Menuda metedura de pata. Bah, en realidad no ha sido metedura de pata. Aunque se ha visto como tal. No ha sido metedura de pata porque mi comentario no iba con esa intención, y porque si hubiese sido así lo habría hecho a conciencia. Esta es la historia:
Hace una semana, mi profesor de Literatura Hispanoamericana menciona nosequé de los toros y suelta entre paréntesis: "... aunque a Hombre con criterio no le gusten...".
No dije nada. Sólo hice memoria: ¿le había dicho yo que era antitaurino? Porque él es muy taurino y yo todo lo contrario, pero no recordaba haber mencionado nada antes como para darle esa idea. Hasta hoy, que he visto por donde iban los tiros. Ha sido cuando me ha devuelto un trabajo de Abel Sánchez.
— Muy bien... pero quería comentarte la frase final.
Malo. Él nos pide que la última frase sea interesante. No recuerdo cuál puse.
— Te cito: "En definitiva, Abel Sánchez resulta una obra recomendable, especialmente para entender un sentimiento que nadie necesita que le expliquen en realidad [la envidia]. Es lo más cruento de nuestra España y tan inalienable como los toros. Envidia queda".
— Eh...
— No me parece justo —me dice a buenas. Es un buen hombre—. Porque hoy en día hay cosas muy cruentas y no son los toros precisamente. Piensa en las clínicas de abortos y en...
— Es que se me ha entendido mal. No es que sea nada taurino, pero esta vez no iba con esa intención. Me refiero a que la envidia es deporte nacional, muy nuestro, igual que los toros. Pero no que los toros sean malos. No es que lo piense ni no lo piense —empiezo a hacerme la picha un lío— pero no es a lo que me refería. Decía es que algo muy español, no necesariamente malo. La envidia sí, claro.
— Abortos abortos abortos...
Repito lo mío.
Repito lo suyo.
— De todas formas el trabajo está muy bien, como el otro.
Pues nos quedamos con eso mejor...
Se da mucho este diálogo cuando se habla de toros sí, toros no.
— ¡Se les mata vilmente! ¡Es horrible!
— ¿Y qué te crees que hacen con las vacas que tú te comes? ¿Que se las llevan al parque, y mueren de agotamiento?
Pero no se trata de que un animal sea sacrificado. El quid de la cuestión está en que de ese sacrificio, se hace un espectáculo. Algo gore. Ahí lo criticado. No retransmiten por la tele las matanzas de cerdos ni vacas.
Podrían prohibirse las corridas de toros. Sería una opción. Pero pensándolo bien, quizá lo mejor sea que caigan por su propio peso... ¿o creéis que seguirán en activo eternamente? Las plazas de toros se están cerrando. Aburre a las nuevas generaciones. Ya se jubilarán los que viven de esto. Que las cosas sigan su curso natural.
Toros y abortos
martes, 15 de enero de 2008
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6 comentarios:
Eso espero xD ¿Cuanto tiempo les das?
Anda, nunca me lo había planteado así pero, mirado desde ese punto de vista, tienes razón... a ver si hay suerte y se jubilan pronto.
¿Tienes Literatura Hispanoamericana en Derecho?
A mí no me gustan los toros y no entiendo que le llamen arte y cultura, debo ser muy inculta porque lo único que veo es la tortura y la agonía de un animal convertido en espectáculo.
Yo también creo como tú que se irá muriendo poco a poco.Sólo tienes que pasar por delante de una plaza de toros y ver qué personas están en la puerta, guiris y gente mayor, puede que en otras ciudades sea diferente me refiero a la Monumental de Barcelona.
Tu nunca has visto una matanza?
Yo estuve una tarde entera viendo como se mataban pollos, se les desplumaban y se limpiaban para después ir al buche. no sé cómo no me hice vegetariana de las mismas... poco me faltó.
A mi tampoco me mola lo de los toros... prefiero ver a Hamilton sufriendo detrás de Alonso, jijijijij. XDDDDDD
Yo siempre del lado de los animales xD. Por mi sería vegetariana si no fuera que las carnes aportan importantes proteinas pero ¿Cómo comparar matar para alimentarse con matar por diversión? Desde que tengo conciencia que no entiendo esta actitud de algunas personas y no lo entenderé nunca.
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