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Relato: Terminal

La anciana tose, produciendo un desagradable sonido. Siente como gotas de sudor cruzan su frente arrugada. El frío se apodera por segundos de su cuerpo, haciéndole tiritar. Está enferma. Muy enferma.
Nació hace muchos años. Ha vivido todos los inviernos. Pero a pesar de la edad, todavía no es su hora. Su cuerpo debería resistir, es más joven de lo que aparenta, pero desde que esa enfermedad la atrapó, ya nada volvió a ser lo mismo.
Quiere sonreír, pero algo se lo impide. Ni siquiera encuentra fuerzas para estornudar, y siente un picor por toda la cabeza. El vientre, desnudo, apenas se hincha y sus pies parecen de hielo.
Va a morir, de eso no cabe duda. No queda mucho por hacer. Ella ha dado todo lo que estaba en sus manos, ha sido fuerte, ha resistido a muchos ataques. Pero no ha sido suficiente, se dice y lamenta. La enfermedad cada vez la domina más. No hay escapatoria. Ya no responde a sus estímulos, y eso le hace cada vez más y más vulnerable. Silenciosamente, con tristeza, sabe que ha perdido la guerra. No importa cuantas batallas ganó cuando era joven: sólo existe un final, y en ese, ella pierde.
Pero a la anciana le queda una esperanza.
Una amarga y retorcida esperanza.
Va a morir. Para eso no hay vuelta atrás. Tarde y temprano se convertirá en un cadáver, y más tarde de ella sólo quedarán los huesos.
¿Y qué le ocurrirá entonces al germen?
Morirá.
Porque no puede sobrevivir sin ella.
La mata, poco a poco, pero le es imprescindible si quiere seguir viviendo. No existirá el daño sin ella. Tampoco podrá existir la enfermedad.
Y la anciana tiene una nueva esperanza: morir, para que su dolor muera con ella. Logra reunir sus últimas fueras para esbozar una sonrisa. Una macabra sonrisa. Vengativa, toda ella, pero justa. Si muere, su verdugo morirá con ella. Y así ha muerto. Así ha muerto la Tierra. La Tierra, su nombre. Su enfermedad, la humanidad.

Escrito hace dos años y pico. No es gran cosa, pero si lo fuese no lo publicaría aquí XD supersticiones mías. Al menos que a alguien le sirva para meditar lo muy parásitos que somos... y el favor que le haríamos al planeta de morirnos todos. Aunque duela pensarlo.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué visión más pesimista y macabra de la vida... XDD
Yo personalmente lo veo desde otro punto de vista, digamos más optimista... Yo no pienso en el bien que haríamos en morir, sino en el bien que podríamos hacer (y algunos hacemos) en vida.

Anónimo dijo...

Creo que la "garrapata" humanidad morirá gorda e hinchada de su propia vanidad, mucho antes que el planeta pueda estar mortalmente herido, la pena es la cantidad de especies que sí nos llevaremos por delante.

Anónimo dijo...

Todo el mundo habla de los estragos que la accion del Hombre causa en la Tierra. Pero a pesar de todo, también le da vida... y no hay pocos científicos que aseguran que la acción humana es infinitesimal con respecto al planeta.

Y no seas modesto. Gracias por compartirlo.

Nazaret dijo...

Siempre ha habido momentos complicados de cambio, como las glaciaciones, en las que nosotros la hemos palmao a millares y ella ha sobrevivido. No será eterno, claro que no, pero antes de que ella la palme la palmaremos nosotros.

Anónimo dijo...

Muy cierto... me ha recordado a una canción de Bebe que se llama: La tierra tiene fiebre.
Nunca habría encontrado mejor definición: somos parásitos... y lo peor es que no nos damos cuenta que si ella muere nosotros tb... que pena de sociedad...
Un beso
PD: gracias por hacer caso a mi petición... jeje.

Macarena dijo...

Me encanto tu relato Cronista
realmente me llego...
siempre paso por tu blog
y nunca he comentado
pero este relato me dio
las escusas como para hacerlo.

Espero que estes bien...


Macarena

Macarena dijo...

Me encanto tu relato Cronista
me llego hasta el fondo...
Siempre paso por tu blog
y nuca habia escrito algo.
Este relato fue una escusa
como para animarme y dejarte un comentario pequeño
He reflexionado con el.



Espero que estes bien

Macarena

Anónimo dijo...

Me gustó incluso más que el anillo.

Saludos.