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Algo más que ofrecer al pueblo

Para saber de qué va el nuevo partido político UPD uno tiene que indagar por Internet, porque quitando su iniciativa patriota por la unidad de España, no se sabe mucho más de las iniciativas de Rosa Díez y Fernando Savater. Apenas les he oído decir nosequé de la educación española, pero poco más que se salga de lo ya conocido. Nunca votaría a un partido del que se sabe tan poco. Démosles tiempo, a ver con qué nos sorprenden. Yo por lo menos soy todo oídos para lo que me tengan que contar los políticos, de aquí y de allá. Veremos quién me convence, porque si hoy fuesen las elecciones, tendría serias dudas.

La mentira

No sé si conocéis El Show de Truman, una película de Jim Carrey en la que su vida viene a ser un Gran Hermano del que él no es consciente. La película acaba con que el protagonista sale del enorme plató en busca de la chica. Fin. Lo que la gente no suele saber es que El Show de Truman está basado en una novela del escritor Philip K. Dick, publicada en 1959 y titulada La vida de Truman Burbank. La novela es más o menos parecida, pero el final tiene un par de capítulos de más que no aparecen en la película Te cuenta lo que hizo el protagonista al salir del plató, cuando conoce el mundo exterior y sufre el verdadero acoso de las cámaras. Antes le observaban las 24 horas del día, pero él no era consciente de ello. Ahora lo hacen sin disimulo y se siente más observado que antes, aun cuando no pueden entrar a su casa. Su rostro aparece en todas las revistas y los reporteros le persiguen hasta la puerta. Por eso Truman acepta una propuesta del director del programa y vuelve a entrar al plató, a seguir con su vida real. Así termina el libro. No, en realidad no termina así. Todo es una mentira. Y lo he advertido en el asunto del comentario. Símplemente quería probar cuanto influye el título en el mensaje de a continuación. Posiblemente nada. O todo. Es un simple experimento de sábado por la tarde. ¿Cuál es vuestro caso?

Directores y productores

Yo no soy fan de Tarantino, ni de lejos, pero sé de muchos que fueron a ver Hostel creyendo que era película suya. No es que sean tontos: es que en los carteles de las calles aparecía un enorme Quentin Tarantino presenta mientras que el nombre del director del filme aparecía más abajo y con letra casi invisible. No he sabido que Quentin presentase la peli en ningún cine, al menos en Valencia, por lo que creo que fue más bien un engañabobos. Un gancho para sus fans. Y que si yo fuese el director de la película (un tal Roth, por cierto) sentiría una tremenda vergüenza si lo que quisiese fuese prestigio antes que dinero. Claro que no será el caso.

Ahora sucede algo parecido con El Orfanato, la cuál nos van a meter como la última de Guillermo del Toro y no es así. A menos que queramos pensar que el productor es el autor de la película, y entonces Jose Luís Moreno es en definitiva el padre, madre y tía de toda la televisión española. No, no lo es. Es el que pone la pasta, el que se juega las pelotas, pero no es el autor ni el nombre que debería aparecer primero. Aunque claro: ¿quién conoce al verdadero director? Engañabobos, en definitiva.

Se ven cosas así muy a menudo: el productor se usa mucho como gancho, pero en realidad nunca es garantía de éxito. El productor ni escribe ni dirige, su trabajo es muy simbólico (y económico), y atribuirle la calidad de un trabajo es básicamente decirle "qué bien has invertido, tío". Y ni con esas puede que recupere la pasta. Lo que pasa es que con todo el primer engañado de este cuento es el espectador, que cree que va a haber una película de alguien que sólo la ha producido, y sin olvidar al verdadero director, al cuál casi nadie tiene en cuenta.

El referéndum vasco

En ocasiones decimos que los etarras son cuatro gatos y que todos los vascos están en contra, pero si fuese así no ganarían los que ganan. El caso es que Ibarretxe ha propuesto una consulta para el 25 de Octubre de 2008 que seguro traerá cola, y poco vamos a tener que esperar para escuchar las primeras impresiones. Desde luego nadie se lo va a poner fácil a ZP en el final de su legislatura.
Estoy a favor de la consulta. Aunque debería haber un debate: ¿para todos los españoles o sólo para los vascos? En cualquier caso, tengo claro lo que yo haría de salir el sí a la autodeterminación: bloquearía toda negociación con el País Vasco de aquí al próximo siglo, a ver si es verdad eso de que no quieren a España para nada. No les iría a joder, pero oye, tampoco se lo pondría nada fácil. A las buenas o a las malas. No querer sólo al Estado español cuando a uno le interesa.

Por cierto, y nota al márgen, el grupo de amigos de mi primer colegio quería hacer un viaje al País Vasco para el puente del 9 de Octubre. Tres del grupo se han negado por el asunto del terrorismo. No es por miedo a un atentado, que igual te puede coger en Bilbao que debajo de tu casa, sino por no dar ni un duro a los vascos. Si no quieren nuestra bandera, tampoco deben apreciar nuestro dinero. Y con todo somos conscientes de que deben ser unas provincias preciosas, dignas de visitar... pero no por el momento. ETA hunde su turismo.