Muere el fundador jueves, 31 de enero de 2008 Tweet

Para quien no lo sepa (la inmensa mayoría de quienes leen esto, imagino) fui a un colegio de los Legionarios de Cristo en Valencia durante seis años de mi vida. Influyó mucho en mi vida y guardo buen recuerdo de esos días. Hace un rato he leído en la prensa online que Marcial Maciel ha fallecido. Días como estos me gustaría seguir en el colegio, a modo de reportero de guerra. En seguida he llamado a Polivalente para contárselo. Luego a J, pero no estaba.
En fin. Que de este tío ya lo dije todo hace casi dos años, cuando en mi anterior blog ya ido le dediqué una entrada. Aquí va, curiosones (y antes de que alguien lo comente, SÍ, he visto las faltas de ortografía pero no las editaré. Pura nostalgia de erratas).

22 mayo de 2006
P. Marcial Maciel (P. de Pederasta, no de Padre)

Menuda le ha caído a los Legis, los Legionarios de Cristo. La orden católica que era considerada el nuevo Opus Dei -pero con más dinero y menos polémica- ha sufrido el mayor batacazo de su historia, y difícilmente podrá reponerse de ésta. Porque su fundador, el todavía vivo Padre Marcial Maciel, ha sido acusado de pederastia. Las denuncias no son una novedad, vienen de lejos, pero lo sorprendente de la noticia es que el propio Benedicto XVI, en un acto de justicia divina, ha retirado el sacramento del sacerdocio al "papaíto" de los Legionarios. Sí, ha dado crédito a las acusaciones. De nada le ha servido al (ex-)sacerdote mejicano moverse en las altas esferas del Vaticano. Ratzinger ha estudiado el caso en profundidad, y su veredicto no ha podido ser más justo. Desde hoy, don Marcial Maciel (a quien ya no debemos llamar Padre) es un simple mortal al que una edad avanzada ha salvado de un proceso canónico que podría haberle llevado hasta la excomunión. Puede considerarse afortunado. Benedicto XVI en persona ha impuesto el castigo, y le ha prohibido cualquier actividad pública hasta el resto de su muerte. Tampoco podrá volver a oficiar misas, confesar, o ponerse la sotana siquiera. Su único cometido hasta que San Pedro se le ponga de frente será la oración y la penitencia. Ojo: que él ha dicho que no tiene nada de lo que arrepentirse. ¿Una mentirijilla más, Don Marci? Usted no aprenderá nunca. Para los que fuimos niños Legionarios, aquellos que caímos en sus colegios, lo único que nos surge al ver la noticia es un inteligible murmullo que suena a "qué fuerte...". Es increíble. No porque no creamos que sea pederasta el señor -hemos oído esto durante años- sino porque el propio Benedicto le ha castigado y de una manera tan drástica. La orden siempre ha presumido de codearse con el Santo Pontífice y la más influyente de la curia. Nunca, ni en sus peores pesadillas, habrían podido imaginar semejante desenlace. Adios a todas las ambiciones. Con semejante fundador, las vocaciones se vendrán abajo, los colegios se les vaciarán y el nombrecito "Legionario" vendrá acompañado de una risita. Merecido se lo tienen, con semejante elemento por líder. Me vienen a la memoria esos días en Cumbres, cuando se celebraba el día de la orden sacerdotal del Padre Marcial Maciel y había comida especial. A sus posters colgados por el pasillo. O su foto en el despacho del director. ¿Qué ocurrirá ahora? ¿Tendrán los Legionarios que borrar del mapa a su propio fundador, con tal de reponerse? Tiempo al tiempo. Por el momento, un comunicado de ellos sostiene su inocencia pero acata con obediencia el castigo del Número Uno del a Iglesia Católica. ¿Se atreverá el acusado a hacer un nuevo cisma, o aceptará su destino? Hoy, más que nunca, desearía volver al colegio, y ver qué cara ponen nuestros curas. Deben haber pasado los peores días de su vida. Y hoy lunes, dar explicaciones al alumnado. Es lo que pasa cuando sigues a un perbertido. Ni tus mejores lazos con los "Jefes" te pueden asegurar una invulnerabilidad infitina. Con la Iglesia hemos topado.