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Benimaclet

A medio minuto de mi casa (o cinco, porque los semáforos de Primado Reig son eteeeeeernos) se encuentra Benimaclet, un barrio de la ciudad que hasta ayer, como quien dice, era un pueblo independiente. Y han pasado ya unos cuantos años desde su integración a la ciudad, décadas, y pese a todo sigue teniendo eso tan especial que lo convierte en un sitio exclusivo - o, definitivamente, en un barrio de los de siempre.

Siempre he tenido Benimaclet a mano, y sin embargo he vivido a espaldas de él. Viviendo en el extremo de mi propio barrio, podría haber convertido Benimaclet en el mío. Practicamente vivo en la frontera. Y sin embargo, mi vida, mi todo, está en Pla del Real (que es en realidad un distrito, pero dejémoslo así: nadie llama a Pla del Real por Pla del Real. Nadie le llama de ninguna forma, de hecho). Benimaclet siempre ha estado al lado, pero como al acecho. Benimaclet, del mismo modo, no es el mismo hoy que ayer. Ha sufrido una transformación gloriosa de la que mucho tiene que ver la alcaldesa. Benimaclet es hoy día un barrio en el que me gustaría vivir, yo, que estoy tan feliz en el mío. En realidad no me movería ni dos calles, aunque fuesen dos barrios distintos (y a la vez, tan diferenciados: Primado Reig, para quien conozca Valencia o mi zona, es una avenida que separa drásticamente dos partes de la ciudad. Lo mismo ocurre en otros tantos sitios).
Supongo que empecé a sentir curiosidad por Benimaclet cuando pasé a la universidad. Tenía que usar su parada de metro, igualmente, y me introducía en el barrio aunque fuese sólo por una manzana. Luego, con el tiempo, conocí tal restaurante. Más tarde, Eme me llevó a aquella horrible representación poética que sin embargo me descubrió la comunidad artística que existe en el lugar; y lo mismo con la comercial, que está tan organizada y autoprotegida. No sé cómo ha ocurrido, pero los tres últimos fines de semana acabé la noche en Benimaclet, y las tres veces fueron con tres grupos distintos de amigos. Es un barrio desconocido y por conocer. Me encanta ir andando a la universidad por sus calles, y conocer nuevos sitios. Hoy también vuelvo a Benimaclet, pero será, cómo no, a probar un sitio nuevo. Son infinitas las opciones. ¿Por qué nos ocurre que no vemos lo que tenemos más cerca? Benimaclet rules. Y esperad, porque lo mejor está por venir: por fin he encontrado una biblioteca pública cerca de mi casa, y fue buscando en Google "biblioteca pública de Benimaclet". He alucinado y disfrutado revisando los libros de su archivo. Ya me imagino cuales son los primeros que voy a sacar, en cuanto me haga el carné. Qué bien viene en tiempos de crisis, cuando ya ni te planteas comprar un tapa dura. Ni loco.

P.D.: Tiembla, Alboraya. El pueblo de la horchata sólo se separa de Valencia por una rotonda. Qué poco le quedará por integrarse en la ciudad como un día lo hizo Benimaclet, que los de Google Street View les han incluido en la ruta. Antes ellos que Londres o Berlín, no está nada mal. En fin. Un homenaje a un barrio de Valencia. En una ciudad en la que se habla tan poco de barrios, con excepción de El Carmen. De zonas sí, pero no de barrios.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Benimaclet... Justo al lado de mi facultad. La verdad es que yo todavía me he decidido a descubrirlo. Pero quizá me lo piense.

Rocy dijo...

En Madrid también pasó. El barrio donde está mi tienda era hasta 1949 un pueblo, y ahora es un barrio de la capital (y vas andando por sus calles, y se nota que hace medio siglo era un pueblo). Cosa normal que se integrara, dado lo grande que es Madrid, pero eso a la gente no le entra en la cabeza, como a mi familia valenciana, ellos insisten que donde yo vivo no es la capital, que no pertenecemos a ella, y se equivocan, es un barrio de la periferia de la capital, pero vivo y es de la capital! En cambio, ellos no, son de un municipio de Valencia (y pongo municipio porque eso pone en en la enciclopedia, pero creo que le pasa como a Coslada, no se sabe definir o.O)

Saludos.

Anónimo dijo...

¿Es un barrio bohemio? Suerte que lo tengas tan cerca y que mantegas la mente abierta...

Adoro las bibliotecas públicas, detesto las tapas duras, y ...¿leerás a Dickens?

No olvides ver en cine "Retorno...", muy buena adaptación ¡hasta para mí!

ana ryder
(también odio firmar como Anómino)

Anónimo dijo...

Confident dijo…
Me encantan esos detalles así (lo del barrio de tu frontera, con su biblio, etcetc)…
No es como si me enterase lo indispensable de Valencia, pero a mí, me encantaa wiiiiiiiii XD
Es bueno saber que existe un mundo más allá de la monótona vida q llevo jajaja

Anónimo dijo...

Soy Angiemaga, pero no me deja identificarme:

Sí, cierto, una rotonda nos separa, pero aquí hay muchas ganas de conservar el carácter de "pueblo". Aunque sólo sea para que los mandamases del Ayuntamiento hagan y deshagan lo que les plazca de los terrenos que iban a ser huerta "para siempre", o para que instalen industrias en zonas residenciales. Esto sí es corrupción.
Sólo decirte que Alboraya es el pueblo más contaminado de los alrededores y el Ayuntamiento sigue con la mirada hacia otra parte...casi seguro que hacia sus bolsillos.

En fin, perdona que me desvíe tanto del tema, pero no he podido evitarlo.