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Letras censuradas

Estaba yo en el monte, refugiado en la bendita sombra estival, cuando me lancé a la lectura de Historia de dos ciudades, de Carlos Dickens. La edición era del sesentaytantos con una portada de chichinabo, pero bueno, lo mismo me da. Paso las páginas rápido y veo que incluye cómics. Mal mal. No me gustan los libros con paréntesis comiqueros. Estoy dispuesto a soportar incluso eso cuando leo la página de créditos, por si acaso menciona que se trata de una edición recortada escolar (en cuyo caso devolvería el libro a la estantería. Yo no leo resúmenes). No dice nada de tijeras, pero hay una frase que me deja más petrificado si cabe. Dice así: "Con aprobación eclesiástica". Oh Dios Mío. Franco ha vuelto.

Miedo me da qué pudo recortar la Iglesia del original de "Carlos" Dickens, pero no voy a pararme a comprobarlo. Ya encontraré una edición de la democracia, que no debe ser difícil de encontrar.
No sé cómo he saltado de eso a pensar en las mujeres y la literatura. Será por el tema de la censura, que me choca que no se haya cebado con las escritoras cuando era en lo único en lo que podían destacar. Ellas llevan largos siglos haciéndose notar en las letras, mientras en el resto de campos no se les dejaba ni sacar la nariz. Extraño, cuando se trata de un mundo considero intelectual (y donde precisamente, ellas deberían haber sido supuestamente las más ajenas). Sin embargo ahí están todas ellas haciéndose oír, o leer. Me encanta el feminismo. Me encanta porque a ninguna de ellas les publicaron sus libros por una cuota de "igualdad". Tenían talento, no se trataba de un 40%.

8 comentarios:

Lexymania dijo...

Supongo que tienes razón, hay muchos años de historia de literatura feminista aunque tampoco es que la hayan tenido fácil siempre. Supongo que en gran parte depende de la cultura, debo decir que en mi país por mucho tiempo hubo poco reconocimiento de las mujeres, incluso casos en los que se les cerraban las puertas a solicitud de ciertos hombres. Con el tiempo las cosas cambian, hoy día tal vez ya no importa si es hombre o mujer el que escribe, aunque, siendo honestos y en terminos de igualdad, de pronto tampoco importa si al escribir lo hacen bien o no. En fin, salu2.

ana r yder dijo...

"Historia de dos ciudades" es la novela menos dickensiana del autor, y el personaje femenino aparece desprovisto de la increíble personalidad que derrochan las restantes heroínas de Dickens.

En cualquier caso, es una excelente novela, con un principio antológico "Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos...".

Yo también tengo alguna edición de "Carlos Dickens", pero no la tiro porque debía ser de mi abuelo.

Pazcual dijo...

Vaya cosa más detestable. Sin embargo, poco a poco se han vuelto bastante visibles los libros escritos por mujeres que rompen el molde costumbrista y pintan su propia vision de las cosas. Que es como debe hacer.

Saludos,

Oaz

Anónimo dijo...

¿Y cómo que has decidido mostrar tu nombre al mundo? xD Aunque yo ya lo sabía porque una vez pagué la PEDDO con PayPal, jeje

Rocy dijo...

Que raro suena lo de "Carlos" Dickens (aunque eso me ha recordado a una escena de Matilda xD)

ana ryder dijo...

¿A que sí, Rocy? "Le leería cada día..". : )

Anónimo dijo...

tenía entendido que 'Historia de dos ciudades' se había publicado por capítulos en un periódico y sabiendo la época que era, es normal que hubiera censura.

Anónimo dijo...

Desde tiempos aquellos, jamás se le valoro a la mujer como escritora, no se le consideraba capaz, ni era una labor muy respetable para que la ejerciese una mujer; mujer si nos remontamos a tiempos aquellos era sinónimo de dueña de casa, de cuidadora de hijos, diría que en esos años la mujer era un objeto inútil que servía como decorativo para el hombre. Teniendo en cuenta que con la única expectativa que Vivian las jovencitas en esos años era con la buenaventura de conseguir un marido con mucho dinero, es por eso que resultaba escaso que se “levantaran” mujeres escritoras, porque en esos años a la mujer se les consideraba como ser inferior hoy en día tampoco vamos a exagerar que las cosas han cambiado de manera excedida pero si han cambiado bastante, me resulta una ventaja vivir en el primer país latinoamericano con una presidenta de sexo femenino, eso ya es un gran cambio, pero aun queda mucho por hacer…

Esto me recuerda a Jane Austen, la autora de “Orgullo y Prejuicio”, Austen tuvo una triste vida y en su triste vida, valga la redundancia sufrió ese machismo y tradicionalismo excesivo de las personas retrógradas de esos años, a Jane Austen lo costo demasiado forjarse una reputación un nombre para ser valorada en el mundo de la literatura inglesa, y sin embargo lo consiguió con “Orgullo Y Prejuicio”, Un libro que recientemente me leí porque enganche con la película, con la cual suspiras todo el tiempo , con el libro no me ocurrió así pero su prosa era decente y yo la valoro mas por lo que vivió que por lo que escribió, si deseáis saber como fue su juventud ved la película “La joven Jane Austen”, es un tanto triste…
Jane Austen es sólo un precedente, esta también Isabel Allende, pero en el caso de esta escritora no es por machismo, si no porque su país no la reconoció cuando debió hacerlo, Gabriela Mistral, gran escritora, premio nobel, le costo y de hecho primero la tuvieron que reconocer como una excelente escritora en el extranjero y años después en su país…

Hoy podemos afirmar que mas que el género al cual pertenecen los escritores y escritoras, a los lectores y a la sociedad le interesa la narración, lo que sin lugar a dudas demuestra que la sociedad esta cambiando lentamente pero lo esta haciendo.