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Hitleres de tanto huírle

Soy de los que se alegra porque hayan considerado inconstuticional la ley aznariana del holocausto, esa que lleva a la cárcel a quien cuestione que el holocausto judio fue a pies juntillas como dicta Israel. Una ley que era absolutamente ridícula y que por suerte, el tiempo ha acabado desbancando. Tan obsesionados estamos por proteger la verdad que acabamos convirtiéndonos en auténticos ciudadanos autoritarios, que no permitimos que se diga nada contrario a lo que pensamos. ¿Y qué si un visionario de la vida dice que los judíos se lo merecieron? Pues allá él con su conciencia, pero no podemos enviar a nadie a la cárcel por hacer uso de la libertad de expresión. Los hay que niegan impúnemente los fusilados del bando franquista o republicano, según le interese, y no hay ley que lo evite. Nadie se escandaliza y eso que es una historia que tenemos mucho más cerca.
La locura empezaba cuando algunos estudiosos repasaban el número de víctimas del holocausto. Los hay a los que no les salen las cuentas y dicen que no fueron seis millones, si no menos. Aunque sean cuatro: son una barbaridad de vidas humanas. Pero ¿en qué cabeza cabe que constituya delito el ir más allá que la versión oficial? Es importante que seas seis millones. Es importante si te llamas Israel. Es sumamente importante la cifra, lamentablemente, porque a fecha de hoy este país inventado financia su ocupación y palestinocidio en gran medida gracias al impuesto que obligan a pagar a Alemania. Una Alemania que vive un arrepentimiento injusto por una barbarie que no hicieron los líderes de hoy, sino los monstruos del pasado, pero qué más le da a Israel si quienes lo pagan son los alemanes de ahora. ¿Llegará el día en que se prohiba cuestionar la sentencia del 11M? Mundo de locos.

6 comentarios:

Penny dijo...

Lo que yo me pregunto es ¿hasta dónde llega la libertad la libertad de expresión y dónde empieza la apología?

Penny dijo...

Otra cosa que caigo recién ahora. En la entrada anterior no defendías tanto la libertad de expresión.

C. (@el_croni) dijo...

Si chocan libertad de expresión con respeto, hay que replanteársela. Y me parece que Chávez estaba faltando el respeto a una persona y por descontado, a un país con ese discursito de imperialistas.
Lo mismo debe ser para quien falte el respeto a las víctimas del holocausto, pero la ley no penaba sólo eso, que habría entrado en un simple delito de injurias, sino que pretendía evitar también investigaciones de gente que sin ir más lejos podía ser israelí - sin faltar el respeto a nadie.

Pruna dijo...

Siempre que hablan de holocausto, se nombra a los judíos, es lógico, murieron millones pero no hay que olvidar a otro pueblo que también fue masacrado, los gitanos. Lo que pasa que éstos últimos no tienen el suficiente poder como para hacerse oir.

Anónimo dijo...

Adoro el cambio. Llevo toda la vida pensando que esa ley es una estupidez digna de la peor dictadura. Todos somos libres de pensar tonterías.

Penny dijo...

No me gusta Chavez, pero ¿vos decis que los saqueos y genocidios en América Latina son mentira?
"Las causas porque han muerto y destruido tantas y tales infinito número de ánimas los cristianos (entiéndase "conquistadores") han sido solamente por tener su fin último el oro y henchirse de riquezas en muy breves días y subir a estados muy altos sin proporción a su persona"
Fray Bartolomé de las Casas, Historia General de las Indias.
No me vengas con eso de "discusito imperialista", por favor y se un poco más objetivo. A las víctimas del holocausto si, pero a los indios no?