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La Guerra Civil según mis abuelos

Hasta los veinte años podía presumir de tener los cuatro abuelos vivos, lo cuál no lo puede decir todo el mundo (más cuando mis hermanos son mayores que yo). Los tres que todavía viven están en una forma física envidiable, pese a pasar todos los ochenta, y mal me tendría que ir para no llegar a centenario. Los genes juegan a mi favor.
Mis abuelos son muy especiales. Teniendo en cuenta que yo no soy el prototipo de "chico familiar", podéis creer que lo digo en serio. Cada uno tiene una personalidad muy marcada, distinta a la del resto, y los tres (y el cuarto, en paz descanse: de su muerte escribí este relato sin título) son memorables a su manera. Por eso siempre me ha gustado verlos, más para escucharles que para hablar yo, y siempre con la curiosidad de bucear entre sus recuerdos.
Pasas a saludar y terminas comiendo. Ni preguntan, a traición: de repente tienes un sitio en la mesa. Aceptas, pidiendo disculpas. "Si me quedase a comer os avisaría con tiempo...". "Calla, calla", suelta mi abuelo. "Tú comes aquí".
Y ahí estamos, comiendo, con mi abuelo que habla por todos (y todos boquiabiertos escuchando) y mi abuela, que no recuerda lo que ha hecho esta mañana, ni lo que ha preguntado sólo un minuto antes, pero que poco a poco va atando los recuerdos de su infancia. De repente olvidas su enfermedad (ella, por supuesto, no tiene ni idea). De repente, los dos ancianos son analistas de la Guerra Civil.

Después de treinta años escuchando las grandezas del Generalísimo, en una versión que chirriaba de vergüenza, parece políticamente correcto afirmar todo lo que sea lo opuesto. Al cuerno los principios de la Transición, que es momento de poner rabo de diablo a todos los franquistas. Los vemos continuamente retratados en la televisión, de las formas más burdas y sesgadas. Igualito a como hacía Franco con los republicanos, vamos. Son todos del mismo palo.
Mi bisabuelo, el padre de mi abuelo paterno, era republicano. Creía en la república ("todos los valencianos eran muy republicanos", apunta mi abuela, que pese a vivir en Valencia desde niña sigue considerándose aragonesa. A muerte) e incluso había tenido cargos políticos durante los últimos años del sistema. Trabajaba, para colmo, en una mutua: derechos para el trabajador, no era ningún peligro para nadie. Y sin embargo, al mes de comenzar la Guerra Civil, su jefe fue tiroteado por los rojos en la escalerilla que subía al barco que le daría el exilio. Él no lo entiendía, como tantos otros.
"La guerra no la ganaron los franquistas", dice mi abuela muy seria. "La pierdieron los republicanos". "Tenían dominadas las ciudades más ricas: si las perdieron, fue sólo por su mala gestión. La gente se daba cuenta de que no podían apoyar lo que hacían", agrega mi abuelo.
Mi bisabuelo tenía mujer y dos hijos, de unos once y catorce años. Podía ser objetivo como no serlo. Trabajar en la mutua no debía suponer ningún peligro, más cuando trabajabas para los obreros, pero después de morir su jefe ya no podía confiar en nadie. Un día recibió una llamada anónima, o al menos él nunca quiso admitir quién era: "Mañana te matan", le advirtió una voz amiga. "Vete ahora".
La señora y el mayor, mi difunto tioabuelo, fueron al puerto en coche. Mi abuelo y su padre, en un tranvía a la Malvarrosa. Si huían por separado tenían menos probabilidad de ser interceptados y además, el hecho de que mi abuelo fuese un chiquillo le libraría de la cárcel si los rojos tomaban a su padre y lo mataban. Al menos podría contarle a su madre lo que había pasado.
Para todos esos que creen que sólo hubo exiliados en un bando, que sólo los franquistas mataban (y mis abuelos admiten que los franquistas mataban, no son tan necios ni de negarlo ni de defenderlo), ésta es la historia de un exilio forzado. A vivir en París y luego Bruselas. Y más tarde en Sevilla, mientras fue nacional. La familia de un hombre republicano, que se salvó de las balas de los rojos por una llamada anónima, posiblemente un pariente que no deseaba ese final. Mientras algunos insistan en que hubo un bando bueno y un bando malo jamás conoceremos la verdad, porque con semejante premisa estamos negándola de facto.
"Fue horrible esa guerra", recuerda mi abuela. "La gente se delataba y murió mucha gente inocente. Muchas venganzas personales. Muchos porteros de edificio que señalaban a sus inquilinos a lo mejor porque habían tenido una riña, o porque le debían diez pesetas". Dicen mis abuelos que mientras Valencia fue republicana no se celebraron juicios. Gente que buscaban, gente que no volvía. Mi bisabuelo, de milagro, no sirve hoy de ejemplo. Pero luego está mi otro bisabuelo, el padre de mi abuela, que era un militar retirado de Zaragoza, objetivo primero de los republicanos, "y jamás tuvimos un problema", asegura ella. Las guerras del pueblo dejan historias muy extrañas. Dicen que cuando Franco ganó Valencia no se mataba a nadie sin consejo de guerra. Nada de desaparecidos, salvo un falangista que había denunciado a todos sus compañeros. Los juicios podían ser más o menos justos, pero eran a la vista de todos y ya no servían las rencillas personales. Como siempre, esta es una versión. Como todas las otras.
Destacable el análisis final: "En mi familia éramos republicanos; lo que no éramos era comunistas. Y la guerra jamás hubiese empezado de no ser por ellos. La república nunca les debió consentir todo lo que hicieron".
Cada persona, una historia. Esta no aspira a ser más veraz que el resto. Pero desde luego no pretendo ser tan ignorante de quedarme sólo con una versión. Me ha gustado el análisis final: republicano sí, comunista no. Y capaz eso fue lo que llevó a muchos a apoyar el golpe de Estado.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Que suerte tu abuelo que tuvo una llamada anónima que le advirtió. En mi familia no pasó. De hecho no tenían teléfono.

Toda la parte paterna de mi familia fué asesinada a sangre fria dos meses después de acabar la guerra por "colaboración con los makis", vamos, que mi tia abuela le llevaba comida al exmaestro del pueblo que estaba escondido en el monte (porque había tenido algún cargo en la república).
Se ventilaron a 12, 3 hombres, 7 mujeres y dos niños. Ninguno estaba afiliado a nada. Eso si, sus hijos, y hermanos supervivientes (por no encontrarse allí) es decir, mi abuelo y tioabuelos se volvieron completamente antifranquistas. Si lo que intentaban era que una gente de tendencia republicana y de izquierda tuviese miedo y se volviese adicta al régimen, lograron todo lo contrario, la militancia clandestina y la lucha antifranquista. En el 68 pillaron a un hermano de mi abuela (por parte materna, no tenía nada que ver con los otros) y lo ejecutaron. Delito: el 1 de mayo, como todos los años, se subió a la torre de la iglesia del pueblo y colocó una bandera republicana. A raíz de ahí lo siguieron y encontraron donde hacían los octavillas. Al menos estaba soltero, no dejó hijos ni nada.
Después, en el 74, detuvieron a mi padre y estuvo 3 meses en la carcel junto con un compañero. A mi padre le fué relativamente bien, su compañero perdió un ojo y se quedó sordo, de las palizas.
Pero la que lo pasó mal fue mi madre, no le dejaban verle y le decían que le iban a matar por rojo de mierda, etc.

Gracias a todos ellos, yo ahora puedo ser de casi cualquier partido que quiera, porque son legales y no tengo que esconderme.

La gente que intenta comparar el fascismo con el comunismo no se da cuenta de una cosa (y si lo hace, siempre lo ignora).
Si bien las dos ideologías conllevaron a dictaduras sangrientas y represivas, no es lo mismo la motivación de unos y de otros. Veo muy loable que los abuelos de alguien luchasen por el comunismo, (hay que recordar además que en los años 20 el comunismo aún no era una máquina de torturas, etc) pues pedía la igualdad de todos y el reparto de riqueza. Pero el que luchó a favor del fascismo luchaba "inspirado por Dios" y a favor de que hay gente de varias clases, mejores y peores, y de que hay razas por encima de otras.
Que luego una vez implantado sean la misma basura, perfecto, pero que lo que en principio buscaban unos y otros no tiene nada que ver.

No hubo buenos y malos en la guerra, pero si vencedores morales. Yo tengo claro cuales fueron en cada caso y justificar un alzamiento fascista con su dictadura añadida por miedo a que el comunismo hiciera lo propio, me parece aberrante. Los que apoyaron lo primero se retrataron, y lo segundo nunca sabremos si habría pasado, por lo cual se estaría justificando una guerra preventiva.
Y eso si que no.

C. (@el_croni) dijo...

la otra cara de la moneda. que todos mataron, en resumidas cuentas, y que todos hicieron cosas despreciables.

ahora bien: dices que nunca sabríamos qué habría ocurrido con el comunismo, pero sí se vio lo rápido que se mancharon las manos de sangre. creo que eso es revelador, igual que con los otros. y el fascismo que describes lo veo una mezcla del de aquí con el alemán, pero no uno en concreto: porque en España, por ejemplo, se podía hablar de raza elegida pero en verdad era papel mojado, porque no somos (o no éramos entonces) un país multirracial. Eso fue cosa de los alemanes (y Franco colaboró, pero poco podía colaborar: España ya estaba libre de judíos desde los Reyes Católicos, y tampoco es que nosotros fuésemos arios).
Decir que el fascismo estaba desprovisto de ideología también me parece una temeridad: no es la ideología que a mí me gusta, como la comunista, pero tenerla la tenía (y hay franquistas agnósticos, cuidado).

Con todo, hay muchíiiiiisimas cosas de este tema que se me escapan. De vivir en esa época seguramente hubiese luchado con los rojos, al menos hasta ver que hacían barbaridades (como los otros, pero eso ya lo presumiría yo). Yo hubiese luchado por la democracia y contra el comunismo. ¿Cuál debía ser mi bando entonces?

Nazaret dijo...

Me encantan esas historias, podría escucharlas durante horas...

Yo tampoco soy muy hogareña, pero es lo que me gusta cuando voy a ver a mis abuelas. Mis dos abuelas, porque mis dos abuelos ya pasaron a mejor vida. Y el último, contaba cada historia... ais...

Rocy dijo...

A mi me encanta escuhar a mis abuelos (maternos) cuando hablan de los años de la posguerra (ellos nacieron a finales de los años 30) y la verdad que, despues de contarme mi abuela toodo lo que ha pasado y sufrido ella, sus hermanos y sus padres, es que no me lo puede creer. En este caso mi bisabuelo era del bando republicano, y cuando acabó la guerra, pues... a la carcel. Salió vivo años depués, pero muy enfermo. En el caso de mi abuelo, su padre (del bando nacional) es uno de los miles desaparecidos de la guerra, herido tras caer en combate, cuando le trasladaban al "hospital" todo el pelotón desapareció. Y no, mi abuelo no ha querido buscarlo con esa nueva ley o lo que sea que sacó Garzón, se crió sin padre, y, como el dijo "¿de que me sirve ahora?" Prefiere no saber su final...

Sobre que hay chivatos, ¡y tanto! El padre de mi abuela tenía escondido al cura del pueblo en un establo porque le buscaban los nacionales y un día un vecino les vio y se chivó ¬¬

A fin de cuentas, mi abuelo vivió "mejor" que mi abuela, pero vamos, casi toda mi familia ha vivido fuera de España durante la dictadura de Franco: Suiza, Francia...

De verdad, que pena que entre españoles haya habido una guerra, espero que no vuelva a repetirse... toquemos madera.

Prigkinissa dijo...

Pues yo odio escuchar a mi abuela hablar de la Guerra Civil ( bueno, más bien del Régimen Franquista, porque nació en el 36).Ella de joven pensaba una cosa y ahora dice barbaridades.Y como ella vivió en esa época se cree en el derecho de decirlas. Sin embargo, la memoria es muy mentirosa y ,además, a veces se ven mejor las cosas desde fuera y pasado el tiempo.

Yo no hubiera luchado como tal a favor de ningún mando, estoy en contra de toda violencia. Hubiera luchado políticamente a favor de los rojos, a favor del pueblo, a favor de la democracia, a favor de un comunismo sano, a favor de la república, a favor de la Institución de Libre Enseñanza promovida durante la II República,.. Y , por supuesto, hubiera gritado con la Pasionaria hasta,quedarme sin voz, eso de"No pasarán!". Y escribiría poemas en honor a los artistas nmuertos y exiliados de la generación del 27. Y posiblemente daría con los huesos en la cárcel si parar de gritar: "Ante todo,¡libertad!". Y posiblemente ese yo no hubiera existido, porque soy de familia humilde.Seguramente, sería una inculta que me dejaría llevar por las ideas de mi entorno, fueran rojas o azules,porque no hubiese tenido acceso a una educación digna.
Ains,... La educación es el camino para un mundo mejor si todos hubieran recibido una educación digna en esa época, ¿habría existtido la Guerra Civil? ¿Hubiera consentido el pueblo una dictadura de casi 40 años?

Anónimo dijo...

Díselo a los que murieron en la matanza de San Román, en Aragón, o en la toma de Badajoz o de Alicante, si es que los mataron después de un consejo militar, o simplemente fueron degollados o tiroteados, las mujeres previamente violadas.
Claro que el maquineísmo está mal, pero hay una diferencia crucial: los nacionales obtuvieron el apoyo del grueso del ejército regular, y la República se quedó sola, sin apenas ejército y tuvo que apoyar su defensa en las milicias populares, muchas anarquistas y comunistas. Por supuesto que llevaron a mano crímenes, y nadie lo va a ocultar, ahí está Paracuellos, pero esa ultima afirmación de los consejos de guerra, me parece de broma, y de muy mal gusto.
Ah, y la culpa no era de los comunistas, las guerrillas más feroces, desorganizadas y resistentes fueron las guerrillas anarquistas.

Anónimo dijo...

Yo no puede disfrutar mucho de mis abuelos (si de mis abuelas, aunque la que más hablaba conmigo y la que yo visitaba más a menudo, vivía muy cerca, falleció hace un año) uno de mis abuelos murió un mes después de que yo naciera y el otro cuando yo tenía 8 años. Así que siempre los he conocido más (sobre todo con el primero) a través de los demás. Uno de mis abuelos luchó en el bando republicano y estuvo en un campo de concentracción en Francia. Mi otro abuelo era sólo un niño cuando empezó la guerra, y en su pueblo nunca mataron a nadie, nadie delató a nadie. De niño se dedicaba a hacer de "correo", vamos, pasar mensajes, cartas etc. Lo que le pedían.

Con mi abuela no podíamos hablar mucho de la guerra civil, era algo de lo que no le gustaba hablar. Lo único que sé es que una vez una amiga suya la dijo que la acompañara al entierro de su hermano "Si supieras lo que me encontré..." y se tapaba la cara con las manos. Investigando y preguntado aquí y allá parece que fueron al cementerio y se encontraron ahí el fusilamiento y un montón de cadáveres.

Por supuesto que en la guerra es imposible justificar los crímenes de ambos bandos. Cuando la gente siente cierta "preferencia" por uno no lo hace (o no lo debería hacer) negando que en la guerra ese bando y el otro hicieron cosas despreciables.

Rubén Mato dijo...

Yo he tenido la mala suerte de que todos mis abuelos se hayan ido antes de que tuviera una mente medianamente desarrollada. Sin embargo hace poco he tenido que hacer un trabajo de "Historias de Vida" para la carrera y he entrevistado a un vecino mío que vivió la Guerra Civil en Galicia. Su relato me ha ayudado a comprender muchas cosas. Presenció, de niño y por desgracia, algunos de los fusilamientos de la época que aún se recuerdan en la ciudad cada año. Sin embargo ya no tengo la suerte de tener relatos ni de primera ni de segunda mano. A mis padres ni a mis tios les gusta hablar del tema.