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La Estación del Norte

Cuando paso cerca de la Estación del Norte, sueño despierto con subir a un tren que me lleve muy, muy lejos. Viajar a cualquier país sin más equipaje que lo que lleve en los bolsillos. Le digo a quien me acompaña que si se atreve, que si le gustaría hacerlo. Y esa persona, aunque tiene diferentes nombres, siempre dice que no.
En realidad la vida no tiene nada de emocionante...

11 comentarios:

Anónimo dijo...

me encanta la estacion del norte es preciosa, muchas veces cojo el tren para volver del centro al cabañal simplemente poruqe me gusta pasar por ahi y ver a la gente, pensar de donde vienen o a donde iran.
he pesado millones de veces coger un tren si saber a donde va y con lo que llevo encima me encantaria viajar sin rumbo, a la aventura, es la mejor forma de viajar.ademas el tren tiene algo especial que no tienen ni el avion ni el autobus o el coche , es algo magico, inexplicable, pero parece que el mundo se detenga cuando te subes en el.
besitos.ciaito!

Anónimo dijo...

Para ti, que quieres viajar y conocer nuevos horizontes o para la persona que siempre dice no?

Para mí, la vida es emocionante cada segundo que pasa...

Y no te creo..

Nazaret dijo...

Yo si llevara dinero en los bolsillos y estuviera de vacaciones no me importaría xDD

Y estoy de acuerdo con ana, la vida es emoción pura a cada segundo. Somos nosotros los insensibles, los que nos hemos acostumbrado a todo. Incluso a seguir con vida al despertar.

Helena dijo...

No conozco tu Estación del Norte.
Pero conozco la mía, y te diré que mil una vez cojí un tren pensando en no bajarme nunca, con una compañçia que no quería seguirme. Y al final, siempre me obligan a dar la vuelta en la mitad del camino, porque sí, por el miedo, porque no es tan valiente como para querer hacerlo. Pero yo, que me ahogo cada día más en este aire contaminado de rutina y rencor, necesito huir, irme tan lejos como el billete me lo pueda permitir, irme a donde haga frío, a donde no se escuchen mis gritos. Y me iré. Si nadie viene conmigo me da igual, porque a eso ya me acostumbré, a veces, la mejor compáñía es un libro, a veces los sueños, hay que cumplirlos solo, aunque otras veces cumplirlo incluye a otros.
Pero la vida tiene la emoción que uno le da, la emoción de atreverse, de ser capaz, de apreciar las pequeñas cosas. En los momentos malos, ne acuerdo de Amelié, y de sus pequeñas cosas. ¿Quién sabe? A lo mejor, un día, mientras te enteras de la desgraciada muerte de una princesa, descubres un tesoro y...Bueno, ya sabes el resto :)
Algún día cojerás ese tren a ninguna parte, estoy segura, y cuando lo hagas, quien sabe lo que podrás encontrarte. Hoy leí de alguien que hay que luchar porque los sueños se hagan realidad. Sigue tus propios consejos ;)

Prigkinissa dijo...

¿No sería más emocionante que te atrevieras a coger ese tren solo, acompañado únicamente por tus latidos?
Mi vida es emocionante sin necesidad de viajar, pues vivir intentando ser feliz supone un desafío de lo más apasionante.Y más si te dejas guiar por la marchosa música de fondo: Pum-Pum,Pum-Pum...

El problemas viene cuando uno no es capaz de oírla. O cuando necesitas buscar el sentido de tu existencia en otros lugares. Entonces sí: súbete al tren.

*boreal* dijo...

Entiendo lo que dices. Uno de los deseos más grandes que tengo es viajar por todo el mundo.
Pero en realidad, yo no lo hago por falta de dinero, ¿Por qué no lo haces tú? No te hace falta que te acompañe nadie. Si a esa persona que le pides que te acopañe te dice que no, no le permitas que te condicione.
Si hicieramos todo lo que queremos hacer cuando de verdad sentimos la necesidad de actuar, te aseguro que seríamos mucho más felices.
Inténtalo la próxima vez que te sientas así, mientras no perjudiques a nadie, no tienes nada que perder.

Anónimo dijo...

La emoción y la aventura es diferente para cada persona. A mí me encantaría hacer esos viajes, pero sé que me vería muy incapaz, no sé por qué, pero es algo, como digo yo, "peliculero", y seguro que sería genial...
Así que, te prometo, que antes de que pase cualquier cosa (...), haremos un viaje inesperado.
Te lo prometo.

Eme dijo...

Ojito con ese tipo de promesas...

nallheli@gmail.com dijo...

Bueno... no conozco esa estacion... pero ya que decidiseguirte hasta el otro lado del mundo... capaz que si me dices "vamos" me animo sin dudarlo... es cosa de que lo preguntes querido...

Anónimo dijo...

La vida si tiene cosas emocionantes! ya el poder levantarse todos los dias de la cama es una nueva aventura!! solamente hay que buscar la manera de que esa aventura nos llene a plenitud y nos ayude a ser felices!!
Hay dias que me levanto y deseo escapar... pero luego me doy cuenta que eso es solo un espejismo!! y que solo por estar viva ya vale la pena seguir adelante!!
En verdad eres muy afortunado por tener una mente tan brillante y ser bueno en lo que haces... ojala en alguno de tus viajes te pases por colombia... y conozcas lo lindo que es mi pais jaja!!
Y sigue soñando que los sueños es lo unico realmente propio que tenemos las personas!!

Anónimo dijo...

Yo hice una vez un viaje asi. No fue que pasaba por la terminal y me subi, pero un mañana me levante aventurera y una semana después me encontraba en un bus rumbo a Salta. Mi primer impulso apenas salimos de la terminal fue pedirle al chofer que parara, que me quería bajar. Y creo que no lo hice más por miedo a verme ridicula que por otra cosa. Y sí, el viaje fue uno de los mejores de mi vida.
Sufrí mucho la vuelta a Buenos Aires, otra vez a la rutina, a los horarios y las obligaciones, hasta que entendí que no fueron Nina (una alemana con quien me sigo escribiendo) ni el Pucara de Tilcara, ni Purmamarca lo que hicieron que este viaje fuera emocionante. Sino mi actitud. Sí, ese viaje fue una situación idílica, porque disponía de mi tiempo para hacer lo que se me diera la gana, pero la realidad es que no tengo los recursos para llevar una vida así. Sin embargo, lo que si esta dentro de mis posibilidades es dejarme llevar cada vez que se me presenta la oportunidad.
Hace como dice Prigkinissa, subite al tren. Eso sí, presta mucha atención a quienes están en ese vagón, porque te aseguro que no vas a estar solo. Y quien te dice...