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Experimento de una escalera (ii)

Ayer iba a bajar andando cuando escuché que unos niños subían al ascensor. Pulsé al botón para apearme en el cuarto: uno nunca sabe con quién se puede uno encontrar, y yo soy de los que arriesgan. El ascensor paró en mi planta y me colé dentro, haciéndome sitio junto a una madre de corta estatura con sus dos niños. Y esto es lo que decían, palabrita del Niño Jesús:
—Esto sí que es una lección de verdad —les decía la madre, mirando mis dibujos del primero al último—. Deberías aprender a hacer lo mismo. Son todo buenas intenciones.
Y el niño mayor, mientras tanto, mirando el angelito (el último personaje del mural) que reza «Dona sangre. Aún estás a tiempo de salvar a los otros niños», y diciéndole a su madre:
—El angelitooooooooooooo...
—Aprended de esto —insiste la madre—. Todos son buenos consejos.
Y yo, callado en mi esquinita del ascensor, con cara de Qué-Clase-De-Madre-Insta-A-Sus-Hijos-A-Que-Dibujen-En-El-Ascensor pero con el interior que bulle de orgullo y satisfacción porque una madre ha sabido captar el objeto del proyecto e insta, sin miedo, a que sus hijos obedezcan los consejos del ascensor. Como en una nube. Alucinante.
Y como Ale me prestó su cámara, a él gracias, os traigo aquí unas fotos para saciar vuestra curiosidad. Mi pulso es terrible.


16 comentarios:

Ana dijo...

Gracias por poner la foto! Qué majetes son, eh! Sabes a qué me ha recordado el dibujo del niño? (que si no recuerdo mal, lo dibujaste tú, no?) A las ilustraciones de Quentin Blake. Tengo varios libros de Roald Dahl con sus dibujos y tal, y el estilo se parece bastante.

Saludos :)

Nazaret dijo...

qué heavy, una que llega a su casa borracha de fiestas y se topa con esto... jajajaja!! ey! y dentro de poco lo veré con mis propios ojos! ya tengo ganas :)

Rocy dijo...

¡Qué chulada! Molan! ^_^

Anónimo dijo...

Por lo visto tus ideas han llegado lejos, al punto de que han influenciado a las personas y las han hecho tomar conciencia, después de todo no eran dibujos tan propios de un vándalo como yo creía, mas bien son “Inocentitos”, pues bien ahora puedes denominarte como un tipo que ha marcado la rutina de las personas; aún así que tiempo que tienes, eso de andar rayando es como lo que acá denominaríamos “ocioso”, dícese de un tipo que no hallando nada que hacer por la vida, hace algo un tanto inesperado y extraño, y lo hace por el simple hecho de que lo hace, es decir se le ocurrió así de la nada, muchas veces las ideas son bastante atípicas, ¿Se Entendió?

Con todo que graciosa situación en el Ascensor.

Anónimo dijo...

Eres increíble Cronista xDD

Selene dijo...

Los dibujos se parecen a los de Quentin Blake (el ilustrador de los libros de Roald Dahl) ^^

(..y si, lo acabo de buscar)

evelin dijo...

simplemente genial. Que bien que has logrado sembrar algunas inquietudes

Bru dijo...

Quiero vivir en tu edificio... Los dibujos están muy chulos, y lo de los críos es gracioso. Me los imagino de mayores contándoles a sus hijos que cuando eran pequeños alguien hizo dibujitos en el ascensor para enseñarles cómo se deben comportar.

Por cierto, se lee un poco mal, la mujer que está al lado del hombre que expele ventosidades, ¿qué dice?

Saludos

Enrique dijo...

¡Jajaja! ¡Que chulo!

Iria dijo...

o.O
A mí también me han recordado a las ilustraciones de Quentin Blake en los libros de Roal Dahl.
Qué gracia!
Me encantan ^^

murr dijo...

Grcias por la fotillo^^ Los dibujos están muy bien^^

Anónimo dijo...

oye la encuesta es un poco rara, que yo sepa 44+45+3+5=97...

LinitaSalguero:) dijo...

me encantan :)

Anónimo dijo...

jajajajaja ame el dibujo del tipo del pedo

Ladynere dijo...

¿sabes qué? Hace un par de días me quedé encerrada en el ascensor de mi casa. Mientras los vecinos intentaban abrir las puertas y sacarme, me acordé de los dibujos en el ascensor de tu casa... lástima que no llevara ningún permanente a mano para entretenerme mientras lograban sacarme de ahí.

Un beso!

ConfidentLinarola dijo...

Whow que increíble. Ya imagino lo orgulloso que te sentiste, no hay nada mejor que alguien valore lo que has hecho, cuando mas que sea una persona te hace sentir realmente importante aunque ni siquiera lo este sabiendo.
Es lo bueno del trabajo anónimo, que si escuchas algo de alguien es porque realmente quiere decirlo.

No tengo un ascensor pero en la pizarra de mi trabajo –pero en bodega la pizarra- unos cuantos días escribía mensajitos –ya que no había nada escrito- no consejos, quizás comience a hacerlo como despedida porque quiero un nuevo ciclo en mi vida, pero lo malo es que dibujo feo y sin dibujitos no llama tanto la atención. Mmm creo que me quedo nomás con los mensajitos.