te aburre soberanamente, y que hace tus momentos con ellos un tedio. Les encanta, no quieren parar de jugarlos, y tú mientras aguantas el rato como puedes, pensando, esperanzado, que esa moda pasajera se vaya con tanta prisa como ha llegado.
Huelgas
viernes, 2 de noviembre de 2007
Mi abuelo me ha cantado esta estrofa hoy, durante la comida. Lo hacía riéndose, recordando que cuando era universitario, del 8 de Diciembre al 8 de Enero se lo tomaban festivo. "¡Eso lo decía hasta mi padre!", dice refiriéndose a mi bisabuelo, "¿es que no lo hacéis ahora?".
Por supuesto que no. Quizá me tome festivo personal el día antes de darnos las vacaciones de Navidad, pero no el 8 de Diciembre, desde luego. Aunque lo cierto es que me encantaría. Un mes sin clases, ahí queda eso, y por propuesta (e imposición) estudiantil. ¡Y luego dicen que los jóvenes hacemos lo que queremos, y mirad lo que no nos cuentan que hacían abuelos y bisabuelos! Me apena porque en mi clase somos pocos y es imposible ponernos de acuerdo para una huelga. Salvo en primero, y por unas circunstancias muy especiales (adorada Carta Glaucón, qué recuerdos) nunca más se ha dado el caso. ¿Dónde ha quedado el espíritu revolucionario de nuestros mayores? Vergüenza de generación la nuestra.
Primeros y segundos nombres
Soy muy curioso con los nombres: me fijo en las listas, pregunto por los apellidos de las novias y siempre ando a la caza del más cautivador. Muchos los apunto para futuras historias: me sorprendió Bo (que encontré en los resultados de Selectividad, y luego coincidí con ella en Literatura Universal), me gusta Bauxauli, Ródenas... aunque claro, mis hijos tendrán mis apellidos y los de mi mujer y ahí no hay otra. También me gusta mi apellido. Sin embargo, sí queda a mi juicio elegir el nombre que tendrán y teniendo en cuenta que yo tengo primer y segundo nombre, haré lo propio con mis vástagos.
Lo tengo todo pensado: dado que me gustan los nombres raros (a fin de cuentas mi segundo nombre es totalmente atípico... al menos desde tiempos de Julio César) y mi mujer no estará por la labor, se los pondré de segundo nombre, dejándole a ella la elección del primero y a fin de cuentas, el importante. Estos son mis favoritos para segundo nombre:
Hombre: Wenceslao.
Mujer: Ofelia, Ginebra y Matilde.
Pero como soy muy cabrito, trataré inducir a mi mujer para la elección de los primeros nombres (risa siniestra) y estos son los que más me gustan:
Hombre: Guillermo, Hugo, Santiago, Julio, Arturo.
Mujer: Carmen, Alicia, Leonor.
En realidad hay más nombres, pero no los recuerdo ahora. Eso sí: no me gusta cuando los hijos tienen los nombres de los padres (y en mi casa pasa, dicho sea de paso). ¡Con la de nombres que hay en el mundo, y tener que repetir! ¿Y tú? ¿Qué nombres pondrías a tus hijos?
Ceuta y Melilla
Soy contrario al movimiento de Gibraltar español porque me parece hipócrita: exigimos que nos devuelvan el peñón, a sabiendas de que fue un regalo de España a Reino Unido, y con todo, ni se nos pasa por la cabeza entregar Ceuta y Melilla a Marruecos, a pesar de que son geográficamente dos casos muy parecidos: ciudades pequeñas dentro de un país distinto. Y como no haría la canallada del canje, me parece que esta discusión no puede seguir. Hasta que no estemos dispuestos a prescindir de Ceuta y Melilla (y Dios quiera que nunca lo hagamos) nada de tonterías con Gibraltar. Además: ¿cómo pretendemos que los gibraltareños quieran ser españoles, si nos la hemos pasado haciéndoles putadas en los últimos siglos? Muy español, sí. Si en el fondo me hace gracia.
Ceuta y Melilla son noticia porque los reyes se dignan por primera vez en sus vidas a hacer una visita oficial. Vergonzoso. Como si no hubiesen tenido tiempo. Como si Ceuta y Melilla estuviese en el quinto pino, o como si se pagasen ellos el avión. Y Marruecos muestra un cabreo descafeinado por esta "provocación", pero oye, están en su derecho, que el Gobierno de España hizo lo mismo cuando vino a Gibraltar una hija de la Reino de Inglaterra. También ridículo.
En fin. El mapa está como está, y no empezamos a tocarlo. A menos que venga una ETA a retocarlo, claro, pero para eso siempre hay tiempo.
P.D.: Decimos Ceuta y Melilla, pero ¿Melilla y Ceuta? La primera tiene 2.170.00 entradas en Google. La segunda, solo 35.700. Mera curiosidad.