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Matar a Dios (o un viaje de vuelta a «La materia oscura»)


Hace diez años leí, a ritmo de publicación, la trilogía La materia oscura que firma Philip Pullman. Enseguida se convirtieron en unos de mis libros favoritos, aunque cuando tienes entre diez y doce años, todavía te queda mucho por leer. Ahora, una década más tarde, y con cientos de libros consumados entre medias, releo la obra magna de Pullman y me reafirmo en que es una historia soberbia. Claro que mis argumentos de hoy, con veintitrés, no tienen nada que ver con los de antes. Seguramente se parecerán muy poco a los que pueda tener dentro de otros tantos lustros. Eso por no mencionar lo que me queda...
Cuando leí de niño Luces del Norte, La daga y El catalejo lacado, me entusiasmó la infinidad de mundos que exploraban, los daemonions que acompañaban siempre a los personajes y la acción de cada capítulo. La imaginación de Pullman sigue asombrándome más de diez años después, pero lo que más me ha impresionado en esta relectura son los asuntos que menos me interesaron en la primera: la intriga política, el debate teológico y la psicología de todos los personajes, entre otros temas. Las cuestiones que más prescindibles me parecieron la primera vez, curiosamente. Las curiosidades no pueden ser las mismas con tantos años de diferencia, sobre todo a estas edades.
La materia oscura es una lectura obligatoria tanto por su narración brillante como por su historia ambiciosa. Es una trilogía con unos personajes muy trabajados, repletos de luces y sombras, con diálogos muy cuidados y descripciones sobresalientes. La trama del libro no es tampoco para tomársela a broma: la destrucción de Dios, que ha provocado tanto mal desde sus inicios y que actúa impunemente con el brazo de la Iglesia. Poco tiempo atrás nadie hubiese creído la posibilidad de derrotar al Todopoderoso, pero una profecía puede cambiarlo todo.
Pullman ha sido acusado de fomentar el ateísmo sin razón. En verdad, La materia oscura no niega la existencia de Dios, sino que lo reconoce como un ser negativo y digno de merecer la muerte. No es lo mismo, aunque imagino que este argumento tampoco convencerá a los devotos. En cualquier caso, se crea o no, el valor literario de la trilogía es incuestionable y merece ser leída por niños, jóvenes y mayores. De hecho, es de esa clase de libros que no están dirigidos a una edad, sino a todas, con la virtud de que cada uno le dará una lectura distinta y disfrutará desde el principio hasta el final. He leído pocas novelas tan ambiciosas como la trilogía de Pullman, y no me refiero sólo a la literatura juvenil, donde las modas ñoñas hincaron el diente hace años para no dejar ver el sol a nada que no pase el corte. Son muy pocos los autores capaces de escribir esto. Otra pregunta interesante es cuántos editores están dispuestos a publicar un libro con un objetivo final tan políticamente incorrecto, en esta época en la que nuestra hipersensibilidad nos obliga a decir "persona de color" donde antes era "negro". Es emocionante comprobar que quedan libros sin miedos ni referentes.
Aunque parezca imposible, tener mala memoria puede ser a veces una bendición: la suerte de poder leer una joya literaria por segunda ocasión como si fuese la primera vez.

Ya puedo tachar La materia oscura de mi lista de relecturas pendientes.

9 comentarios:

Isi G. dijo...

Esta trilogía me la quiero releer este año, porque me encantó cuando la descubrí, me pareció interesantísima y muy entretenida. Espero disfrutarla tanto o más como recuerdo.

Un beso^^

Julia dijo...

Estoy completamente de acuerdo, "La materia oscura" es de las mejores trilogías(y libros en general) que he leído, de mis favoritos sin lugar a dudas. Algún día también la reeleré.
Besos!!

Ana dijo...

Cuando la leí tendría más o menos la misma edad que tú, y ya hace tiempo que quiero releerla pero por una cosa o por otra siempre la voy aplazando. Definitivamente, en cuanto termine los dos libros que tengo pendientes la empiezo porque eso que dices de Dios me ha dejado a cuadros. No recuerdo nada!

Y sí, para algo bueno tenía que servir la mala memoria verdad? Me encanta la sensación de volver a leer un libro al cabo de un tiempo e ir redescubriéndolo, disfrutándolo tanto o incluso más que la primera vez. Eso no tiene precio :)

Keldor dijo...

No he leido ninguno de estos libros, y tomaré la entrada como una recomendación. Ya te diré mis impresiones

Prigkinissa dijo...

" La materia oscura no niega la existencia de Dios, sino que lo reconoce como un ser negativo y digno de merecer la muerte. "
Me recuerda a mi frase de " Si existiera Dios y me lo encontrara, lo primero que haría sería escupirle en la cara". Y eso hace que quiera leerme el libro YA ( digo después de las opos), para tener un argumento o al menos un cómplice cuando los demás me miran mal.
Por otro lado, yo también odio los eufemismos que intenta esconder la realidad. La verdad no cambia con palabras bonitas, sólo es ocultada lo que impide cambiarla. Siempre regaño a las personas que dicen "negrito" o " persona de color". grrrr. Realmente es un racionamento infantil, como ejemplifica una situación que viví hace un mes:
- "!Quítate, negra!" - grita con mal tono un chaval de 14 años
- No me llames negra- le recrima la niña de 12 años
-Pero si eres negra- le digo yo.- Lo que tienes que hacer es sentirte orgullosa de serlo y decirle que no te lo diga con ese tono como si estuviera hablando de algo asqueroso.

Nuria B. dijo...

Yo lo leí hace bastantes años (ahora tengo 20, no sé cuántos tendrás tú XD) y también me encantó, sobretodo por los daimonions, que el hecho de tener un compañero animal que se transformase a voluntad y fuera siempre contigo... me fascinaba, estaba leyendo el libro y deseaba con todas mis fuerzas tener yo algo así (entonces no tenía a mi perra, y de todas formas, ahora tampoco me la puedo llevar siempre detrás XD). Y también me gustaba que veía algo diferente en los personajes, pero no sabía distinguir el qué...

Ahora me lo has recordado y me encanta, a ver si en cuanto pasen los exámenes me vuelvo a enganchar a la lectura, y concretamente esos tres me los vuelvo a leer también :)

Estelwen Ancálimë dijo...

Si quieres que te diga la verdad, nunca me di cuenta de que el libro fuesa de ese tema. Supongo que porque me pareció demasiado rayante. "Luces del norte" me gustó (aunque no entendí que era eso del Polvo, pero pensé que ya lo irían explicando). "La daga" me costo acabármelo porque me parecía un poco rayante. Y "El catalejo alcado" no me lo pude terminar porque me parecía una ida de olla. Y lo curioso es que nunca llegué a percibir que el libro fuera de matar a Dios. Por lo menos, me consuela saber por fin cuál era el argumento :-S
Y, dicho sea de paso, diré que lo de que un tema como ese no fomente el ateísmo... bueno, lo cierto es que el libro no es ateo en sí mismo, ya que no niega la existencia de Dios. Pero, dado que le atribuye una personalidad malvada, que daña al mundo y que debe ser por lo tanto destruido, yo diría que en todo caso "La materia oscura" se puede calificar de satanista. No porque alabe directamente a las fuerzas demoníacas, sino porque promulga la lucha contra Dios y su destrucción, que se supone que es el principal objetivo de Satanás. Así que, en todo caso, el libro debería ser considerado pro-satánico, no ateísta.

Pero bueno, son matices. Obviamente halagüeño para la fe de los creyentes, está claro que no es. Aunque, insisto, al menos de los creyentes que tengan paciencia para terminarlo, porque yo nunca pude ^^U

Anónimo dijo...

Hum, yo no lo leí en la infancia pero tengo un muy buen recuerdo de los libros: una trilogía actual para el público juvenil que no trata a los chicos como si fueran todos tontos o se fueran a romper por pensar un poco.

Eso sí, si no recuerdo mal, quien muere al final y quien ha montado todo el tinglado es el "primer ángel", que se autoproclama "dios". Fíjate que yo ahí no lo vi como la muerte de Dios, sino como una advertencia contra todos aquellos que dicen hablar en "nombre de Dios", contra todas las religiones dogmáticas en particular pero también contra los dogmatismos en general. Una obra que critica justamente la falta de crítica, el conformismo, el adoctrinamiento y la ausencia de debate real en determinados ámbitos de la vida y que anima a los chicos a hacer preguntas y a cuestionarse las cosas.

En cualquier caso y en resumen, pedazo de obra. :)

Un saludo.

Rocy dijo...

¿Crees que la película hizo justicia al libro? Recuerdo que empecé a leer el primero, yendo por la mitad vi la peli, y luego me costó bastante terminarlo. De hecho tengo el segundo y el tercero, pero sin mucha ganas de leerlos, la verdad.