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El César y su moneda

Jesús no pensaba en cualquier cosa cuando dijo aquello de "al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios". Me parece una frase muy inteligente. No proponía ninguna sublevación contra el sistema político, aunque luego se demostrase que eso a los romanos les importaba un rábano. Y a los judíos.
Me gusta recordar esta frase hoy, porque parece que nuestros obispos la han olvidado. Entiendo muy bien lo que quieren decir, y están en su legítimo derecho a hacerlo, legítimo derecho como ciudadanos. Apoyo que no es lo mismo hablar que negociar, aunque tampoco me queda muy claro qué hizo Aznar exactamente. Que ha habido negociaciones está más que claro, porque si no ANV no llevaría tantos meses cobrando de las arcas del Estado. Ni de Juana se pasearía de ese modo con su fan.
Sí, puedo coincidir con estas opiniones en mayor o menor medida. Y las respeto como personas que son. Como institución, la Iglesia no puede ser tan incauta. Vale que ellos, como ciudadanos, puedan expresar su opinión. Pero entonces que las ruedas de prensa las den en su casa y sin sotana, y no en la Conferencia Episcopal. Que dejen los asuntos del César en paz, y que se dediquen a los de Dios. Lo mismo digo para los curas vascos, por descontado. Algo tendría Jesús en la cabeza cuando dijo esto.

P.D.: Ya queda menos para las elecciones. ¿Se me notará por lo que escribo? ¿Estaré intentando orientar el voto? ¿A quién votaré? ¿Ganará quien yo quiero? ¿CONSEGUIRÁ UN DIPUTADO QUIEN YO QUIERO? Todas las respuestas, el 9-M.

SGAE y cultura libre

De blog a blog, he llegado hasta un manifiesto por la liberación de la cultura libre. Me viene muy bien para hablar de algo que discutía hoy, de vuelta de la mascletà (por el aniversario del Rey Don Jaime, no es que se hayan adelantado las Fallas) con los tres cucarachos. En una de esas ha salido el tema de la SGAE, tan poco querida por Polivalente y Mr. Límix.
No seré yo quien defienda a los canonistas, en el peor sentido de la palabra, de la SGAE, pero tampoco caso con eso de que la cultura tiene que ser libre. Puede ser libre si el autor así lo quiere, pero bajo ningún caso por obligación. Porque antes de todo, la música y literatura, por ceñirnos a uno de los campos de la propiedad intelectual, son el trabajo de unas personas. No se les puede tomar el trabajo y no darles un duro. No dejan de ser trabajadores, igual que un albañil o un profesor. E igual que nos parece justo pagar al albañil por construir o al profesor por enseñar, los creadores no van a ser menos.
Punto y aparte, esto no significa que vea admisible los cánones de la SGAE. Creía que nuestro ordenamiento jurídico defendía la presunción de inocencia, pero esto es una clara presunción de culpabilidad. Hay que buscar equilibrios, y la industria buscar alternativas, pero desde luego los usuarios no somos quienes para exigir esto. En el manifiesto que vinculo más arriba, se dice:

Reivindicamos,
que acorde a los tiempos, se garantice el acceso universal y la distribución masiva, de forma libre y gratuita de todos los contenidos culturales propiedad del estado en sus fondos, bibliotecas o almacenes de depósito legal.
que la sociedad, la industria y los autores busquen un nuevo modelo de relaciones económicas que, en vez de constreñir el uso de las tecnologías de la comunicación, potencie y se aproveche de su desarrollo y multiplique sus beneficios.

O lo que es lo mismo: todo derechos para mí, y todo obligaciones para el resto. Si de verdad quieren una revolución, que empiecen por ofrecer ellos mismos las alternativas. Los músicos tienen los conciertos, pero ¿cuál podría ser la otra fuente de ingresos de un escritor? Que me la digan, por favor. Y no vale meterse en Supervivientes.

Los tedoylarazonentodo

Primer punto del manual para caerle mal a Hombre con Criterio: darle la razón todo el tiempo. Y si él busca una pega a sus propios argumentos, que se suscriban. Y cuando desmonte sus propios contraargumentos, le aplaudirán. Haga lo que haga, siempre será perfecto e ideal.
Pero estos sujetos cuyo fin en la vida es caer bien no son simples aduladores de este Hombre con Criterio: harán lo mismo se crucen con quien se crucen. Alabarán a todos y luego les pondrán verdes por la espalda. Pero cuando los tengan de cara, sonrisas y ruegos. Y muchos de esos "¡justo lo que yo digo!".
Me he propuesto un experimento con Ele: un día de estos, vamos a discutir delante de uno de estos especímenes. A ver qué hace ante semejante encrucijada. No sé por qué, pero ya me huelo que se las ingeniará para darnos la razón a los dos aunque defendamos puntos opuestos. Llevan años entrenados. Son peligrosos. Tened precaución.

Ya he hablado en este blog de los Intelectualoides, de los musicoides, hoy de los tedoylarazonentodo... no os preocupéis, que mi bestiario particular no termina aquí. Anda que no queda tela por cortar...

Año Uno d.T.

Me gustan los momentos históricos. Por algo quiero estar en Cuba cuando muera Fidel, y esperar que cualquier gaceta universitaria española me pille a la desesperada como reportero de guerra. Es mi yo suicida.
El de hoy era un momento histórico de la televisión española. No creo que haya exageración alguna en esto. Aquí Hay Tomate ha emitido su último programa y seguramente habrán batido unas audiencias de aúpa. Pero el final ha sido soso, sin mala leche, muy de despedidas y sin el "ay, ay, ay, ay, ay..." característico. Como nosotros somos tan hipócritas, ahora les criticaremos (y si no, esperad a la prensa de mañana) que les haya faltado morbo en este final. ¿No nos hemos pasado cinco años criticando sus formas, y justo el día que van a buenas les criticamos precisamente por no ser malos? De ese modo no es de extrañar que las teles nos pierdan el respeto y acaben haciendo lo que les de la gana.
Pero sí, le ha faltado gracia a este último Tomate. E Isabel Pantoja ha perdido la oportunidad de despedirse como una señora, porque creo que hoy eramos muchos los que deseábamos verla salir de su casa (que he renunciado a Sé Lo Que Hicistéis por el Tomate, y eso cuenta). Salir, decir adiós e incluso echar un rabapolvo con gracia. Ni el mermelada ni Carmen Alcayde (que comparte conmigo el gusto por hacer referencias cada diez minutos a Valencia) se hubiesen atrevido a insultarla en este día. Y con ese adiós de la tonadillera, hubiésemos tenido el minuto sensacionalista más celebrado de este 2008 apenas empezado.
Ay... son muchos los que le preguntarán a la Pantoja por qué no salió en este día... pero para cuando de explicaciones, ya será demasiado tarde. El Tomate ha acabado y ya está hecho gazpacho dentro de la trituradora. Por favor: no nos olvidemos por qué este programa era tan denigrante, o acabaremos echándolo de menos. Qué fuerte, qué fuerte, qué fuerte... el Tomate ya está con Rocío.