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Mi desmotivante generación (o de cómo logramos desequilibrar a la universidad privada)

Bolonia, ese gran desconocido, está metido hasta el fondo en mi universidad. Es la Universidad Pública, politizada entre los politizados. Yo, pobre de mí, apenas sé de qué trata ese nuevo plan que nos quieren meter con calzador, y por eso ni apoyo ni ataco. Veo pintadas, pancartas, sentadas y sacos de dormir. Uno de los eslóganes dice: "¿No te parece sospechoso que no te hayan dado explicaciones?", en relación a la falta de información. Pues lo mismo digo yo a los manifestantes, que tienen un cero en comunicación. El mismo cero que los mandamases.

Decían en una tertulia de televisión que los estudiantes españoles no saben de qué manifestarse, y que sólo nos viene a la cabeza el asunto del botellón. Es verdad, en parte, y siento lástima por una generación que reconozco falta de ideales. Pero los analistas políticos son también muy proclives a compararnos con los venerados franceses, tan perfectos ellos, y no dudan en deslegitimar la cutrería de Bolonia con la gloria de Mayo del 68, o Mayo Francés.
Yo, que soy un inculto redomado, he tenido que buscar a fondo qué reclamaban exactamente esos franceses. Sus pintadas, aparte de creativas, demuestran la auténtica ausencia de mensaje. Son como los discursos de Obama: cuanto más rimbombantes, más vacíos. Y no dudo que esos jóvenes disfrutasen de lo lindo con las protestas, como seguramente yo también lo hubiese hecho, pero hay que hacer un poco de retrospectiva para asumir que en verdad no reclamaban nada tangible. Sí, lograron que el conservador De Gaulle adelantase las elecciones. Pero olvidamos que De Gaulle ganó con amplia mayoría sólo un mes después. La historia siempre olvida los capítulos más divertidos.
Cuando entré a la universidad CEU hace cuatro años el rector nos felicitó por ser la promoción que estrenaba el Plan Platón, que venía a ser un proyecto piloto del inminente Bolonia. Había novedades tales como asistencia obligatoria, exámenes sorpresas y actividades cuando al profesor le entrase en gana, todo esto anunciado con una sonrisa en los labios para dejarnos como gilipollas. No sólo éramos los de Derecho, no, sino todas las carreras de la universidad. Qué cosas, que nosotros fuimos los peor parados (quizá porque éramos menos de una veintena, y eso incitaba a los profesores a cumplir con más insistencia el famoso "plan").
Platón fue, de hecho, un fracaso. Buscaban genios y muy pocos estaban dispuestos a serlo. Yo desde luego que no, y harto de exámenes que se solapaban, exámenes que no avisaban o simplemente exámenes por doquier, escribí en la biblioteca el borrador de nuestra protesta. Es de lo que más orgulloso me siento de mis tres años en el CEU. Pensé que si queríamos dar a nuestra protesta un peso suficiente, la protesta tenía que tener nombre. Todos los grandes documentos lo tienen, y el mío no iba a ser menos. Rememorando las clases de Filosofía, con ese hermano bobo de Platón que yo siempre creí el listo, titulé al texto "Carta Glaucón". Y así comenzó nuestra revuelta.
Mientras repartíamos copias de la carta (que señalaba los fallos de Platón, y proponía correcciones) nos plantábamos en exámenes y faltábamos a clases. Sorpresivamente, varios profesores nos apoyaron (y eso, en una empresa privada, es jugarse el tipo). La Carta Glaucón se hizo tan popular que hablaban en ella en otras licenciaturas, y los profesores comentaban extrañados lo rebeldes que les había salido nuestra promoción de Derecho, siempre más modosita que el resto. Ese año llevamos la voz cantante, por encima de todos los demás.
Y en la cúspide de todo esto, cuando faltamos a una clase de Penal para repartir la carta por los despachos, alguien nos avisó que teníamos que acudir inmediatamente al aula. No estábamos dispuestos, lo nuestro era una huelga seria. "Pero es que ha venido el rector". Apaga.
Perplejos, fuimos hasta nuestra clase. En el sitio del profesor se sentaba un hombre al que apenas habíamos visto en fotos, y que posiblemente nunca descienda de los cielos para tratar con estudiantes. Nosotros, lo logramos. Recuerdo cómo leyó la carta, de principio a fin, con un tono jactante. Pero ahí, mientras se reía en abierto de nuestra protesta, reconocía implícitamente lo lejos que habíamos llevado para traerlo desde su edificio hasta nuestra clase. Eso no hubiese podido negarlo ni con carcajadas.
Después, hubo cambios. Desaparecieron los exámenes sorpresa. Se relajó la asistencia. Ya no volvió a haber exámenes solapados. El rector no tuvo valor para darnos la razón a la cara, pero no le quedó más remedio que hacer ajustes a su Platón si no quería que la bomba le estallase en las manos. Fue una victoria.
Esta es la historia de la Carta Glaucón. Hay más, como mi plan para que nunca se descubriese la identidad del autor del texto o la oposición del delegado, que nunca volvió a serlo, pero lo reservaré para otro día. Hasta aquí el capítulo de hoy.

9 comentarios:

Helena dijo...

Me ha gustado mucho. Bolonia me aburre, y los botellones antibolonia más.

Penny dijo...

¡SIIIII! Así me gusta. Es refrescante escuchar de una protesta que no haya terminado en disturbios ni nada parecido. Siempre que hacen protestas por aquí, hay algún muerto que lamentar o simplemente se trata brotes iracundo que terminan con la destrucción de total o parcial del lugar.
¡Hace ruido cronopio!

Rocy dijo...

En el rectorado de mi universidad llevan encerrados desde el jueves varios alumnos, y para demostrarlo, está la terraza del edificio lleno de pancartas. Y esta mañana, unos de mis profesores nos ha contado que ayer estuvo allí que tenía una reunión y que estan los alumnos a sus anchas en el hall, insultando al decano, a la madre del decano... y la anécdota es que el Domingo las madres de los "okupas" les llevaron chocolate calentito o.O (flipante! xD)

Yo estoy en contra del plan de Bolonia por lo que le van a hacer a mi carrera, ya somos pocos los que hacemos mates, como pa' que ahora quieran que haya tres carreras de matemáticas o.o (sí, tres!) y quitar asignaturas y demás gilipolleces (tuve una reunión en Octubre, y nadie salió convencido) ah! y a nosotros, los de primero, se no ofrece cambiarnos al grado el año que viene (lo llevan claro, a mi no me ven en el grado ni loca!!) pero yo hablo con conocimiento de causa, y lo que ocurrirá en MI carrera, en las demás no sé que tendrán pensado. Ah! y lo de las 3 carreras es solo en mi universidad, la otra universidad de Madrid que da Mates no se que hará. Y que decir que ni mi uni ni la otra se han acogideo de momento al plan de Bolonia, mientras que las demás sí, ah! y mi uni es la única que promueve la huelgas aquí, que las demás...

De momento en mi facultad no hay nadie encerrado, pero en Ciencia de la información, Psicología y unas cuantas más si que lo están.

No creo que se consiga nada pero bueno, yo me libro de Bolonia xD (si no repito claro :S )

Saludos.

Anónimo dijo...

Mayo del 68 fué una protesta de casi todos contra casi todo. No protestaban solo los estudiantes (esos melenudos drogadictos con las hormonas alteradas), como lo intentan vender, fué una huelga general que parelizó el país durante un mes.
Un poco como lo que pasa ahora en Grecia, pero en el 68 fué mucho más mayoritario (y la de ahora mucho más destructiva).
A mayo del 68 le debemos muchas luchas, la de la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, el ecologismo, etc. A pesar de que algunos políticos como Sarkozy o Esperanza Aguirre se empeñan en decir que solo sirvió para perjudicar el sistema educativo.

El Plan Bolonia se carga el concepto de la Universidad como lugar de aprendizaje y trae la mercantilización de la Universidad como lugar de creación de trabajadores, todo totalmente dirigido a una salida laboral. Para eso ya están las FP.
En la universidad se supone que se crea un espíritu amplio etc (para eso son los créditos de libre configuración en principio) y no robots.
Esto desde un punto de vista más abstracto.
Desde un punto de vista práctico, se supone que este plan sirve para equiparar planes a nivel europeo. Eso es mentira, los grados en todos los paises europeos van a ser de 3 años, en España van a ser de 4. Empezando por ahí, yo no veo la equiparación.

En la Carlos III de Madrid ya se usa el plan Bolonia desde el año pasado (en algunas carreras) y el rector tuvo la desfachatez de decir que había sido una decisión tomada en consenso con profesores y alumnos. No preguntaron ni a unos ni a otros, y a ningunos nos gusta...

Genial vuestra protesta, una pena que no haya mucha gente "valiente" que la siga en la mayoría de sitios.
Además uno se siente muy bien cuando sabe que lucha contra algo que no es justo y consigue algo.

Nazaret dijo...

Reconozco que apoyaba bolonia sólo para no ir a la uni xDDD

Medio conocía esta historia, pero leerla cargadita de detalles me ha gustado y mucho. Es como escuchar a los mayores cuando hablan, ¡y no es coña!

Estoy de acuerdo en que hoy en día no sabemos ni de qué quejarnos. Nos quejamos, pero no logramos nada. Nos falta no sé, inspiración, ganas de cambiar el mundo, ideales. Estamos absolutamente alienados, hacemos las cosas sin pensar y decimos a todo que sí pues porque sí...

Dice una compañera mía que los viejetes ya van pregonando una guerra importante a corto plazo. Ojalá no fuera una guerra y sí una revolución. Hay que cambiar muchas cosas.

Uzume dijo...

Bolonia es un asco. Al menos a mi , no me gusta nada. Me han cargado de trabajo, y sin embargo siento que he aprendido lo mismo que aprendí en bachillerato. Quizás por que este mal planteado, porque las cosas, al menos esa sensación tengo yo, se estan haciendo un poco al tuntun: ni los propios profesores saben lo que tienen que hacer. Pero claro, preguntale a cualquiera. Casi nadie te sabría decir en qué consiste exactamente el dichoso plan Bolonia...

Anónimo dijo...

Rocy, en serio, no te cambies!! No sé como dejarán tu carrera, pero la mía tengo una amiga que se cambió y es un cachondeo, la vuelta al colegio, lo único positivo es que como te tienen tan mimado según ella el temario es como mil veces más fácil, pero a mi no me convence, además no tengo ganas de quedarme un año más XDD

¡Qué envidia lo del chocolate calentito!

A mí si que me parece la mercantilización de la universidad la verdad.

Pero por lo menos Mayo del 68 tiene lemas bonitos XDD Vamos, lo de ahora es más "No a Bolonia", "Bolonia es una mierda" XD No me lo compares con "Soyons réalistes, exigeons l'impossible" (Seamos realistas, pidamos lo imposible), Están comprando tu felicidad. Róbala.

¡Qué en el fondo todos somos un poco idealistas! xDD

PD: Y otros con tal de tener una excusa para hacer una sentada tomándose calimocho aperentan serlo... ainss XD

Anónimo dijo...

¡Tienes toda la razón cuando dices que un cero en información a los de Bolonia! A pesar de que han tomado el hall de mi facultad con sacos de dormir, pancartas de "RIP a la Universidad Pública" y tiendas de campaña, todo lo que sé del nuevo plan me viene de oídas de gente de otras facultades (aunque he de decir que no suena muy alentador). Lo máximo que he sacado de esos entes durmientes de mi facul es tropezarme con sus zapatillas mientras duermen...

Por otra parte, uno de mis profes nos ha dicho que las revueltas son similares a las que él vivió en la época franquista y que si no se le da más bombo a todo esto es por intereses gubernamentales. Más vale hacer como que no existe y tildar a todos los estudiantes de imitadores de los de Grecia que creer que realmente tienen una causa para protestar.

De lo del CEU no tenía ni idea... Nunca hubiera creído que en las privadas se abusara también de los estudiantes. Pensaba que todo era buen rollo.

Anónimo dijo...

Estoi tan orgullosa de ti!!!!
(Porq todos me miran asi ¿? )

Yo quiero saber maaaaaaas... sobretodo porq de la part de arriba no entendi nada jeje

Confidentlnrl