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Las abejas y los móviles

Los científicos llevan observando desde hace años un descenso notable de la población mundial de abejas. Los panales se quedan vacíos y los insectos voladores aparecen a gran distancia, en el suelo, muertos y encogidos. El enigma de a qué viene semejante cambio en la conducta de estos animalitos ha provocado decenas de teorías y es una de Alemania la que parece tener mayor aceptación: los teléfonos móviles son los culpables.
Las abejas necesitan recolectar pólem para elaborar la miel. Para ello, viajan felices cual Abeja Maya en busca de florecillas cargadas de materia, no importa cuán lejos estén. No importa porque su organismo les permite regresar al panal gracias a unas ondas invisibles que les dirijen hasta casa, a modo de faro de mar, pero lo que no contaban nuestras amigas las abejas es que las ondas que producen los teléfonos móviles se entrometerían en su propia frecuencia para acabar desorientándolas e impidiéndolores regresar a casa.
Ese es el motivo según los científicos alemanes: las ondas de los móviles. Y con el ritmo de crecimiento que llevan estos aparatos, en el panal no va a quedar nadie más salvo la reina y los zánganos.
¿Qué hacer ante semejante problema? Las abejas están muriendo y precisamente por nuestra culpa. ¿Renunciamos a los teléfonos móviles por salvaguardar su especie? ¿O seguimos enganchados a la movilmanía, a sabiendas de que la miel no volverá a existir?
Soy poco amigo del teléfono móvil: apenas gasto y mi modelo es del año de la pera. No sólo renunciaría a las abejas por el móvil, ¡lo haría encantado! ¿Pero y el resto de la gente? Para muchos, el móvil es un apéndice más de su cuerpo. ¿Qué elegirían ellos?
Adiós, abejas, fue un gusto conoceros. Saludad al dodo de mi parte.

7 comentarios:

Helena dijo...

Pues yo tengo un movíl que no uso, así que también me apunto a abandonarlo por las abejitas, pero creo que vamos a ser dos, a sumo tres si se nos une ahora alguien más :P Es lo que tiene el ser humano, que es egoísta por naturaleza, y que las abejas le importan más bien poco comparado con sus comodidades. ¡Uy, si no me estaba incluyendo! Calla, que yo también soy un ser humano...A veces se me olvida...

Anónimo dijo...

yo se que tengo que dejar el movil de lado por que no solo afecta a las abejitas sino tambien a los pajaros, que por eso ultmamente pian mas, alos perros que se alteran y se vuelven violentose incluso en los humanos en los que que provoca cambios de humor y dolores de cabeza, ademas de que sunado llega la factura del movil a mi casa suele haber un ambiente de crispacion palpable.
besitos ciaito!

L8 dijo...

Como dato (anti)cultural: aparentemente las abejas no son lo único bajo amenaza de los móviles...

En 2002 Tony Cornell del Centro de Investigación Psíquica de Inglaterra reveló que, debido a la introducción del teléfono celular, los avistamientos de fantasmas han disminuido en los últimos 15 años, posiblemente porque la energía que emiten los móviles interfiere con la de los fantasmas. o_o

Una chorada, lo sé, pero ¿que esperabas de mí? ¿Seriedad? ;)

Anónimo dijo...

Según oí, lo peor de todo no es que las abejas mueran, sino la consecuencia que eso conlleva...

Las abejas llevan el polen de flor en flor, por lo tanto, son una especie de Celestina para las plantas. Si se acaban las abejas, se acaba esta "fecundación" de plantas, y si esta se acaba, también termina la fotosíntesis, y con este último fin, se cierra el ciclo de transformación del CO2 en O2 (dióxido de carbono, mu malo, mu malo, y oxígeno, mu bueno, mu bueno..., para los de letras ¬¬).

Así que, resumidamente, las abejas son piezas clave en nuestra respiración, ¿cómo lo véis? (y no me he inventado nada, eh, que conste!)

Por supuesto, esto es solo una teoría...

Nazaret dijo...

Que no eres amigo del móvil lo sabe hasta el Papa. Acostumbrada estoy a que no me lo contestes, ya no me resulta raro...
Yo tampoco estoy enganchada. Vamos, lo estoy, es verdad, lo necesito a mi lado. Pero no lo uso apenas. Es más por no perder el contacto con la gente. Por ejemplo, ahora que me anda pidiendo la tarjeta SIM día sí día también. Ya ayer acabé hasta el moño y me puse a mirar móviles. Pero vamos, todos muy feos. Los bonitos caros. Total, que paso, sigo con este hasta que pueda cambiarme de compañía.
También pensé, pues nada, lo llevo a arreglar. Pero después pienso: "¿Y si Rowling actualiza y no me entero?" "¿Y si de repente hay novedades con respecto al viaje?".
Y me agobio y no puedo.

Sí, soy un caso. XD

Horavlo dijo...

Yo soy de los que uso el movil lo mínimo, no me gusta utlizarlo demasidado (soy un vago ¬¬).
Lo peor de todo es que la mayoria lo utilizan demasiado y no creo que les preocupen unos insectos.
Asi esta el mundo como está.

Anónimo dijo...

El celular (móvil para los no colombianos)es uno de mis vicios, he de admitirlo, no me creo capaz de renunciar a el. Yo se, soy un inconciente, y no es q quiera ver a las abejas muertas, ni la extinción de las flores por problemas en el traspaso de polen.Pero el celular es parte activa de mi vida, mi medio de comunicación por exelencia, yo no uso el telefono fijo para nada, es más ni lo toco, pero escribiendo esto me doy cuenta que inclusive duermo con el cel al otro lado de la almohada. A duras penas recuerdo momentos en los q no lo halla tenido en el bolsillo, y si me acuerdo es porque me hizo falta.

A mis 18 años soy incapaz de cuadrar una cita sin celular, que es penoso y raya en lo ridiculo, lo se, pero es asi. Me aterra tener tanta dependencia de algo tan trivial, pero lo peor es q la publicidad hace lo q quiere conmigo yo cambio de celular cada 6 meses, como mucho un año, una vez tengo uno con camara necesito uno con video, y bluetoth y mp3 y cuanta bobada se le inventen.

Es lo primero q veo cuando me levanto ( el despertador), y lo último q veo cuando me acuesto (cuadrando las alarmas y las actividades del dia siguiente).... ESTOY CASADO CON UN CELULAR!!!!!!!!

Ahora si en serio, como dijo Helena los humanos somos egoistas, yo no se si podria renunciar a mi celular, q si me toca lo hago.... pero por voluntad propia... la veo negra, mas que una comodidad se me ha vuelto una necesidad, que patético.